"What have I become?

My sweetest friend

Everyone I know goes away

In the end

And you could have it all

My empire of dirt

I will let you down

I will make you hurt

I wear this crown of thorns

Upon my liar's chair

Full of broken thoughts

I cannot repair

Beneath the stains of time

The feelings disappear

You are someone else

I'm still right here"

Hurt de Johnny Cash.

La cabaña permanecía oscura evitando que logrará mirar lo que sucedía a mí alrededor, mientras la situación cada vez se complicaba más, dándome malas sensaciones sobre esta como también unos escalofríos terribles que no me permitían estar en paz y tranquila, ya que estos simbolizaban que algo malo estaba a punto de ocurrir; era como sí una sensación de peligro se hiciera presente en mí, siendo este como un aviso que envolvía el lugar en donde nos encontrábamos.

La frustración me invadía mientras permanecía sentada en el suelo, buscando esperanzada la mirada del hombre con ojos de color chocolate, en busca de que me diera un poco de paz. Pero cuando su mirada sostuvo la mía, me di cuenta que algo malo estaba ocurriendo, y aquella sensación de peligro nuevamente invadió mi ser.

Aquel hombre que había cambiado completamente mi vida y siempre mantenía un aura de tranquilidad y paz, parecía estar inseguro de lo que pasaría a continuación y eso me preocupaba.

Me preocupaba porque desde que lo conocía él había sido el único que no había dudado de mi cordura y de mi estabilidad emocional. De hecho, él había provocado que esta fallara por el misterio que venía con él. Y, por ello, ahora temía que Johnny no sintiera que tenía el poder de la situación, porque eso significaba que algo malo pasaría y no estaba lista para eso.

No estaba lista para alejarme de Johnny Evanson.

Lo miré intranquila, moviendo mis pies con frecuencia esperando calmar mi ansiedad con aquello, pero cuando las sirenas de las patrullas de los oficiales invadieron mis oídos, un sollozo salió de mis labios y los temblores me invadieron, por lo que significaba aquello.

Johnny seguía con la mirada puesta en mí, mirándome como si me estuviera retando, aunque no entendía porque lo hacía. Y más ahora, por todo lo que habíamos pasado.

—¿Qué vamos a hacer? —cuestioné con mis labios temblando por el miedo de lo que pasara en el futuro.

Pero Johnny sólo sonrió burlón y soltó un bufido.

—No lo sé —soltó con simpleza, provocando que lo mirara con extrañez sin entender el desinterés con el cual había soltado esas palabras—. Lo lamento, pero nunca antes había estado en esta situación con otra persona, por eso no sé qué hacer —declaró frotando su rostro con sus manos con desesperación, para después mirarme con la tristeza reflejada en sus dulces ojos—. Perdóname Eliane, por meterte en esto.

El dolor en las palabras de Johnny era notorio, y eso provocaba que mi corazón se estremeciera, porque a pesar de que mi vida había sido dura desde que lo conocía, lo quería. Y me sentía mal por cómo se sentía él, me afectaba lo que Johnny sentía, y por eso esperaba volverlo a ver.

¿Era probable hacerlo? Era casi improbable, pero esperaba hacerlo. Porque no sabría que me pasaría si no la viera una vez más. Necesitaba estar segura que lo iba a ver, necesitaba que este me lo asegurara, por ello seguí viéndolo a los ojos esperando que él dijera algo, sin embargo, no lo hacía.

No me decía lo que quería saber, y eso no me agradaba.

—¿Volveré a verte? —cuestioné cansada, esperando su respuesta.

—No lo sé —confesó con una sonrisa encantadora como las que solía darme, haciéndome olvidar un poco mi desesperación—. Recuerda que yo tengo un propósito, y nunca antes me había encariñado con nadie antes como para necesitar verlo de nuevo.

Asentí entendiendo a lo que se refería, porque, aunque me negaba a aceptarlo, yo no podía seguir con Johnny, aunque lo quisiera. Y tal vez esta era nuestra última vez juntos. Por eso la disfrutaría.

—¿Cómo llegaste a encontrarme y saber que yo era la qué estaba en riesgo? —pregunté de repente, soltando las palabras sin pensar y mirándolo con mis lágrimas acumuladas en mis ojos—. ¿Cómo sabías que me conocías? —volví a preguntar recordando una conversación que habíamos tenido anteriormente.

Era consciente que debería de estar disfrutando de su compañía antes de que vinieran por él, pero Johnny y yo sabíamos que me gustaba preguntar; y más en los momentos menos apropiados, por eso él me sonrió y se acercó a mí mirándome con diversión, colocándose a mi lado derecho para darme un beso en la mejilla.

—En realidad, sentí que tú me conocías a mí —aclaró el hombre con una enorme sonrisa, acariciando mis mejillas para después sostenerlas y acercar mi rostro al suyo para juntar nuestras frentes.

Entreabrí los labios esperando ser besada por él, pero Johnny colocó un beso en la punta de mi nariz y despegó su rostro del mío, mirándome con dulzura mientras que las sirenas de la policía se acercaban cada vez más a donde estábamos, provocando que la hora de decirle adiós a mi único verdadero amor se hiciera cada vez más cercana.

