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𝟠. 𝕆ℕ𝔼 π•Šβ„π•†π•‹: ℂℍ𝕆𝕀 π•π”Όπ•†β„•π•π•Œβ„•, 𝕂𝔸ℕ𝔾 π•‹π”Έπ”Όβ„π•π•Œβ„• - 𝔽ℝ𝔸𝕋𝔼ℝℕ𝕀𝔻𝔸𝔻


Hacerte amiga de los chicos de la fraternidad nunca fue parte de tu plan para la universidad.

Por desgracia, aquΓ­ estΓ‘s, dos de ellos bΓ‘sicamente unidos quirΓΊrgicamente a tu cadera. Tu primer semestre de tercer aΓ±o ha estado lleno de sorpresas hasta ahora, siendo tu floreciente amistad con Yeonjun y Taehyun la mΓ‘s significativa; Lo que comenzΓ³ como socios para un proyecto se ha transformado en una estrecha amistad con los dos chicos, y su nueva norma ahora consiste en tomar Starbucks juntos antes de ir a clase, ir al gimnasio con uno o ambos a cuestas y, para bien o para mal, asistir a las infames fiestas de su fraternidad todos los fines de semana.

Y tienes suerte: acabas de llegar a uno.

Mientras subes los escalones de la gigantesca casa de Tau Chi Tau, ves el cabello rubio brillante de uno de los juristas de guardia, tu prenda favorita, en realidad.

"Β‘Sunoo!", lo saludas, abrazΓ‘ndolo tan pronto como lo alcanzas. Γ‰l corresponde fΓ‘cilmente, sus labios se curvan en una pequeΓ±a sonrisa antes de alejarse.

"Llegas tarde", bromea. "Tus novios ya estΓ‘n muy por las nubes".

Te burlas, dΓ‘ndole un codazo en el hombro con el puΓ±o cerrado. "En primer lugar, no son mis novios. En segundo lugar, sabΓ­an que no iba a estar aquΓ­ por un tiempo, y les prometΓ­ que serΓ­a su director de fotografΓ­a esta noche, asΓ­ que te encoges de hombros. Pone los ojos en blanco juguetonamente, pero te abre la puerta de todos modos.

"SΓ­, sΓ­, lo que sea. DeberΓ­an estar en el sΓ³tano", dice, haciendo un gesto para que entres. "Solo ten cuidado, apesta ahΓ­ abajo".

Te rΓ­es. "Gracias, amigo".

Cuando la puerta principal se cierra detrΓ‘s de ti, disfrutas del estado de la casa. El aire es caliente y hΓΊmedo contra tu piel, tus zapatos se atascan en el piso que estΓ‘ cubierto de lΓ­quidos que preferirΓ­as no identificar. Una canciΓ³n de rap retumba en tus oΓ­dos, y asientes con la cabeza al ritmo mientras te deslizas entre un pequeΓ±o espacio entre dos grupos, llegando finalmente a la puerta que conduce al sΓ³tano. En el momento en que lo abres, el potente hedor de la hierba bombardea tus sentidos. Tu nariz se arruga, Sunoo no se equivocΓ³.

En vano, agitas la mano frente a tu cara mientras haces tu descenso. La neblina que flota en el aire se vuelve un poco mΓ‘s espesa a medida que avanzas, tu ΓΊnico objetivo ahora es sacarlos de aquΓ­ antes de que comiences a sentir los efectos tambiΓ©n. Eventualmente tiene que conducir, por el amor de Dios, y no estΓ‘ buscando obtener un DUI en el corto plazo. Con un ΓΊltimo paso, llegas al final de la escalera. La mΓΊsica es mΓ‘s tranquila aquΓ­ abajo, pero el olor es mucho peor que arriba. Una risa familiar atrae tu atenciΓ³n hacia el sofΓ‘ que da la espalda a ti, dos cabelleras muy familiares llaman tu atenciΓ³n. Mientras te acercas sigilosamente detrΓ‘s de ellos, presionas tu dedo Γ­ndice contra tus labios, diciΓ©ndole en silencio a Beomgyu, que se sienta en el sofΓ‘ frente a ellos, que se quede callado. simplemente te sonrΓ­e.

"Y/N estΓ‘ aquΓ­", dice. Molesto, le das la vuelta al pΓ‘jaro y le envΓ­as una mirada hirviente antes de inclinarte sobre el respaldo del sofΓ‘, tu ceΓ±o fruncido rΓ‘pidamente es reemplazado por una sonrisa. Dos pares de ojos de borde rojo encuentran los tuyos, abriΓ©ndose en tΓ‘ndem cuando se dan cuenta de que, de hecho, estΓ‘s allΓ­.

