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ℂ𝕒𝕡𝕚́𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟝: ℍ𝕖𝕣𝕞𝕠𝕤𝕒 𝕃𝕦𝕫

—El simple aleteo de una mariposa, puede cambiar al mundo—

Efecto Mariposa.

El mundo ninja siempre fue muy oscuro, cualquiera que quisiera convertirse en ninja tenia que tener en mente este dato, si es que quería tener una mínima posibilidad de sobrevivir.

Hasta, que un descubrimiento marco un antes y un después en el mundo...

Se había descubierto... Un nuevo continente...

Apenas se descubrió, todas las aldeas habían mandados a sus ninjas a recoger información sobre dicho lugar, fueron pocos los que lograron volver, y todos dieron el mismo informe acerca de aquel lugar.

Dicho continente estaba habitado, las personas de dicho lugar lo llamaban Earthland. Ya de por si, el que este nuevo lugar estuviera habitado era sorprendente, pero lo que dejo completamente en shock a todas las naciones elementales fue el hecho de que estas personas no usaban Chakra, sino que usaban un poder muy diferente, al cual ellos llamaban magia.

Además, también estaba el hecho de que allí existían distintas razas sobrenaturales, como los dragones, los cuales eran extremadamente poderosos, siendo tanto temidos como respetados en aquellas tierras.

De igual manera, los habitantes de Earthland también se habían percatado de la existencia de las naciones elementales, siendo una sorpresa para ellos este descubrimiento.

Las interacciones entre ambos continentes no se hicieron esperar. Los lideres de varios paises y aldeas se reunieron con los lideres de los otros continentes, viendo si podían llegar a un acuerdo que les permitiese sacar provecho de los recursos del otro.

Konoha fue una de estas aldeas, no obstante, su Hokage, Danzo Shimura, intento manipular a los altos mandos de Earthland con un Genjutsu especial, del Sharingan que le robo a Shisui Uchiha, lo cual termino con el siendo descubierto por los magos.

Debido a esto, y a que los magos espías terminaron descubriendo lo corrupta que era la aldea, que se termino desatando una guerra entre Konoha y Earthland. 

Esto no fue mas que uno de los tantos sucesos que terminaron por desencadenar el verdadero caos...

El mundo ninja estaba corrupto hasta la medula, pero también varios altos mandos y habitantes de Earthland, por lo cual, la propia codicia de estas personas, fue lo que los termino condenando.

La guerra fue inevitable...

Magos y Ninjas se enfrascaron en una gran guerra, magia contra chakra...

Todas las aldeas y Gremios se vieron envueltos en la lucha para sobrevivir, incluido un Gremio de nombre Fairy Tail, además de que este conflicto termino involucrando y llamando la atención de terceros, como lo son el Dragon del apocalipsis, Acnologia, el mago oscuro e inmortal, Zeref Dragneel, y la organización criminal mas poderosa de las naciones elementales, Akatsuki. Todos creyendo que podrían aprovechar este conflicto para llevar a cabo sus respectivos objetivos.

Al final, el mundo se volvió un caos...

.

..

...

Sasuke Uchiha tenia una expresión seria el su rostro, sus pasos firmes resonaban en el silencio del lugar.

El peli negro se encontraba corriendo a grandes velocidades a través de numerosos campos de guerra, contemplando de paso todo el caos y destrucción que había producido la guerra. Este solo tenia un solo objetivo en mente, llegar a la aldea de Konoha, aquella aldea que le había producido tanto dolor a lo largo de los años.

El joven de ya 18 años había pasado por mucho, había asesinado y absorbido a Orochimaru, había asesinado a su hermano mayor, Itachi, haciéndose con sus ojos y obteniendo su Mangekyou Eterno, también logro asesinar a todos los de Akatsuki, incluido su líder, Pain, robándole su Rinnegan, obteniendo mas poder.

Para ese punto, el ya era consciente de lo sucedido con Itachi y la aldea, debido a que Obito se lo había dicho, antes de que lo asesinara. Fue una lastima que este destruyera su ojo antes de morir, le hubiera sido muy útil su Kamui.

Como si esto no fuera suficiente, había ido al nuevo continente y había logrado aprender magia. Fue un proceso extremadamente difícil, sobre todo el lograr que su Chakra y aquella rara energía pudieran funcionar de forma ordenada en su cuerpo, pero al final logro convertirse en la primera persona en usar Chakra y Magia al mismo tiempo, lo cual solo lo volvió aun mas poderoso.

Para probar sus nuevas capacidades, se había enfrentado a oponentes extremadamente fuertes, incluyendo al Dragon Oscuro, Acnologia, logrando derrotarlo y asesinarlo, haciéndose de su poder al absorber su magia con uno de los caminos del Rinnegan potenciado por su magia.

También tuvo un enfrentamiento contra el mago inmortal, Zeref. Al principio su maldición fue un problema, pero logro usar su Rinnegan para separar su alma de su cuerpo, el cual incendio con el Amateratsu. Al ser inmortal, su cuerpo no moría como tal, pero esas llamas no podían apagarse con nada, por lo cual su cuerpo vacío quedo inservible. De todas formas, lo sello en un pergamino, solo por si acaso.

Su mente era un completo caos, la revelación de que todo este tiempo, su hermano, la persona que mas admiraba y apreciaba, aquel que había asesinado a todo su clan, su familia y que lo había torturado mentalmente en dos ocasiones, provocándole traumas que jamás desaparecerían, en realidad solo buscaba protegerlo, fue demasiado para el.

Aquella revelación solo fue lo que provoco su descenso a la locura, por lo cual Konoha, la aldea que tanto dolor le provoco a el y a su clan, se convirtió en el nuevo objetivo de su venganza. 

Primero había asesinado a Danzo, aunque su equipo Taka termino muriendo, debido a las constantes peleas que tuvieron que pasar para llegar con el maldito anciano. En lo personal, poco o nada le importaban, apenas si se sabia sus nombres, solo los usaba para su conveniencia, y para no sentirse tan solo. Para el, estar solo era lo que mas odiaba, así que formo ese equipo para, inconscientemente, no sentirse solo.

Luego de matar a Danzo, se encontró con su antiguo equipo 7, los cuales estaban extremadamente obsesionados con llevarlo de nuevo a aquella pocilga de aldea que no le dio mas que dolor, sobre todo Naruto era el mas obsesionado.

Los mato a todos...

El equipo 7 no era mas que un parasito pegado a el, la amistad que una vez tuvieron se había roto por completo. Al final, solo querían tenerlo encadenado a aquel lugar que no le había traído mas que dolor.

Y Naruto era el peor, era extremadamente toxico, estando obsesionado con el, no le importaba lo que quería o lo que hacia, siempre que estuviera encadenado a Konoha, eso no era para nada una amistad, era solo una relacion toxica, y ese rubio era un idiota por no darse cuenta de eso.

Actualmente, este se dirigía a toda velocidad hacia Konoha, teniendo el único objetivo de destruirla por completo, no podría descansar en paz hasta que ese inmundo lugar fuera convertido en cenizas.

.

..

...

[Cuatro horas para el encuentro]

Mientras tanto, muy lejos de la ubicación de Sasuke, y a unos cuantos kilómetros de Konoha, había alguien quien se encontraba caminando con toda la calma por un pequeño pueblo. Dicho lugar estaba completamente en ruinas por la guerra que se llevaba a cabo entre ambos continentes, los edificios destruidos, apenas habiendo unos pocos aun en pie, los arboles o fueron reducidos a cenizas o fueron arrancados de raíz.

Por las calles del lugar se podían ver varias manchas de sangre seca, junto a los cuerpos de tanto ninjas como magos y civiles, los cuales se encontraban en estado de putrefacción avanzada, debido al tiempo que llevaban allí, ya se habían hecho presente varios insectos y algunos animales, los cuales comenzaron a alimentarse de los cadáveres, devorándolos hasta saciar su hambre, mientras que los insectos depositaban sus huevos en los cuerpos, para que sus crías se dieran un gran festín.

El olor a muerte y putrefacción se esparcía en el aire, y esto sumado con la apariencia del lugar solo hacia que este escenario tan macabro y deprimente fuera aun mas desolador.

No obstante, había una persona viva en aquel lugar, un pequeño niño que no pasaba de los 12 años. Sus cabellos rubios se movían gracias a la breve brisa que había en ese pueblo, acariciando sus mechones casi dorados como una madre acariciando con delicadeza a su hijo, sus ojos azules como el mismo mar, veían todo el panorama con una calma inquietante, algo que no debería estar presente en un infante como el, aun si fuera el caso de ser un Genin, ya que hasta la mayoría de estos se espantarían por la apariencia tétrica y desoladora del lugar o por el repugnante olor en el aire.

El pequeño niño, de nombre Naruto Uzumaki, solo permanecía parado en medio de aquella escena, poseyendo una diminuta y casi imperceptible sonrisa tranquila en sus labios. El no había sido el causante de aquella masacre, ni tenia nada que ver con aquel pueblo, solo se encontraba de paso a su verdadero objetivo.

Naruto respiraría con profundidad el aire, sintiendo como el frio llenaba su nariz mientras el aire ingresaba a sus pulmones, el olor a cadáveres no parecía estarle afectando en lo mas mínimo, cerrando por un momento sus ojos, pareciendo estar concentrándose en algo.

— Es por aquí...— Fue lo único que dijo el niño, antes de abrir sus ojos y comenzar a caminar por las destruidas cayes de aquel pueblo.

Aquel joven oji azul salió del pueblo en pocos minutos, esquivando los cadáveres que adornaban la ciudad, viendo de reojo el cuerpo de una mujer adulta, de cabellera negra, la cual se encontraba al lado de un pequeño niño peli negro. Por un segundo, un leve brillo de tristeza se asomo en los ojos del chico, antes de que dicho brillo se extinguiera tan pronto como apareció, siguiendo su camino hasta un enorme puente.

— Estaba en lo correcto...— Fueron las palabras que salieron de sus labios, mientras se encontraba en medio de un enorme puente, viendo como había un gran cartel con el nombre de "El Gran Puente de Naruto"— Este olor...—

La mirada de Naruto se clavo en el horizonte, como si este acabara de encontrar algo de suma importancia.

.

..

...

Los pasos de Sasuke resonaban rápidamente al impactar contra el suelo debajo suyo, este se encontraba corriendo a una enorme velocidad, al punto en que parecía ser un borrón de velocidad.

Hace poco había llegado hacia las naciones elementales, por lo que aun tenia un largo camino para llegar a Konoha, pero con su poder, no tardaría mas que un par de horas en llegar, aun así, este no podía esperar.

Se encontraba impaciente, su corazón latiendo tan rápido como le era biológicamente posible, la adrenalina fluyendo por su sangre, solo haciendo que aumente su velocidad.

El peli negro había pasado por un campo de batalla, viendo como ninjas y magos peleaban a muerte, los Jutsus y hechizos volaban por todas partes, provocando que la destrucción, el caos y la muerte aumenten con cada segundo que pasaba.

No le presto atención, no iba a meterse, no le importaba en lo mas mínimo lo que estos hicieran, solo estaba concentrado en llegar a Konoha.

