
🄿🄰🅁🅃🄴 10
CONTINUAMOS.
— Así que, no tienes por qué ocultarme, soy visible para aquel portador del teléfono, ¡Y tú te sacaste la lotería!
La criatura se habia tomado la gran molestia de enseñarle al joven algunas cosas básicas sobre su existencia, sus diversas mecánicas que solía tener y que aún las tenía disponible, el joven aunque le fuera extraño le había atraído por completo toda esa información aunque no entendiera muchas de sus palabras, el joven observaba a la criatura tomando un vaso de agua en medio del sofá, mientras que la criatura levitaba por toda la sala hablando sin parar.
Pensaba mejor las cosas, esa criatura tenía sus ventajas, solo debía descubrirlo más adelante, o con forme pasarán las situaciones, estaba seguro que me sería ahora de una gran utilidad, aunque la criatura fuera algo parlanchina, muy juguetona y sobre todo, muy fuerte cuando se enojaba, se lo había echo saber para no meterse con ella, aunque el niño no le puso importancia a ese tema, nadie puede decirle que hacer al niño cuando es un maldito rebelde.
Ambos estaban sentados justo en ese mismo instante en el sofá viendo un programa por televisión, se había cansado de hablar y levitar por la sala, el joven solamente miraba la televisión sin prestar atención a su lado, la criatura lo estaba viendo fijamente a la cara con un tono de color nuevo, estaba con un rubor a sus costados del rostro aunque no tuviera sentido demostrar ese tipo de acciones si ella tuviera un rostro anormal.
El joven se percató que estaba siendo visto por la criatura, lo había notado perfectamente por la pantalla de la tele que reflejaba la sala y por un descuido se dió cuenta que estaba siendo visto.
— Sabes, si no fueras una mujer ya te habría metido un golpe en la cara — comenta molesto, volteó a ver a la criatura quien seguía viendolo a la cara — ¡Deja de verme!.
— ¡Naaa! No le hago nada a nadie, es solo que me llamas la atención, jamás ví a un chico tan de cerca — sus ojos se agrandaron al grado que reflejaron el rostro del chico — ¡Nunca!.
— Y yo que pensaba que serías alguien tolerable, eres muy molesta.
— Y tú todo un gruñón — levitó ante el chico para aclarar su garganta con un fuerte grito, lo observó a los ojos para empezar hablar con el mismo tono que el del chico — "Soy un hombre, pero también tengo mis periodos cada fin de mes".
— ¡Encerio eres muy molesta! ¡Vete a molestar a otro lado!.
El joven jamás media sus palabras cuando discutía con otras personas, incluso con sus propios padres, pero con esta criatura, le haría sacar su peor versión, ella jamás se quedaba callada con las pesadas palabras del chico, tanto que hasta se burlaba de sus insultos hacia ella.
Apagó la tele quedándose entre brazos cruzados en el sofá con una expresión molesta, se estaba arrepintiendo de su decisión de haberla aceptado quedarse en casa, aunque no tendría mucho problemas ya que ella solo podía ser vista por aquel que portará el teléfono, el chico era ese nuevo portador por lo que sufriría de su presencia.
— ¿Que acaso no puedes regresar al teléfono y aparecer cuando yo te lo pida?.
— ¡No! Llevo años dentro de esa cosa, no pienso regresar así como si nada, has de cuenta que estás castigado y no puedes salir de tu cuarto hasta que tus líderes lo digan.
— Bueno... Al menos no molestes, yo te dije que te aceptaba pero me estás haciendo cambiar de opinión.
— Uhhh, si que eres muy simpático. De seguro le agradas a las chicas — dice con voz suave levitando al rededor del chico — sabes, un chico con carácter es un chico que siempre vive frustrado.
— No me digas, gracias por el consejo, aunque no te lo pidiera.
— ¡De nada amo!.
El chico rodó sus ojos molesto, la criatura le era tan irritante, no podía nisiquiera ver hacia otra parte sin que está estuviera a través de su mirada, el estar sentado le había aburrido lo suficiente como para sacarle un bostezo. Si algo no le agradaba era tener sueño en ciertos días de descanso. ¿Por qué dormir? Cuando se puede perder el tiempo de otras maneras, era esa frase que pasaba por su cabeza.
