𝔼𝕝 𝕒𝕟𝕔𝕚𝕒𝕟𝕠 𝕒𝕟𝕦𝕟𝕔𝕚𝕒 𝕖𝕝 𝕗𝕚𝕟 𝕕𝕖𝕝 𝕞𝕦𝕟𝕕𝕠

- ¿eso es sangre? -pregunto Vanya después de observarnos por un minuto. Cinco, estaba sentado en un sillón a mi lado con una expresión seria en su rostro mirando atentamente a Vanya, yo trataba conservar la calma y no generar un ambiente incomodo, pero la mirada penetrante de Vanya no ayudaba.

-no es nada, Xander curo mis heridas-contesto Cinco como si fuera una trivialidad.

- ¿heridas? -pregunto esta vez con más preocupación alternando su mirada entre Cinco y yo, como si buscara una prueba de tales heridas.

-larga historia-mencione tratando de acabar con el tema.

-... ¿Qué hacen aquí? -pregunto con voz apagada. Estaba por endulzar la respuesta para no decirle "porque nos quedaba más cerca" pero Cinco se me adelanto.

-decidí que eres la única en la que podemos confiar-le contesto monótonamente. Debo admitir que es una mejor respuesta de la que yo hubiera dado, tal vez haya mejorado el hablar con otras personas.

- ¿Por qué yo?

-porque eres ordinaria-retiro lo dicho, sigue siendo un idiota sin habilidades sociales. Le di un golpe en la nuca recibiendo una mirada molesta de su parte, yo solo hice una seña hacia Vanya quien había bajado la mirada ante las palabras de Cinco. A pesar de nuestros problemas, la conozco bien y sé que cosas así la afectan mucho, Cinco tan solo suspiro para reformular la respuesta-porque escucharas.

Vanya nos miró expectante, indicando que Cinco prosiguiera. El volteo a mi lado buscando mis ojos con su mirada, no pude interpretar bien sus pensamientos, solo sé que recordaba algo y ese algo le causaba miedo. Ya arto de la espera, coloque mi mano en su hombro para tratar de darle valor.

-Cinco dinos que sucedió, ¿Por qué te persiguen? –pregunte tratando de convencerlo. El bajo la cabeza y cuando pensé que mis intentos habían sido en vano empezó a hablar.

-cuando salte y quede atrapado en el futuro... ¿saben lo que halle? –nos preguntó con voz apagada, yo y Vanya negamos y después de un momento de vacilación nos lo revelo-nada. Absolutamente nada-yo y Vanya nos miramos en silencio, ella parecía casi tan perpleja como yo, no sabía si entendía siquiera el significado de las palabras de Cinco-hasta donde sé, yo era el único ser con vida que quedaba. Nunca descubrí quien o que mato a la raza humana-siguió contando, tan bajo que era casi un murmuro-el mundo se acaba en ocho días. Y no tengo idea de cómo evitarlo.

En cuanto termino hubo un silencio total, ninguno dijo una sola palabra. Cinco se veía desecho, como si el solo recuerdo lo lastimara, quería consolarlo, tomarle la mano para darle apoyo, pero mi cuerpo no respondía. En mi cabeza seguían rondando las palabras de Cinco, el mundo se acabará en ocho días, ¿cómo alguien debería reaccionar ante esa noticia? Fue Vanya quien rompió ese silencio, parándose casi automáticamente con la mirada perdida en alguna parte.

-voy a preparar café.

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En medio del día en la mansión Hargreeves se escucharon unas suaves campanadas provenientes de una mujer quien sostenía dicho instrumento en la mano, esperando pacientemente junto al comedor de la casa. Después de oír las campanadas, ocho niños empezaron a bajar las escaleras, sus pasos eran tan sincronizados y marcados que parecían soldados marchando a la batalla. Cada uno se colocó atrás de una silla de la larga mesa, estaban quietos sin mover un solo musculo. De repente un hombre hiso acto de presencia, se paró en la cabecera de la mesa, pero a diferencias de los niños el movió la silla y se sentó en ella mirándolos de forma autoritaria.

