—Dime que eso no ha sucedido, por favor.. –Dije avergonzada con las manos en la cara.

Fran y yo estábamos en el baño, tras el suceso.

—Cálmate Fionna, no has empezado tan mal... Ehh..–Se quedó sin falsos consuelos.

—Aaaaaaahhh ahahaaaaahhhh.–Lloriqueé.

—No te pongas así, no es para tanto...– Sí que lo era.

—Aaaahhhh sí que lo eees!!– Comencé a ponerme de los nervios, hiperventilava y gritaba.

—Fiona,¡Fiona! ¡Tienes que controlarte! –Me comenzó a sacudir.

Me abrazó fuertemente.

Y me calmé.

Se separó.

—¿Mejor?

—S... Sí.–Dije convencida. –Estoy bien.–

—Okey, ahora sal ahí y socializa!

Respiré.

—¿Okey? –Me preguntó motivado.

—Okey. –Dije conforme.

Ambos salimos del baño. Pude ver el desmadre que había liado; había sangre por el suelo y algunos desmayados.
Me sentí culpable, ni siquiera recordaba el motivo por el cual tuve el ataque de risa.

No sé cómo voy a socializar de ésta manera...

—¡Vamos! –Me dió un golpe de ánimo pero me asusté y pegué un salto.

—¡Ah!

Dejé a la vista el misterioso collar del cual no era conciente de que llevaba.

—Vamos a llevarlos a la enfermería. –Dijo Fran cogiendo a un niño del suelo.

—Sí. –Yo cogí a otro.

Ambos caminamos hacia la enfermería y en el camino ví al chico de la capucha naranja que me besó. Se encontraba con tres niños más.

Lo miré y me quedé petrificada con las mejillas coloradas.

Él se percató que estaba allí y comenzó a ponerse rojo como un tomate.

Estaba como una olla exprés, todo rojo y le salía hasta humo.

Y petó.

¡Pop!

—Oh dios mío, ha matado a Kenny!

—Hija de puta!

Dijeron los niños que estaban con él.

Yo sólo me enrojecí más y avergonzada caminé de nuevo.

Todo esto no podía ser más que una pesadilla, ficción.

—Oye, tú! –Un niño gordo me habló con mala leche. –Menuda la que has liado, novata! El primer día que vienes y matas a todos! –

—¡Cartman! –Fran lo regañó, al parecer se conocían.

Él solo río y nosotros seguimos caminando.

Paró de reír al percatarse de mi collar, me miró con observación y misterio.

—Ehh.. ¿Pasa algo? –Me incomodó.

—Nada..., nada..–

Y se fue.

Yo me quedé algo pensativa.

—Fran, ¿Qué lugar es este? –Dije seguramente llorando sangre con una sonrisa irónica.

—España. –

—Ok no xd.–Corrigió.– Este instituto es algo extraño, aquí siempre pasan cosas raras.

—Muy raras... –Dije.

💚💚💚💚💚💚💚💚💚

Llegamos a enfermería y dejé caer al niño que llevaba ya que me quedé en estado de shock al ver a la enfermera.

Fran también se quedó en shock al verla.

—¡Tengo miedo! –Dije como AuronPlay.

—¡Yo también! –Dijo él de la misma manera.

¡La enfermera tenía un feto muerto enganchado en la cara!