Todo lo demás era irrelevante, cuando estaba tan cerca de lograr su venganza, la única razón de su vivir, la venganza lo era todo para el...

.

..

...

[Tres horas para el encuentro]

— ¿Dónde estas... Donde estas~?— 

La voz melodiosa de Naruto resonó como un susurro en el aire, sus palabras saliendo como una bella y a la vez macabra canción, la cual anticipaba el momento que este tanto esperaba.

Sus ojos recorrían todo el lugar, como si estuviera inspeccionándolo, como si se tratara de un artista juzgando una obra de arte extremadamente compleja y fina.

Habiendo dejado atrás aquel pueblo y el enorme puente, el joven ahora se encontraba en un gran bosque, mirando a su alrededor con curiosidad. De un salto, este llegaría hasta la sima de un gran árbol, logrando ver gran parte del bosque desde esa posición.

Como si este fuera parte del clan Inuzuka, comenzaría a olfatear el aire, cerrando los ojos para concentrarse, todo esto mientras aquella diminuta sonrisa aun permanecía impasible en su rostro. Estaba emocionado, quería finalmente llegar a su objetivo.

— Esta cerca...—

.

..

...

La desesperación y la impaciencia estaban empezando a alterar la mente del poderoso Uchiha por lo que decidió hacer uso del Rinnegan que le había robado a Pain, utilizando el poder de uno de los caminos, invoco una gran ave. Sin perder tiempo, se monto en su lomo, ordenándole con un mero pensamiento que emprendiera vuelto lo mas rápido que podía hacia Konoha.

La bestia no dudo ni un segundo en obedecer la orden de su amo, extendiendo sus enormes alas y alzándose en el cielo, volando a una gran velocidad, surcando los cielos como solo las aves y demás seres alados podían hacerlo.

Sasuke podía sentir como el frio aire golpeaba su rostro con fuerza, su mirada asomándose hacia abajo, viendo el gran paisaje desolado y bastante destruido. Desde su posición y a la gran velocidad, podía ver como varios pueblos eran arrasados por los ataques de los magos, los cuales buscaban destruir todo rastro de los ninjas.

Por un breve momento, el peli negro logro ver de reojo la aldea de Sunagakure, notando como el Kazekage, Gaara, estaba peleando contra un gran grupo de magos, los cuales atacaban con todo lo que tenían al Jinchuriki.

Una parte de el sintió pena por el pelirrojo y por su aldea, pero ignoro este sentimiento rápidamente. En su vida, no había lugar para otra emoción que no fuera la soledad y el odio, ese fue el camino que le inculco su hermano mayor.

A pesar de que sabia la historia con Konoha, al menos la parte que Obito le conto, no podía eliminar el inmenso odio que le tenia a su hermano.

Ese sentimiento tan oscuro que le carcomía por dentro, teniendo en su mente el mensaje que le dejo Itachi, odiar a toda costa.

Los traumas, el odio, el dolor, no podía olvidarlo, por todo lo que le había hecho, simplemente su corazón nunca jamás seria capaz de perdonar a Itachi por lo que le hico, incluso si solo quería lo mejor para el, estaba seguro de que la forma no era torturándolo mentalmente de formas horribles.

Ahora que lo pensaba, no sabia quien era mas toxico, si Itachi o Naruto.

.

..

...

[Dos horas para el encuentro]

Saliendo del bosque, Naruto miro como había varios barcos destruidos por todo el lugar. Algo que dejo sorprendidos a los habitantes de las naciones elementales, era que los habitantes de Earthland estaban mucho mas avanzados que ellos, poseyendo barcos los cuales, además de navegar, eran capaces de volar gracias a su magia.

Cuando estallo la guerra, los magos se aprovecharon de su ventaja aérea en dichos vehículos, bombardeando pueblos, e incluso aldeas enteras.

Pero, el infante rubio solo ignoraba aquellas naves de batalla caídas, siguiendo su camino con una calma extremadamente inusual, la cual no coincidía para nada con el ambiente que le rodeaba.

— Ya casi llego... Debe estar por aquí...— Fueron las palabras del niño, mientras veía el horizonte a la distancia.

.

..

...

Sasuke se estaba sintiendo cada vez mas nervioso, conforme la distancia entre el y su objetivo se reducía. Esto no se trataba de dudas, sino as bien, sobre una duda que había surgido en su mente.

Aquella pregunta era, ¿Qué haría luego?.

Durante su viaje para obtener poder, nunca se puso a pensar sobre que es lo que haría una vez cumpliera con su anhelada meta. Cuando mato a Itachi y creyó que lo había logrado, no sintió satisfacción o algún tipo de placer sádico al ver a la persona que mas daño le provoco, muerto.

Lo único que sintió, fue un enorme vacío dentro de el...

Si bien, también deseaba el poder restaurar su clan, después de todos los crímenes que había hecho, eso se había vuelto algo simplemente imposible. Se había convertido en un criminal buscado en ambos continentes, su cabeza tenia precio. Si lo llegaban a capturar, lo mandarían sin dudarlo a ejecución.

Ya no podría formar una familia o siquiera hacer amigos, prácticamente había desechado cualquier posibilidad de tener un futuro, todo por su venganza. Pero lo peor, era que no se arrepentía, estaba mas que dispuesto a seguir, sin importar que. Todo con tal de aliviar aunque sea un poco de aquel infernal dolor que desgarraba su corazón y alma.

Era casi cómico que se estuviera poniendo a pensar sobre aquel tema justo en ese momento, cuando su tan anhelada venganza estaba a la vuelta de la esquina.

Que irónico...

.

..

...

[Una hora para el encuentro]

— Ah... Jajaja...—

Una risa infantil se escapo de los labios de Naruto, aquella risa que reflejaba felicidad como alivio, una risa que parecía un sonido oxidado y viejo, algo que no había realizado de forma genuina desde hace mucho tiempo.

El niño se encontraba en medio de un campo de batalla, rodeado de los cadáveres de decenas de shinobis y magos, junto a varios de los barcos voladores de estos últimos, los cuales se habían estrellado contra el suelo, generando enormes cráteres por todo el lugar, junto a varias llamas, las cuales comenzaban a consumir todo a su paso, desde el poco pasto que había en el lugar, hasta los cadáveres de los caídos. Rápidamente se comenzaron a formar pilares de humo negro desde las llamas, aquel humo se alzaba hacia el cielo, comenzando a formar nubes oscuras, las cuales cubrían el cielo, impidiendo que los rayos del sol pudiesen alumbrar el escenario macabro.

Entre los muchos cadáveres presentes, un que resaltaba era el de una maga de cabello rojo como la misma sangre, la cual portaba una armadura semi destruida, revelando una gran cantidad de heridas por todo su cuerpo. La mujer había muerto, no por sus heridas, sino por el agotamiento, tras haber luchado durante tantos días sin descanso, su cuerpo no soporto mas, terminando por colapsar en el suelo, muriendo en el barro, completamente sola.

Pero, este escenario tan cruel y deprimente no fue lo que le saco una risa al rubio, para nada. Lo que provoco aquella reacción en el joven, fue lo que había encontrado.

— Ahí están...— Fue lo único que dijo Naruto, viendo el objeto en el suelo.

Aquello se trataba de una foto pequeña, foto en la cual se podía ver al mismo Naruto, el cual poseía unos 12 años, estando acompañado de sus amigos, todos sonriendo con felicidad y alegría, con el rubio de ojos azules en medio de todos.

A pesar de estar en medio de un campo de guerra, aquella foto no tenia ni un solo rasguño, ni manchas de suciedad, quemaduras, ni siquiera una pequeña arruga, se encontraba en un estado simplemente perfecto.

Con una sonrisa en su rostro, el infante recogió aquella pequeña foto, sintiendo un gran alivio cuando sus dedos sintieron la textura del papel, no pudiendo evitar que unas pocas risas de alegría pura se escaparan de sus labios.

— Lamento haberlos perdido, fui muy descuidado... Pero tranquilos, no volverá a pasar...— Diría sonriente el niño, mientras abrazaba aquella foto contra su pecho, su sonrisa estando de forma permanente en su rostro, sus manos acariciando aquel objeto de una forma casi enfermiza — Jaja... Ahora, tenemos que ir a casa, falta alguien mas...—

Fueron las palabras que dijo el rubio, dándose la vuelta hacia un lugar en especifico... Konoha...

.

..

...

[Un minuto para el encuentro]

Los ojos de Sasuke se abrieron de golpe al ver finalmente a la aldea de Konoha enfrente suyo, su tan anhelado objetivo estaba justo enfrente suyo. Sin poder aguantarlo mas, salto del ave que había invocado, la cual desapareció en una nube de humo. Estando en el aire, el Uchiha invoco su Susanoo perfecto, sabia que debía imponer respeto, demostrar que su sola presencia se trataba de una gran amenaza, y no había mejor forma que hacerlo con una de sus habilidades mas poderosas.

El gran cuerpo del samurái de energía impacto con una fuerza monstruosa el suelo de la aldea, habiendo caído justo en medio de esta misma. Aquel impacto termino generando una masiva onda de choque, la cual termino destruyendo al menos una octava parte de la aldea, y la razón por la que no había sido mas, era porque no quería que toda la aldea desapareciera de golpe, el quería sentir cada momento de su venganza.

Grande e imponente como si se tratara de un jinete del apocalipsis, el Susanoo perfecto de Sasuke se cernía sobre la aldea de Konoha, dispuesto a desencadenar toda su venganza, sobre aquella inmunda aldea que no le había dado mas que dolor a su vida, clan y familia.

Sin perder tiempo, levanto uno de los brazos del Susanoo, lanzando un golpe contra uno de los edificios, reduciéndolo a nada mas que escombros, sintiendo como una satisfacción enfermiza recorría todo su cuerpo, aquella parte oscura y corrupta de el, gracias al odio que acumulo durante toda su vida, estaba disfrutando el destruir aquella inmunda aldea.

Pero... Sasuke se dio cuenta de algo que lo dejo confundido... 

— ¿Por que... No hay nadie aquí?— 

Efectivamente, no había absolutamente nadie. La aldea de Konoha estaba completamente deshabitada. Pero lo mas raro era que no habían cadáveres ni sangre por ningún lado, el Uchiha intento sentir la presencia de alguien, pero esto resulto inútil, no había nadie.

Esto solo hizo que la furia del peli negro se hiciera presente, haciendo que su Susanoo tomara su estaba y lanzara un poderoso corte en contra de la aldea, provocando aun mas destrucción, al punto en que mas de la mitad de esta misma fue reducida a escombros.

— ¡¡Salgan todos de una vez!!— Rugió furioso el peli negro, viendo como su venganza se escapaba de sus manos. No tenia gracia el destruir la aldea vacía, el quería matar a todos sus habitantes, sobre todo a los lideres.

[Tres segundos para el encuentro]

— Jeje...—

De repente, el sonido de una risa infantil llego a los oídos de Sasuke, provocando que la furia de este se detuviera por un segundo, ya que había reconocido aquella voz al instante, la reconocería en donde sea.