"Β‘Mi bebΓ©!", grita Yeonjun, sus manos se extienden para tirar de ti hacia Γ©l. Sus labios se encuentran con tu frente, presionando un beso agresivo allΓ­, las palmas aplastando tus mejillas para mantenerte en su lugar. Te esfuerzas por alejarte de su agarre, ignorando su puchero y sus insistentes manos una vez que lo haces. Lo sacas uniendo tus dedos con los suyos.

β€”Llegas mΓ‘s tarde de lo habitual β€”comenta Taehyun a su lado, con una sonrisa grabada permanentemente en sus labios, la vista es un testimonio de su estado de embriaguez. A diferencia de Yeonjun, Γ©l no se mueve para tocarte, perfectamente contento con mirar.

"Literalmente te dije antes que tenΓ­a que entregar un papel a las doce", le recuerdas, retirando tus manos de las de Yeonjun mientras das la vuelta al costado del sofΓ‘, con el objetivo de sentarte en el brazo. Es decir, hasta que Yeonjun te jala entre ellos para que descanses sobre su muslo izquierdo y el derecho de Taehyun. Yeonjun envuelve un brazo alrededor de tu cintura, mientras que Taehyun apoya una mano en la parte superior de tu muslo. Haces todo lo posible por no retorcerte. Son tus amigos, pero no estΓ‘s jodidamente ciego.

β€”PodrΓ­as haberme pedido ayuda β€”murmura Taehyun cerca de tu oΓ­do, apretando la carne de tu musloβ€”. Su cΓ‘lido aliento te hace cosquillas en el costado del cuello y tragas saliva. Justo enfrente de ti, Beomgyu se encuentra con tu mirada nerviosa, con una ceja divertida levantada mientras se hunde mΓ‘s en el sofΓ‘. Apartas los ojos de Γ©l para concentrarte en tus dedos que se mueven en tu regazo.

"Yo-yo no querΓ­a molestarte", admites, y Γ©l suelta una risita. La mano que no estΓ‘ sentada en tu muslo se estira para pellizcar tu mejilla.

"Eres tan lindo", dice, y por alguna razΓ³n, los elogios van directamente a tu centro. "No me habrΓ­a importado".

Bien, es hora de irse. Crees que no puedes soportar mΓ‘s de su PDA, y empiezas a sentirte un poco raro despuΓ©s de inhalar todo ese humo. Si quieres llegar a su apartamento, tienes que irte ahora mismo. De pie, estiras las extremidades en un pobre intento de librarlas de su temblor.

"Es hora de irse", dices, volviΓ©ndote hacia ellos. Sus ojos estΓ‘n oscuros y encapuchados mientras te miran. Vacilas un poco, tropezando cuando Yeonjun se inclina rΓ‘pidamente hacia adelante y te vuelve a tomar en sus brazos.

"Β‘Pero no quiero!" Yeonjun gime, tirando de ti hacia el sofΓ‘ y directamente sobre su regazo, su agarre alrededor de tu cintura se aprieta lo suficiente como para que seas atraΓ­do contra su pecho. "Β‘Diez minutos mΓ‘s!"

Suspirando, te mueves en sus manos, en vano. Miras a Taehyun en busca de ayuda, solo para encontrarlo riΓ©ndose al verlo. Entonces, te viene a la mente una idea, algo que sabes que les gustarΓ‘ a ambos.

Giras la cabeza hacia Yeonjun. "ΒΏY si te llevo a McDonald's?"

Eso los pone en marcha. DespuΓ©s de una ΓΊltima mirada extraΓ±a y un gesto grosero de Beomgyu, los guΓ­as fuera de la casa y hacia el auto de Yeonjun. Taehyun monta una escopeta, mientras Yeonjun murmura en la parte de atrΓ‘s sobre cΓ³mo ese es un trato injusto, despuΓ©s de todo, es su auto. A pesar de las quejas iniciales de Yeonjun, el viaje al McDonald's mΓ‘s cercano estΓ‘ lleno de cantos fuertes y desafinados de Yeonjun y risas histΓ©ricas de Taehyun. Hace que tus ojos se pongan en blanco, pero una pequeΓ±a sonrisa tira de tus labios todo el tiempo.

"Tienen suerte de que los amo, chicos", murmuras, deteniΓ©ndote en un lugar en el estacionamiento despuΓ©s de darle al trabajador del autoservicio el pedido mΓ‘s grande que probablemente haya recibido, cavando en tu McFlurry mientras inhala silenciosamente sus hamburguesas, papas fritas y sus propios McFlurrys. El ritmo al que comen impresiona y aterroriza a la vez.

