Dedicado a perdidamenteloca Espero que te guste 😉

La noche que conociste a Eddie, estabas lavando la ropa en la lavandería al lado de la tienda de la Sra. Chen. Habías entrado para tomar tu bolsa semanal de chocolatinas mientras esperabas que tu ropa se secara. Tenías tu cabello metido por dentro de tu sudadera con capucha y un par de monedas en el minúsculo bolsillo de tus pantalones de yoga. El día de lavado significaba ir vestida con tu ropa vieja (pero que adorabas y era tremendamente cómoda y te daba pena deshacerte de ella *basado en hechos reales 😂*) . El día de lavandería también significaba evitar a las personas a toda costa.

La primera vez que lo conociste, apenas le echaste una mirada. Parecía estar absorto en su propio mundo.

Estabas segura de que se le iba la olla porque hablaba solo todo el tiempo. Agarraste tu bolsa de Snickers y dejaste el dinero en la mano de la Sra. Chen.
Volviste a la lavandería y viste pasar a Eddie.

La segunda vez que le viste, estabas paseando a tu perro. Habría sido fácil reconocerte con tu sudadera con capucha y tus pantalones de yoga. El pelo metido en tu sudadera con capucha de la misma forma.

Definitivamente no era tu mejor look. Te habías acercado al parque y habías soltado a tu perro. Por una fracción de segundo, pensaste que le habías perdido. Se había acercado a Eddie, donde estaba recibiendo mucho amor.

- ¿Cual es su nombre?

- Ares.

- Un nombre fuerte.

- Realmente no puedo llamar a un pitbull 'Fluffy', ¿verdad?

- Supongo que no. Soy Eddie.

- Alison. Te he visto por aquí algunas veces. ¿Vives por aquí?

- Sip. Justo en esa calle de allí.

Señaló la calle en la que vivías.

- Oh. Yo también.

Ambos empezaron a caminar hacia esa calle. Te detuviste frente a tu edificio.

- Yo me quedo aquí. Estoy segura de que te veré por aquí.

- Si. Tal vez podamos tomar un café o algo.

- Por supuesto.

Entraste a tu edificio rápidamente, no le diste tu número. Es posible que lo vieses por ahí, pero estabas segura de que no estaba realmente interesado en mucho más que acariciar a tu perro.

La semana siguiente, estabas lavando la ropa y volviste a la tienda de la señora Chen donde viste a Eddie de nuevo. Fingiste ignorarlo y compraste tu bolsa habitual.

-¡Oh, hola! No me diste tu número. Quería llamarte, pero luego me di cuenta de que no tenía forma de ponerme en contacto contigo. ¿Quieres tomar una taza de café ahora?

- Lo siento. Realmente no puedo. Estoy lavando la ropa en la puerta de al lado.

- ¿Qué tal después? Hay una cafetería en la misma calle.

- Um. Por supuesto. ¿Por qué no?

- ¿Te veré aquí en aproximadamente una hora?

- Por supuesto. Una hora.

¿ Tus estándares de citas habían caído tan bajo que ibas a salir con el loco de tu vecino? ¿Y en el último minuto? Sip.

Claramente.

Te llevaste la ropa y la doblaste y te pusiste una ropa en la que verte bien.
Le viste camino a la cafetería y le convenciste de desviaros al bar de enfrente.

- ¿Querías tomar una copa en lugar de ir a la cafetería ?

- Si. Por supuesto. ¿Por qué no?

Eddie y tú conversaron con un cóctel y una cerveza sobre política y el estado del mundo, el trabajo, la familia y tu perro.
Esos ojos marrones y labios carnosos te seducían.
Al final de la noche, le habías dado a Eddie un beso apasionado frente a tu puerta. Luchaste para abrir la cerradura mientras él se aferraba a tu cintura.

- Tengo un-

- Mmhmm... bésame y dime...

- Tengo un... Un parásito ...

- ¿¡ Qué tu qué?! ¡Pero serás cerdo!

Lo empujaste lejos de ti, lista para cerrarle la puerta en la cara. Pero interpuso su pie.

- ¡Espera, por favor! Escúchame.

Lo miraste con escepticismo. Estabas felizmente en camino de echar un polvo, pero luego te confesó que tenía una ETS... Menuda suerte la tuya.

- ¿Es contagioso?

- ¿Un poco ...?

- No. Fuera.

- Uh, bueno...Puedo convencerlo de que no se apodere de tu cuerpo si quieres.

- ¿Qué quieres decir con 'convencerlo'?

- Puedo enseñártelo.

