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ℂ𝕒𝕡𝕚́𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟟: 𝔼𝕝 𝕃𝕒𝕞𝕖𝕟𝕥𝕠 𝔻𝕖 𝕌𝕟𝕒 𝕍𝕒𝕣𝕚𝕒𝕟𝕥𝕖

"Dios para nosotros es todo lo que tenemos, es nuestro padre todo poderoso, es un guía en nuestras vidas, nuestro ángel de la guarda, un Dios sobre la tierra, en pocas palabras, es todo lo que tenemos... Pero, para Dios, nosotros no significamos nada"

En la aldea de Konoha, la aldea oculta entre las hojas, hay un joven chico de unos 13 años, perteneciente a uno de los clanes más poderosos y respetados de todos, el Clan Uchiha. 

Este joven tiene por nombre, Sasuke Uchiha... 

Durante las últimas semanas, aquel joven peli negro ha estado teniendo varias pesadillas, pero estas no se eran como otras pesadillas que haya tenido antes, no eran aquellos sueños raros y hasta espeluznante que cualquiera podría tener en una mala noche. 

Para nada, aquellos sueños eran sencillamente... Perturbadores, no, es más, aquella definición se quedaba extremadamente corta para describir las sensaciones que el pobre chico estuvo experimentando. 

Todo empezó en una noche cualquiera, sin absolutamente nada de especial. Aquel día fue uno normal y tranquilo, entrenamiento con su padre y asistir a la academia ninja, siendo el mejor de su clase, siendo respetado por todos. 

Pero, fue en aquella noche que todo cambiaría para siempre en la vida de aquel joven. 

Este se abría despertado en medio de la fría y silenciosa noche. La luz de la luna y las estrellas se asomaban por las ventanas, dejando que este pudiera deslumbrar de mejor manera su entorno. 

Su cuerpo sintiendo el aire frío de la noche, haciendo que este tiemble ligeramente al haber recién despertado. 

No obstante, la realidad era que aquello no se trataba más que un engañoso sueño, un sueño en donde este creía haber despertado en su habitación. 

Aquello puede sonar raro, pero se trataba de la realidad, un hecho que aquel joven Uchiha estaba experimentando. 

En esa situación, Sasuke se dio cuenta de algo que lo alertó al instante, y aquello era que se encontraba completamente inmóvil en su cama. 

No era una simple parálisis, esto iba mucho más haya, no podía mover literalmente ni un solo musculo de su cuerpo, al punto en que incluso no podía parpadear, sus labios estaban sellados, evitando que este pudiese emitir alguna clase de sonido, ya sea para pedir ayuda o expresar algún pensamiento en vos alta. 

Pero eso no era lo peor, para nada, lo que de verdad perturbo y confundió al peli negro era el hecho de que este parecía no tener la necesidad de respirar. 

Aquella sensación era agobiante y a la vez aterradora. Era como si su propio cuerpo no le estuviera haciendo caso, como si su propio ser se negara a respirar, pesar de que el quería hacerlo. Y, siendo aún más extraño el hecho de que este parecía no necesitar hacerlo, cosa que solo lo dejaba aún más confundido, pero no quitaba el hecho de que aquella experiencia era sencillamente perturbadora y desesperante. 

El experimentar algo así durante todas las noches no hacía más que llevar la mente del joven peli negro a un espiral de desesperación y terror absoluto, no entendiendo absolutamente nada de lo que estaba sucediendo. 

Lo que Sasuke estaba sintiendo era el miedo más antiguo del ser humano, el mayor miedo de todos... El miedo a lo desconocido. 

No sabía que estaba pasando, no sabía que era, no sabía cómo afrontarlo, no sabía absolutamente nada. Y eso, es sin dudas lo más aterrador que un ser humano puede experimentar en toda su vida.

En aquella situación, Sasuke podía ver que se encontraba en su habitación, era exactamente igual, cada pequeño y minúsculo detalle, por mas pequeño que fuera, era igual, incluso los kunais que había dejado en una esquina antes de ir a dormir.

Todo era igual... Pero, a pesar de aquello, su propio ser lo sabia, aquella no era su habitación. Era como si se encontrara en un lugar que simulaba ser su habitación, algo que sencillamente no entendía.

Como si toda esa situación no fuera lo suficientemente preocupante y confusa, esas emociones solo aumentaron al sentir como la cama debajo suyo comenzaba a moverse por si sola, temblando levemente antes de comenzar a flotar a un par de centímetros del suelo como si de una película de terror se tratara.

Pero, fue en ese momento que la verdadera pesadilla de Sasuke comenzó. Lo que había experimentado hasta ese preciso momento, no había sido absolutamente nada comparado con lo que estaba por venir en tan solo unos breves instantes, como la calma antes de la tormenta, como una silenciosa y mortal advertencia antes de que un verdadero desastre cayera sobre el pobre joven, el cual ignorante de lo que estaba por pasar solo estaba confundido al no poder comprender lo que sucedía.