[Dos segundos...]

Su cuerpo se giro por instinto hacia la dirección de aquella voz, fijándose en la cima del monte Hokage, mas especifico, encima de la cabeza del cuarto Hokage, Minato Namikaze. Gracias al poder de sus ojos, pudo deslumbrar a la figura sobre el monumento, reconociendo a la persona y quedando completamente en shock.

[... Un segundo...]

— ¡¡¿NARUTO?!!— Había sido el grito de puro shock del peli negro.

Efectivamente, como si se trata de una especie de milagro, Sasuke pudo ver a su antiguo compañero de equipo, solo que con una edad diferente. Aquello no tenia el mas mínimo sentido, los recuerdos de cuando había asesinado al rubio estaban frescos en su mente.

Recordaba perfectamente como le había atravesado y destruido el corazón con su Chidori, además de haber reducido a cenizas su cuerpo con el Amateratsu.

Completamente en shock por lo que estaba pasando, el enorme cuerpo de Chakra se movió a gran velocidad, terminando por ubicarse enfrente del infante rubio, estando flotando en el aire a tan solo metros suyo.

— Que... ¡¿Que demonios esta pasando?!¡Tu no puedes ser Naruto!¡Yo lo mate!— Había rugido el furioso Uchiha, su paciencia habiéndose agotado hace mucho tiempo.

No obstante, este tenia un muy mal presentimiento, su cuerpo le decía que había algo raro en aquel niño rubio, algo que no era natural o común, sus instintos le estaban gritando que debía escapar lo mas rápido que podía, que debía huir y no mirar atrás.

Pero no hizo caso, el quería saber que estaba sucediendo, y no iba a retroceder tras haber llegado tan lejos, cuando tenia su venganza en la punta de sus dedos. Así que, sin poder soportarlo, le grito con todas sus fuerzas al pequeño niño rubio.

— ¡¡Dímelo de una maldita vez!!¡¡¿QUE DEMONIOS ERES?!!—

El Uchiha había gritado con todas sus fuerzas, al punto en que podía sentir como le dolía un poco la garganta, mientras su mente pensaba en las posibilidades, ¿Un revivido por el Edo Tensei? No, no poseía las ,arcas típicas de uno, ¿Una clase de espíritu o fantasma mágico? Tampoco, no estaba irradiando magia como lo hacia uno normal.

A pesar de los gritos de furia del peli negro, Naruto solo mantenía aquella diminuta sonrisa en sus labios.

— Así que... Quieres saberlo,  Je je esta bien... Pero, no vayas a arrepentirte— Había hablado el infante, soltando una pequeña risa divertida, casi burlona, como si lo que estaba a punto de contar, fuera algo mas haya de la comprensión del Uchiha.

— Bien... Había una vez... Hace mucho... Mucho tiempo...—

.

..

...

Hace mucho mucho tiempo... Mucho antes de que el mismo universo existiera, había otro universo... Y antes de se universo, había otro, y otro antes que ese... Esto se repite cientos de millones de veces, hasta llegar al inicio de todo, el primer universo, el universo que lo comenzó todo... El Universo Original...

Aquel universo, solo era habitado por ninjas, todo era tan normal como podía ser, hasta que ocurrió algo... Una guerra, pero esta guerra era distinta a las otras, fue una guerra que sacudió a todo el mundo, aquella guerra que incluso trajo a los muertos de regreso a la vida y que obligo a las 5 grandes aldeas a aliarse, todo contra un solo enemigo, la organización de Akatsuki.

Aquella organización, cuyo líder resulto ser Obito Uchiha, habían logrado invocar al Bijuu mas poderoso de todos, el legendario 10 colas.

Muchas cosas pasaron en aquella guerra, entre ellas la resurrección del legendario Uchiha Madara, el cual resulto ser la mente maestra detrás de todo aquel conflicto, habiendo manipulado a todos desde las sombras.

Pero... Al final, Madara también fue una marioneta de algo superior...

Zetsu Negro, había manipulado toda la historia Shinobi, con el objetivo de traer de regreso a su madre, La Diosa Conejo, la madre de todo el Chakra en la Tierra, Kaguya Otsutsuki.

Los últimos 4 ninjas pelearon contra ella con todo lo que tenían, y al final, lograron sellarla...

Pero, a un gran precio...

Kaguya no estaba dispuesta a perder tan fácil, por lo que realizo un ultimo ataque, usando unos huesos que convertían en polvo a todo lo que tocaban.

Aquel ataque, había impactado contra todos sus enemigos... Excepto uno, que logro protegerse a tiempo...

El ultimo guerrero vio con puro horror como sus amigos caían muertos, convirtiéndose en nada mas que polvo. Debido a la muerte de su compañero Uchiha, este no podía deshacer el Jutsu que Madara había lanzado sobre la Tierra, el Tsukuyomi Infinito.

La humanidad, había quedado condenada a estar atrapada en un sueño eterno. Y como si eso no fuera suficiente, poco a poco se les iba drenando el Chakra, hasta el punto en que serian convertidos en Zetsus blancos.

Para evitar que el mundo sea invadido por aquellas criaturas, los Bijuus liberados no tuvieron otra opción que destruir los capullos en los que estaban encerradas las personas, acabando también con sus vidas.

Aquello devasto por completo al ultimo Shinobi vivo, el cual quedo completamente solo, en un mundo incapaz de volver a tener vida, solo teniendo como compañía a los Bijuu.

Los años pasaron, y aquel ninja de cabellos rubios se convirtió en un cascaron vacío, una sombra de lo que fue alguna vez, sus ojos azules como el mar, los cuales una vez brillaron con vida y energía, ahora se habían apagado. En su mente, lo único que había era un masivo sentimiento de culpa, sintiendo como les había fallado a sus amigos. Todas las promesas sobre su camino ninja, ahora no tenían ningún valor, al final, no pudo cumplir ninguna de sus promesas, las rompió a todas.

Su peor pesadilla se había vuelto realidad, se había quedado solo. Lo único que evitaba que su mente cayera en la locura, era la compañía del Bijuu de las 9 colas, el cual residía en su interior.

Al final, pasaron mas de 20 años, años en donde el ahora adulto vagaba por el ahora desolado mundo shinobi, cuando ocurrió algo que no se espero para nada.

Fue como si tres estrellas bajaran del cielo hacia la Tierra. El sintió sus presencias aun cuando estaban ingresando al planeta. Pudo reconocer el tipo de Chakra que emanaban, era imposible no hacerlo, eran iguales a los de aquella maldita mujer que le había arruinado la vida.

Eran Otsutsukis...

Un Clan de seres alienígenas, los cuales se encargaban de invadir planetas para sembrar arboles de Chakra, los cuales drenaban toda al energía del planeta y sus habitantes, creando así los frutos del Chakra, que servían para hacer mas poderosos a los miembros de esta raza.

Al parecer, estos al notar que Kaguya había fallado en su misión de exterminar a los seres de aquel mundo, decidieron mandar a mas de sus soldados.

El ninja los enfrento sin dudarlo, teniendo como una motivación, el defender su planeta, no le importaba que ahora estuviera deshabitado, ya que este era lo único que le quedaba.

La pelea fue complicada, pero logro ganar... Pero, algo paso...

El ultimo Otsutsuki vivo, hizo algo... Marco al hombre con un extraño símbolo en forma de rombo.

Esto se trataba, de un sello Karma, estos sellos eran lo que utilizaban esta raza para renacer. Si un Otsutsuki moría, y tenia marcado a alguien con uno de estos símbolos, terminaría por renacer en el cuerpo de aquella persona.

Ese era el plan de aquel Otsutsuki, pero... Algo salió mal.

El sello fallo... Por una razón...

Los sellos Karma estaban diseñados para marcar y sobre escribir el ADN de cualquier otra raza, para reemplazarlo por el ADN y Chakra Otsutsuki. No obstante, aquel rubio era la reencarnación de uno de los hijos del Sabio de los 6 Caminos, el cual era mitad Otsutsuki.

Debido a esto, una parte del Chakra del rubio era Otsutsuki, esto termino provocando que el sello fallara, volviéndose lo que esta raza llamaba, un Karma Blanco, los cuales se trataban de sellos defectuosos, los cuales, cuando el marcado consumiera un nuevo fruto de Chakra, este se terminaría volviendo un nuevo Otsutsuki independiente.

El rubio no sabia de esto, así que lo ignoro...

Para su desgracia, el Clan Otsutsuki no estaba contento al ver como sus intentos eran frustrados, ellos no podían entender que estaba pasando, aquí que decidieron mandar a mas soldados.

Nuevamente, el resultado fue el mismo, el ultimo Shinobi los asesino a todos. Pero, algo ocurrió, cuando su sello de Karma Blanco entro en contacto con uno de los cadáveres de aquellos Otsutsukis, este comenzó a absorberlos, al punto en que los termino convirtiendo en un fruto de Chakra, esto era una de las técnicas que usaba aquel que le puso el sello.

El rubio sabia perfectamente que era aquel fruto, también se había dado cuenta de que esa raza no se detendría hasta haber arrasado con aquel planeta. No sabia que es lo que iba a venir, y eso le daba miedo, ya que nada le confirmaba que iba a poder ganar. Así que, decidió consumir aquel fruto de Chakra.

Al hacerlo, sintió como su poder aumentaba enormemente, pero... Ocurrió algo raro...

Un dolor punzante le hizo darse cuenta de que su dedo se había podrido, su propia carne y piel estaban en un estado avanzado de putrefacción, aquello lo dejo en shock, ya que antes de la batalla no poseía aquello.

El rubio no lo sabia, pero eso se debía a que había consumido el fruto del Chakra, al hacerlo, el Karma Blanco debió de sobre escribir su ADN para volverlo un nuevo Otsutsuki. No obstante, parte de el ya era un Otsutsuki.

Esto era una de las razones del porque los miembros de esta raza no se instalaban los Karmas entre ellos, ya que el mismo ADN y Chakra Otsutsuki chocaba y se repelían entre si, al encontrarse con una energía de su misma raza. Los mismos Otsutsukis no sabían que podría pasar si uno de los suyos marcaba a otro, por lo que no corrian riesgos y nunca llevaron a cabo este proceso.

Y eso mismo es lo que estaba pasando con el ultimo Ninja, la parte de Chakra Otsutsuki dentro de el, estaba chocando y repeliendo los intentos del Karma Blanco por volverlo un nuevo Otsutsuki. Esta reacción provocaba que el cuerpo del hombre comenzara a pudrirse y deteriorarse, a pesar de que su poder había aumentado.

El ninja no era consciente de esto, por lo cual no le tomo importancia, sabiendo que había cosas mucho mas serias de las que encargarse.

Con el tiempo, mas y mas Otsutsukis comenzaron a llegar al planeta tierra, todos buscando acabar con aquel sujeto que había eliminado a tantos de los suyos. Pero, el resultado siempre era el mismo.

Había llegado un punto, en el que todos los Bijuus se adentraron dentro del cuerpo del rubio, para ayudarle en la lucha, sabiendo que ellos también podrían volverse objetivos de aquellos seres. Gracias al Chakra de las bestias con cola, fue que el rubio logro resistir mejor el efecto de la putrefacción.