—Te amo demasiado, Alanna —confesó Johnny con una media sonrisa para después darme un casto beso en los labios, que, aunque fue pequeño, fue salado, por mis lágrimas que comenzaban a salir de mi rostro—. No quiero que dudes de lo que siento por ti nunca.

—No lo hare, Johnny.

—Y prométeme que nunca dudaras de mi existencia.

—Nunca lo haría —respondí con sinceridad, y él sólo asintió mirándome con melancolía para después alejarse de mí—. Por favor... no quiero que te vayas —susurré con las lágrimas aun bajando de mi rostro, sujetando de la mano de Johnny para que no se apartara de mí.

Pero él se deshizo de mi agarre, provocando un gran vació en mí.

Tenía que existir otra manera.

Definitivamente, tenía que existir otra forma para que ambos permaneciéramos juntos. Porque el cariño que le había tomado a Evanson era increíblemente inusual, pero disfrutaba de ambos y lo único que importaba era aquello.

Sólo importábamos él y yo.

—Me tengo que ir, Eliane. —volvió a aclarar Johnny sujetando mi mano para darle un apretón a esta—. Esto para mí es igual de difícil que para ti —aclaró con los ojos humedecidos, mostrándose débil ante mí.

Provocando que algo en mi corazón se rompiera por verlo de esa forma tan triste, pero, era el momento de dejarlo ir, porque, aunque me doliera, era necesario. Yo sabía que lo nuestro no podría durar demasiado, no podría ser para toda la vida, ya que él no era normal.

Y por eso solté de su mano, porque, aunque no fue desde el principio, ahora estaba siendo sincero. Pues, de verdad, Johnny estaba sufriendo, sin embargo, trataba de mostrarse normal para no pegarme la tristeza a mí tampoco.

Odiaba esto. Odiaba tener que apartarme de él y volver a mi vida anterior, aunque sabía que André ya no estaría en mi vida, no sabría que hacer sin Evanson, pues yo siempre había sido independiente de los demás, y no solo eso, además, me había enamorado del hombre frente a mí.

Por eso, las lágrimas comenzaron a salir de mi rostro y el hombre se acercó a mí para limpiarlas con ternura tratando de evitar que más de estas cayeran, sin tener éxito, porque en estas dos semanas había disfrutado por completo todo de él y ya no me imaginaba estar lejos de este.

Mis lágrimas seguían cayendo hasta que Evanson pegó sus labios conmigo, dándome un último beso tan cruel y deprimente provocando que mi corazón se hiciera pequeño mientras el beso comenzaba a tomar un sabor salado por mis lágrimas. Entonces, Johnny se apartó de mis labios, pero mantuvo su frente pegada en la mía, logrando que sintiera su respiración entrecortada en mi rostro que me hizo sacar una sonrisa tímida.

—Siempre estaré agradecido por estos días.

Las palabras de Johnny habían sido música en mis oídos, y por eso sonreí. Además, porque yo tampoco las olvidaría.

Después el hombre se separó de mí logrando que una vez más me sintiera vacía.

Cerré los ojos al instante mientras mis lágrimas aun bajaban de mi rostro y recordaba lo que había sucedido hace unos instantes, recordaba cómo había sido feliz hace tan solo unos minutos.

En la mañana, había despertado sola en la cama y me había vestido con la ropa que había de Johnny, hasta que este entró a la habitación alarmado y desesperado. En ese momento fue cuando me confesó que alguien estaba cerca, al principio no entendía a lo que se refería y él no quiso darme explicaciones, sólo me pidió silencio. Después, desde ese punto, ambos nos habíamos quedado callados, sentados en el suelo y mirándonos fijamente.

Incluso, el ambiente dentro de la cabaña había cambiado y con el transcurso de los minutos los ruidos del exterior se hicieron presentes, dándome cuenta que había gente buscándonos. O, mejor dicho, andaban atrás de mi hombre buscado.

Abrí los ojos a causa de los pasos de personas que se oían cercanos a la cabaña, junto con los perros ladrando. Las sirenas permanecían y mi corazón comenzó a latir tan rápido del asombro y de la desesperación que me provocaba el saber que pronto Johnny Evanson sería arrestado.

Miré a Johnny con desesperación, observando como este tenía su mirada puesta en sus manos, quería que él me viera, pero no sabía cómo lograrlo. Además, no quería hacer ruido para no atraer a la gente hacia acá, pero, como quiera, esto pasaría.

—Prométeme que está no será la última vez que nos veamos —solté con rapidez acercándome más al hombre y mirándolo a los ojos, esperando su respuesta.

Y él me miró a los ojos, manteniendo la mirada firme sin dudar. Esperaba escuchar algo bueno o algo por el estilo, pero me sorprendí cuando este solo me miró de forma intimidante.

—Lo siento.

Sus palabras se habían escuchado tan tensas que lo miré confundida sin entender, hasta que el hombre soltó un soplido en mi nariz, provocando que comenzara a ver todo borroso y confuso, hasta que finalmente, caí dejándome llevar por la oscuridad.

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En el misterio, Mad-ClepGirl (Dianessa)🐧