Sin decir nada corrió hacia su habitación, no hizo falta que este se volteara a ver si la criatura lo seguiría, está levitó delante de este viendolo desconsertado.
Con cuidado este abrió lentamente su ventana de la habitación, asomando su cabeza y se dió cuenta del completo silencio que ahora habitaba el exterior, No era la hora exacta de la tarde pero el chico bien sabía que la noche no tardaría en caer y cubrir las casas vecinas de su alrededor. No quería escaparse de casa pero si dar una vuelta e investigar un poco en las calles.
La criatura quien estaba a su lado mirando a los alrededores, sin previo aviso sus orejas se alzaron a un costado del chico, mostrando una señal de algo, como si lo que hubiera escuchado fuera una señal de peligro, aunque el chico al verla no entendiera ese tipo de acción, simplemente rodó sus ojos y salto por la ventana hasta el pasto seco de la casa de lado de sus vecinos.
Con compañía ahora no sentirá presencias extrañas aunque su acompañante fuese una anomalía nada más. El chico corrió rápidamente hacia la vacía carretera de la ciudad, junto a la criatura que levitaba a su costado, el chico miró a sus alrededores, muchas casas con sus puertas cerradas, las cercas con el pasador y seguro, ninguna persona se asomaba por la calle, ¿Que tan catastrófico era este asunto de las desapariciones de las personas?.
— Emm, creo que sería una buena idea regresar a tu casa. Me da algo de miedo estas calles.
— Si quieres puedes regresar. Yo nisiquiera te llamé.
— ¡Lo haría! Pero cierto niño lleva en sus bolsillos un teléfono donde yo deberia de estar pero resulta que si algo le pasa al teléfono, también me pasa a mi, por lo tanto debo de estar también al pendiente de eso.
— Pfffff, se cuidar muchas cosas.
— Si claro, como el arma de tu líder, que por cierto se quedó tirada.
— Ja mu- ¡Mierda! ¡El arma de mi papá! ¡¿Acaso viste dónde se quedó?!.
— Claro que si, no vale la pena recuperarlo.
— Ay carajo, si mi padre se entera que perdí su arma me va a castigar.
La criatura detiene rápidamente al chico poniendo sus manos en sus hombros.
— ¿Tanto así por algo material?.
— No lo entiendes, cuando consigas algo con esfuerzo y lo pierdas por culpa de otro te darás cuenta que la gente así es una mierda.
— Huy, debería darte un cepillo para que limpies esa sucia boca que tienes, eso me gusta~.
No dijo nada más que empujar a la criatura a un lado de su camino y seguir caminando, aunque sin darse cuenta. Se adentrarian al peor sitio, más adelante ya se estaba empezando a notar como una leve neblina empezaba aparecerse de los costados de las casas, a lo lejos el chico miró como en medio de la carretera una luz parpadeante se refleja emitiendo dos tipos de colores.
Mientras más se acercaba, más se daba cuenta que se trataba de una patrulla, una patrulla abandonada a mitad de la carretera de un barrio vecino. La cuadra que conducía a casa de su amigo, Marlon.
La criatura detuvo al chico que ya hacía caminando hacia la patrulla abandonada, con señas de que parará pero el chico siendo uno muy testarudo no le hizo caso y siguió avanzando hacia la patrulla, era increíble como la noche cayó tan rápido, fue como esperarla por un par de segundos aunque el chico no le había tomado tanta importancia.
Poco a poco el chico se acercó a la patrulla abandonada, su acompañante trató de hacerlo entrar en razón, no era el sitio adecuado para andar a oscuras y sin nada con que alumbrarse el camino.
El chico estando cerca de la patrulla abandonada, notó como la puerta del auto se ladeada de un lado a otro, podría tratarse del viento, aunque la puerta solo golpeaba leve mente el tope de su capacidad de abertura pero a un ritmo rápido, no se trataba del viento.
Curioso se acercó a esta, no podía negar que ahora mismo sentía miedo de lo que estaba pasando, eran quien sabe que las horas de la noche, estaba en una cuadra conocida pero misteriosamente silenciosa, junto a una criatura que acababa de conocer y al mismo tiempo al lado de una patrulla. Le daba muy mala espina pero no se puede contener toda esa curiosidad que todo chico tiene a temprana edad.