Un tras otro, los invasores fueron cayendo, todos siendo asesinados por el ninja, el cual, también usaba las habilidades que le brindaba el Karma Blanco, para absorberlos, logrando obtener mas poder.

Lo necesitaba, necesitaba ese poder, necesitaba ser mas fuerte, para proteger su planeta, para proteger lo único que le quedaba. No importaba si su cuerpo se pudriera, si sus propios órganos se deshacían de lo podridos que estaban o si sus venas se llenaban de insectos y gusanos, nada de eso importaba.

No podía fallar, no otra vez...

Pasaron meces en donde el chico no hacia mas que matar y absorber a los nuevos enemigos que amenazaban a su planeta, con cada enemigo nuevo que era derrotado, la putrefacción solo avanzaba mas. 

Llego el punto en donde, en vez de ser un solo dedo, la putrefacción había cubierto casi todo su cuerpo, dejando únicamente su cabeza libre.

Aquella experiencia era sencillamente, lo mas doloroso que había sentido el rubio en toda su vida. Podía sentir con una precisión inhumana cada detalle, como su piel se podría con cada enemigo que derrotaba, al punto en que su propia piel y carne habían comenzado a caerse en alguna zonas, dejando ver sus huesos, además de que algunos nervios colgaban de forma flácida en el aire.

Su mente apenas se mantenía en pie, gracias a la ayuda de los Bijuus, pero sus voces habían desaparecido hace mucho tiempo, supuso que la putrefacción era la responsable. Ya en aquel punto, apenas si podía pensar, pero su determinación en ningún momento se extinguió.

No cesaría ante aquel horrible dolor, lucharía hasta el final para proteger a su planeta, y así fue... Hasta que su suerte se agoto...

Un día, ellos llegaron, un nuevo intento por eliminarlo, ya que se había convertido en una amenaza al haber logrado eliminar a tantos de sus soldados. Solo que aquella vez, fue diferente, se trataba de un gran grupo de al menos 50 Otsutsukis, liderados por uno, el cual se veía mucho mas viejo y fuerte que los demás, como si se tratara de una especie de general.

La pelea se desato, arrasando con todo a su paso, no dejando mas que un gran sendero de destrucción por donde pasaban, todo tipo de técnicas eran usadas por ambos bandos, hasta que el resultado se mostro.

Todo el escuadrón de Otsutsukis había sido masacrado, siendo convertidos en frutos de Chakra por el rubio, para posteriormente ser devorados, aumentando exponencialmente su poder, pero empeorando de gran manera la putrefacción.

El único que quedaba vivo, era el líder del grupo. Este no iba a rendirse tan fácil, así que realizo un ultimo movimiento.

Aquel viejo Otsutsuki clavo su puño en el suelo, enviando una masiva onda de energía directamente hacia el núcleo del planeta, provocando la peor pesadilla del ninja.

Este pudo ver como el suelo debajo suyo se resquebrajaba, mientras todo el planeta temblaba sin control. Geiseres de lava comenzaron a brotar por todo el mundo, mientras múltiples desastres naturales se producían, desde terremotos hasta erupciones volcánicas.

Lo ultimo que vio el hombre rubio antes de que todo el planeta explotara en miles de millones de pedazos, fue como aquel Otsutsuki desaparecía en un portal creado por el mismo.

Ese día, el planeta Tierra fue destruido...

Y con el, murió el ultimo Ninja y ser humano...

...

Hay actos, que no deben realizarse...

Decisiones, que no deben tomarse...

Y monstruos... Que no deben ser provocados...

La raza Otsutsuki se sintió feliz al saber que finalmente se habían desecho de aquel individuo que tantos problemas les había provocado, era una lastima que no hubieran logrado devorar su planeta, pero eso fue culpa de la idiota de Kaguya, por su gran incompetencia.

Ellos no podían creer que por un segundo habían llegado a preocuparse por aquel pequeño individuo. Aun en el amplio universo infinito, la Raza Otsutsuki era la mas poderosa, temida y respetada de todas.

Y esto era... Porque eran la raza mas cercana al ser supremo, eran la raza que mas se parecía a Dios.

De entre todas las miles de billones de formas de vida, solo ellos habían sido bendecidos con tal milagro. Cuentan las leyendas, que fue uno de los suyos, el cual logro convertirse en el único y verdadero Dios, al consumir miles de millones de frutos de Chakra. Ese era el objetivo de cada Otsutsuki, el llegar a un grado de evolución lo suficientemente alto, como para lograr convertirse en dioses.

De hecho, solo su líder, el apodado como "El Rey Cósmico", su máximo gobernante y el mas poderoso de su raza, había logrado acercarse aunque sea un poco a aquel nivel, siendo considerado como un semi dios entre los suyos.

En cambio, la raza humana era... Nada.

No eran la raza mas poderosa, ni la mas valiente, ni la mas importante, ni la de mayor potencial, ni la mas malvada, ni siquiera eran la mas neutra. Solo eran una raza mas del montón a la deriva por el universo, y con su extinción, no cambio nada, porque ellos no eran importantes en lo mas mínimo, ellos no eran como los Otsutsukis, que estaban en la cima de la cadena alimenticia en el cosmos.

Así que, el hecho de que un ser tan insignificante les estuviera dando problemas a seres como ellos, era considerado una blasfemia entre los suyos, un pecado que simplemente no podía pasarse por alto, algo que golpeaba fuerte al orgullo de toda la raza Otsutsuki.

Los años pasaron y la raza Otsutsuki fingió olvidar los eventos ocurridos en aquel planeta, hasta que no fue fingido...

Las décadas pasaron y aquella raza siguió absorbiendo la energía de cientos de planetas y estrellas, aumentando mas y mas sus poderes.

Hasta que un día, algo paso...

Un meteorito había caído en uno de los planetas conquistados por aquella raza, uno de los muchos planetas que estos tenían a lo largo del universo. Las personas no tardaron en ir a averiguar que había pasado, y al momento de llegar a la zona del impacto, se encontraron con algo que no se esperaron.

Era... Carne, un enorme pedazo de carne anómala...

Una enorme masa de carne amorfa, la cual latía como si se tratara de un corazón funcional, tenia múltiples ojos por todas partes, además de lo que parecían ser diminutos y afilados dientes emergiendo de su masa. Y como si esto no fuera suficiente, dicha cosa estaba desprendiendo cantidades masivas de sangre, la cual estaba hirviendo a altas temperaturas, formando un charco debajo suyo.

Todos los Otsutsukis lo notaron, aquello se encontraba vivo, y estaba sufriendo...

Era demasiado grande para su propio bien, su gran tamaño lo estaba perjudicando, no le alcanzaba el oxigeno, el cual era bastante escaso en aquel planeta, no podía contener su propio calor, teniendo que expulsarlo a través de toda la sangre hirviendo.

Toda su piel estaba cubierta de horribles y enormes tumores, la cual estaba bastante quemada por su ingreso tan violento al planeta.

Los habitantes de aquel mundo miraban con puro asqueo a aquella abominación, la cual solo podía jadear pesadamente, como si intentara sobrevivir a si mismo. Era como si su propia existencia fuera algo que la propia vida rechazaba, algo que estaba intentando eliminar a toda costa, porque sabia que era peligroso.

Con solo unos pocos minutos, ellos se dieron cuenta, el calor, las ampollas en la piel y las nauseas.

Radiación...

Aquella cosa estaba expulsando cantidades gigantescas de radiación espacial. Usando sus poderes oculares, vieron desde mas lejos a aquella criatura, notando como cada parte de su ser estaba imbuido con radiación, algunos teorizaron de aquella cosa debió de estar vagando por el espacio durante mucho tiempo, siendo bombardeada directamente por la radiación de las estrellas, eso explicaría la enorme cantidad de tumores por todo su cuerpo.

El Otsutsuki que estaba a cargo de aquel planeta, decidió que quería llevarse a aquella cosa para que la estudien, quería ver si podían sacar algo bueno de aquel pequeño descubrimiento, por lo que se acerco a menos de un metro de la criatura, la radiación no le afecto gracias a una barrera de energía que cubría su cuerpo.

Pero, ese fue su peor error. La criatura parecio reaccionar ante la presencia del sujeto, provocando que cientos de extremidades deformes, similares a tentáculos y brazos, emergieran de su masa y atraparan al Otsutsuki.

Fue solo un parpadeo, en donde ni siquiera hubo gritos, solo el sonido de huesos rompiéndose y carne siendo desgarrada, mientras aquel sujeto era fundido a la fuerza a aquel ser. Una gran cantidad de calor salió de su cuerpo, generando una nube de vapor.

Esto había provocado que todos los presentes se pusieran en guardia, listos para el combate, cuando lo escucharon...

Un rugido...

Aquel horrible y grotesco rugido era horrible, no era de ese mundo. Un sonido tan poderoso e imponente, y al mismo tiempo tan horrible, que hacia estremecer a todos los Otsutsukis del planeta.

Sus propios instintos les decían que algo muy malo estaba cerca, como si fuera la campana del apocalipsis anunciando el final.

Lo siguiente que ocurrió, fue que en todo el planeta, se desato el infierno, solo escuchándose los sonidos de carne siendo desgarrada... y devorada...

Cuando la raza entera se entero de que uno de sus planetas había sido destruido, no supieron como reaccionar, millones de los suyos habían sido asesinados y el planeta devastado por un mar de fuego infinito.

Todo un planeta, borrado del mapa cósmico en cuestión de minutos, reducido anda mas que a una simple roca humeante y carente de cualquier rasgo de vida.

Mandaron varios Otsutsukis a investigar, necesitaban saber que era lo que había logrado semejante acto. Pero, ninguno de los soldados que enviaron lograba volver.

Aquel suceso era inexplicable para ellos, no podían creer que habían perdido uno de los planetas que habían conquistado. Aquello no tenia ningún sentido, se supone que ellos eran la cima de la pirámide, eran la raza mas cercana a Dios, su narcisismo no les permitía aceptar que algo había matado a millones de los suyos y destruido uno de sus mundos.

Ellos, que poseían el poder y energía de cientos de mundos, razas y estrellas que habían absorbido a lo largo de las eras, estaban siendo asesinados por algo que no lograban comprender, que ni siquiera sabían como se veía. Era... humillante.

En uno de los tantos planetas que esta raza había conquistado recientemente, dos Otsutsukis llegaron, estos se trataban de generales de grandes sectores del imperio que tenían esta raza. Estos Otsutsukis poseían miles de años de edad, en los cuales habían consumido demasiados mundos, teniendo un poder muchísimo superior al de un Otsutsuki promedio, junto a toda la experiencia que venia con su respectiva edad.

Cuando ambos generales aterrizaron en aquel planeta, vieron con cierta satisfacción y orgullo como aquel mundo, el cual antes rebosaba de vida, ahora no era nada mas que una llanura vacía. Sus bosques se habían marchitado, sus océanos habían sido succionados e incluso su atmosfera estaba disuelta.