Y en ese preciso instante, fue que sucedió...

Las pupilas en los ojos del Uchiha se achicaron cuando presencio el evento que ocurría enfrente suyo. Era algo que no sabia como describir, algo de un aspecto tan simple pero a la vez que sabia que era sumamente increíble, su propio ser, su propia existencia sabia que lo que estaba presenciando se trataba de algo extraordinario que ninguna otra persona o ser en el mundo tendría la oportunidad de deslumbrar nunca jamás en toda su vida, o en mil vidas.

¿Qué era eso que estaba viendo el joven heredero del Clan Uchiha?.

Bueno, la mejor forma de describirlo seria llamarlo una puerta, o tal vez una ventana. A decir verdad, no podría definirse como ninguna de las dos cosas mencionadas, pero a la vez se asemejaba mucho a una.

Era como si el mismísimo espacio enfrente suyo, como si el propio tejido de la realidad se abriera, se estriara de forma en que pareciera ser una especie de puerta, o mas bien un portal, y de dicho lugar salía una enceguecedora luz blanca. No, aquel color era mucho mas que un simple color blanco, era un color tan brillante que sentía como por poco le quemaban las retinas, un brillo tan hermoso que sentía ganas de llorar de la mas pura alegría al presenciar su belleza, como si estuviera viendo el brillo de una estrella recién nacida en el frio vacío del espacio, alumbrando la oscuridad del firmamento cósmico con su hermosa luz.

Sasuke vio aquella hermosa luz por menos de una milésima de segundo, una fracción increíblemente pequeña de tiempo, pero que para el parecio ser una eternidad de ver el fenómeno más hermoso de toda su vida.

Y fue en aquel momento que algo raro paso, algo ocurrió con el Uchiha. Fue como si alguien lo hubiera tomado de la camisa y lo hubiera jalado de un tirón firme y fuerte. Solo que no era su camisa lo que había sido agarrado, no supo como describirlo, era algo intangible e invisible, mas haya del ojo humano, incluso si pudiera utilizar su Sharingan no hubiera podido verlo. Era como si un gancho de pesca se hubiera enganchado a su propia alma y lo hubiera arrastrado hacia las profundidades de aquella enceguecedora luz divina.

El peli negro finalmente sintió que podía moverse, y lo primero que hizo fue taparse los ojos fuertemente con ambas manos, sintiendo como un dolor ardiente y punzante predominaba en dicha zona por el simple hecho de ver aquella luz. Y, en el momento en el que abrió los ojos, se dio cuenta de un cambio enorme.

Lo siguiente que experimento Sasuke, iba mas haya de un simple sueño o una pesadilla, era algo que simplemente no sabia como describirlo, una experiencia que afectaba mas haya de su propia alma, que involucraba su existencia misma, el mismo concepto que lo formaba a el como persona.

En el preciso momento en que este abrió los ojos, se dio cuenta de que no estaba en su mundo. Era raro el como se dio cuenta de esto, era como si la propia existencia le hubiera transferido aquella información directamente a su cerebro, el cual la proceso en menos de un parpadeo.

Pero aun así, este lo sabia, aquel lugar en donde se encontraba tras ver aquella luz, no era su mundo.

Aquello era una experiencia que se repetía absolutamente todas las noches, cada vez era lo mismo, el mismo sueño. No obstante, lo único que había de diferente, era el mundo al que su mente era enviada.

Cada mundo que deslumbraba durante las noches era diferente al anterior, a veces presentando diferencias mínimas, mientras que otras veces los cambios eran extremos, y otros directamente parecían ser sacados de los sueños y pesadillas mas locos que una persona pudiera imaginar.

Mundos donde la tecnología era cientos o miles de veces mas avanzada de la que existía en su hogar, en otros no mucho. Incluso habían mundos en donde la historia, las mismísimas leyes de la física y de la propia realidad eran completamente distintas.

Todo esto, aquellos "Viajes astrales" que había experimentado el joven peli negro, lo habían hecho cambiar su perspectiva sobre la realidad, sobre la existencia a su alrededor, ahora su mente siendo capaz de comprender ligeramente una parte de las infinitas posibilidades de mundos que había haya afuera, mas haya de lo que sus ojos humanos podían ver.

Sasuke ahora era consciente de que había mucho mas haya afuera...

Mientras el peli negro se encontraba en aquellos mundos, era como si fuera parte de dicho lugar, como si el hubiera nacido ahí, era como si estuviera viendo todo desde los ojos de alguien que era parte de aquel lugar.