Lo que pasaría en adelante dejaría tanto al chico como a la criatura congelados, la puerta de la patrulla había estado con el movimiento de los golpes, pero el chico al intentar entrar a auto, la puerta se detendría justo al tacto de la mano del chico al auto, dejándolo con su piel erizada, no pudo evitar voltear a ver a la criatura, la cual lo miraba atemorizada, el chico empezó a retroceder del auto lentamente.
Cómo si lo que había visto fue demasiado como para dejarlo aterrado, rápidamente las puertas del auto empezaría a moverse a un ritmo rápido, y no solo eso, las sirenas del auto empezarían a sonar descontroladas y exageradamente retumbando las orejas de la criatura, la patrulla dejó de alumbrar a los costados de la carretera dejando ahora al chico sin visibilidad de su camino, las puertas del auto siguieron moviéndose de un lado a otro, el chico solo podía escuchar el rechinar de las puertas de la patrulla.
Por acciones desesperadas de la criatura, está inmediatamente abrazo al chico por la espalda y con impulso elevarse lo más que pudiera, no sabía a dónde se dirigía pero debía ser lejos del lugar, el chico había cerrado sus ojos por el miedo que ahora abundaba en el, cerró fuertemente sus ojos ya que no quería ver qué era lo que estaba pasando, solo asintió que era de la criatura la que lo estaba cargado.
Minutos más tarde, a unos pocos metros de distancia de dónde habia estado la criatura, una fuerte neblina empezaba a cubrir las casas vecinas de los costados, está neblina empezó a salir de las cloacas de las calles, poco a poco está ciudad empezó a volverse una oscura neblina pesada. A los lejos se mostraba ya una criatura aterrizando entre jadeos al techo de una casa, para fortuna se trataba de la casa del chico asustado.
Al ver que había logrado llegar, ella abrió la ventana por donde habían salido y cargo al chico hasta su cuarto, cerrando ahora de la ventana y tomar una de sus sábanas y cubrir la ventana de su cuarto ahora sí evitando que el chico fuera asustarse por el exterior aunque ella igualmente se sentía asustada.
— ¡Abre los ojos! Ya estás a salvó, vamos, di algo...
— ¡¿Que fue eso?! ¡La puerta se detuvo cuando toque la patrulla! ¡Había demasiada neblina y las luces se apagaron! ¡¿Que está pasando?!.
— ¡Cálmate! Yo tampoco lo sé pero te quedaste parado como, ¡Pendejo! Disculpa la palabra pero te la mereces.
— Carajo, algo raro está pasando afuera... — dice con preocupación sentándose al costado de su cama — debió ser solo un juego de mi imaginación.
— ¿Disculpa? Yo también vio eso, incluso estás aquí por mi así que de nada tonto — golpea el brazo del chico —
— Si... Oye... Encerio, gracias... Yo aún sigo asustado pero gracias, no se cómo supiste a dónde ir pero gracias, me salvaste de sea lo que estaba pasando afuera.
El chico con la expresión más sincera posible volteo a ver a la criatura, lentamente expresando una sonrisa no tan grande pero para ella significo más que un simple gracias por parte del chico asustado, ella se sentó a su lado y sonrió para verlo a la cara.
— ¡Ves! Es que si necesitas a una asistente en tu vida, ¡Yo soy la número uno!.
— Ay no exageres... Aunque sabes, creo que hice una buena elección, no eres tan mala después de todo.
— ¿Pensaste que haría cosas malas?.
— Pues si... Mierda no puedo olvidar lo que ví afuera, creo que será mejor que me duerma, mañana no se cómo estará el día.
— Cierto... Sobre eso. ¿En dónde dormiré yo?.
El chico con la mirada atontada volteo a verla para luego soltar una leve carcajada.
— ¿Disculpa? Yo no voy a dormir con una mujer en mi cama, lo siento pero yo tengo mi espacio personal, mi zona segura, mi área prohibida, lo siento pero creo que será mejor que regreses a tu teléfono y duermas dentro.
— ¡No! Es horrible dormir dentro. ¡Nisiquiera tiene cama o una ventana! Solo es un cuarto a oscuras, salvo la pantalla que es de dónde salgo yo. ¡Por favor déjame dormir en tu cuarto!.
