- Empiece a hablar Furia - dije tajante, habíamos ido a la sala de juntas y en el trayecto ninguno de los dos había dicho una palabra. 

- Supuse que tu misma ibas a tomar cartas en el asunto cuando me escuchaste hablar con Rogers.

- Pues supusiste bien.

- Te pareces demasiado a tu madre - abrí la boca para replicar, pero volví a cerrarla, me di cuenta de que Nick tenía un gran aprecio por la mujer que me dio la vida. - Sabía que antes o después acabarías por descubrir la verdad. Tu madre me pidió que te cuidara y me pidió que no te revelara la verdad para no hacerte sufrir.

- La verdad Nick - suspiro - admiro a mi madre - muestro una tímida sonrisa - dio su vida por mi, y eso jamás podré agradecérselo lo suficiente.

- Ella desearía que fueses feliz y allá donde estés seguro que estará feliz de la persona en que te has convertido. - Un par de lágrimas recorren mis mejillas.

- Dime que debo hacer Nick, la muerte de mi madre será vengada - contesto segura.

- Esto es lo que sé - se sienta frente a mí y coloca una caja entre nosotros. - Tu madre se enfrentó a Galactus, junto con otros guerreros, ella murió poco después por sus heridas, pero antes nos advirtió de los planes del Devorador, sabía que antes o después Galactus conseguiría salir de la prisión y volvería para destruir a la única descendiente del planeta Taa. - Me acerca una la caja - me pidió que te entregase esto, para cuando él llegase pudieses destruirlo. Resulta que solo funciona en manos de un descendiente de Taa. -Abro la caja, hay un pequeño cuchillo o mas bien daga. 

En la hoja tiene símbolos y dibujos extraños. Está adornada con oro y la empuñadura es transparente, como si fuese de cristal; dentro tiene un líquido azul. También hay un botón, lo acciono, pero solo se ilumina el líquido.

- ¡ Cuidado con eso !- Advierte Nick -  tu madre dijo que debías clavárselo a Galactus y pulsar el botón, para que el líquido entrase en su organismo y lo destruyese.

- Una tarea de lo más sencilla - digo con sarcasmo.

- Puede que no sea sencilla, pero tienes a los Vengadores de tu lado.

- ¡ Rogers me odia !

- Eso no es cierto, solo desconfía, luego de lo del proyecto Inside es normal que desconfíe, pero no te preocupes, terminará por hacerlo.

- Está bien, necesito asimilar todo esto.

- Bien, guarda la daga en un lugar seguro.

Voy a mi habitación y dejo la caja en una caja fuerte detrás de un cuadro. Ahí nadie la verá y no saben la contraseña. 

Salgo a dar un paseo, tengo que procesar toda esta información. Compro un ramo de rosas y camino hasta llegar al cementerio.

Lara Smith, la tumba de mi madre, o más bien debería poner Xena Al- Gul. Permanecí un rato allí mirándola, suspiré cansada y me dejé caer al lado de ella. Apoyé mi cabeza sobre ella y lloré, dejé salir toda la rabia y el dolor. No lloraba por mí, ni por Pietro, ni siquiera por el posible destino de este planeta, lloraba por mi madre, por lo mucho que sufrió y por morir de esa forma.

Casi una hora después, mi teléfono empezó a sonar de forma insistente, vi quien llamaba, Pietro, y viendo el lugar donde estaba y el frío que hacía, le pedí que viniese a por mí.

Me puse en pie como pude, estaba mojada, había llovido un buen rato y ahora el sol brillaba. Comencé a caminar de forma inestable, tenía las piernas entumecidas, cuando llegué a la entrada me senté en un banco a esperarle, no bien habían pasado ni cinco minutos y él ya estaba delante de mi mirándome con preocupación.

- Estoy bien, necesito una ducha caliente y una reunión con los Vengadores, he tomado una decisión.

- De acuerdo, te llevaré - colocó la chaqueta sobre mí y aparecimos en la Torre.- ¿ Qué decisión has tomado ?

- Mataré a Galactus.