Y siempre pasaba algo que le asustaba, en varias ocasiones había algo... O mas bien, alguien que aparecía y acababa con el. Algo que no sabia como describir, algo que era como una fuerza de la propia existencia que siempre lo perseguía.

No importaba en donde se escondiera, no importaba cuanto huyera, no importa cuanto poder tuviera o con quienes se aliara, no importa si lograba reunir ejércitos enteros bajo su mando, aquella cosa, aquella abominación que nunca debió de existir, siempre terminaba acabando con el y con todos sus esfuerzos.

El nunca pudo ver bien su apariencia, solo sabia que aquella cosa aparecía pocos minutos luego de que Sasuke llegara en aquella nueva realidad.

Eso siempre aparecía de la nada, sin ninguna clase de señal o aviso, era como si el Uchiha parpadeara y en el momento en que abrió los ojos, esa cosa ya se encontraba a sus espaldas, listo para acabar con el.

Mientras los días pasaban y aquella experiencia se repetía, la imagen de aquella cosa se iba volviendo mas clara, como si de un recuerdo borroso se tratara, estaba comenzando a recordar, viendo como lo que una vez fue una sombra carente de forma fija, ahora iba asumiendo una apariencia mas humanoide.

A su vez, fue viendo y presenciando las distintas acciones y encuentros que tenia la criatura con el.

Algunos odiaban a aquel ser con cada parte de su ser, abandonando todo con tal de buscar el poder suficiente para vencer y matar a aquella cosa, abandonaban a sus amigos, a su familia, a su clan e incluso su propia humanidad, todo para obtener poder y asesinar a ese ser. Otros se hicieron de cargos de increíble poder, reuniendo ejércitos enteros bajo su mando, declarándole la guerra a ese monstruo.

Ninguno lo logro...

Esa cosa los había asesinado sin necesidad de mover siquiera un dedo, como si todo el poder que aquellos tenían no significara absolutamente nada, demostrándoles que todo lo que habían hecho, a todos los que habían abandonado y todo a lo que habían renunciado, dejo mas que claro que todo había sido en vano.

Nadie podía hacerle frente...

Vio como otros tomaron un rumbo diferente. En vez de enfrentarse cara a cara a aquel ser, decidieron intentar negociar con el, le pedían que le dieran otra oportunidad, le rogaban en total y absoluta desesperación que le perdonara la vida a su mundo y familia, algunos incluso intentaban llegar al ser, empatizar con el para que recapacite de sus decisiones.

Nada... No lograron nada, todos perecieron, consumidos por aquella hermosa luz que el ser emanaba, desaparecieron de la realidad junto a todo su mundo.

Y otros... Simplemente se rindieron, no podían soportar la idea de que algo de tal magnitud existiera, así que ni siquiera se molestaron en luchar, se dedicaron a disfrutar el tiempo que les quedaba, pasándolo con sus seres amados.

Algunos lograron ser felices, formar una familia e incluso tener una muerte natural debido a la vejez. Al parecer, aquel ser les perdonaba la vida a algunos mundos, dejando que disfruten su vida y el mismo tiempo los desaparezca.

Mientras mas pasaban las visiones, pocos a poco su imagen se iba haciendo mas clara, hasta que en la ultima que tuvo Sasuke, este finalmente pudo ver la apariencia de aquella abominación, y lo que vio, fue algo que no se había esperado para nada.

Su compañero de clase, Naruto Uzumaki, su apariencia era exactamente la misma, solo que su rostro ahora era una masa de carne completamente deforme, sin ningún rasgo que lo pudiera definir como algo humano.

Y fue en ese preciso momento, en el que vio el "Rostro" de la criatura, que todo finalmente llego a su mente. Como si se tratara de una espesa niebla que llenaba su mente, evitando que pudiera recordar algo que sabia que era muy importante.

Bueno, en el momento exacto en que vio aquella masa de carne deforme que Naruto tenia por cara, fue que la niebla de su mente finalmente desapareció, dejando que todos los recuerdos volvieran a el, golpeándolo con la fuerza de una enorme y devastadora avalancha.

Naruto, el único que sobrevivió... Los Otsutsukis... Dios... Y sobre todo, el reinicio de los universos...

Finalmente pudo entenderlo todo, pudo entender la verdad del universo, el porque de las acciones de Naruto. Todo eso... No era mas que un intento desesperado por recuperar el universo original y a aquellos que perdió.

Se dio cuenta que durante todo ese tiempo, en aquellas visiones, estuvo viendo los recuerdos de sus anteriores variantes, los antiguos Sasukes que intentaron pelear contra Naruto, que intentaron convencerlo de cambiar, y de los que simplemente se rindieron.

Y, honestamente... No podía culpar a estos últimos.