— Es que no lo sé... En primera, estás Emm, no se cómo decirlo, ¡Desnuda!.
— ¿Que? Pero si me pelaje me tapa, ay vamos, apuesto que otra persona le gustaría tenerme en su cama así.
— Exactamente, otra persona pero este no es mi caso, a menos que te pongas algo que te cubra tus atributos, solo así tendré considerado.
— ¡Echo!.
Ella gritó emocionada levitando hacia el armario del chico, entre el armario aventó mucho ropa hacia al suelo en busca de la camisa adecuada para ella, aunque provocaba un desastre en el cuarto del chico, con toda su ropa del chico tirada al suelo, el chico no dijo nada más que rodar sus ojos y recostarse en su cama arrojando sus tenis al suelo, tomar una de sus sábanas y cubrirse con esta y quedar bajo ella.
Pero no tardó un segundo más y el chico sintió como sobre el se apegaban dos bolas redondas, muy suaves y sobre todo peludas.
Se quitó la sabana solo para ver qué la criatura ahora dormía en su pecho, notó que dormía con una de sus camisetas que usaba para el colegio, aunque está no le cubría casi nada de sus atributos pero tampoco la dejaba tan al descubierto, fue algo molesto pero al mismo tiempo aceptable para el.
No era por aprovecharse pero sentía un gran cosquilleo al sentir los atributos de la criatura tan cerca de su rostro, simplemente se acomodó en ellos y cerró sus ojos para después de unos minutos quedarse completamente dormido en ellos. Sin sentir como la cabeza de la criatura que dormía sobre el lo volteo a ver, con una sonrisa encantadora acercar su rostro con el rostro del chico y besar su frente, volviendo ahora está a recostar su cabeza sobre el hombro del chico y quedarse dormida nuevamente más cerca del chico...
Horas del acontecimiento y ya se empezaba a reflejar los rayos del sol contra la ventana del cuarto del chico, la sabana que cubría de esta era penetrada por los fuertes rayos de sol, en la cama se mostraba a un joven durmiendo plácidamente, el sueño del chico eran tan pesado que no sentía como su compañera quien dormía sobre el se rascaba su cabeza como si se tratase de un perro con sus piernas, solamente el movimiento de su picazón de la criatura hacia al chico roncar una y otra vez.
A las afuera de la ciudad se notaba un ambiente diferente que el día anterior, en la calle pocos autos circulaban al igual que las personas a pie. Su vecino que pocas veces lo miraba ahora estaba sentado en su césped bien para la calle.
El chico poco a poco fue abriendo sus ojos con mayor pereza que se cargaba, estiró sus manos a su alrededor sintiendo a su "compañera" durmiendo sobre el, pero a diferencia de ayer, ahora ella ya no tenía nada que cubriera sus atributos, más que la sabana que la cubría, se había tapado con la misma sábana que el chico cubriéndose así los dos.
Está acción le parecía algo molesto al chico, pero tampoco podía reclamar nada, al ver a su "compañera" dormír le hizo ver qué tanta tranquilidad puede tener ella cuando está descansando, incluso si tuviera su oscico sin piel le hacía dar un toque único, sin darse cuenta ya la estaba examinando de cuerpo completo y no se percató de el mismo.
El miró como ella meneaba su cola rápidamente de un lado a otro, manera como los perros demostraban su felicidad, ella no era un perro pero con su apariencia simulaba serlo y con su cola meneante la hacía ver cómo uno, pero a diferencia, el chico no dudo en pensar que su compañera estaba mejor.
Fue el pensamiento más bizarro que pudo pensar de alguien, pero al verla de rostro se dió cuenta que estaba ahora sin camisa, al ver su cuerpo noto que solo estaba en ropa interior durmiendo sobre la cama, el chico jamás se había dormido en ropa interior, y lo peor es que dormía con una mujer sobre el, al ver esta escena no pudo evitar gritar de la vergüenza al sentir ya su amigo erecto. Aventó rápidamente el cuerpo de la criatura al suelo con enojó y se cubrió rápido con las sabanas que tenía a la mano y fuertemente gritar despertando por completo a su "compañera".
— ¡No puede ser! ¡¿Por qué diablos estoy desnudo?! ¡Tu!.