Ni se diga de sus habitantes, los cuales yacían encerrados en capullos, los cuales estaban conectados al majestuoso árbol en medio de aquel deprimente paisaje, un paisaje que ambos seres habían visto en miles de mundos a lo largo de las eras.

El árbol divino, el responsable de drenar toda la energía del planeta, de sus habitantes y de las estrellas cercanas, todo con un único objetivo, crear un nuevo fruto de Chakra.

Al ver aquel árbol, solo podían ver la fortaleza de su raza, la cual una vez mas se había alzado contra otras especie inferior, al menos así les darían un uso a sus patéticas vidas sin valor.

Cuando la mirada del general mas viejo y poderoso del dúo se poso sobre aquel fruto de Chakra, este avanzo hacia el con toda la calma del mundo, al fin y al cabo, era su turno de devotar el resultado que daba este árbol.

El Otsutsuki tomo el fruto y lo arranco con delicadeza de lar ramas del árbol, con solo tenerlo en su mano, podía contemplar su brillo, sintiendo el poder que este emanaba. Era la fruta prohibida para cualquier otra raza, solo ellos tenían el derecho de comer estos.

Aquel fruto era una absoluta delicia para los de su raza, no porque necesitaran comer para vivir, no, sino por el hecho de que, con cada fruto, significaba un paso mas a la divinidad que esta raza buscaba por tanto tiempo.

Aquel sujeto muerde el fruto, masticándolo y degustándolo... Pero, algo andaba mal, algo no estaba bien.

Al comerlo, no sentía como si su poder aumentara, no estaba esa satisfacción por la nueva energía recorriendo su ser, algo estaba mal...

Por su parte, el otro general Otsutsuki se quedo asombrado cuando vio como algo había aparecido enfrente suyo, su apariencia era... Repugnante...

Estaba viendo aquello enfrente suyo, mientras tenia un rostro frio. Durante sus miles de años de vida, nunca se había encontrado con una criatura así, por lo que el sentimiento de curiosidad lo había invadido, en un intento por comprender que era aquel ser. No podía ver que expresión tenia en su rostro, debido a que este parecía estar desfigurado de formas horribles, teniendo ojos de distintos tamaños y dientes afilados por todo lo que debería ser su cara.

Ambos entes se vieron, uno no lo entendió... Y el otro supo perfectamente su misión...

El otro Otsutsuki también se dio cuenta de la presencia de aquel ser, viéndolo con asco. a sus ojos, este no era mas que otro ser inferior, otra primitiva criatura por debajo de su raza. Estaba dispuesto a destruirlo para irse del planeta, pero fue muy tarde...

Aquello les hablo...

U̶̙̖͛͌̅̕͢s̷̞͗͢͞ͅţ̷͇̅͐̑͠e҉̧̬͋̚͠d̴̢̦̗̮́̇́͠ȩ̸͙͓̀̚͞s҉̡͕̙͎̋̾̉͠ n̴̡͉̎̉̎͝o҈̨̛̮̂ s̶̯̪̈́̽̅͜͝ơ̴̢̱͊n҉͇̋͑̅͜͠ d̸̟̘̣҇͆͢i̶͚͙҇̐͋̔͜ǫ̸̛̜̔̂s҉͖̭̩҇́̊͢e̵̢̤̳̋͞s̷̡̗̲͖̏̅͠.̴̨̞҇̓͂̑.̸̥͒̑͢͡.̸̧͙̎́̀̕—

Los escalofríos recorrieron cada rincón de ambos generales, sus ojos abriéndose bastante al solo oír las palabras de aquella criatura. El hecho de escuchar su sola voz era horrible, al punto en que les hacia sudar frio.

Al instante, ambos lo supieron. esa cosa fue la que había destruido uno de sus planetas y asesinado a los suyos...

El general que estaba enfrente suyo estaba a punto de atacarlo, cuando lo sintió...

Una energía similar a la de un Otsutsuki, emanando de aquel ser. Pero, a su vez, aquella energía estaba retorcida a niveles inimaginables, al punto en que casi no pudo reconocerla. Los escalofríos recorrían su ser y lo hacían temblar, ya que su propio cuerpo sabia, que estaba enfrente de una amenaza, algo que simplemente no podía enfrentar.

El otro general estaba a punto de actuar, cuando cayo inerte al suelo, sus manos agarrando con gran fuerza su estomago, doblándose de dolor y apretando los dientes con gran fuerza.

Ante esto, el general se dio cuenta... Habían caído en la trampa...

Este giro su cabeza, viendo como aquel árbol divino, un orgullo para su raza, empezaba a deformarse de formas horribles y grotescas, al igual que las inmensas raíces que cubrían todo el planeta.

Todo fue una trampa, ellos eran la presa y el fruto era el cebo...

Siempre fue esta criatura y el árbol... 

El ser era el árbol, se había transformado en este, camuflándose a plena vista, y debido a que emanaba el poder de un Otsutsuki, es que no lo había notado. Nunca se imagino que el poder de su propia raza podría ser usada de esta forma, de una forma tan retorcida.

Esa cosa, era una amenaza...

...

-̸͞— N҈͢͞o̷̢͠ p̷̨̛u҈̨͝e҈̡͞ḑ̶͠e҉̧̛n̸͢͠ e̴̢̕s̶̡҇c҈̨͡o҉̨͠n҈͢͡d҉͜͠ę̵͡r̶҇͜s҈̧̕e̸҇͜.҉͢͞.̵̨̕.̴͢͠-̴̛—

Por primera vez, aquella raza de seres arrogantes y orgullosos de su poder, se habían vuelto lo mismo que sus victimas, como si se tratara de una gran broma cósmica. Ahora no eran nada mas que una raza ante una amenaza que no lograban comprender.

Donde antes había orgullo, arrogancia y narcisismo, ahora esto había sido reemplazado por incertidumbre, puesto a que por primera vez, ellos no tenían el control, desconocían que era lo que podría pasar, no poseían nada de información sobre su enemigo, y eso los estaba preocupando mucho.

Por primera vez en toda su historia, algo estaba usando sus propios poderes en su contra, la energía Chakra de los Otsutsuki ahora se había vuelto también su enemiga, un arma usada por su misterioso y enigmático enemigo.

-̸̧̛̳͕̿̔̆̈͆— M̸̬̥̓̍̂͜͠i̶̧̛͕̜̦̩̓͆̿ m̴̤̦͙͎̂̓̅̕͜ù̴͙̩̔̊̄̋͢͞n҉̧̖͚̄̀́̃͌͝ḓ̶̱̀͛͢͠o҉̧̥̲̱͗̍̈́͠ ȳ̶̢̞̩͇̘̳͂̎̿̓͞a҉̢̱͈͛̆̿̉̍͠ n̴̢͚̗҇̍͆̔̆̃o̶̡͈̟͈̮҇͗͑̀̋ e̸̗͉͚̾̉͂̚͜͞x̶̡̰̟̲̯̳̄̐̇̓͞i҉̡̬͉҇̑̇̍ş̵̛̟̤̽̓̅̚t̸̡̩̳̦͉̫̒͛̈̎͞e̸̢͈̓̒̔̈̆̕ͅ.҉̡̠̳̤͑͆͡.҉̨̭͎̟̖̰̎̾̀͊͗̕.҉̧̟̖̝͈̉̊͌͛̕ R̶̢̰̱̖̍̀͑͠ͅe҉̧͕͚̪̰̈̾̓͡ͅy̷̡̠̪̲͚̍͑͆̎̌̕ Ç̵̫̜͍̫̃̈́̎́͡o҈̛͓̎̋͜ͅs҉̡̛̝̘͕̫̀̆̅͐̚m҉̪̦̟҇̇̅͢ḯ̵̧̥̮̯̗͇́͐̕̚č̶̢̱̙̜̒̏͡o҉̪̪͈̘͈̑́͜͝.̶̢̞̠͓́̓́̈́̌͡.̴͉̠͓̳̜͂̀͂́̑͜͠.̸̧̦͇̖̥̇́̐̀̍̕ ¿҉̧͔͙̏̌̍̃̌͞ͅD̸̙̯̞̅́̌̐̕͜o҉̢̛͓̦͎͙̒̃͂̋n̴̡̮̖̪̦̾̔͝d̵̢̙͖̣͆̍͐̌́͡e҉̮̝̓̋́̾͜͝ e҈̡̥͔̣͕̾̊͞ş̵̥̩͐͂̌͡ͅt̴̙̞̝̍͆͌͑̄͢͝a̷̡͇̜͈̗͍̐̎͞s̶̢̛̬͔̆͐?̷̨̛̬͇̫̜̦͊̐́—҉̛̘̳͐͋͢

Los generales, los Otsutsukis mas viejos, sabios, portadores de habilidades que incluso lograban afectar las mismas leyes de la realidad... Empezaron a caer ante las manos de aquel monstruo.

-—͖̝͚̭̤҇̌̅̾͋̾͢ L҉̧̜͓҇̉̅ă̸̡̮̩͔̰͚̑͌̂́͠ ç̶̗͚̭͓҇̈́͛ą̴̥͎̃̈̑̓̕ŗ̷͚̲́̏̿̆̆͝ñ̶̡̬͎̮̋͡e̴̢͈̮̩҇̋̅̆̓̾ d̴̡͚̫͎̲̲͊͂͝ê̴͕͍̞̂͆̑̕͜ s̸̡͚͔̎͌̂͗͠u̷̧͖͍͎̎̑̓̍̄͝ g҈̧͍̱̞̘͐͆̀͐͡ͅe҉̘̠͍̘̬҇̈́̍̇͋̑͜n҈̢̛͍̰͊̓t̷̡͉͍̯̀̋̕e̸̡͕̰͙̊͒̾̚͝.̷͕̝̭̎̈͜͠.̸̨͎̫̩̖҇̀̀͌͂̓.̷̢̗͇̗̣̀̋͝ S̴̡̳͉҇͂̍a҉̢̛̣̜̊̇b̶̨͇͕̈́̀͠i̷͓̫̰̜͇͋̉͜͝ạ̶̙҇̀͛̋͢ d̵̡͇̭̏̅͛̌͌͡ḛ̵̥̱̤̈́̄͛͊͆͢͝l҈̨̤̫̲͉̝̏̒̇̀͡i҈̨̘̰͇͚́͛͛̒̚͠ͅc҉̠̮̙͚͒̆̋͒̿͜͞ǐ̸͓̝͍̩̠̊̓͂͢͝ơ̶̡̯͈͓͔̋̎͑̅̚s̶̩̩͕̳̍̓͢͞a̷̧̠͍̝͈̔̆̌̈͡.̴̧̩̟̦̈̿̍͠.̸̢͇̦̮̠̱̏͊̀̐͡.̴̢̜̖͆̽̏̀͡—҈̧̪̗͈҇̀̌̅͌

Ellos lo denominaron como una anomalía, un fallo en la misma existencia, en la misma naturaleza del universo, algo que simplemente nunca debió haber existido.

Una vez que todos los generales habían sido asesinados, solo quedo el líder de estos, aquel que comandaba la guardia personal del rey, era conocido como el Gran Sabio, considerado como el Otsutsuki mas fuerte y sabio de todos, solo estando por detrás del mismísimo Rey Cósmico.