Después de todo, ¿Cómo derrotabas a Dios?¿Como podías derrotar a algo que era la fuente misma?¿Aquello de lo que nacieron todos los poderes, técnicas y habilidades existentes?.

No podía... Simplemente... Era imposible...

Aquella verdad golpeo al peli negro como un tren, sintiendo como todo su mundo era destruido, metafóricamente hablando. Se dio cuenta de que no era absolutamente nada, de que su propia existencia no era mas que un simple y puro accidente.

Su vida, la de sus amigos, clan y familia, no significaban absolutamente nada, no eran únicos, no eran especiales, solo eran un intento mas en la larga lista de cientos de millones de intentos que había hecho Naruto.

Y lo peor, es que eran otro intento fallido, y lo mas seguro es que ese ser los iba a destruir tarde o temprano y no quedarían ni sus almas ni el otro mundo intactos. Si no los destruía ahora, seria cuando la humanidad desapareciera por el paso del tiempo. Pero, para una entidad cósmica de tal nivel, unos cuantos millones de años eran un parpadeo.

El joven Uchiha estaba tan metido en sus pensamientos, que ni siquiera se dio cuenta de que había despertado de su sueño, no fue hasta que escucho una voz que conocía perfectamente, una voz que siempre le traía paz y tranquilidad.

— Sasuke, ¿Sigues durmiendo? Despierta, se te hará tarde para la academia ninja— Una voz femenina se escucho al otro lado de la puerta del joven, una voz dulce y maternal que el joven Uchiha conocía a la perfección.

Aquella voz, la voz de su querida madre, fue suficiente para sacarlo de sus pensamientos, pero no suficiente para calmarlo, no suficiente para hacer que aquel sentimiento de profundo temor e impotencia desapareciera de su ser.

— ¡Estoy despierto, mamá!¡Ya bajo!—

Sin decir mas, este saldría de su cuarto y bajaría a la cocina, en donde vería a su familia desayunando tranquilamente. Este inmediatamente lo supo, este era uno de esos universos en donde la masacre Uchiha no había sucedido, por ende, su familia seguía intacta y el no tenia aquellos traumas que Itachi le provoco.

Como en otros mundos, su hermano aun había decidido seguir siendo Ninja, solo que no era tan... Leal, a Konoha como lo era en... El universo original.

Sasuke solo pudo tener una mirada triste ante aquello, no eran mas que copias, no eran el primer ni ultimo intento, ellos y sus vidas no eran únicos, no eran valiosos, al final, solo eran uno mas del montón.

Sin decir una sola palabra, el joven de doce años se sentaría al lado de su hermano mayor y comenzaría a comer su desayuno con calma y lentitud, levantando la vista para ver a su familia interactuar todos juntos.

Una leve sonrisa se escapo de sus labios al ver a su padre habla con Itachi, mientras ambos tenían pequeñas sonrisas en sus rostros, ni siquiera sabia que es lo que estaban diciendo, pero se veían felices, y eso le bastaba.

— Sasuke — La voz levemente preocupada de su madre llamo la atención del mencionado, el cual se volteo a verla — ¿Esta todo bien? Te veo muy pensativo— Diría la mujer peli negra, su expresión demostrando el cariño y preocupación maternal de una buena madre.

El joven peli negro solo daría una sonrisa triste al ver a la mujer, sabiendo que en otros mundos había sido una persona completamente distinta, con vidas distintas y personalidades distintas, es mas, en algunos ni siquiera eran familia. Así que solo pudo agradecer que, en ese intento, ella había salido como una buena persona, muy similar a la Mikoto del universo original.

— Si, mamá... Todo esta bien...— Fue una mentira...

Una vez que la familia termino de desayunar, Sasuke e Itachi se prepararon para salir, el hermano mayor tenia una misión con su amigo Shisui, el cual en aquel mundo seguía vivo. Mientras que el Uchiha menor tenia todo listo para la academia ninja.

No obstante, este se detuvo en la puerta de su hogar. Rápidamente, este se dio la vuelta y corrió hacia su padre e hizo algo que dejo sorprendido al adulto.

Lo abrazo...

— Te amo, Papá...—

Aquello había dejado gratamente sorprendido al patriarca de la familia y líder del clan Uchiha, el cual no se esperaba una acción así de su hijo menor, y menos aquellas palabras. Pero, para no parecer un insensible, mas teniendo a su esposa mirando feliz aquella escena, decidió corresponder el abrazo de su hijo.

— Yo también te amo, Sasuke— Le dijo el hombre, mientras una sonrisa de cariño se dibujaba en su rostro, viendo a su hijo menor, uno de sus dos mas grandes orgullos, aunque fuera demasiado orgulloso como para decirlo en voz alta.

