ℂ𝕒𝕡𝕚́𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟝
𝕌𝕟 𝕠𝕛𝕠 𝕕𝕖 𝕧𝕚𝕕𝕣𝕚𝕠 ¿𝕖𝕟𝕤𝕖𝕣𝕚𝕠?
Xander no podía creerlo, se había ido, Cinco había viajado en el tiempo. No importa cuánto insistió, cuantas veces expreso su preocupación, la ambición fue más grande.
El chico se encontraba caminando en dirección a su casa, caminaba a paso lento, mientras sostenía su mano derecha, esta poseía una mancha rosada como una quemadura, una que desconcertaba demasiado a Xander. En su desesperación, el había intentado parar a Cinco, pero cuando tomo su brazo no se teletransportó con el como solía suceder, cuando tomo su brazo sintió lo que solo se puede describir como una descarga eléctrica, una tan poderosa que Xander la sintió expandirse por todo su cuerpo.
No recordó como llego a su casa, ni los regaños de su padre, ni las miradas de lastima de sus hermanos, lo único que recuerda es llegar a su habitación, acostarse en su cama mientras Vanya se sentaba a su lado y el llorando en su falda.
...
Había pasado un año desde que Cinco se fue y nunca se le volvió a ver cerca de la academia, todos parecían tratar olvidar ya ese hecho, el único recordatorio que tenían de su hermano era una pintura colgada en centro de la sala de la casa.
Como cualquier adolescente, todos los niños de la academia se habían desarrollado, eran más altos, más grandes incluso sus poderes se habían agudizado. Todos crecieron a excepción de Xander, después del incidente parecía nunca cambiar, su altura era igual, ya no desarrollaba más masa muscular y lo más importante para el padre del chico, sus poderes ya no crecían.
-número Ocho, es hora de tu sesión-llamo con voz dura el padre de los niños.
Con desgano, Xander camino junto a su padre al laboratorio de la casa, todos sus hermanos sabían lo que pasaba allí por lo que lo miraron con compasión mientras caminaba. Después de mucha investigación, el padre de Xander descubrió la causa de su juventud. cuando tomo el brazo de Cinco, el poder de este no pudo teletransportarlo con él, pero si tuvo efectos secundarios, que eran congelar gran parte de Xander mismo en el tiempo.
-quítate el uniforme y recuéstate ya sabes el procedimiento-dijo el hombre al llegar a la habitación, la cual era similar al cuarto de un hospital, en él se encontraba su madre que, a diferencia de siempre, ya no poseía una sonrisa en su rostro, como si comprendiera la tortura que el niño soportaría.
Xander tenía la mirada en sus pies, ya se había quitado el uniforme quedando solamente en unos boxers, de manera casi automática se dirigió a la camilla en el centro de la habitación y se recostó en ella, la madre del niño empezó a sujetarle los brazos y las piernas con unas correas de la camilla, mientras el padre se acercaba para pegar unos extraños cables a la cabeza del chico que estaban conectados a su vez a una máquina.
-recuerda mantenerte sereno, trata de tener la mente en blanco y no moverte mucho-dijo la madre por primera vez para acercarse y posar un beso en la frente del chico. El padre no dijo nada, solo se acerca con una jeringa que contenía un extraño liquido azul en el interior. Xander cerró los ojos con fuerza sabiendo lo que se avecinaba.
El efecto fue inmediato, la maquina conectada a los cables empezó a emitir unos pitidos, Xander se empezó a retorcer en la camilla sintiendo el líquido correr por sus venas y como estas ardían, quemaban. Los ojos de Xander empezaron a brillar de verde eléctrico, y algunos objetos de la habitación empezaron a flotar, todo eso siendo contemplado con la mirada complacida del hombre.
Todos los hermanos Hargreeves estaban en distintos lugares de la mansión, pero eso no importaba, no importaba si se tapaban los oídos o trataban de ignorarlo, todos pudieron escuchar el desgarrador grito de dolor proveniente de la habitación.
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-un ojo, me levantaste a las 5 de la mañana por un maldito ojo.
Después del vergonzoso momento con Vanya, yo y Cinco nos quedamos a dormir en los sillones, estaba muy cómodo después de un día demasiado largo, pero la maldita voz de Cinco que me gritaba "¡despierta!" arruino el momento.
Al parecer, un ojo de vidrio fue lo único que quedo del causante del fin del mundo, y nosotros tenemos que rastrearlo y encontrar el paradero del sujeto. Justo ahora nos encontrábamos afuera de una fábrica de prótesis tratando de trazar un plan para que nos den información.
-si ya te expliqué el por qué-me repitió con cansancio como por tercera vez.
-mínimo pudimos quedarnos a desayunar-replique con desgano. Talvez estoy siendo irracional, pero nadie es racional con hambre.
-después lo haremos, primero tenemos que entrar ahí-dijo ya enfadado-escucha, vamos a entrar y necesito que leas la mente del encargado.