El Gran Sabio intento hacerle frente a esta amenaza, siendo acompañado por todos los Otsutsukis a su cargo, lo atrajeron hacia un planeta desértico en donde lo emboscaron.

El resultado de aquella pelea fue... Grotesco...

Algo sencillamente horrible, que quedaría marcado para siempre en la historia de la raza Otsutsuki.

El anciano Otsutsuki yacía en el suelo, sus extremidades habían sido arrancadas de forma salvaje, le faltaban uno de sus ojos, y lo peor, era que su estomago estaba abierto de par en par, sus entrañas afuera y su sangre manchando todo el suelo.

Aun estando vivo y consciente, el albino podía ver y sentir como aquella cosa devoraba como un animal sus entrañas, ya se había comido sus extremidades y no iba a parar hasta haberlo devorado por completo.

Con solo verlo, este lo supo. Esa cosa... Era como un animal...

No podía razonar, sus movimientos y la forma en que peleaba, no había razonamiento alguno detrás de ello, no pensaba ni razonaba, solo actuaba por puro instinto como cualquier otro animal. Lo que sea que haya creado a aquella anomalía, había provocado que su mente se destruyera por completo, cosa que también se reflejaba por las cosas sin sentido que estuvo murmurando durante su pelea.

Mientras la vida se escapaba de su cuerpo despedazado, el Gran Sabio sentía como todo el planeta estaba temblando. Esto se debía a que sus últimos y mas fuertes soldados estaban usando todas sus fuerzas para mover el planeta y arrojarlo hacia su sol, una vez hecho esto, harían explotar aquella estrella, creando una supernova para acabar de una vez por todas con aquella abominación que iba en contra de las leyes de la realidad.

En sus últimos momentos de vida, aquel viejo solo podía rogar que aquel plan funcione, que finalmente logren acabar con aquel horrible ser.

Aunque, una parte de el, sabia que estaban condenados...

...

El Rey Cósmico...

El mas viejo de toda su raza, su gobernante supremo y el mas poderoso de todos, un ser temido y a la vez respetado en todo el universo por su gran poder, al punto de ser considerado un semi dios.

Ahora mismo, aquel rey... tenia miedo...

Nunca, ni en sus mas profundas y oscuras pesadillas imagino que podría llegar este momento. sus generales estaban muertos, y el Gran Sabio perdió la vida también, todos los intentos por eliminar a aquella cosa, resultaron ser inútiles.

No entendía como es que seguía vivo, se supone que ellos eran la cima de la cadena alimenticia en todo el cosmos, y ahora, todo su imperio, los numerosos planetas que su gente habitaba, ahora solo quedaban menos de 12 planetas en total.

Ni siquiera sus guerreros mas fuertes eran capaces de hacerle algo, solo eran masacrados sin ningún tipo de dificultad. Si seguían así, la raza Otsutsuki terminaría extinguiéndose.

-̶̛́̅͜ͅ— R̴̡̬͓̝̄̆̚͡e̷̡̞̖̦̐̒͡y̶̨͓̠̪̎̏͑̂͠ Ç̷̘̣͉̯̗͌͂͝ó̴̢̟̙̃̆̕s̸̡̳̙͈͆́͝m҈̧̝̠̰̭̳́̓̏̃͡į̵̣̥̞͌͛̄͛̽̕c̵̡̭͚̤̥͊͂̏̕ǫ̸̗̙͂́͆͞.̷̨̠͙҇̒̒̉̆̒.̶̨̰̤̰̫͕̓̒̃̉͛͞.҈̠͎̯̯͐̏͊̍̕͜ ¿̶̘͈̦͇̓̽͌̕͜P҉̧̥͙͑̆̿̉́̕o̷̳̗͂͗̾͋̓͢͞ŗ̷͉͍҇́̓̊͆ͅ q̶̨̠͚̖҇̇̿̇̚ͅŭ̴͉̯̩̜́̒͢͠e̵̡̝͙̘͙҇̽̅̈́̀͌ d̷̲̩̪̆̎̍͒̎͢͞ȇ̴̢͔̙̄͗̿̌͝ͅš̶̳̀̒͐͜͞ͅt̴̛̞̦̲̅́͂̈͌͜r̴̥̟̜̟҇̓͊͊͢ų̷̫͗͛̍́͊͞ͅy҈͖͙̮̱҇̿́́͊͐͜ͅę̵̛͈͕̳̭̱̂̈́͑r̴̤̘̜͎̫̆̓̕͜ȯ̴͚̩̓̃̕͢n҈̛̦͖̠̍͂͜ ṁ̴̡͉̰̖̿̔͞i҈̨̣̳̥͆́͗͆͞ ḥ̸̡͔̅̑̀̿̕o҈̱͕̘͚̜͛̄̓̂͢͠g̴͎̲҇͌̔̐͋̆͜a̸̢̜̭͎̋̅̓̕r̵̮̞̝͍̠̎̀̓̆͜͝?̸͍̩͐̅̈̒͜͝-̷̨̛̱̮̩̅̉̃—

Aquella horrible y repugnante voz resonó por todo su palacio, provocando que sus ojos se abrieran con horror. inmediatamente comenzó a buscar por todas partes, intentando sentir la presencia del intruso.

-̷̮̘̰̞̇̄͗̊̕̚͢— ¿̷̢̦̞̖͑͑̆͝Q̴̧̘̞̣̳̘͂̎͠u̴̢̯͔҇̇̂͋͋į̴̞̭҇͗̐͆̇ͅĕ̵̛̝̦͆͢r̷̢̠͈͈͑̾̏͆͝ẽ̸͉͚̜̭̄̎̉̕͢s̷̡͙̟̪҇̓̎̾̍ j҉̤͚̟̈͐͆̊̌͢͝ͅù̵͙͚̌̆̊͂͢͝g҈̧͔̭͈͍͚҇̿͂a҉̲̭̤̔̒͜͞r̷̢̯͚̳͊̆̕ ĉ̵̰͖̘̒̅͜͠o҉̡̟͔͙͖͉̍̈́̕n҈̘̙҇̀͊͜m҉̧͙̳̪͉̀́͆̕i̶̞̜̐̎͜͝ͅǧ̶̢͕̰̖̜͙̈́̅͝o̴̢͙̤̰͕̠̎̔͊̔͡?҉̮̟̙̦͙̀̚͢͞.҉̝͗͗͜͞ͅ.̴̢̛͙̗͚̭͇̽̓͂̄.̴̲̦҇́̀̅̌͂͜ ¿҉̧̪͚҇̔̀͒͛Q̷̨̛̭̩͉̈̇u̷̠̯̰̤̳̍̇͜͞i̶̧͚͙̦͍͍҇͗͗͋̅̂e̴̡͈̱̬͌̏̊͝r̵̡̯̩͔͙͙͌̌͡ě̸̲̦̞̱͚͐̄̎͂͜͝s҈̭̯̭͚̘͐̄͢͝ s̶̜̠̮̓͒͜͠e̵͔̞͔҇̍͗͢ŗ̶̛̣̥͗̾̏͑ m҉͔͈̦̪̪̐̋͑̽͜͝i҉̢̦̝̀̔́̈́̚͡ ȧ̴̢̖̞͔͇͗̿͝ͅm̵̢͕͙̙͍̈́̓͡ͅi҈̲̖̬̠҇̅͐̾̄͜ǵ̶͍̲͈͎̓̇͢͠o̴̢̞͙͍҇̽͗?̶̢̦̫̰̮̆̑́͡.̷̡̛̩͚̜̀̒́̏́.̸̢̛̫̱̬̪̬̋̎̅.҉̭͚̥̎̐̓͌̀͜͠ E̶̢͎͆̎͞ͅš̶̢̠̖̋̍͡ͅt҈̡̛͕̤̰̮̉̆ͅo҉̢͚҇͆͒͐ͅy҈̛̙̘̖̳̲̀͂̾̈́͢ m̷̢̳̩̳͖̝҇̈́̉̋u̷̡̫̘̲̾̂͠y҉̡̛̪͖͎͑̈͌̅̚ s҈̡̙̖̪̫͎҇̀͑o̴͇͍͇̞̥̾͒̋̽͒͢͡l̸̪͔͙̐̌̕͜o̷̡̦͓͋̂͞.̵̬̖̃̇͒͛̚͜͡.̸̧͚͎̭͛̈̎͡.҈̙̳̰̤̀̿̈́͜͡-̴̧̭̖̣̫̋̃͒͠—

El Otsutsuki se dio cuenta con horror de que no podía sentir ninguna presencia en todo el planeta, ni de los guardias que custodiaban su palacio ni de los que habitaban el planeta.

Su miedo solo aumento aun mas cuando finalmente logro sentir una presencia, la cual se encontraba detrás suyo.

Sin dudarlo, preparo su ataque mas poderoso, no importaba que, incluso si tenia que destruir toda la galaxia y las cercanas, no iba a dejar que aquel monstruo se saliera con la suya.

Pero... Antes de que pudiera lanzar su ataque, se dio cuenta de que sus manos habían sido arrancadas en menos de un parpadeo. Ni siquiera pudo gritar de dolor cuando vio a aquel horrible ser enfrente suyo.

Al final... el Rey Cósmico, el Otsutsuki mas fuerte de todos, murió a manos de aquella anomalía que su propia raza terminaron creando.

Y con la muerte del rey, la raza Otsutsuki quedo completamente extinta, ya no había un nivel mas haya que aquella anomalía pudiera acceder... ¿Cierto...?.

...

Shibai Otsutsuki...

Ese era el nombre que tuvo cuando era mortal, cuando no era mas que otro Otsutsuki mas del montón, buscando con ascender a un nivel superior gracias al uso de los sellos Karma para resucitar en otro cuerpo y los Frutos de Chakra, que lograban hacerlo evolucionar.

Tras miles de millones de años, logro lo que toda su especie soñaba, logro ascender a un nivel superior al de un mortal, abandono su mera forma física y se convirtió en un ser incorpóreo y todo poderoso, capaz de alterar el universo entero a su voluntad e incluso lograr crear mundos enteros.

Abandono su viejo cuerpo físico en un planeta cualquiera, no le preocupaba, pues su cuerpo no poseía nada de su poder, siendo nada mas que un cascaron vacío. Su propia mente había trascendido hasta un nivel que solo podía considerarse como divino. Ni siquiera le molesto cuando la que alguna vez fue su raza destruyo el planeta en donde quedaron los restos de su antiguo cuerpo mortal.

Pero... Actualmente, había algo que llamo su atención.

El ser divino habitaba afuera del propio universo, en una dimensión de bolsillo, siendo capaz de ver todo desde aquel lugar, y había visto como aquella cosa había devorado a la que alguna vez fue su raza.

El Dios, miraba... O mas bien, su comportamiento no era algo que podría ser comprendido por los seres mortales. De hecho, su propio ser es completamente abstracto, se acerca al concepto que los mortales podrían describir como una figura humanoide hecha de energía pura y con un tercer ojo en su frente y cuernos surgiendo de su cabeza, pero en si, es una forma amorfa, una forma que los mortales no podrían comprender.