Recuperando la compostura, Fugaku tosió en una de sus manos, volviendo a mostrarse recto y con su rostro serio, algo típico de casi cualquier miembro del clan Uchiha, cosa que le saco una risa divertida a Mikoto.

— Ahora, lo mejor será que vayas a la academia, se te hará tarde— 

Sasuke solo asintió ante las palabras de su padre, antes de salir de su hogar y comenzar a caminar por las calles del distrito Uchiha, viendo a los distintos miembros de su clan haciendo sus respectivas tareas.

Un rostro melancólico y triste volvió a hacerse presente en sus facciones infantiles, mientras los recuerdos de aquella masacre Uchiha que ocurrió en gran parte de los mundos anteriores venia a su mente como un horrendo destello de luz. Agradecía que al menos en esta ocasión le toco un mundo donde su familia y clan estaban vivos, de lo contrario, habría terminado igual de loco y trastornado que el resto de Sasukes.

Antes de que siquiera se diera cuenta, el peli negro ya había salido del complejo Uchiha, pero este no tenia pensado ir a la academia, para nada. Sabia que tenia que ir a verlo, quería saber... Cuanto tiempo le quedaba a el y a ese mundo.

Ni siquiera supo por cuanto estuvo caminando, era como si su propio cuerpo se estuviera moviendo en automático, como si supiera perfectamente a donde tenia que ir, como si hubiera recorrido aquel sendero miles de veces.

Lo siguiente que supo el joven heredero Uchiha, era que se encontraba dentro del bosque de la muerte, viendo como enfrente suyo había una pequeña colina, y encima de esta, una figura que el conocía a la perfección, dándole la espalda.

Como si de un horrible paralelismo se tratara, el mortal estando debajo de su creador, viendo como este se posaba por encima suyo, siendo bañado por los hermosos rayos del sol que iluminaban su figura, una parodia retorcida de la oscura y enfermiza verdad que escondía aquella figura infantil.

— Así que, aquí estas de vuelta...— La voz completamente tranquila y serena de Naruto saco de sus pensamientos al peli negro, el cual no pudo evitar sentir un profundo miedo con solo escuchar y ver a aquel monstruo cósmico con forma humana.

Su sola voz denotaba la naturalidad que era para el aquella situación, una que había vivido miles de veces, sino es que millones.

— Entonces, ¿Qué será esta vez, Variante?... Un discurso con odio y furia desbordando en cada palabra, una suplica desesperada por que perdone la vida de este mundo... O acaso intentaras atacarme por la espalda en tu desesperación... Te recomendaría no hacer eso ultimo, preferiría evitar tener que matarte yo mismo...— 

La voz del ente cósmico era suave y completamente relajada en cada palabra y oración que salía de su boca, un tono suave como la seda de la mas alta calidad, pero que a la vez transmitía un aura de poder imposible de notar, haciendo que cualquier temblara con el simple hecho de oírlo, sabiendo perfectamente que no tenían que meterse con el.

Y eso le estaba ocurriendo precisamente a Sasuke, el cual sentía como sus piernas temblaban como gelatina debajo suyo, teniendo que usar toda su fuerza de voluntad para seguir de pie, sintiendo como su labio inferior temblaba también, producto del enorme miedo que sentía al estar enfrente del creador del universo.

— No lo tomes como algo personal, versiones tuyas intentaron atacarme por la espalda, creyendo que un simple Kunai podría hacerse siquiera cosquillas... Pero, tu ya tienes todos los recuerdos desbloqueados, sabes lo que paso ... Pareces ser mucho mas inteligente que otras versiones, bien por ti... Al menos no saliste siendo un arrogante extremista o un inepto niño de mami como otras de tus variantes anteriores...—

El tono del creador se volvió mas intenso al mencionar algunos de sus intentos fallidos anteriores. Su voz llena de un profundo asco por recordar aquellas variantes, pareciendo que estaba por vomitar de solo mencionarlos. Todo mientras que el peli negro escuchaba todo en completo silencio.

— Al final... No fueron mas que errores... Mancharon el nombre de mis amigos—

Aquellas ultimas palabras dichas por el ser cósmico parecieron molestar bastante al peli negro, si bien no era la mejor persona del mundo, no podía entender como es que Naruto hablaba de las vidas de aquellas personas como si fueran un error, todo solo por el hecho de no ser como el quería.

Aquel pensamiento le molesto, lo suficiente para que tomara el poco valor que tenia y finalmente abrir la boca para dirigirle la palabra al creador del universo, el cual seguía dándole la espalda, viendo el cielo despejado como si fuera el espectáculo mas hermoso e interesante de toda la existencia.