-bien-conteste entre dientes-pero después de esto me compras un sándwich.
-¡si! Te comprare un sándwich. Solo ayúdame-me contesto ya cansado. Admito que me gusta causar ese tipo de reacciones en él. Después de repasar una vez mal el plan, entramos al edificio. Subimos hasta el último piso donde encontramos a una secretaria en un escritorio, solo tuve que pedir que llame al encargado que resultó ser un simple doctor.
- ¿puedo ayudarlos? -pregunto el hombre acercándose a Cinco y a mí. Mientras eso pasaba estaba tratando de enfocarme, no recuerdo la última vez que entre por completo a la mente de una persona.
-necesito saber de quién es esto-contesto Cinco sacando el ojo de su bolsillo. El hombre se vio claramente confundido y quien lo culpa, no todos los días se ven a dos chicos en una fábrica sosteniendo un ojo de vidrio.
- ¿Dónde lo consiguieron?
- ¿Qué te importa? -se mofo Cinco para después soltar un quejido al sentir el pellizco en su brazo. ¿Por qué siempre estoy rodeado de idiotas?
-la encontramos en un patio de recreos-mentí rápidamente, formando una sonrisa falsa en mi rostro.
-exacto, debe haberse...salido-hablo Cinco copiando mi sonrisa, que parecía más una mueca engreída-queremos devolvérselo al dueño.
-Aw, que jóvenes tan considerados-hablo la secretaria con una pequeña sonrisa. Iba a agradecerle, pero Cinco y su mala actitud me interrumpieron.
-claro. Busca el nombre ¿sí? -contesto con la sonrisa más falsa que he visto.
-disculpa, pero los registros de pacientes son confidenciales-dijo el doctor ya perdiendo un poco su paciencia-significa que no puedo decir...
-se lo que significa-interrumpió, obviamente harto de que lo traten como un niño. Aunque se cómo se siente, se está desviando demasiado del plan.
-les diré lo que pueden hacer-hablo el hombre tratando de formar una sonrisa gentil-me quedare con el ojo y se la devolveré a su dueño. Seguro él o ella estará muy agradecido, así que si puedes...-dijo para tratar de tomar el ojo de la mano de Cinco. Esa era mi oportunidad, podía sentir sus pensamientos revolotear en su cabeza, estaba listo para entrar y buscar la información, pero la voz de Cinco me interrumpió.
-no toques ese ojo-dijo con el ceño fruncido. No entienden lo que me costó contenerme para no encarar su estupidez.
-escucha niño...
- ¡no! Tu escúchame imbécil-exclamo Cinco tomando al hombre del cuello para amenazarlo-pase mucho por esto, por mierda que tu cerebro no podría ni comprender, así que dame la información que necesito y seguiré mi camino.
-llama a seguridad-dijo el hombre temblorosamente a la secretaria, mientras veía a Cinco.
- ¡no llame a nadie! -exclame mirando a la secretaria, para después dirigirme al hombre el cual Cinco ya había soltado-disculpe a mí hermano, se pone muy ansioso a veces-me disculpe para pararme frente a Cinco, quien aún tenía una mueca de enojo.
-solo llévate a este loco de aquí-exclamo el doctor. No tuvo que mencionarlo dos veces, inmediatamente arrastre a Cinco fuera del edificio mientras despotricaba sobre lo ocurrido.
- ¡maldito imbécil arruina planes! ¡vine aquí para ayudarte, no para evitar que te arresten! -lo regañe a fuera del edificio.
- ¡nos dijo niños! -replico Cinco ya arto de mis regaños.
- ¡huy pobrecito, no es como que haya escuchado eso cientos de veces! - exclame con molestia-por tu culpa no pude ver nada en su cabeza.
-¡¿y por qué no entraste a su cabeza antes?! Sé que sabes lo que pienso tan solo estando cerca de mí.
-tu sabes que no funciona así-replique molesto, en ocasiones puede ser insoportable-esos son pensamientos superficiales, son tan fáciles de escuchar como la radio, pero entrar a los recuerdos de alguien es como ver una película infinita a una velocidad inimaginable.
-okey ya entendí, lo arruiné-cedió con el ceño fruncido-pero de todos modos...necesitamos un plan B.
En cuanto termino de decir eso, puso una expresión pensativa. Sabía que le había llegado una idea, lo malo es que también sabía de qué se trataba.
-oh no, Cinco eso es una mala idea...-intente decirle, pero ya era demasiado tarde.
-tenemos que ir a casa-en cuanto lo dijo, tomo mi mano y desaparecimos en una luz azul.
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-gracias a dios, estaba muy preocupada por ti-exclamo Vanya mientras entraba a la habitación de Cinco. Justo ahora me encontraba en el armario de la habitación junto con Klaus, el pan de Cinco eras pagarle a Klaus para que finja ser nuestro padre y conseguir información sobre el dueño del ojo, es obviamente una idea terrible, pero es lo mejor que tenemos hasta ahora.