— ¡Ay mi cabeza! ¡¿Cuál es tu pro-... ¡Ohhh! Je eso... Bueno tiene una explicación, lógica claro.
— ¡¿Porque estoy desnudo?! ¡Tu me desnudaste anoche seguramente! — grita al ver su ropa tirada y tomarla del suelo — ¡No puede ser! Ya no soy virgen, no mames, ¡Lo hice con un monstruo! ¡Nooo!.
— ¡Ja! En primer lugar deja de llorar, aún eres virgen, y segunda. Perdón...
— ¡Oh genial! ¡Al menos lo sientes! ¡Vale la pena tener sentimientos! ¡¿Verdad?!.
— Ay vamos, no es para tanto, es que tú piel es muy suave y quise dormir asi, aunque debí preguntarte pero sabía que dirías que "ño" — dijo esa última palabra con voz tierna levitando a su alrededor rozando su cola por su rostro —
El chico se aparta con un fuerte sonrojo en su rostro, cada vez que tenía está la oportunidad con el chico lograba intimidarlo con acciones seductoras, bueno, ese era el trabajo de ella, solucionar los supuestos problemas amorosos ya dicha función al chico.
Este negó con sonrojo poniéndose su ropa, se asomó por la ventana al tener su ropa colocada, dió una fuerte suspiro volteando a ver a su acompañante que igualmente miraba hacia la ventana a su lado, todo estaba contribuyendo con normalidad, le costaba creer que en una noche tuvo que ver cosas raras, escalofriantes, Incluso se preguntaba si la patrulla seguía en el mismo sitio donde estaba casi cerca la vivienda de su amigo Marlon.
— ¿Que crees que fue todo eso?.
— No sé, tal vez vaya al rato a verificar si no fue un sueño, mierda. Era como si algo hubiese poseído algo material — dice tomando su teléfono — Vaya, mis amigos no se han reportado para nada.
— ¿Bromeas? Aparte de que son miedosos también son flojos, más que tú eh — recuesta su cabeza sobre el hombro del chico — deberías llamarlos y preguntarles si están bien, capaz también ellos se desaparecen.
— Talvez luego... Oye, tu pelaje es suave — dice acercando su mano a la cabeza de esta — ¿Puedo?.
— Adelante.
Rápidamente la cola de su compañera empezaría a moverse de un lado a otro al sentir el contacto del chico, miraba a esta cosa como una clase de perro pero no uno normal claro, solamente las acciones eran idénticas a ellos. Después de haberle estado acariciado su pelaje, ___ recordó el nombre de su compañera y es que se le habían olvidado los números de su supuesto "nombre".
No le parecía que ella se llamará por un par de números, fue en ese entonces que se le ocurrió la idea de renombrar a la criatura con otro nombre que no fueran un par de números, eso lo hizo sonreír un poco y voltear a verla, aunque cierta chica solo sacaba su lengua entre jadeos con los ojos entre cerrados aún por sentir el tacto de su amigo en su cabeza, aunque este se apartó de ella y rápidamente ella abriría sus ojos para verlo por ya no sentir su mano entre su cabeza.
Ella ladeó su cabeza y decidió preguntar a qué se debía el parar que acariciar.
— ¡Oye! Me estaba empezando a gustar mucho.
— Ya me había aburrido, además tengo una cosa que decirte y es que ¿No crees que sería bueno que te ponga un nombre?.
Al escuchar las palabras del chico, ella rápidamente levitó a su alrededor gritando de emoción, tal parecía que le habia encantado la idea del tener ahora un nuevo nombre, ___ solo miraba con una leve sonrisa a su compañera gritar de felicidad de un lado a otro, sin duda le pareció algo tierno pero no quiso actuar empalagoso, no estaba en su personalidad.
Se ajustó la voz y volvió a llamar su atención.
— Je, si te gustó la idea, vamos, dime cómo te gustaría que te llamé, no quiero estar recordando a cada ratos esos números, nisiquiera me sé mi número de teléfono.
— ¡Esto es genial! ¡Mi antiguo dueño jamás me puso un nombre! ¡Pero tú si! ¡Que emoción! — abraza al chico levitando y moviéndose por toda la habitación — ¡Gracias!.