—¿Estas seguro de que son ellos quienes manchan el nombre de tus amigos?— Aquella pregunta salió de la boca de Sasuke, su voz siendo una mezcla de seriedad, indignación y temor, este ultimo intentando ser suprimido tanto como le sea posible.

Aquella acción del peli negro llamo levemente la atención del rubio, el cual parecía estar viéndolo de reojo, aunque no se podía distinguir bien su rostro debido a la luz del sol que le golpeaba de lleno.

El Uchiha sintió un escalofrió al ver que el ser cósmico había fijado su atención sobre el, pero aun así, decidió seguir hablando, aferrándose a la poca valentía que logro acumular.

— Piensas traer de regreso tu universo, pero en el proceso has destruido millones de otros mundos, acabando con incontables vidas, te has convertido en el mas grande genocida que ha existido, ni siquiera Pain, Obito, Madara o los propios Otsutsukis llegaron a tal nivel— La voz de Sasuke iba tomando mas fuerza con cada palabra que decía, su ceño fruncido reflejando la molestia que sentía al decir los actos tan inhumanos que había causado aquel ser.

— Es un pequeño precio a pagar... Cuando la recompensa es que ellos vuelvan...— Hablo Naruto, su voz calmada ante las palabras del peli negro, mientras los rayos del sol comenzaron a ser tapados por unas nubes.

— ¿Y así estarás satisfecho? Tarde o temprano podrás traer de regreso a tu mundo y a tus amigos, pero será gracias al acto de genocidio mas grande y horrible que pudo haber existido, ¿Qué harás si ellos llegan a enterarse de esto?— Le cuestiono el joven Uchiha con el ceño fruncido en molestia e indignación, intentando desesperadamente esconder sus nervios y miedo hacia el.

— Ellos no tienen porque enterarse, no lo harán, eso te lo garantizo— La voz de Naruto se volvió seria de golpe, los rayos del sol completamente tapados por las nubes, haciendo que su cuerpo sea totalmente cubierto por las sombras que estas producían, a la vez que la atmosfera se volvía pesada y fría, como si todo reaccionara ante el estado de animo del creador del universo.

Sasuke no pudo evitar poner una expresión que mezclaba perfectamente la sorpresa y tristeza que sentía en ese momento, tras haber escuchado las palabras salir de la boca de Naruto. Si bien sabia que el mismo no era el Sasuke que conoció al rubio enfrente suyo, no podía evitar lamentarse por como de bajo había caído el rubio.

— Naruto, te has deformado a ti mismo en busca de un objetivo imposible de lograr... — Dijo este con tristeza y sintiendo lastima por el ente cósmico, aunque sabia que este odiaba el que los otros le tengan lastima— Es hora de que detengas finalmente esta locura...—

— Je...— Una risa se escapo del monstruo cósmico ante esto, un sonido casi oxidado, como si fuera algo que no había hecho hace mucho tiempo, pero no se trataba de una risa divertida, sino de una risa vacía, un sonido roto de alguien roto.

De cierta manera, Naruto no pudo evitar reírse ante aquello, aquel intento de esa variante de intentar hacerlo cambiar de parecer. El no era como Pain u Obito, que abandonaron sus objetivos con solo un sermón, el no daría marcha atrás tras llegar tan lejos.

— Y dime, ¿Por que debería de hacer eso?— Pregunto con cierto tono de burla el rubio, aun dándole la espalda a su creación.

— Para que tus amigos descansen en paz...—

En el preciso momento en que aquellas palabras salieron de los labios del Uchiha, este supo que Naruto lo había escuchado, sabia también que tocar ese tema era peligroso, otras variantes suyas lo intentaron y el rubio los había ignorado en el mejor de los casos. Tal vez fue la desesperación del momento el que le hizo tocar aquel tema, pero ya no había vuelta atrás.

La ya de por si fría y pesada atmosfera solo se volvió aun mas densa, viendo como el creador se puso firme y tenso ante aquellas palabras.

— Mis amigos... Ya no están... ¿No lo entiendes?— Las palabras de Naruto salieron casi como un susurro, su voz se notaba afligida, algo que este intentaba esconder de forma casi desesperada, fallando en el intento, ya que Sasuke pudo notarlo— Yo les falle... No pude protegerlos y... Debo arreglar eso...—

Las palabras del ente sonaban adoloridas y ahogadas, denotando el como aquel dolor seguía fresco en su corazón, el nudo en su garganta solo le hacia mas difícil el hablar. Pero aun  así, Sasuke no se detuvo y siguió hablando.

— Ellos te querían, tus padres, Iruka, Jiraiya, te amaban... Les romperías el corazón si vieran en lo que te has convertido...— 

Con su mano temblorosa, Naruto sacaría algo de uno de sus bolsillos, siendo esto una pequeña foto, aquella misma foto de el junto a sus seres amados que había buscado en un universo anterior, en el universo donde le revelo la verdad a aquella variante de Sasuke.