Desde afuera del universo, esta viendo aquello que había extinguido a los Otsutsukis, eso de aspecto repugnante. El solo lo veía fijamente, mientras aquella criatura no se movía en lo mas mínimo, tras haber terminado su festín con el rey.

¿Qué es una anomalía para Dios?.

¿Qué pasaría si Cristo, Zeus, Shiva, Yahvé, Odín, o cualquier otro Dios que es adorado en cualquiera de los otros universos... Se encontraran con algo que no debería existir en sus mundos?¿Como reaccionarían al ver a una de sus creaciones deformadas al grado de volverse una anomalía que ni ellos pudieran reconocer?.

 ¿Cuál seria su reacción...?.

¿Cómo seria su expresión de "Tu no perteneces aquí, tu no deberías ser así... yo no te cree... No deberías de ser esto, como es que existes"?.

¿Dios... Puede sentir curiosidad, puede sentirse asqueado al ver algo?.

Para Dios... ¿Siquiera es posible que exista el concepto de "Desconocido"? Siendo que el es el creador de todo.

¿Buscaría destruirlo... Buscaría entenderlo?.

¿Qué es lo que haría Dios si algo enfrente suyo no debiera ser como corresponde?.

Había tomado una decisión...

No podía dejar aquí aquella anomalía siguiera viva, ya había generado suficiente caos en el universo, al eliminar a la raza Otsutsuki, no sabia que efectos podía producir el que aquella cosa siguiera viva.

Así que, el ser decidió que lo mejor seria destruir todo el universo, para asegurarse de que aquella anomalía no sobreviviera. Lo mejor seria volver a empezar de cero, al fin y al cabo, era perfectamente capaz de recrear el universo infinito junto a los espacio tiempo independientes como lo son el cielo y los nueve circulos del infierno.

De repente, ocurrió algo que dejo sorprendido a Shibai. Aquella anomalía... Había desaparecido...

Fue como si este hubiese parpadeado y al momento de abrir los ojos, este ser ya no se encontraba allí. Intento buscar por todo el universo, extendiendo su consciencia por cada rincón de este, incluso busco en el cielo y los infiernos, pero no encontró nada.

Aquello no tenia sentido, por primera vez desde que se volvió un ser cósmico, estaba confundido, por primera vez, no tenia el control de las cosas.

¿En que puede creer Dios cuando ni siquiera el tiene control sobre sus creaciones? Cuando, por primera vez, no tiene el control...

Esto solo hace que se decida, estaba a punto de provocar un reinicio en el todo, cuando de pronto...

Lo siente... Una presencia detrás suyo...

Sabe perfectamente quien es, pero no puede entenderlo. Se supone que ese lugar era una dimensión de bolsillo creada por el, un tiempo espacio independiente, estando separada del universo, una en donde solo el tenia acceso.

Pero, ¿Acaso... Acaso esa cosa había ascendido al mismo nivel que el?.

Aquel pensamiento provoco que sufriera un escalofrió...

No lo dudo ni por un segundo... ¡¡¡LO DESTRUYE TODO AL INSTANTE!!!.

Todos los mundos, los distintos espacio tiempo se alteran, distorsionan y deforman a la vez que la materia y anti materia colisionan entre si, generando una explosión de magnitudes bíblicas, al punto en que ningún mortal seria capaz de comprender o entender.

El universo desaparece por completo, los espacio tiempo independientes como el cielo, los infiernos, e incluso las dimensiones de bolsillo, son destruidas a nivel espiritual y conceptual, dejando nada mas que un infinito vacío de color blanco, un lugar donde incluso los conceptos mas básicos han sido borrados.

Todo dejo de existir... Lo único que hay, es la nada...

Dios... esta solo...

...

—҈̢̤͇̃̀̓͠ J҈̳͓͑̌͐͢͡ã̵̧̙̪͇͛͠.̵̡̱̟̦͔̙̔̃̃́͞.̵̧͔̣̰̤́̅́̊̕.̷̧͎͔̠̗͚͋̃͠ J̶̞̮̖̬̜̉̾̒̽͜͞ą̴̞̣̭̘̎̌̑̂̕.̶̢͎͓̯͓̘̓̐̓̑͡.̵̧̟̞̽̋̂̚͠.̸̙͖̀̔̕͜ J҉͓̳͎̟̂̈́̾̎͢͠a҈̱̥̩͋́͜͞.̸̧͕̯͂̔̍̋̾͡.̷̨͔͍̭͛͊͐̈͞.̵̨͓̲͓̥͓҇̔͛͐̂-̴͍͓̉͛͌͊̚͢͞—

Dios lo escucha, y, mientras siente como todo su ser se estremece, voltea a ver el origen. Su ser se estremece mientras siente aquello que solo tenia cuando era mortal, aquello que creyó que había abandonado al ascender a una forma de existencia superior... El miedo.

Enfrente suyo, enfrente de Dios... Esta eso...

Al igual que el, una existencia amorfa y abstracta, en medio de la infinita nada. Una masa deforme de lo que parecía ser carne podrida, la cual le devolvió la mirada.

Una falla... un error en la propia existencia...

¿Qué pasaría si, a pesar de ser el principio y el final, de ser el Alfa y el Omega, de ser la fuente misma de la creación... Dios tuviera enfrente suyo algo que va más haya de si mismo?. No existe el tiempo, el espacio, la materia, la anti materia, no hay nada.

Y a pesar de aquello, eso se mueve hacia el...

Dios lo entiende, aun en su terror, logro comprenderlo...

Eso... Era una fuerza mayor...

¿Qué es un personaje ante un escritor?¿Qué es Dios cuando en una historia tienes el control sobre él?.

¿De verdad Dios es la cima? Y de ser así... ¿Puede haber algo superior a Dios?.

¿Hay algo superior al infinito?¿Algo mayor al ser que nos creo?.

Y... Mientras te estoy contando esto... Sasuke, me di cuenta de algo que es muy profundo...

¿Qué podría darle miedo al mismo concepto de Dios?.

La respuesta ante esto no era encerrarlo en un bucle de tiempo y hacerlo tener pesadillas sobre sus creaciones culpándolo de todo, no...

El hecho de que Dios alguna vez fue mortal, solo me revelo que el podría tener vulnerabilidad escondida dentro de si. La respuesta siempre fue simple, lo que podría darle miedo a Dios, es tener ante él algo que le demuestre que es como todas sus creaciones.

Que no es mas que un simple ser indefenso ante un poder que no puede comprender, controlar o contener...

Tal vez... Para Dios, el universo y todos los que están en el no eran mas que simples historias, las cuales olvidaba luego de que estas cumplieran su propósito de entretenerlo.

De hecho, ¿Te imaginas que nosotros también seamos eso? Para algo por encima de nosotros, que no podemos entender o detectar...

 ¿Alguna vez te has imaginado que toda tu vida no es mas que una historia escrita por un ser superior, y que tu libre albedrio no es mas que algo que ya establecieron?.

Que cruel... ¿No lo crees?.

...

Dios a muerto...

Eso lo devoro...

Y al hacerlo, algo cambio dentro suyo. el poder de Dios se volvió el suyo, su almas, junto a todas las almas de los Otsutsukis devorados, fueron borradas, sirviendo nada mas que como alimento para aquella anomalía.

Toda la infinita nada tembló mientras su grotesco ser cambiaba, optando por una forma mas comprensible, menos deforme, pero igual de grotesca y perturbadora para cualquier que lo viera.

Y con eso, su mente rota, la mente de aquel ninja rubio fue sanada por aquel poder divino que recorría todo su ser, logrando que su consciencia que se había perdido hace tanto tiempo, volviera a despertar, tomando nuevamente el control de su nuevo cuerpo.

Al principio estaba confundido, no sabia que estaba pasando o en donde se encontraba. Cuando de repente, todos los recuerdos de los seres que devoro llegaron a su mente, golpeándolo como un tren, y con eso, se dio cuenta del mas absoluto horror.

Todo había sido destruido, ya ni siquiera su planeta, directamente todo el universo, y su nuevo y grotesco ser solo empeoraba las cosas. 

El nuevo ser estuvo lamentándose en aquel vacío, pero al no existir el concepto de tiempo, no sabia cuanto estuvo ahí, pudieron haber sido miles de millones de años, o pudieron haber sido solo pocos minutos, esto solo hacia que su ya dañada cordura estuviera en un estado aun mas deplorable.

Con el tiempo, este fue descubriendo sus nuevas habilidades, su propia energía iba mas haya que simple Chakra, lo cual le permitía hacer cosas que nunca creyó posibles.

Pronto se dio cuenta de que, al poseer los poderes de Dios, podría recrear el universo, tal y como este lo tenia planeado. Esto le trajo esperanza a aquel nuevo ser, esperanza de volver a tener su preciado hogar, pero mas importante, la esperanza de volver a ver a sus seres queridos, los cuales eran lo mas importante para el.

Comenzó a practicar, logrando dominar varios de sus nuevos poderes, y... Creo un nuevo universo...

Pero, este universo era imperfecto e inestable, por lo que, no tuvo mas opción que destruirlo por completo y hacer uno nuevo.

Sus primeros intentos fueron... Lamentables, aun era nuevo en ser un creador, así que le tomo varios intentos, hasta que finalmente logro lo que tanto había soñado.

El universo era estable y podía albergar vida, pero lo mas importante, era que su amado planeta estaba de regreso, incluido sus seres queridos. La felicidad lo inundaba cuando bajo a aquel mundo que había creado para ver nuevamente cara a cara a sus seres amados.

Pero... Lo que se encontró, fue simplemente repugnante...

Todo era tan... diferente...

Las personalidades de sus amigos era totalmente distinta, retorcida a un punto en que parecían otras personas. Pero, no solo eso, personas que estaban muertas habían vuelto a la vida, eventos nuevos aparecieron en la historia y algunas personas directamente nunca habían existido.

Al ver esto, el solo pudo sentir un profundo asco por sus propias creaciones, a la vez que quedaba perturbado por como sus seres queridos habían sido retorcidos de tal manera.

 No... Esos no eran sus amigos, no lo eran, sus amigos no tenían esas personalidades, no hacían esos actos tan ridículos, todo eso estaba mal...

Sin tener otra opción, lo destruyo todo, al igual que lo hizo Dios con el universo original, el destruyo aquel horrible mundo. No había problema, después de todo, era por un bien mayor.

Nuevamente, creo un nuevo universo, con la esperanza de que esta vez todo saliera bien, que sus verdaderos amigos volvieran. Pero, no funciono... El resultado fue igual, solo obtuvo versiones que no se parecían en nada a ellos, era como tener personas completamente distintas con sus rostros.

Era repugnante...

Y así fue como el siguió intentándolo, nunca se rindió y siguió intentando hasta el día de hoy, todo para recuperar a aquellas personas tan importantes para el...

No por venganza, no por odio, no le importaba cambiar el mundo o crear una utopía, solo los quería a ellos de vuelta...

Al final, era por amor... Amor a sus seres queridos...

.

..

...