Tan pronto como los tres hayan terminado, comienzan el viaje hacia su lugar. Asumes que te dejarΓ‘n quedarte dado lo tarde que es, y no es como si alguna vez les hubiera importado antes. DespuΓ©s de unos minutos, te das cuenta de lo extraΓ±amente callados que estΓ‘n, y miras hacia arriba para encontrar a Taehyun mirΓ‘ndote, con los ojos sin parpadear y lleno de una emociΓ³n que no puedes ubicar. Vuelves con la cabeza a la carretera, hasta que escuchas un agudo chispazo en la espalda. Mirando a travΓ©s del espejo retrovisor, encuentras el encendedor de Yeonjun a punto de un nuevo porro que descansa entre sus labios de felpa, la llama brillante y acercΓ‘ndose cada vez mΓ‘s al papel.

"Amigo, no vas a hacer una caja caliente en este coche", te quejas. "Deja el puto encendedor".

"Es mi coche. Puedo hacer lo que quiera β€”murmura desafiante, mientras el encendedor se acerca precariamente de nuevo e ilumina su rostro en el oscuro asiento traseroβ€”. Balanceas un brazo entre los dos asientos delanteros en un mal intento de agarrar el encendedor. Una mano que se mueve hacia tu muslo, la mano de Taehyun, y la aprieta casi hace que desvΓ­es el auto antes de volver a tomar el control.

Miras al chico que estΓ‘ a tu lado mientras sus dedos suben y bajan por la parte interna de tu muslo, el pΓ‘nico te atrapa las pupilas, pero te distraes una vez mΓ‘s cuando regresa la llama en tus perifΓ©ricos. "Yeonjun, lo juro por Dios..."

β€”ΒΏNo quieres un poco? β€”interrumpe Taehyun, su mano se detiene en un trozo de piel en lo alto de tu muslo, peligrosamente cerca de tu centro. "Trabajaste duro hoy, deberΓ­as soltarte".

El estrΓ©s acumulado en tus mΓΊsculos se ha vuelto casi abrumador, y pensarΓ­as que desaparecerΓ­a despuΓ©s de que tu trabajo estuviera fuera del camino, pero no. Honestamente, todo lo que quieres hacer en este momento es relajarte, y la oferta de Taehyun es mΓ‘s que tentadora, pero tampoco quieres estrellar el auto de Yeonjun. Al mismo tiempo, se encuentra a poca distancia de su apartamento, asΓ­ que tal vez...

"Muy bien. Simplemente, dΓ©jame estacionar primero", concedes, deteniΓ©ndote en el estacionamiento vacΓ­o mΓ‘s cercano, estacionando en la esquina trasera oscura y luego apagando los faros. Girando en tu asiento, encuentras a Yeonjun ya preparado con un viejo frasco de pastillas lleno de porros prelados. una cantidad increΓ­ble de ellos, en realidad. Agarras uno y lo colocas entre tus labios, alcanzando el encendedor en la otra mano de Yeonjun, solo para que Γ©l lo retire.

"No, uh", dice con una sonrisa perezosa. "ComerΓ©".

Con curiosidad, te inclinas hacia adelante, preguntΓ‘ndote cuΓ‘l es exactamente su juego. Deja la botella en el suelo y sus dedos se estiran para agarrar tu barbilla, las yemas de los dedos se clavan ligeramente en la piel mientras levanta el encendedor y enciende el porro para ti. Tu estΓ³mago se revuelve, tus muslos se cierran automΓ‘ticamente alrededor de la mano de Taehyun. Apartando la cara, vuelves a girar hacia el frente, con el corazΓ³n acelerado en el pecho mientras recibes tu primer golpe. luego otro. Bloqueas los otros dos mientras permites que tu subidΓ³n se apodere de ti. No te das cuenta de que el agarre de Taehyun sobre ti se desvanece.

En el transcurso de lo que crees que son unos minutos, tu cuerpo comienza a relajarse en el asiento, con la cabeza echada hacia atrΓ‘s contra el reposacabezas mientras tu cerebro se nubla. Los ojos borrosos miran fijamente el techo gris. Finalmente te das cuenta de lo caliente que estΓ‘, y luego te das cuenta de la gran cantidad de humo que flota mΓ‘s allΓ‘ de tu visiΓ³n. Un dedo te toca la mejilla y sigues la mano hasta Taehyun. SonrΓ­es inconscientemente.

"Tan ligero, tan lindo", dice, golpeando su dedo contra tu mejilla nuevamente. Te das cuenta de que no tiene un porro propio. "Dame un golpe".

