Poco tiempo después con Robbie nos separamos y cada uno regreso a su casa, en mi caso al laboratorio.

-mira quién llegó -mi padre Dick fue el primero en aparecer frente a mi par aregañarme.

-sé que cometí una travesura, pero al menos atrapé al Joker y a Harley ¿No?

-eso me molesta, claro que sí pero lo que más me pone furioso es tu romance con su hijo -gruñó el castaño.

-solo nos dimos un par de besos, nada más.

-¡¿Cómo que un PAR?! -gritó atrayendo a todos hacia donde estábamos.

-cariño, tranquilo -Wally mi otro padre, se acercó y lo abrazó por los hombros.

-¿hubo un beso más? No, es que...¡Te prohibo salir con él!

-¡No puedes hacer eso! -exclamé indignada.

-ya lo hice.

-¡Papá! -miré al pelirrojo por ayuda.

-a mi no me veas, cada vez que te ayudo termino durmiendo con el perro y es incómodo.

-¡Damian! -Dick lo tomó de una oreja y lo tiró junto a mi -tú también estás en problemas jovencito.

-¿Pero yo que hice?

-fuiste su cómplice -señaló el velocista.

-no, eso no es verdad -negó -yo estuve en mi casa todo el tiempo.

-si, claro...Jason llevatelo. -luego me volteó a ver -y tú jovencita, estarás encerrada en la habitación de castigo.

-¡no puede ser! Solo estuve con un chico y no pasó nada.

-¡el chico era Quinn! -gruñó -hijo de dos villanos en potencia.

Mis padres me castigaron encerrandome en una habitación inhibidora de poderes, era un asco, estaba muy molesta con ellos.

-¿T/n?

Corrí hacia la puerta -¡Jamie! Sacame de aquí -rogué.

-no puedo hacer eso, ni siquiera sé como.

-estar aquí adentro es un asco y es injusto -apoyé mi espalda en la puerta y me deslice hasta el piso. -tienes que hacer algo para sacarme de aquí.

-no tengo poderes ¿lo olvidas?

-pues entonces ven aquí conmigo -murmuré.

-¿Cómo pretendes que entre?

-no lo sé, pero tú también me ayudaste, deberías estar castigado -respondí.

-yo no te ayudé, ese fue Damian.

-¡Jamie! -chillé

-bien, bien, ya voy -soltó una pequeña risa.

Unos momentos más tarde...

-¿Féliz? -preguntó el rubio una vez que lo metieron en la habitación conmigo.

-un poco -me tire en la cama y le hice un espacio a Jamie, el cual no tardó en acomodarse junto a mi.

-¿Jugamos a algo? -lo miré de reojo.

-¿Cómo a qué?

-veo veo -sonreí.

-no somos unos niños T/n.

-no te vengas a hacer el maduro, hace dos días tenías puesto un pijama de ositos cariñositos -lo miré con diversión.

-dijiste que no lo volverías a mencionar -formó un puchero con sus labios.

-mentí.

-ya no se puede confiar en nadie -negó fingiendo Indignación.

-¿Y bien? -alcé una ceja.

-empieza tú.

-veo veo -sonreí sentándome con las piernas cruzadas.

-¿Qué vez?

-una cosa -mordí mi labio inferior.

-¿Qué cosa?

-maravillosa -seguí.

-¿De qué color?

-color...color... -miré a mi alrededor -azul.

-mm...¿el libro? -señaló la mesa de luz con su pulgar, negué -¿Mis calzones?

-¿Qué? -solté una risa y él igual -¡no! Ni siquiera los veo, no tengo rayos x.

-okay -siguió buscando -está complicado -se llevó el dedo índice a su labio inferior. -¿el logo de los laboratorios?

-nope, ¿Te rindes?

-sip.

-tus ojos -me encogí de hombros.

-¿Y cómo se supone que yo los iba a ver?

-¿Con un espejo? -sugerí.

-no hay uno aquí.

-ya qué, es tu turno -me acosté junto a él de nuevo.

-y si mejor hacemos otra cosa -su rostro giró quedando muy cerca del mío.

-no sé que tienes en mente, pero no.

-que mente podrida que tienes, de verás -se burló.

-yo no...¡callate!

Acortó la distancia y unió nuestros labios, se sintió como si ya lo hubiera probado antes lo cual no era posible porque yo nunca había besado a Jamie, hasta ahora.
Me separé de él rápidamente, eso había sido raro, abrí los ojos y me casi me caigo de la cama por la impresión

-¿Robbie?

-mierda -se levantó de la cama -esto no debía pasar -cerró sus ojos y luego de unos minutos volvió a ser Jamie.

