¿Recuerdas cuándo estuviste en
Uno de mis peores momentos?

El recuerdo de aquel día sombrío en el que la sombra de la muerte se cernió sobre mi mundo, marcando la partida de mi amado padre, resuena en mi corazón con una intensidad abrumadora. En medio de la oscuridad y el dolor, tu presencia se convirtió en mi ancla, sosteniéndome en uno de los momentos más difíciles de mi existencia.

Tu llegada a mi habitación, con un sobre en tus manos y la gravedad reflejada en tu rostro, presagiaba la noticia devastadora que estaba por llegar. Sin palabras, tomaste mi mano, buscando consuelo en el contacto humano en medio de la tormenta emocional que se avecinaba.

"¿Qué ocurre, Freddy?", mis palabras temblorosas reflejaban la ansiedad que se apoderaba de mi ser, mientras tú luchabas por encontrar las palabras adecuadas para transmitir la dolorosa verdad que se interponía entre nosotros.

Con un nudo en la garganta, pronunciaste las palabras que destrozaron mi mundo en un instante: "Tu padre... falleció, Lisa". El impacto de esas palabras resonó en mi ser como un trueno en medio de la calma, desencadenando un torrente de emociones que me sumergieron en un mar de dolor y desconsuelo.

La pérdida del hombre que había sido mi roca y mi guía en la vida fue un golpe abrumador, que afectó tanto mi salud mental como física. Aquella misma noche, mi fragilidad se vio acentuada por un deterioro repentino de mi salud, que requirió medidas extremas de intervención médica y cuidado intensivo.

Durante esa semana de angustia y desesperación, tu presencia constante y tu apoyo inquebrantable fueron el ancla que me mantuvo a flote en medio de la tempestad. Entre lágrimas y susurros de consuelo, atravesamos juntos el dolor de la despedida, unidos en el lazo indestructible del amor y la compasión.

《EDITADO 02/06/24》