"Hazte con el tuyo", respondes con un zumbido desafiante, con las mejillas calentΓ‘ndose mientras proteges en broma tu articulaciΓ³n con tu cuerpo. Suspira.

"Vamos, solo quiero probar algo. ConfΓ­as en mΓ­, ΒΏverdad?", murmura. Parpadeando con fuerza, tardas un momento en enviarle un asentimiento letΓ‘rgico. Te quita el porro de los dedos con facilidad. "AcΓ©rcate".

Obedecen, inclinΓ‘ndose hasta que apenas unos centΓ­metros separan sus rostros. Te agarra por el cuello de la camiseta y te insta a que te acerques. Sus ojos revolotean hacia tus labios antes de volver a encontrarse con tu mirada, como si la hierba no fuera suficiente, toda esta situaciΓ³n te estΓ‘ mareando aΓΊn mΓ‘s.

En silencio, empuja un pulgar contra tus labios, presionando hacia adelante para separarlos. Tu boca se acomoda inmediatamente al dedo, y presiona contra tu lengua por un momento antes de arrastrarse hacia tu labio inferior, tu saliva se mezcla con tu brillo de labios. Algo silencioso y patΓ©tico suena en tu garganta, tu respiraciΓ³n tartamudea en tu pecho cuando se muerde el labio, sus ojos grandes y grandes estΓ‘n lejos de ser inocentes mientras te mira.

"Mantenlo abierto", ordena en voz baja, en voz baja y exigente, antes de retirar el pulgar por completo. Te sientas allΓ­, con la boca abierta como un pez fuera del agua mientras Γ©l coloca tu porro en sus labios e inhala profundamente. La costura de sus labios se cierra inmediatamente. Luego, se inclina, sus labios a escasos milΓ­metros de los tuyos. Sostiene tu mirada mientras abre la boca y sopla el humo en tu boca, y lo inhalas con una respiraciΓ³n temblorosa. Viaja por la garganta y llega a los pulmones, pero el calor que se propaga por el cuerpo no proviene del humo, no, es algo abrumadoramente febril. necesitado, desenfrenado.

En el momento en que tus ojos se cierran, los labios de Taehyun estΓ‘n en los tuyos, el sabor dulce del helado que comiΓ³ antes. El humo que exhalas pasa entre tus bocas entreabiertas, desplazΓ‘ndose hacia la cabina del coche. Tantea el portavasos, luego su refresco, usando una sola mano para abrir la tapa antes de sumergir el porro encendido en el lΓ­quido, el movimiento de sus labios es inquebrantable todo el tiempo. No pierde el tiempo en enroscar la palma de su mano alrededor de la nuca, acercΓ‘ndote mΓ‘s mientras te devora entera.

"Joder", se oye vagamente jadear a Yeonjun, demasiado lejos en la sensaciΓ³n del beso lΓ‘nguido y manchado de saliva. Se siente como si estuvieras flotando en la cima de una nube y te mueves para agarrar su bΓ­ceps y conectarte a tierra. Taehyun desliza su lengua por tus labios, enroscando el mΓΊsculo alrededor de los tuyos e inmediatamente estableciendo su poder sobre ti. Lloriqueando en su boca, intentas alejarte, solo para que Yeonjun ahueque tu rostro y se haga cargo del beso. La mano de Taehyun se desliza por tu cuello y hasta uno de tus pechos cubiertos, tanteando el suave montΓ­culo de carne sobre la tela de tu camiseta. Gimes en la boca de Yeonjun.

Unas manos suaves te empujan por encima de la consola central y hacia atrΓ‘s, pero Yeonjun no rompe el beso mientras te recoge en su regazo, tus muslos temblorosos a horcajadas sobre sus caderas. Sientes que su polla presiona directamente en tu centro cuando te presiona por las caderas. Tus brazos se echan alrededor de su cuello, tus labios encajan contra los suyos como una pieza de rompecabezas a juego. El auto se balancea cuando Taehyun tambiΓ©n se desliza hacia atrΓ‘s, pero Yeonjun se niega a compartirte, las caderas se inclinan hacia arriba para moler su erecciΓ³n con mΓ‘s fuerza contra tu nΓΊcleo vestido con bragas.

β€”Deja de acapararla, imbΓ©cil β€”gruΓ±e Taehyun a tu lado, levantΓ‘ndote la falda en el proceso para revelar tus bragas de encaje a sus ojos. El hombre a tu lado acaricia la hinchazΓ³n de tu antes de dar un ligero golpe. Sacudes encima de Yeonjun con un chirrido patΓ©tico, y su mano vuelve a bajar. En marcado contraste con sus acciones, su tono es amable, tal vez un poco condescendiente, mientras se dirige a ti: "Oh, eso se siente bien, ΒΏno? ΒΏA nuestro bebΓ© le gusta que le den nalgadas?"