Asentiste con la cabeza sabiendo que este podría ser tu último día en la Tierra debido al bicho raro del vecindario. Unos tentáculos negros envolvieron a Eddie.

- Estamos-

- ¿Venom? Si, veo las noticias.

Venom jugueteó con tus dedos tímidamente.

- Entonces, eh ... ¿ahora qué?

- ¿Deberíamos... continuar?

- Um. Bien. No. No te conozco. Conozco a Eddie. Pero no a ti.

Venom parpadeó con sus ojos blancos iridiscentes hacia ti e inclinó la cabeza con curiosidad.

- Esa es la verdad, Venom.

Venom retrocedió hacia el cuerpo de Eddie.

- Lo siento por eso. Simplemente sentí que necesitabas saber la verdad sobre mi situación, por así decirlo.

Lo agarraste y lo besaste furiosamente.
Te reíste como una colegiala y te alejaste de él.

- Eddie, espera. Si tenemos relaciones, ¿qué significa eso para Venom? ¿Puede sentirlo?

- Si. En sus receptores de retroalimentación.

- ¿Intentará matarme en algún momento ? - él se ríe.

- No. Le gustas, al igual que a mi.

Llevaste a Eddie por el pasillo hacia tu habitación. Te quitaste la blusa para dejar al descubierto tus pezones endurecidos. Le siguieron los pantalones de cuero y los arrojaste a la esquina del dormitorio. No podías saber si estabas borracha por la bebida, por no haber comido una cena adecuada o por el hecho de que acababas de conocer a Venom en persona, pero tus inhibiciones estaban fuera de control. Eddie había hecho un trabajo rápido al despojarse de sus vaqueros y camiseta. Se arrastró por la cama hacia ti y acarició tu cuello. Venom te hizo cosquillas en la piel, haciéndote reír de nuevo. Mordió y lamió hasta llegar a tus pechos. Te rozaste contra el. Tu coño expuesto humedeció sus bóxers. Buscaste desesperadamente fricción para tu clítoris. Rascaste suavemente la nuca de Eddie con las uñas, provocando un gemido de placer en él. Pasaste los dedos por el elástico de sus bóxers tirando para quitárselos.

- Espera, espera. ¿Tienes condones?

- Si. Cajón de arriba.

La sábana se envolvió alrededor del tobillo de Eddie y se cayó de la cama, al levantarse del suelo no fue Eddie, sino Venom quien apareció.

- Nosotros también queremos jugar. Estamos cansados ​​de estar encerrados.

No estabas segura de lo por que lo dijiste :

- Entonces, ven y juega Venom - le ronroneaste.

Sus manos con garras levantaron tus manos y las sujetaron junto a tu cabeza.

¿Necesitarías un condón con Venom? No lo sabías y no te importaba.
Dejó caer la cabeza entre tus muslos y su lengua se movió entre tus piernas, lamiendo tus pliegues. Metió su lengua larga y gruesa dentro de ti, golpeando el lugar correcto. Luchaste por liberarte de su agarre. Querías poder tocarle.

Su lengua continuó presionando y acariciando alrededor de tu punto G, mientras tú te empujabas contra él. En un tiempo récord, estabas chorreando en su cara mientras tu orgasmo te recorría de la cabeza a los pies. Te quedaste agotada y satisfecha sobre el colchón. Miraste vagamente a Venom.

- Mi turno.

Gritaste cuando él te puso sobre tus manos y rodillas, levantando tus caderas y presionando tus hombros contra la almohada. Una gruesa polla humanoide presionaba entre tus relucientes pliegues y una lengua se movió hacia tu puerta trasera. Lentamente presionó su dura longitud contra ti hasta que su torso estuvo pegado a tu espalda. Estableció un ritmo constante de bombeo dentro de ti. Te puso al límite. El calor se extendió por la parte inferior del abdomen. Tu cuerpo se apretó contra él. Su lengua se envolvió alrededor de tu cuello, sin apretar, manteniéndote cerca de él mientras él presionaba contra ti. Aceleró los movimientos y empujó rápida y erráticamente contra ti mientras se movía cada vez más rápido. Tu segundo orgasmo te llegó con fuerza. Te dejaste caer en el colchón mientras Venom terminaba poco después sobre tu espalda y sábanas.

- Mierda. Creo que necesito lavar la ropa de nuevo... - murmuraste mientras Venom te envolvía en sus brazos.

😭😭😭😭😱😱😱

Por favor, no me pidáis smut, que se me da terrible escribirlo 💔💔💔