-James Campbell Bower ¿Qué demonios fue eso?

-soy un metahumano y además soy un Quinn, cambié mi nombre por ti. -admitió.

-no entiendo nada, ¿Robbie no existe? ¿Todo ese tiempo fuiste tú?

-hay una razón y es que tú me gustas -explicó.

-juraba que eras gay.

-me puse el vestido por diversión, eso no significa nada -rodó los ojos.

-me engañaste, ya no quiero que me hables -le di la espalda.

-¿me hubieras correspondido si...si te decía lo que sentía?

-tu me gustabas, estúpido -voltee a verlo molesta.

-mierda -murmuró.

-no puedo respirar -sentía mi corazón latir desenfrenado.

-tranquila, tranquila -corrió hacia mi y me abrazó -estás conmigo, estás bien, nada te va a pasar.

-mis padres son tan tontos que se olvidaron de que soy claustrofóbica.

-respira hondo, todo está bien -murmuró -no dejaré que nada te pase.

-¿Cómo es que tienes poderes aquí dentro?

-solo inhibe a los velocistas. -explicó acariciando mi cabello con dulzura. -¿Mejor?

Me separé despacio -si, gracias. -bajé la mirada a mis pies antes alzar mi rostro y toparme con un par de ojos zafiro -¿Te puedo hacer una pregunta?

-claro -se recargó en la pared con las manos en los bolsillos de su pantalón.

-¿Él existe?

-si...vive en el mismo edificio que yo -admitió -puedo ayudarte a buscarlo.

-¿Lo harías?

-asintió -pero, ¿como sabes que el que te gusta es él y no yo?

-no lo sé, es lo que quiero averiguar.

Dos mil años mas tarde...

Cuando por fin nos dejaron salir de la habitación, Jamie me llevó con Robbie, fue un poco difícil de encontrar pero lo hicimos, estaba en un café.

-¿Vas a entrar o te quedarás observandolo como loca pervertida?

-hablando de locos, tú eres el especialista en la materia ¿No? -bromeé.

-entra -me alentó.

-deseame suerte.

-no la necesitas -se pasó una mano por el cabello.

Entré al lugar y lo primero que hice fue empujar a un camarero, maldita torpeza.

-lo siento -me disculpe muy avergonzada.

Caminé hacia la mesa del rubio y dude un minuto, quería salir corriendo por la puerta.

-hola -dije cuando estuve frente a él.

-hola -sonrió -¿Te conozco? -frunció levemente el sueño.

-mm...no lo...

-¡eres T/n West Grayson! -exclamó

-si...esa soy -jugué con las puntas de mi cuello -¿Me puedo sentar?

-adelante -hizo un gesto con su mano señalando el asiento frente a él. -me llamo Robert Kay, por cierto, di me Robbie.

-es un gusto Robbie -sentí mariposas en mi panza.

Estuvimos hablando un rato entre nosotros conociéndonos más.
En un momento de distracción haciendo uso de mi súper velocidad, lo besé y ¡Dios! Sí que se sintió bien.

-me agradó pasar esta tarde contigo -dijo mientras salíamos del café.

-digo lo mismo -sonreí.

-en especial me agradó ese beso -guiñó un ojo -ten, mi número.

Tomé el papel muy sorprendida ¿Cómo notó que lo besé?

-yo...ah....

-¡Adiós! -dejó un beso en mi mejilla en la comisura de mis labios y luego se fue.

-no bueno, ¡Que gran avance! -el rubio se acercó.

-él notó que lo besé...pero ¿Cómo?

-¿Tengo cara de adivino? , no tengo idea.

-tienes cara de que quieres que te golpee -reí.

-¿Entonces? Él te gusta o...

-creo que ambos me gustan, pero ese beso con Robbie fue especial -admití. -lamento no poder corresponderte.

-no te preocupes, cariño -me abrazó por los hombros

-¡Chicos!

-¡Joseph! -exclamamos al mismo tiempo.

-¿Cómo está la princesa?

-bien, gracias -sonreí.

-disculpa linda, le hablaba a la rubia teñida junto a ti -bromeó.

Rompimos en carcajadas -soy rubio natural, mi ciela.

-como sea, te vi en el café con es chico...¿Qué no es el hijo de Superman?

-¿¡Quién!? -exclamamos los dos al unísono

-Superboy.

-me enamoré de un semi alienígena. -dije incrédula.

-¿Y tú como sabes que es él?

-es un amigo -explicó.

-eso explica lo del beso.

Holi! Como están? Esta segunda parte se la dedico a daniela56373 y Tania_Fernanda14 ¡Espero que les haya gustado! 😊