ΒΏSu bebΓ©? Algo cΓ‘lido llena tus venas en eso, un gemido silencioso amortiguado por la boca de Yeonjun. Con la delgada tela de tus bragas pegada vergonzosamente a tus pliegues, separas tus labios de los de Yeonjun para ocultar tu rostro en su pecho, incapaz de enfrentarte a ninguno de ellos. Sin embargo, el ritmo de tus caderas no flaquea. Yeonjun te obliga a mirar a Taehyun con un agarre firme que aprieta tus mejillas, tu labio se frunce involuntariamente.

Su cΓ‘lido aliento se abalanza sobre tu oΓ­do mientras habla. Un escalofrΓ­o recorre tu cuerpo a pesar del calor febril que te recorre el cuerpo. Sabiendo que tu voz te traicionarΓ‘, optas por asentir con la cabeza.

La mirada de Taehyun arde en la tuya, los bordes romos y redondeados afilados por la lujuria. Sus pupilas oscuras son lo ΓΊnico que se puede ver con total claridad, el resto es un borrΓ³n brumoso. "Usa tus palabras".

β€”SΓ­ β€”murmuras, con los ojos cerrados y las mejillas mΓ‘s calientes que nuncaβ€”. La sensaciΓ³n se ha extendido hasta el cuello, el pecho, el epicentro se ha asentado en la parte inferior del estΓ³mago. AhΓ­ se pudre y te desgarra las entraΓ±as como una bestia salvaje y todo lo que puedes pensar es en ellos, en ellos usΓ‘ndote, en ellos follΓ‘ndote. Su respiraciΓ³n se vuelve mΓ‘s pesada antes de sentir un golpecito en la mejilla, la piel ardΓ­a al contacto.

"Abre los ojos, nena".

No estΓ‘s seguro de quiΓ©n lo dice, pero de cualquier manera, te sometes. Con los pΓ‘rpados abiertos, los encuentras a ambos mirΓ‘ndote como dos lobos acechando a un corderito suave y de ojos muy abiertos. Tu lengua se siente como papel de lija en tu boca cuando intercambian miradas intrigantes, sus manos sobre ti mientras maniobran tu cuerpo como si fueras una muΓ±eca. ΒΏCuΓ‘ndo planearon esto? ΒΏCΓ³mo no te diste cuenta de sus suaves murmullos?

Terminas sentado entre ellos, con las piernas abiertas y una pierna sobre cada uno de sus regazos. Taehyun dirige su atenciΓ³n hacia tus pechos, levantando tu camiseta y tirando de tu sostΓ©n hacia abajo con poco cuidado, una mano acariciando una de tus tetas mientras la otra se enrosca en tu cabello y tirando de tu cabeza hacia atrΓ‘s contra el reposacabezas. Lloras al sentir sus labios en tu cuello y sus dedos tirando y manoseando tu carne sensible. Al otro lado de ti, Yeonjun no pierde el tiempo en intentar desviar tu atenciΓ³n hacia Γ©l. Moviendo tus bragas hacia un lado, acaricia tus pliegues antes de sumergirse en tu entrada y gemir.

"Oh, Dios mΓ­o, estΓ‘s jodidamente empapado", gime mientras recoge tu humedad en las yemas de sus dedos. "Tae, tienes que sentirla".

La mano de dicho hombre abandona tu pecho, extendiΓ©ndose hacia abajo para unirse a la de Yeonjun en tu centro. Un ligero roce sobre tu clΓ­toris hace que tus caderas se contraigan antes de que Γ©l se agache para deslizar tu entrada y...

β€”Mierda, tienes razΓ³n β€”Taehyun respira contra tu cuelloβ€”. "Eso es tan caliente".

Sin hablar, comienzan a trabajar en conjunto mientras te destrozan. Una voz tranquila y casi imperceptible en el fondo de tu mente se pregunta si han hecho esto antes, pero ese pensamiento se aleja rΓ‘pidamente una vez que dos de los largos dedos de Yeonjun se deslizan en tu agujero necesitado hasta el nudillo, el delicioso estiramiento de tus paredes te hace sentir agudo. Tu columna vertebral se arquea fuera del asiento cuando Γ©l comienza a deslizarlos hacia adentro y hacia afuera, enroscΓ‘ndose y moliendo en ese pequeΓ±o punto sensible dentro de ti que nunca puedes golpear del todo. Mientras tanto, Taehyun pasa un dedo por tu clΓ­toris que anhela ser estimulado, su mano libre se clava en tu muslo para mantenerte abierta para ellos, tu pierna se contrae en su agarre. Rodea el sensible capullo mientras Yeonjun agrega un tercer dedo a la mezcla, sus movimientos se vuelven mΓ‘s rΓ‘pidos a medida que siente que sus paredes se relajan alrededor de sus dedos. Taehyun agacha su cabeza hacia tu pecho, envolviendo sus labios alrededor de tu pezΓ³n, sus dientes raspando ligeramente contra Γ©l. Gritando, les suplicas que sigan adelante.

