- Sal de mi camino, T/n.

- No puedo hacer eso, Clint.

Necesitaste toda tu fuerza de voluntad para no moverte. No podías dejar que Clint hiciera esto. No estaba bien. Este no era él. Atrás quedaron su arco y flecha, reemplazados por un arma tomada del cuerpo de un guardia que había elegido interponerse en su camino. Estaba mal verlo sin sus armas habituales. Como si estuviera renunciando a una parte de sí mismo para hacer esto.

Sacudiendo la cabeza, dijiste suavemente:

- Clint, no necesitas hacer esto.

- ¡Sí! ¡Se llevó a mi familia! ¡Hirió a mi esposa, a mis hijos! - Clint gritó, con los ojos llenos de lágrimas. La ira irradiaba de cada poro de su cuerpo, el odio por el hombre que estaba de rodillas era evidente.

- Míralo T/n. Es un monstruo y le haré un favor al mundo poniendo fin a su miserable vida.

- No eres un asesino a sangre fría, Clint. Eres mejor que eso. La venganza no es el camino. Él esta desarmado. No necesitas su muerte en tu conciencia. - Diste un paso lento hacia tu compañero y colocaste tu mano sobre la pistola. Estaba temblando debajo de tu mano. - Dámela, Clint.

Un pesado silencio se cernió sobre el almacén. Tu corazón latía con fuerza en tu pecho, la sangre bombeaba ruidosamente en tus oídos. Suplicabas, rezabas, para que Clint tomara la decisión correcta.

Y lo hizo.

Sin palabras, soltando su agarre, su cuerpo entero se hundió. Ya sea en alivio o derrota, no sabrías decir. Clint miraba inexpresivamente sobre tu hombro hacia dónde el hombre que casi había destruido a su familia estaba desplomado en una esquina.

Guardaste el arma y agarraste la cara de Clint en sus manos, forzando su atención hacia ti. A pesar de que técnicamente eras menor en rango, tu tono no dejaba lugar para discusiones.

- Vuelve al Quinjet y lleva a Laura y los niños a casa. Yo me ocuparé de él.

- Gracias, T/n.

En el momento en que la pesada puerta de metal se cerró, sacaste el arma de la cartuchera de la cintura y disparaste al hombre. Sus patéticos gemidos cesaron cuando se dio cuenta de que no le haría ningún bien. En cambio, reunió su dignidad y se arrodilló ante ti. Sus palabras marcadas con un fuerte acento ruso. Se encontró con tu mirada y preguntó fríamente.

- ¿Matarías a un hombre desarmado?

No tuviste que pensarlo dos veces la respuesta.

-Si.

- Pensé que la venganza no era lo tuyo. - sonrió, recordando tus palabras anteriores a Clint.

- No es el camino para Clint.

Tu compañero era un buen hombre con una buena familia, que casi había sido asesinada hoy. Naturalmente, Clint no estaba pensando con claridad. Cualquier acción que cometiese le haría lamentarse más adelante. Lo devoraría por dentro, como lo hacía cada asesinato, y lo último que necesitaba era mirar a su familia y ver la cara de un hombre que había matado por ellos.

Tú, por otro lado, estabas en un estado mental perfectamente estable, tanto como siempre lo había estado, de todos modos. Desde muy joven te habían enseñado que personas como esta obtenían lo que se merecían. Esto no era venganza, era una ejecución por sus crímenes. No perderías el sueño por ello.

Cerrando la distancia, presionaste el arma contra su frente.

- ¿ Últimas palabras?

Sus labios se torcieron en una sonrisa y proclamó con orgullo.

- Hail HYDRA.

Simplemente no había originalidad en estos días.

😱 ¡¿Cómo puede ser que no tenga ningún shot de Clint!? Omg. Por suerte, me he dado cuenta y ahora tengo varios listos... 😏

En el GIF : Sofía Boutella