-Siéntense-ordeno el hombre. Inmediatamente los niños rompieron la formación para sentarse en su respectivo asiento, empezaron a degustar sus platos en total silencio, solo escuchando la grabación de un hombre que daba un monologo informativo de fondo, para disfrute del padre de los niños. Todo parecía tan normal, esa era la rutina, era algo de todos los días, solo comer mientras se escuchaba una grabación de fondo. Nada podía perturbar el ambiente, o eso parecía ya que el sonido de un cuchillo clavándose en la mesa llamo la atención de todos los presentes.

-Número Cinco-llamo el hombre, enojado por la interrupción.

-tengo una duda-informo Numero Cinco con una falsa sonrisa. A su lado un chico de cabello castaño y rulos le dio una patada debajo de la meso lanzando una mirada de advertencia. El chico sabía lo que Cinco preguntaría a su padre, era el mismo tema que habían estado discutiendo durante los últimos días. Cinco ni siquiera se inmuto ante el golpe, mirando con atención a su padre, esperando una respuesta de su parte.

-el conocimiento es un objetivo admirable, pero sabes que está prohibido hablar durante las comidas-señalo el hombre sin dejar de picar su comida con el tenedor, dirigiéndola a su boca-estas interrumpiendo a Herr Carlson.

-quiero viajar en el tiempo-exigió número cinco soltando el cubierto en su mano en un gesto de molestia.

-No-contesto el hombre con autoridad siguiendo comiendo de su plato.

-pero estoy listo-se quejó el chico parándose de su asiento-he practicado mis saltos espaciales como dijiste-al terminar de decir eso, numero desapareció en una luz azul volviendo a aparecer junto a su padre- ¿ves?

-un salto espacial es trivial comparado con lo desconocido del viaje en el tiempo: uno es como deslizarse en el hielo, el otro como descender ciegamente en las profundidades de aguas congeladas y reaparecer como una bellota-explico el hombre tomando un sorbo de su copa siguiendo con su comida, ignorando al chico a su lado quien solo tenía una mueca de confusión.

-no entiendo-expreso el chico con frustración.

-por eso mismo. No estás listo.

Número Cinco no entendía a su padre, siempre les exigía mas, mas entrenamiento, mejor rendimiento, ser mejor en todas las áreas, pero cuando él quiere avanzar en su poder se lo niego como su fuera un pequeño niño tonto. Con rabia desvió la mirada encontrándose con unos ojos verdes que parecían suplicarle parar de insistir en el tema, pero el podía viajar en tiempo, y podía demostrarlo.

-no tengo miedo-dijo el chico como último intento de convencer a su padre.

-eso no es el problema. Los efectos que podrían tener tu cuerpo, incluso en tu mente, son impredecibles-explico con enojo, ya cansado de la insistencia de su hijo-escucha, te prohíbo seguir hablando sobre esto-dijo el hombre con voz autoritaria dando fin a la discusión. Número Cinco resoplando con irritación volteo a ver a su compañero quien solo negó con la cabeza al ver la intención del chico, pero ya era demasiado tarde.

- ¡número Cinco, no te autorice a marcharte! -llamo el hombre al ver al chico correr fuera de la mansión, el de ojos verdes miraba la escena con preocupación, mas no podía quedarse sentado mirando a Cinco huir- ¡Número Ocho!

Afuera de la mansión, Numero Cinco empezó a disminuir sus pasos, ya era la hora, pensó Cinco, puedo probar que soy capaz. Cinco empezó a visualizar las ecuaciones en su cabeza, estaba preparándose, estaba por viajar al futuro, pero una mano en su hombro lo detuvo.

-Xander...

-Cinco, no lo hagas-suplico Xander aun sosteniendo el hombro de Cinco-to y yo sabemos lo arriesgado que es.

- ¿Xander, no lo entiendes? Puedo hacerlo, puedo hacer lo imposible...

- ¡pero ya hicimos los cálculos! cualquier cosa podría pasar, deformar la realidad, incluso rasgar el tiempo. Cinco, podrías morir-dijo Xander con voz quebrada. Cinco estuvo tentado a hacer caso, calmar a Xander y volver a la academia. Pero ya había tomado su decisión.