"Un pequeΓ±o coΓ±o tan apretado", Divaga Yeonjun directamente en tu oΓ­do, y aprietas sus dedos. Te mordisquea el lΓ³bulo de la oreja antes de continuar, con voz profunda y gruΓ±ona y demasiado. Joder, es demasiado. "Te ves muy sexy en este momento, ΒΏlo sabes? Tan jodidamente bonita. Voy a asegurarme de que no puedas pensar en nada mΓ‘s que en nosotros, te voy a follar tan tonto, nena. Ni siquiera hemos tenido nuestras pollas y ya lo estΓ‘s perdiendo".

Con lo nervioso que ya estΓ‘s, no pasa mucho tiempo para que el calor que se acumula en tu estΓ³mago burbujee, las sensaciones abrumadoras en todo tu cuerpo te persuaden a travΓ©s de tu intenso orgasmo, las olas de placer que sacuden tu cuerpo tembloroso, tu liberaciΓ³n cubre los dedos de Yeonjun mientras Taehyun se inclina para capturar tus labios. Tus gemidos son amortiguados por su boca. El placer parece no tener principio ni fin, mareando y haciendo que tu mente se desvΓ­e a la deriva en algΓΊn lugar lejano, apenas capaz de corresponder al beso. Ninguno de los dos detiene sus atenciones hasta que les estΓ‘s tocando las manos con un lamentable gemido, tus palabras entrecortadas e incoherentes.

Te sientas allΓ­, con el pecho agitado y la ropa desaliΓ±ada, apenas capaz de comprender la forma en que los dos chicos discuten sobre quiΓ©n deberΓ­a tenerte primero. Las manos vuelan frente a tu visiΓ³n, un puΓ±o cerrado frente a una mano plana, y aunque apenas puedes ver a travΓ©s del humo que flota en el aire y tu visiΓ³n terriblemente nublada, reconoces que estΓ‘n jugando un pequeΓ±o juego de piedra, papel o tijera. Una risita tonta sacude tu cuerpo mientras echas la cabeza hacia atrΓ‘s contra el asiento trasero. Comparten una mirada preocupada.

"ΒΏS/N? ΒΏPuedes mirarme?", pregunta Taehyun cuidadosamente. Tu sonrisa vacΓ­a permanece en tu rostro mientras te giras para mirarlo, tarareando en un reconocimiento a medias. Frunce el ceΓ±o, una mano se acerca para acariciar tu cara mientras contempla tus ojos vidriosos y de borde rojo. Mira a tu alrededor hacia Yeonjun. β€”No sΓ© si puede aguantar mΓ‘s, Jun.

Las palabras te ponen un poco sobrio, tu sonrisa se desvanece. "Β‘N-no! MΓ‘s cosas, mΓ‘s pollas", divagas. "Los necesito, por favor".

"La escuchaste. Ella nos necesita", reflexiona Yeonjun, ya alcanzando tus extremidades sueltas. "Y ganΓ©, asΓ­ que comerΓ©, nena".

Yeonjun te reΓΊne en su regazo como antes. Esta vez, sin embargo, sientes su punta presionando tu entrada revoloteante, un brazo alrededor de tu cintura para sostenerte. Te mira con una sonrisa. "ΒΏListo, bebΓ©?"

Asientes, y Γ©l no pierde el tiempo para comenzar a empujar lentamente tus caderas hacia abajo. La cabeza acampanada y chorreante de su polla irrumpe en tu entrada. Te quejas, las paredes revolotean a su alrededor mientras gime. El resto de Γ©l te presiona centΓ­metro a centΓ­metro. Parece como si pudieras sentirlo en todas partes: en tu estΓ³mago, en tu garganta, la longitud de su polla casi demasiado para que la manipules. La punta se curva perfectamente contra la tuya, su eje roza tu punto G mientras balancea suavemente sus caderas, lo que te permite adaptarte al estiramiento abrumador. Tus gemidos se vuelven mΓ‘s agudos a medida que encuentra su ritmo, las manos en tu cintura mientras te hace rebotar arriba y abajo en su polla. Maldice en voz baja, los dedos se clavan en tu piel lo suficientemente fuerte como para magullarte. Te mira con la lengua entre los dientes, los labios curvados en algo cruel y condescendiente.