El silencio reinaba en la semi destruida Konoha, al punto en que se podía escuchar perfectamente el viento agitando los cabellos de las únicas dos personas en aquel lugar. 

Los ojos de Sasuke estaban abiertos de par en par, su cuerpo entero sudando a mares por el inmenso miedo que recorría cada parte de su ser, viendo enfrente suyo al... Monstruo con piel humana.

El peli negro jamás en toda su vida había sentido tanto terror, pero no era un miedo cualquiera, era un miedo primordial al tener enfrente suyo a algo que iba mucho mas haya de su compresión, algo que excedía todo lo que este conocía sobre la vida y la propia naturaleza de la existencia.

Mientras aquella abominación le contaba su origen, varias imágenes aparecían en su mente, imágenes sobre lo que había ocurrido, no fue solo que se la conto, sino que se la mostro. Sasuke no podía hacer otra cosa mas que temblar ante el monstruo que estaba enfrente suyo, porque era eso, un monstruo, no podía verlo como un humano, es mas, la palabra monstruo se quedaba extremadamente corta con lo que eso era.

— Oh, también había otra cosa que se me olvido mencionar...— Hablo aquella cosa, aun manteniendo aquella pequeña y casi imperceptible sonrisa en su rostro, logrando sacar al traumado Uchiha de sus pensamientos— En cada universo que he creado, siempre ocurre algo que me molesta bastante... — La sonrisa del ser desapareció, siendo reemplazada por una expresión vacía, la cual no hizo mas que aumentar el terror de Sasuke — Tu...—

Fue lo único que dijo, mientras lo señalaba con una de sus manos, mientras su voz era gélida, como si un cadaver le estuviera hablando. Aquello casi hizo que el peli negro se desmayara por todo lo que estaba ocurriendo, pero aun así se mantuvo consciente por razones que ni el mismo entendía, seguramente siendo esto obra de aquel ser enfrente suyo.

— Aun cuando la variante anterior de Sasuke era borrada, la nueva variante que creaba era capaz de recordar los eventos anteriores... Eso me molesta, no se supone que alguien deba recordar eso... Me molesta, me hace enojar mucho... Y lo peor, es que no entiendo el porque... Debe ser un fallo que no he logrado arreglar... Debo seguir practicando, aun no tengo el mismo control que tenia Dios sobre estos poderes... Tengo mucho que practicar...— Fueron las palabras de aquella anomalía, mientras seguía mirando fijamente al Uchiha, el cual era incapaz de moverse aunque sea un milímetro por el terror que inundaba su ser.

Aquello solo hizo que una diminuta sonrisa se dibujara en los labios de eso, mirándolo con lastima y tristeza a la vez por el estado en el que este se encontraba.

— Oh, ¿Qué ocurre? No me digas que tu mente ya se rompió... Dime... ¿Pensaste que eras... Único?— Una sonrisa siniestra se dibujo en los labios de Naruto, mientras la sombra producida por su cabello cubría sus ojos— ¿Pensaste que eras... Especial?—

En eso... Fue como si el universo entero se detuviera...

El cuerpo entero de Naruto comenzó a ser rodeado por una fuerte y enceguecedora luz de color blanco. Esta no parecía ser una luz cualquiera, su color blanco no era como cualquier otro, este se veía tan... Puro, como si fuera el mismo brillo de las estrellas recién nacidas, aquella luz parecía que incluso hacia crecer la vida vegetal a donde sea que alumbrara, como si la misma vida la acompañara como su fiel sirviente.

Era una luz tanto hermosa, como imponente y aterradora a la vez...

Rápidamente, la silueta de aquel pequeño niño de 10 años comenzó a deformarse de formas grotescas, a la vez que su tamaño aumentaba mas y mas, pareciendo no tener limites, al punto en que el Susanoo de Sasuke se vio obligado a retroceder, viendo con horror la figura de aquella cosa que seguía creciendo, dejando en ridículo el tamaño del monte Hokage.

De golpe, aquella transformación se detuvo, dejando que el peli negro Uchiha viera el resultado...

El grito de puro terror de Sasuke Uchiha se pudo escuchar por todas las naciones elementales...

Lo que el peli negro había visto, solo podía describirse de la siguiente manera...

Tan alto que parecía rozar las estrellas...

Tan aterrador como un demonio...

Tan imponente como un monstruo...

Y tan poderoso... Como un Dios...

Sasuke, vio el rostro de Dios... Y era horrible...

— Cada vez que creo un mundo, este ya tiene su historia, por eso ustedes ya tienen recuerdos de haber vivido con Naruto Uzumaki, cuando yo aparezco recibo los recuerdos de lo que "Hizo" hasta ese momento, esos son recuerdos falsos que la propia existencia me da para ponerme al día sobre los eventos ocurridos... Aun cuando eso pasa, examino el mundo para ver si en realidad eso ocurrió, con la esperanza de ver si esta bien hecho, de si logre cumplir con mi objetivo... O si resulta ser un asqueroso y desagradable intento fallido y sin valor... Por eso es que este mundo aun existe, simplemente estaba examinándolo... Nada mas ni nada menos...—

 Había explicado la anomalía cósmica, mientras su rostro desfigurado de formas incomprensibles no dejaba ver ninguna sola expresión, su voz resonando con fuerza por toda la aldea semi destruida. una voz que emanaba poder y respeto, pero que a la vez hacia temblar de puro terror a todo aquel que la escuchaba.

Al notar la mirada aterrada del Uchiha, el ser simplemente movió uno de sus dedos, y con esa simple acción, lanzo una masiva onda de choque en contra del Susanoo, el cual no pudo reaccionar ante aquel ataque, terminado por perder la mitad de su cuerpo. es mas, el propio Sasuke vio con pánico como su brazo derecho había desaparecido por aquella simple acción de la criatura.

Era obvio que esto solo lo hizo apropósito, la única razón del que porque no estaba muerto, era porque eso no se lo permitía.

Sin dudarlo un solo segundo, Sasuke se dio media vuelta, usando todo su poder en un intento desesperado por escapar de aquella aberración de la propia realidad, aprovechando los escombros de la devastada Konoha para intentar perder de vista a aquella cosa.

Aquella acción solo causo una leve risa de diversión por parte del ente, el cual veía estas acciones del peli negro como algo sin sentido, era perfectamente capaz de verlo y sentirlo, aun si estuviera del otro lado del universo.

— Bien... Creo que es hora de que me deshaga de este pequeño fallo— Había hablado el ser con un tono de voz sumamente serio y firme.

Este planeaba eliminar de una vez por todas aquella falla, se aseguraría de que ninguna otra variante de Sasuke pudiera recordar nada sobre los mundos que el había creado.

Del pecho de la criatura, miles de brazos hechos de carne podrida emergieron, saliendo disparados en dirección del peli negro a una velocidad impresionante.

Aquellos brazos llegaron con el Uchiha y lo atraparon entre sus putrefactos dedos, su Susanoo no sirvió de nada, se deshizo como si fuera papel mojado entre las manos de aquella criatura. Sasuke gritaba totalmente aterrado y desesperado, al punto en que sus cuerdas bocales se destrozaban, lagrimas de desesperación salían de sus ojos, mientras sentía como aquellas asquerosas extremidades lo elevaban en el aire y lo acercaban rápidamente hacia aquella cosa.

Este pedía a gritos desesperados ayuda, que alguien, quien sea, lo salvara de aquel horrible monstruo, no le importaba quien, solo no quería que su vida terminara de aquella forma. Incluso, en su terror, rogo por ayuda de sus padres, incluso de su hermano... Pero nadie vino.

De esta forma, entre gritos y lagrimas de absoluta desesperación y terror, el cuerpo de Sasuke Uchiha tocaría la carne putrefacta y repugnante que formaba el cuerpo físico de aquella aberración, y al instante este seria completamente despedazado.

Su piel, carne, huesos y líquidos se separarían entre ellos, uniéndose y fundiéndose con aquella abominación de la propia existencia, al punto en que la propia alma del peli negro seria borrada del cosmos, habiendo tenido el mismo destino que los Otsutsukis.

Al final, formaron parte de Dios...

Cuando aquel grotesco y repugnante proceso termino, el ser solo miraría el horizonte de aquel mundo creado por el, viendo con lo que parecía calma, como el sol se estaba ocultando para dar paso a la noche.

Sin decir una sola palabra, el ente seria rodeado nuevamente por aquella hermosa luz, y en menos de un parpadeo, todo el universo y los espacio tiempo junto a el serian consumidos por esta, siendo borrados a nivel incluso conceptual.

Las formas de vida, tanto físicas como espirituales, ni siquiera pudieron darse cuenta de esto, siendo borrados en menos de un mili segundo.

Al final, solo quedo aquel ente, el creador de todo, flotando otra vez en ese lienzo blanco de infinita nada, donde ni siquiera habían conceptos. Y en el silencio de aquel lugar, la voz del ser resonó como un eco imponente.

— Otro intento fallido mas... Ya son 500 millones de veces y siempre es lo mismo... Odio que esto salga tan mal... Al menos, espero que con esto, la siguiente variante de Sasuke no pueda recordar nada...— Aquella entidad de pondría en posición fetal, abrazando sus piernas, mientras parecía que lloraba y reía al mismo tiempo, de una forma completamente enfermiza.

—Lo siento... De verdad, lo siento... Lamento haberte hecho esto, Sasuke... Pero... Tu no eres Sasuke... Te pareces a el, tienes su cara, pero no eres el... Esto es por un bien mayor, es por ellos... Al final, todo valdrá la pena... Ellos volverán y tendrán el final feliz que tanto se merecen...—

El ente acariciaría su propio rostro deforme, mientras sus palabras resonaban por la nada infinita. 

Él, que había sobrevivido a la destrucción de su mundo y de todo el universo, que había pasado por innumerables situaciones en donde todo estuvo acabado, y aun así sobrevivió... nunca se dio por vencido...

Si ni siquiera Dios pudo con el, nada lo detendría...

El había sobrevivido a todo, por que al fin y al cabo, estaba en su propia naturaleza el jamás rendirse, sin importar la situación...

El no era Dios...

Era... El Sobreviviente... Del universo original...

Fin del capitulo.

¡¡POR FIN!!¡¡POR FIN LO TERMINE!!.

Logre terminar este cap. Dios mío, puedo decir que sin dudas, fue el cap que mas he disfrutado escribir en todo el tiempo que llevo haciendo fanfics.

Espere con muchas ansias el hacer este capitulo, y de hecho, es al que mas empeño le puse para que quede excelente. Tome como inspiración varias cosas, desde el manga de Bibliomanía, hasta un par de videos Ruinas de Daniel Chávez.

Aun con eso, creo que me quedo muy bien el resultado final, estoy muy feliz con este cap.

También aclaro, que este no es el final de la historia, ni siquiera es la mitad, así que aun le falta bastante a este fanfic.

Sin mas, espero que les haya gustado este cap y dejen su voto para apoyarlo, también comenten sus opiniones que eso me ayuda a seguir.

1—10¿Que les parecio?.

¿Qué les gustó?.

¿Qué no les gustó?.

Sin mas que decir, me despido, adiós gente.




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