-lo siento-hablo Cinco, para acercarse al más bajo juntar sus bocas, era algo que tenía que hacer, era una promesa de que volvería, ignoraron a la gente de su alrededor que seguramente veían la escena con estupor mas no interrumpieron el beso, al separarse cinco apoyo su frente con la del contrario mientras sus alientos se mezclaban por la cercanía-espérame, al anochecer estaré tocando la puerta de tu habitación. Lo juro-Al separarse no tuvieron que decir nada más, Cinco tan solo se dio la vuelta con intención de usar su poder, antes de saltar casi juro sentir la mano de Xander en su brazo, pero cuando se dio la vuelta ya no estaba. De hecho, todo había cambiado, el cielo antes nublado estaba despejado y la gente alrededor usaba ropa de verano, lo había logrado pensó Cinco, había viajado en el tiempo.

No pudo evitar la sonrisa que surgió en su rostro, lo había logrado más cinco no se iba a quedar solo ahí, empezó a caminar por la acera mientras volvía a usar su poder, ahora estaba oscuro y nevaba, no sabía cuánto había avanzado pero la emoción era demasiado grande para detenerse.

- "que no estoy listo" si claro-se mofo Cinco con burla, mientras volvía a usar su poder, pero esa vez fue diferente. Los edificios a su lado estaban destruidos y en llamas, en todas partes parecía a ver escombros y el cielo estaba gris de lo que parecía ceniza, la emoción que Cinco sentía se fue por completo y una sensación de terror empezó a inundarlo, sin saber que hacer empezó a correr en dirección a la academia.

En el camino pudo notar algunos cuerpos de personas tendidos en las calles, algunos carbonizados y otros simplemente irreconocibles o bajo escombros. Al llegar frente a la academia, ya no se encontraba la imponente mansión, ahora solo se veía las cenizas de lo que alguna vez fue su hogar.

- ¡Xander!, ¡Vanya! -grito desesperado, empezando a buscar a sus hermanos- ¡Ben! ... ¡Papa!, ¡alguien!

Cinco al no notar ninguna respuesta intento usar su poder para volver a su época, pero su poder no parecía funcionar.

- ¡Vamos! -grito frustrado al no poder volver a su época, finalmente se rindió arrodillándose frente a la academia sintiendo su mente inundarse de preguntas siendo una destacada.

¿Qué fue lo que había pasado?

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-sobreviví con sobras, comida enlatada, cucarachas, lo que pudiera encontrar-conto cinco con voz susurrante. Vanya había traído una taza a cada uno, aunque no había tomado ni un sorbo de la mía, estaba demasiado inmerso en Cinco- ¿conocen el rumor de que los twinkies nunca caducan?

Vanya y yo asentimos en respuesta. De hecho, recordaba ese rumor, era algo que se decía cuando éramos niños.

-es pura mentira-dijo con desprecio, como si los twinkies lo hubieran ofendido.

-déjenme ver si entendí-hable logran captar la atención de ellos. me gusta pensar que soy una persona mayormente racional y que había visto demasiadas cosas como para que algo realmente me sorprenda. Pero esto era demasiado para procesar-viajaste hasta, literalmente, el fin del mundo, no pudiste regresar y sobreviviste a base de cucarachas y twinkies caducados.

-...básicamente-me contesto Cinco con simpleza.

-no puedo ni imaginarlo-dijo Vanya con voz apagada.

-haces lo que sea para sobrevivir o mueres-dijo Cinco sorbiendo su café-nos adaptamos. Superamos lo que el mundo nos pusiera en frente.

Espera.

- "¿nos?"

- ¿tiene algo más fuerte? -pregunto Cinco claramente evitando la pregunta. No pude evitar sentir el sentimiento que evitaba admitir, eran celos.

Vanya asintió ante el pedido parándose de su asiento en dirección a la cocina, Cinco y yo nos quedamos en un silencio poco cómodo que no tarde en romper.

- ¿Por qué te persiguen esos tipos?

-simplemente no soy de su agrado-me contesto con el ceño fruncido.

-Cinco, acabas de decir que pasaste 45 años solo en el fin de los tiempos siendo tú el único ser vivo ¿Cómo rayos conociste a esas personas? –cuestioné con firmeza, no sufrí un disparo solo para recibir respuestas vagas.

-no es algo de lo que tengas que preocuparte...

-cinco, mate a varios hombres porque tenías un puto rastreador en tu brazo, lo menos que espero es una explicación.