"ΒΏTe sientes bien, bonita?", respira, con los ojos en blanco hacia su crΓ‘neo mientras comienza a mover sus caderas para encontrarse con las tuyas. El golpe de piel se hace mΓ‘s fuerte, resonando por todo el coche junto con cada uno de tus gemidos y gemidos. Tus pΓ‘rpados revolotean, sin palabras, un grito sale de tu garganta cuando Γ©l desliza un pulgar sobre tu clΓ­toris resbaladizo, tus paredes se tensan aΓΊn mΓ‘s a su alrededor. No parece importarle tu falta de respuesta, y con una serie de maldiciones, te golpea con mΓ‘s fuerza, los labios chocan con los tuyos mientras ambos persiguen tus subidones. La desesperaciΓ³n cubre tus lenguas mientras te muerde el labio inferior, tirando de Γ©l hacia atrΓ‘s mientras lloriqueas, aferrΓ‘ndote a Γ©l desesperadamente, las uΓ±as mordiendo su piel y dejando profundas medias lunas a su paso. El leve aguijΓ³n del dolor lo estimula, apartΓ‘ndose para vomitar palabras obscenas en tu oΓ­do.

"Voy a follar el semen en lo profundo de ti, oh joder, parece que quieres eso, ΒΏhm? T-apretado tanto a mi alrededor. Necesitas mi semen, ΒΏverdad? Di que lo necesitas", exige, sosteniendo tu cara cerca de la suya, con las pupilas oscuras abrasando tu piel. Una ligera bofetada en la mejilla te despierta un poco. "Vamos, mierda. Dilo o no te lo darΓ©".

"Β‘N-lo necesito!", sollozas descaradamente, sintiendo que tu subidΓ³n te golpea. "Por favor, Junie, corre en mΓ­. por favor, por favor, por favor...

Un gemido profundo corta tus sΓΊplicas, un calor que inunda tus paredes siguiΓ©ndolas de cerca. Pinta tus entraΓ±as de blanco mientras gime contra tu cuello, las caderas se contraen mientras te lo folla mΓ‘s en el agujero. Tiemblas encima de Γ©l, sosteniΓ©ndolo con tus brazos alrededor de su cuello, casi llorando por lo increΓ­ble que se siente, el sudor se adhiere a tu piel y se pega a tu camisa. Esta vez tardas mucho mΓ‘s en bajar, tu cuerpo se contrae errΓ‘ticamente a medida que las rΓ©plicas continΓΊan rodando por tu cuerpo.

β€”Jesucristo β€”murmura Taehyun a tu lado, y quitas tu rostro del cabello violeta de Yeonjun para mirarlo. Su polla yace pesada en su mano, las venas abultadas mientras acaricia hacia arriba y hacia abajo, deteniΓ©ndose en la parte superior para deslizar la gota de lΓ­quido preseminal en la punta y untarla sobre la cabeza enojada. La vista hace que se te haga la boca agua. El impulso de sentirlo contra tu lengua es casi demasiado para ti. DeslizΓ‘ndote de Yeonjun con un gemido y las piernas doloridas, vas a inclinarte para probar, antes de que Taehyun te detenga con una mano firme.

"ΒΏQuΓ© crees que estΓ‘s haciendo?", pregunta, con la mandΓ­bula apretada mientras te mira de reojo.

"Yo-yo solo querΓ­a..."

"No, nena. No solo puedes hacer lo que quieres. Jun y yo estamos a cargo aquΓ­", dice, apretando la mandΓ­bula con brusquedad. "Ahora, ponte de espaldas. Cabeza en el regazo de Jun".

En silencio, haces exactamente eso, encontrando la polla de Yeonjun ya dura como una roca de nuevo cerca de tu cara. Tus jugos mezclados con su semen le dan a su larga polla un ligero brillo en la penumbra, pero tu atenciΓ³n pronto se dirige a Taehyun cuando envuelve sus piernas alrededor de su cintura. ElevΓ‘ndose por encima de ti, guΓ­a su cabeza a lo largo de tus pliegues resbaladizos, untando los restos de tu ΓΊltimo orgasmo y el de Yeonjun a lo largo de sΓ­ mismo. Lo golpea contra tu clΓ­toris, riΓ©ndose entre dientes cuando tus caderas saltan.

"Una cosita tan sensible", arrulla. Taehyun no te advierte mientras guΓ­a su polla hacia tu entrada y empuja sus caderas hacia adelante en un movimiento fluido, enterrΓ‘ndose hasta la empuΓ±adura en segundos. La sensaciΓ³n de su polla dentro de ti es muy diferente a la de Yeonjun; El de Taehyun es un poco mΓ‘s corto, pero mucho mΓ‘s grueso, el tramo de tu agujero roza el dolor.