— ¡Auch! ¡Oye tienes mucha fuerza! ¿Estás segura que no haces nada más que solo dormir dentro del teléfono?.
— Claro que no, aveces trato de mantenerme activa y ejercitada, por qué crees que tengo duro esto — no tubo que decírselo como para que el se negara, ella simplemente tomó la mano del chico y se la llevó a uno de sus glúteos —.
— ¡Ay si ya me di cuenta! — grita apenado safandose de ella cayendo al suelo — ¡Ay...! Uff, bueno... ¿Entonces que nombre quieres?
— Hmmmm. Pues a mí siempre me gustó el nombre, Siri. Aveces mi dueño me llamaba así por qué fui especializada en tener las respuestas en la punta de la lengua a través del teléfono.
— Suena bien pero te pondré algo mejor que eso, Hmmm. Que difícil es ponerte uno, es como decidir que nombre ponerle a un bebé, Goku o Vegeta.
— ¿Que eso eso?.
— Nada, no lo entenderías, eres una chica. ¿Que tal... Yuri?
— Yuri... ¿Yuri...? Yuri... ¡Yuri! ¡¿Yuri?! ¡Siiii! Perfecto! — alzó sus brazos hacia el chico y empezar a lamer su rostro repetidas veces dejandolo inmóvil por su agarre — ¡Me encanta Yuri! ¡Ese quiero!.
— ¡Ey no te pases, tu baba está escurriendo en mi ropa! — se safa de su compañera — ¿Que tanto te emociona todo esto?.
— ¿Que no es obvio? ¡Pues que mi nuevo dueño me puso un nuevo nombre! Me gustó que me dieras ese nombre por un buen gusto y no por mi capacidad.
— Viendolo así pues si suena algo agradable, bueno. De ahora en adelante te llamaré Yuri, así que vamos Yuri, hay que bajar a comer.
— ¡Si mi amo!.
Ambos bajaron hacia la cocina donde ya es empezaba a escuchar el sonido de la tele, la voz noticiera de los canales, apenas llegó a la cocina y fue recibido por un fuerte abrazo de su padre quien se miraba con una expresión angustiada, ___ extrañado correspondió a su abrazo aunque no pudo evitar ver la expresión de su padre, a un costado vió a su madre quien estaba viendo de la tele la voz de un reportero.
El padre muy preocupado llevó a su hijo a la mesa de la sala, un tazón de cereales lo esperaba pero aún lado de la mesa se miraba un par de maletas, muy confundido miró a sus padres quienes seguían viendo de la tele, de reojo vió a su compañera que se unió a los padres siendo atraída por la televisión, no comprendió lo que estaban viendo.
En la tele solo se mostraba a un hombre, un reportero, no era la gran cosa como para estar viendo toda las noticias, entonces el chico se acercó a la tele, curioso le subió el volumen a la tele para tener que escuchar sin ver.
"Alerta" fue esa palabra que hizo que la piel del chico se erizada , rápidamente se asomó a la tele, antes de que esté pudiera escuchar algo más del reportero, la madre del chico le apagó la tele rápidamente evitando que su hijo siguiera escuchando de la noticia.
Desconsertado volteo a ver a su madre que ahora lo miraba con una sonrisa, frunció el seño ahora al tener que ver a sus padres con una sonrisa falsa en su rostro, el padre ácaricio el pelo del chico, acompañado de un "ve a comer campeón" ahora resultaba que sus padres actuaban extraño luego de haber escuchado al hombre del noticiero, a su lado se encontraba Yuri, ella ahora tenía sus orejas alzadas, ambas de movían de un lado a otro dirigiéndose a la ventana, en vista al cielo.
Yuri ahora miraba con preocupación el cielo despejado, no había nada que puediese preocupar a los demás sobre el cielo pero por alguna extraña razón, ella miraba algo más que un cielo despejado en ese día.
___, había servido un segundo tazón grande, aunque esté ya se había terminado el suyo, volteó a ver a su compañera que seguía viendo por la ventana en vista al cielo, llamó su atención tirando un grano de cereal a su cola, cosa que ella sintió y volteo a verlo.