Parecía que iba a soltar otra excusa, pero Vanya se acercó para entregarnos un bazo wiski, salvándole el trasero.

-es mucho que procesar-dijo Vanya-...no sé si logro entenderlo completamente.

-...no me crees ¿verdad? -pregunto Cinco amargamente.

-no es eso solo... ¿Por qué no volviste? -tengo que admitir que esa pregunta es algo tonta, pero no puedo culparla, yo preguntaría lo mismo en su posición.

-claro ¿Cómo no pensé en eso? -contesto con sarcasmo-el viaje en el tiempo es aleatorio. Entre al hielo y nunca fui una bellota-dijo refiriéndose a las palabras que le había dicho el viejo hace años.

-Cinco, tan solo esta confundida-dije tratando de tranquilizarlo.

- ¿creen que no intente de todo para regresar con mi familia? -eso me agarro desprevenido, nunca había visto a Cinco tan desesperado, al menos no de esa manera-esto fue un error. Ambos son muy jóvenes, ingenuos, no lo entienden.

¿yo que hice?

- ¡Cinco! -lo llame intentando evitar que se fuera, el solo soltó un suspiro para girarse-Cinco solo tenemos dudas. Es todo.

-miren es muy noche, todos estamos cansados y yo tengo clases temprano-dijo Vanya al ver la falta de respuestas de Cinco-debo dormir, y segura que ustedes también. ¿Qué tal si duermen a aquí? Mañana podemos charlar tranquilos.

Afortunadamente eso pareció convencer a Cinco quien asintió, asiéndome soltar el aire que no sabía que contenía.

-bien les traeré mantas-dijo Vanya para dirigirse a su habitación. Cinco, ya con aspecto cansado, se sentó en el sofá en una pose pensativa, yo solo me pare frente a él sin tener idea de que decir.

-fue un dia duro ¿no es así? -dije con una sonrisa que se borró al instante de ver el rostro de "si no me dices no me entero" del contrario-lose, mal chiste.

Cinco tan solo negó con la cabeza, para seguir con su pose pensativa.

-escucha, sé que no lo he demostrado, pero...-sin poder evitarlo me acerque a él para abrazarlo enterrando mi rostro en su cuello-te extrañe...mucho-Cinco pareció no reaccionar, pero de repente sentí su mano mi barbilla intentando que lo vea a los ojos. Ni si quiera supe en que momento nos empezamos a besar, tan solo sabía que en un momento estaba abrazándolo y al otro estaba sentado en sus piernas con sus labios sobre los míos, cuando nos separamos por falta de aire, pude observar a Cinco quien tenía un, casi imperceptible, sonrojo.

-yo también te extrañé-confeso con una sonrisa-no hubo un solo dia que no pensara en ti, en ocasiones era aterrador-no pude evitar reírme. Cuando nos acercamos para volver a unir nuestros labios, una voz al otro lado de la habitación nos hiso separarnos. El voltear pudimos ver a Vanya, que tenía un profundo sonrojo en las mejillas evitando mirarnos fijamente.

-Yo am...les traje las mantas.

Genial, más explicaciones.

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¡MALDIGO A LAS CLASES VIRTUALES! （;≧皿≦）

Perdón por la tardanza, pero no he podido subir capítulos, por las toneladas de tareas que me han llegado. Enserio parecen infinitas y se han comido gran parte de mi tiempo.

Aun me siento mal de no publicar capitulo desde hace casi dos meses y todavía es un capitulo algo corto.

Ahora que tengo más tiempo, voy a tratar de subir el siguiente capítulo más largo.

En otras noticias, acabo de subir una historia que tenía en borradores, es Peter Parker x Male OC, si les interesa leerlo esta en mi perfil, apenas llevo un capitulo que es el Cast de la historia, pero esta semana subiré el prólogo.

Eso es todo, gracias por leer. ヽ( 'ω' )ﾉ

-ℍ𝕒𝕤𝕥𝕒 𝕢𝕦𝕖 𝕝𝕒 𝕆𝕤𝕔𝕦𝕣𝕚𝕕𝕒𝕕 𝕟𝕠𝕤 𝕝𝕝𝕒𝕞𝕖