"Maldita sea, estΓ‘s apretado", jadea, con voz aguda mientras trata de mantener la compostura, descansando allΓ­ por un momento mientras te permite adaptarte a la repentina intrusiΓ³n. En el momento en que tus caderas comienzan a rechinar contra Γ©l, su mandΓ­bula hace tictac, girando sus caderas hacia ti mientras observa cΓ³mo tus cejas se fruncen y tu boca se abre en una 'O'. Las manos agarran tu cintura mientras sus embestidas se agudizan rΓ‘pidamente, mΓ‘s duras, mΓ‘s profundas y crueles. Parpadeas hacia Γ©l, lloriqueando. El humo cuelga alrededor de su cabeza como un halo, pero el cruel chasquido de sus caderas estΓ‘ lejos de ser sagrado.

Desviando tu mirada, Yeonjun coloca su punta en tus labios para que la mames, respirando tembloroso mientras tu suave lengua le da lamidas de gatito a la cabeza. Justo cuando te enrosca una mano en el pelo, deslizas la lengua por la pequeΓ±a hendidura de la parte superior mientras tus gemidos vibran contra Γ©l, deleitΓ‘ndote con la forma en que silba al sentirlo, sus muslos se flexionan debajo de tu cabeza. Tu sonrisa tonta regresa, los ojos se ponen en blanco mientras Taehyun continΓΊa con sus fuertes embestidas, gruΓ±idos silenciosos que caen de sus labios mientras inclina sus caderas hacia arriba en un intento de volver a fijar tu mirada en Γ©l. Funciona, tus ojos se abren adorablemente mientras presiona su polla contra tu punto G. Sus dientes rozan su labio inferior, mordiendo con fuerza cuando siente que te aprietas a su alrededor, un resultado directo de Yeonjun pellizcando uno de tus pezones hinchados.

Taehyun se queda callado mientras te folla, solo maldiciones silenciosas salen de Γ©l mientras usa tu cuerpo para perseguir su orgasmo. Una mano se desliza por tu estΓ³mago para envolverla sin apretar alrededor de tu garganta. Apenas ejerce presiΓ³n, pero es suficiente para hacerte tambalear, un tercer subidΓ³n, mΓ‘s dΓ©bil en magnitud, te inunda. DespuΓ©s de la cantidad de burlas a las que se sometiΓ³ antes, Taehyun no se queda atrΓ‘s, los dedos se aprietan ligeramente contra tu cuello mientras te empuja mΓ‘s rΓ‘pido, persuadiΓ©ndote a travΓ©s de tu orgasmo cuando el suyo finalmente lo golpea. Sus gemidos son agudos y quejumbrosos mientras se derrama dentro de ti, su semen se mezcla con el tuyo y el de Yeonjun, pegajoso, caliente y satisfactorio. Yeonjun se corre contra tus labios inmediatamente despuΓ©s, lo que te obliga a llevarte la punta a la boca para probarlo. Te tragas con avidez su liberaciΓ³n, permitiΓ©ndole recoger el lΓ­quido escapado con los dedos y empujarlo contra tu lengua.

Al salir, Taehyun observa cΓ³mo el lΓ­quido espeso y blanco se derrama de tu agujero y cae sobre los asientos de cuero de Yeonjun. Traga saliva y te la devuelve con dedos finos y Γ‘giles mientras apenas reaccionas, con el cerebro prΓ‘cticamente convertido en papilla.

"Eso fue... Guau", murmura Yeonjun, acariciando tu mejilla mientras tus pΓ‘rpados se cierran. Taehyun tararea de acuerdo mientras vuelve a colocar tu ropa en su lugar. Aletargado y tonto y sintiΓ©ndote tan, tan cΓ‘lido y lleno, te dejas llevar por sueΓ±os tranquilos y sombrΓ­os. Sus voces parecen lejanas ahora, sus tonos ligeramente preocupados por tu estado. Una sensaciΓ³n de frΓ­o recorre tu cuerpo, haciΓ©ndote temblar, los ojos se abren por un momento para encontrar las ventanas ahora bajadas, ventilando el humo. el aire fresco se siente fresco en los pulmones; Te lo agradeces. Vuelves a cerrar los ojos y finalmente te desmayas para siempre.

Ninguno de ustedes estΓ‘ seguro de a dΓ³nde conducirΓ‘ esta situaciΓ³n cuando se despierten... Pero supones que tendrΓ‘s que cruzar ese puente cuando llegues a Γ©l.



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