Esa foto fue creada por el mismo rubio, como un bello recordatorio del porque seguía intentando, del porque seguía adelante, una imagen de las personas mas importantes en toda su vida, incluso sus padres estaban en dicha foto.

— Puedes irte, Variante... No me sirves de nada... Disfruta tu vida, dejare que el tiempo los consuma a ti y a este planeta, solo luego destruiré este intento fallido para volver a intentarlo... Considéralo un regalo de piedad por ser tu mundo el intento numero novecientos noventa y nueve millones, novecientos noventa y nueve mil, novecientos noventa y nueve...— Fueron las palabras dichas por el ente cósmico, mientras volvía a guardar aquella foto en sus bolsillos, teniendo el mayor cuidado posible, como si aquella foto fuera el mas grande tesoro de toda la existencia.

Sasuke solo pudo bajar la cabeza con tristeza e impotencia por las palabras del rubio, sabiendo que su universo estaba condenado, el hecho de que este fuera a vivir apenas si le reconfortaba un poco, ya que podría pasar su vida con su familia.

— Adiós, Naruto... Te deseo felicidad— Diría el joven Uchiha, dándose la vuelta con resignación, sabiendo que no podría hacer nada para que el ente cambiara de opinión.

— La felicidad, debe ganarse... Y voy a ganar la mía...— Fueron las ultimas palabras que el peli negro escucho de Naruto, antes de que el ser cósmico desapareciera de aquel planeta en un destello de su hermosa luz blanca.

.

..

...

Los pasos del peli negro resonaban por las calles del complejo Uchiha mientras volvía a su hogar tras aquel encuentro que tuvo con la entidad cósmica. Su cabeza gacha mientras su flequillo proyectaba una sombra sobre su rostro, no dejando que nadie viese la expresión derrotada y completamente desesperanzada que ahora poseía.

Ya tenia la respuesta, al menos el y su familia iban a vivir, ellos en la completa ignorancia de no saber la verdad del universo y de su propia existencia, aquello era algo que Sasuke estaba envidiando ene se momento con todas sus fuerzas, el hecho de que ellos nunca sabrían la horrible verdad, de que solo eran un intento fallido mas en la larga lista de Naruto. Ellos, sus sueños, sus metas, absolutamente todo, no eran únicos ni especiales, solo eran unos mas del montón.

Y él era el que se llevaba la peor parte. Aunque podría decirse que habían tenido suerte, al ser uno de los casos en donde Naruto los dejaría vivir hasta que la raza humana se extinga, ¿Eso siquiera puede llamarse vida? El saber que tu, tus seres amados y todo tu mundo, no son mas que un simple fracaso que pronto será destruido. Que todo lo que aman, que todo por lo que luchan, sus miedos, sus deseos, sus metas, sus inseguridades, absolutamente nada de eso tiene valor, porque al final no son mas que un fracaso a los ojos de su creador.

El vivir con eso en mente... Simplemente no es vida.

Y lo peor, era que no había nada que pudiera hacer, todo esfuerzo por intentar detener a aquella cosa seria en vano, siempre con el mismo resultado, ni aunque formara el ejercito mas grande de todos podría hacerle frente siquiera a aquella abominación del cosmos. Lo único que Sasuke podía hacer, era rendirse, resignarse a su inminente destino, el de él y el de toda su familia y el de todo el universo.

El destino de que tarde o temprano todos desaparecerían de la propia existencia...

Sasuke... Solo le rindió...

El peli negro solo llegaría a su hogar en total silencio, entrando sin prestarle la mas mínima atención a nadie, ni a su hermano ni a sus padres, ni siquiera les presto atención cuando estos le regañaron por no ir a la academia ese día, no le importaba como se enteraron, a lo mejor era otro de los fallos de la realidad que los hacia imperfectos.

— Lo siento, no volverá a pasar...— Fue todo lo que dijo el joven peli negro, antes de darse la vuelta y subir hacia su cuarto.

Después de lo sucedido en ese día, no tenia ganas de hacer nada, solo quería acostarse en su cama y no salir de ahí, de ser posible, no quería salir de ahí hasta que el universo desapareciera, sin importarle en lo mas mínimo lo estúpido que sonaba eso.

Todo esto bajo las miradas preocupadas de sus padres, el matrimonio Uchiha estaban  confundidos e intrigados por la actitud de su hijo menor, lo conocían perfectamente y sabían que algo le estaba pasando.

— ¿Debería ir a hablar con el?— Fugaku le pregunto a su esposa, no sabiendo exactamente como proceder ante aquella situación.