- ¿Cuánto crees que tarden? -me susurro Klaus al oído. Esto es demasiado incomodo, estoy demasiado pegado a Klaus y lo único que tengo para distraerme son las voces de Vanya y Cinco.
-yo que sé, trata de no hablar.
-pero estoy aburrido-se quejó como un niño pequeño.
-entonces imagina algo-le dije tratando de callarlo, milagrosamente pareció funcionar ya que se quedó callado mientras tenía una mueca pensativa. Cuando volví a prestar atención a la conversación me di cuenta de que hablaban de mí.
- ¿Xander no estaba contigo? -le pregunto Vanya.
-sí, pero se fue a su departamento, seguramente a leer ya sabes cómo es- ¿eso qué significa?
-sí, lose...
-...¿Qué paso con ustedes? Eran muy unidos-pregunto Cinco. El maldito se estaba aprovechando de la situación.
-exacto "éramos", digamos que cambiamos mucho-explico Vanya-empezamos a distanciarnos poco a poco, mi libro solo derramo el vaso.
- ¿tu autobiografía? -pregunto Cinco, aunque fue más una afirmación.
-exacto... ¿ya la leíste? -pregunto con vos temerosa.
-sí, logre encontrar un ejemplar, fue...reveladora-dijo Cinco al no encontrar una palabra para describirla.
-él pensó lo mismo-menciono Vanya. Recuerdo bien ese dia, estaba tan molesto, me sentía herido y traicionado. No podía creer que mi hermana, mi gemela, hubiera hecho algo así. Me desconecte un poco de la conversación, solo pude escuchar como Cinco se excusaba para que Vanya saliera del cuarto, estaba por prepararme para salir del armario cuando de pronto sentí algo en mi muslo.
-Klaus, dime que no es lo que creo que es-dijo con los ojos cerrados.
-¿Qué? Tu dijiste que imaginara cosas. No es mi culpa que no pueda controlar mi cerebro.
- ¡oh por dios! ¡qué asco! -ni siquiera me di cuenta que usé mi poder cuando Klaus salió volando al otro lado de la habitación. Suerte que Vanya ya había salido del cuarto.
-eso fue increíble ¡otra vez! -exclamo Klaus a carcajadas. Yo solo trataba de contenerme de cumplir su deseo.
-¿te puedes callar? Te va a escuchar-lo regaño Cinco, mientras Klaus miraba con falsa tristeza su atuendo.
-esta todo arrugado.
-te dije que le pongas algo profesional-dijo en mi dirección, en cuanto vio la ridícula camisa verde con flores de Klaus.
-no es mi culpa, es literalmente lo más decente que encontré en su cuarto-me excusé. Era esa camisa o una de malla transparente.
-vamos a ver en el armario de papá-dijo Cinco saliendo del cuarto.
-lo que sea mientras me paguen.
-en cuanto terminemos-dije siguiendo a Cinco. Puede que justo ahora no se note, pero Klaus me cae bien, tan solo es que a veces es un poco...infantil.
-bueno, pero para estar claro en los detalles, solo debo ir a ese lugar y fingir que soy su papá, ¿cierto?
-sí, algo así-contesto Cinco de manera cortante. Él no es muy bueno soportando la personalidad de Klaus.
- ¿Cuál es la historia?
- ¿Qué historia? -pregunte.
- ¿era muy joven cuando los tuve? ¿Cómo a los 16? ¿muy joven y...terriblemente perdido? -nos preguntó actuando sus líneas.
-claro-respondí siguiéndole la corriente.
-tu madre, esa zorra. Quien quiera que haya sido. Nos conocimos en...la discoteca ¿sí? -nos dijo entusiasmado, como si fuera un niño pidiéndole algo a sus padres-y para el sexo, era increíble.
-que visión tan perturbadora a eso que llamas cerebro-exclamo Cinco con enfado.
-no tienes idea-le mencione. A veces odio poder ver los pensamientos, mas con mentes tan "imaginativas" coma la de Klaus.
-no me hagan castigarlos.
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Ya termino el semestre, es posible que repruebe algebra, pero ya que.
Al menos tendré más tiempo para escribir. Tarde un poco con este capítulo y sinceramente no sé porque, simplemente no sabía que poner, pero bueno aquí está recién salido del horno. ᕕ( ᐛ )ᕗ
Dejen estrellita y síganme a mi perfil para más historias, por favor. ヘ(^_^ヘ)
-ℍ𝕒𝕤𝕥𝕒 𝕢𝕦𝕖 𝕝𝕒 𝕆𝕤𝕔𝕦𝕣𝕚𝕕𝕒𝕕 𝕟𝕠𝕤 𝕝𝕝𝕒𝕞𝕖
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