Ladeó su cabeza en señal de que lo acompañase a la habitación a lo que ella acepto gustosamente, ambos subieron a la habitación del chico, antes de eso llamar a sus padres que el estaría en su habitación haciendo sus "deberes", entrando a la habitación este le puso seguro a la puerta, hizo a un lado sus cosas y dejo el tazón de cereal en la mesa justo al lado de su cama, Yuri volteo a ver al chico quien señalaba que el plato de cereal era para ella, obvio, un plato que nadie puede rechazar.
— Aún no entiendo que es lo que tienen mis papás...
— Hmmmm~ que rico tazón — murmuró con una sonrisa tomando el razón y levitaria al rededor de la habitación comiendo de este mismo —.
— ¿Alerta...? Eso me suena como una amenaza — dijo asomando su cabeza por la ventana — ¿Que crees que sea?.
— Hmmm~ pues... Mira, no soy tan buena recordando cosas, pero si no estoy mal, se trata de una anomalía. No hay nubes en el cielo, hay una razón no tan lógica pero no tiene que ver con el tipo de la naturaleza.
— ¿Osea?.
— No recuerdo su nombre pero se trata de un Scp. Tiene la capacidad de usar las nubes como un tipo de camuflaje, pero la cosa es que puede que sea una amenaza, mi antiguo dueño trabajaba en esas cosas, el los modificaba, incluso creó a sus propios scp usando solamente su inteligencia y su laptop.
— Oye, no estoy entiendo nada de lo que dices, te pareces a mi amigo Andrés, no entiendo lo que dice ese cerebrito.
— Solo digo que hay muchas cosas en esa computadora, unas malas y otras no tanto. Deberías de preocuparte un poco, yo lo estoy.
— ¿Y por qué? — tragó saliva amargamente mirando a su compañera — ¿Que tiene de malo ese scp?.
— Pues... Es muy grande. — dice apenas acabando el tazón de cereal y apuntar su dedo al cielo —
Vaya formar de iniciar una mañana, una llena de misterio y preocupación, el chico seguía sin entender a qué se refería su compañera con que el scp usaba las nubes y que era de un enorme tamaño, ¿Acaso este ser se manifestaba en el cielo? ¿Que tantas cosas pasarán? Muchas preguntas abundantes en la mente del chico hacían distraer su atención a sus alrededores, ahora no podía dejar de pensar en la anomalía que su compañera dijo.
Ciertas horas después el chico se encontraba apegado a su computadora, recostado sobre su cama y su computadora en el pecho, el chico luego de haberlo pensado, decidió consultar el tema con sus amigos de confianza, los únicos dos que podían entender el mismo tema al ser cómplices, mientras esté hablaba, su compañera dormía a su lado con su cabeza recostada sobre su hombro, echa bolita abrazando de su propia cola, el chico dejaba ahora que está estuviera cerca de el si ella se fuese a dormir, por tener no solo un pelaje suave si no que de alguna forma lo hacía sentir bien, incluso mirándola de reojo podía soltar una leve sonrisa.
Trataba de hacer la menor bulla posible para no despertar a su compañera adormilada, por suerte hablaba con sus amigos por medio de un grupo y no tenía que usar movimientos más que solo los de sus dedos.
El tema había sido hablado de primero por el noticiero, sus amigos comentaban alterados que el noticiero había mostrado imágenes del cielo, dónde de manera sorprendente las nubes se movían a un mismo sitio, provocando que cierta ciudad fuera cubierta por grandes nubes, este sitio estaba a kilómetros de distancia así que no debía por qué preocuparse, pero la definición que le había dado su compañera lo hacía ver un tono mas alarmante.
Miró de reojo el cielo tan despejado, ¿Que tan grande sería el scp? Si fuese una amenaza entonces sería las razones de la alerta, aunque de tanto consultarlo con sus amigos, se dió cuenta que nadie sabía que era lo que pasaba, Andrés sacaba sus conclusiones de que se trataba de un cambio climático, Marlon que se trataba de la rotación de la tierra, pero el chico, no quiso dar la verdadera razón del asunto, le aterraba la idea de que habia algo monstruoso dentro de esa gran cantidad de nubes.
El chico solo acertaba dudosamente a los puntos de sus amigos para evitar seguir hablando del tema, después de todo lo que debe que pasar, pasará. No sabía cuántas cosas más estaría presenciando, pero lo único que este chico quería es que se terminara.
CONTINUARÁ.
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