— Démosle su espacio por ahora, si vemos que sigue así, intervendremos— Diría con seriedad la matriarca Uchiha, estando igualmente preocupada por su hijo, pero tomando de decisión de darle su espacio para no abrumarlo.

.

..

...

Tras aquel suceso, los días pasarían en un abrir y cerrar de ojos, en donde la actitud de Sasuke no hacia mas que empeorar, su mente sumergía en una gran depresión, algo que fue notado fácilmente por todos los que conocían al joven heredero Uchiha.

Algunos de sus compañeros de la academia intentaron acercarse, pero este simplemente los ignoraba, hasta sus fangirls estaban confundidas y preocupadas por aquel cambio en la personalidad del joven Uchiha.

Pero sin lugar a dudas, los mas preocupados eran sus propios padres, los cuales no tenían ni la mas mínima idea de lo que pudo haber sucedido para que la personalidad de su hijo cambiara a una tan depresiva de un segundo para el otro.

Por otro lado, el peli negro estaba tan sumergido en sus pensamientos negativos que ni siquiera le daba importancia a la preocupación de los demás.

A diferencia de ellos, el podía recordarlo todo, por alguna razón que aun no lograba entender, que de hecho ni el propio Naruto entendía, pero podía hacerlo. Recordaba cada mundo, cada momento de cada una de sus variantes anteriores a el, sus errores, sus fallos, su desesperación y... Sus muertes a manos de aquella cosa.

Nunca pensó que podría llegar a tenerle tanto miedo a una persona, el miedo que anteriores variantes le tenían a Itachi era simplemente nada ante el terror que le provocaba el solo pensar en aquella abominación cósmica que era ahora Naruto Uzumaki.

El recuerda el terror que sintió con solo estar ante su presencia, era sencillamente asfixiante, como si unas manos invisibles rodearan y apretaran su cuello, privándole del poder respirar, un efecto de estar ante la divina presencia corrupta de aquella abominación que era todo menos humano. El propio aire que Sasuke respiraba le había temblar, en cada esquina que veía le hacia saltar del miedo, una sensación inquietante de intranquilidad y pavor al solo pensar que podría estar observándolo invade su mente, envolviéndolo en un manto de paranoia que no quiere dejarlo ir.

Sasuke ya no puede mas, simplemente no puede... Aunque Naruto haya dejado que el tiempo elimine a la raza humana, eso significa que tarde o temprano igual lo destruiría todo, incluido el otro mundo, ni siquiera los muertos se salvarían de su locura.

El odio ya no servía de nada, el resentimiento que había impulsado la vida de millones de sus variantes, como si de un motor constante de unas llamas menguantes en la fría y oscura noche... Ahora se apagaba ante la tormenta que el representaba, una tormenta que busca de una manera enfermiza y retoricada el recuperar lo que perdió hace tanto tiempo.

El odio, hace tiempo que lo había abandonado... De nada serbia, no importaba cuanto lo odiara, no cambiaria nada, millones de sus variantes anteriores, impulsadas por el odio y la venganza, fueron borradas de la propia realidad como si no fueran mas que motas de polvo ante una montaña.

Millones de recuerdos fluyen como un rio, un rio de lamentos y horrores indescriptibles que lo llevan al borde de la locura, haciendo que por su mente pase la idea de buscar la salida mas fácil. No obstante, tan pronto como vino, se esfumo, de nada serviría... Incluso en la muerte, no podría escapar de el, no importa como quiera que lo llamen... El es Dios, el gobierna sobre todo lo que creo, no importaba si llegaba a lo mas alto del Cielo o a lo mas profundo del ultimo circulo del Infierno, nada estaría a salvo de el.

Esa cosa jamás se daría por vencido, jamás los dejaría en paz, todo en busca de su retorcida y podrida definición de un mundo perfecto, un mundo que sea exactamente igual que aquel mundo que perdió...

Condenados...

Sasuke y todas las formas de vida, absolutamente todo y todos en el universo estaban condenados...

Solo era cuestión de tiempo...

Fin del Capitulo.

Sinceramente, este cap fue de los mas difíciles que he escrito hasta ahora en todo lo que llevo de Wattpad, tuve que hacer varios cambios de ultimo minuto, hasta terminar con el resultado actual.

Al final, decidí por dividirlo en dos partes, así los dejo en suspenso y puedo aprovechar para desarrollar de mejor manera a Sasuke y Naruto en el siguiente capitulo.

Solo les diré, que esta variante de Sasuke Uchiha será fundamental, no solo para este fic, sino para todos mis fics en un futuro y para el gran proyecto que estoy armando.

Sin mas, espero que les haya gustado el cap y dejen su voto para apoyar a esta historia.

1—10¿Que les parecio?.

¿Qué les gusto?.

¿Qué no les gusto?.

Sin nada mas que decir, nos vemos gente.

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