Pov T/n:

Neverland era estupendo, estar aquí se sentía realmente bien. En mi "hogar" si se podía llamar así, solía estar encerrada en una torre y no, no soy ranpunzel, aunque puede que la historia se haya inspirado en mi, soy tan vieja que llegué a conocer a los hermanos Grimm.
En fin, soy una vampiro pero no cualquiera y eso en menor medida es un gran problema y lo peor es que Peter no lo sabe.

—¿Estás bien? —preguntó Félix tomando asiento junto a mi.

—tengo que decirle algo a Peter y no sé como hacerlo —resoplé.

—¡Oh por Dios! ¿Estás...?

—¡No! Los vampiros no podemos procrear, además ya tengo un hijo —murmuré.

—¿Y quién es el padre?

—ahí está el problema —señalé.

—¡Ni que fuera un Volturi! —creo que mi mirada lo dijo todo —¿Lo es? ¡Oh por Dios! ¿Es Aro?

—¿Qué? ¡No! ¡Que asco!

—¿Marcus?

—¡Deja de preguntar! —me exalté.

—demonios —murmuró al darse cuenta —¡Pan está muerto!

—¿Y por qué lo estoy? —preguntó el susodicho detrás de él.

Félix pegó un grito agudo por el susto —ah...¿T/n, porque está muerto? —me miró gritando ayuda con sus ojos.

—sientate, tenemos que hablar.

—¿Hice algo mal? —tomó asiento un tanto confundido.

—bueno, eso depende de como te lo tomes —bajé la mirada apenada.

—no lo entiendo...

—tú sabes que soy una vampira —él asintió —y todo vampiro suele tener un compañero con el que pasar la eternidad.

—¿Y esto a dónde va?

—si T/n, sé mas directa —opinó el rubio.

—¿Y tú por qué sigues aquí?

—porque soy un chusma, mi ciela —se hizo la diva, cruzando una pierna sobre la otra, como una mujer lo haría, observando sus uñas.

—¡Largate! —le mostré mis dientes

—me voy arriesgar, no me pierdo esto, por nada.

—como sea —rodeé los ojos —luego si te falta un niño perdido, no te quejes —le comenté a Peter.

—si, si...ya dime lo que tengas que decirme.

—mi compañero es...es...—mordí mi labio inferior.

—¡¡¡ES UN MALDITO VOLTURI!!! —explotó Félix.

—te voy a arrancar la cabeza —gruñí furiosa.

—¿Y cuál de ellos es? —preguntó con temor —no diga Caius, no digas Caius, no digas Caius. —repitió en un murmullo

—por lo que sé, podría ser Marcus.

—¡Agh! —fingí un arcada —es Caius, mis gustos no cambian evolucionan —le guiñé un ojo a Peter.

—entendí esa referencia, es porque es rubio y británico.

—mierda, ahora sí que estoy muerto —se puso en pie. —¿no podías acostarte con el menos sádico?

—¿Qué parte de "Agh" No se entendió? —alcé ambas cejas. —Peter descuida, él ni sabe en donde estoy y mucho menos con quién.

—entonces, ¿no corro peligro de muerte?

—ahhh yo que tú dormiría con un ojo abierto, por las dudas —dije como quién no quiere la cosa.

—bien, puedo con esto, me enfrenté a Grindelwald, al propio Voldemort, a Lucifer, puedo con esto —de automotivó

—mirale el lado positivo, Peter —dijo Félix —por una vez en tu vida no eres el hombre mas viejo con el que haya salido una chica.

—bueno...Caius nació en los años mil trescientos, mas o menos. ¿Tu cuantos tienes?

—oh, el también nació en el mil trescientos, antes de Cristo —soltamos una fuerte carcajada, menos Peter claro.

—ja ja ja, si muy gracioso —gruñó con sarcasmo —pero si, creo soy más grande que Ciaus —hizo una mueca. —¿y tú cuantos años tienes?

—doscientos más o menos —arrugue la nariz con desagrado.

—¡Mamá! —volteamos encontrando a un rubio muy conocido para mi.

—¡James Volturi! ¿Cómo me encontraste? —corrí a su encuentro un poco molesta y preocupada.

—¿Cómo que James Volturi? —oí a Peter —por favor dime que es una broma, y ese no es hijo de...

—es mi hijo y de Caius —admití. —es un híbrido, aclaro por si no les era obvio.

—no, Caius no lo hubiera dejado con vida.

—¿Estoy aquí, no? ¿Y cómo conoces a mi padre?

—larga larga larga historia... —suspiró.

—¿Jamie por qué viniste aquí?

—papá viene en camino, ya sabe que estás aquí y está furioso —soltó —vine a advertirte.

—corazón, regresa a Volterra ¿Sí?

—él te matará —dijo con pesar —y no puedo dejar que eso pase.

—tu también saldrás mal parado si te quedas.

—¡Oh por Dios, voy a morir! —exclamó Pan. —no quiero morir, ¿Por qué tuve que acostarme con una Volturi?

—te gustó, no chilles —gruñí.

—mucho, pero ese no es el caso.

—¿Qué? ¿Engañaste a papá? —James me miró decepcionado.

—él me engaño primero con Athenodora, ya no soy su compañera.

—pero él aún te ama ¿Verdad?

—me quiere, más no me ama. —acaricié su mejilla —hijo no te aflijas, yo estoy bien y él igual.

—no, de eso no hay duda —dijo con sarcasmo mirando de reojo a Pan.

—mierda —me quedé estática en mi lugar.

—¿Qué? —Jamie me tomó de los hombros —¿Qué pasa mamá?

—él está aquí —Peter habló por mi, yo solo pude asentir. —en caso de que no la cuente —tomó mi mano —quiero decirte que te amo y no me importa si le perteneces a ese chupasangre sádico, pelearé por ti o moriré en el intento.

—ese término debería ser despectivo —comentó mi hijo. —chupasagre, fríos, me ofende.

—Peter, también te amo —junté nuestras frentes —pero no soportaría que mueras —acaricié su mejilla antes de unir nuestros labios en un pequeño beso —intenta hacer que no te maten.

—no puedo prometer nada.

Nos separamos antes de que ellos aparecieran y nos vieran así.
Me acerqué al híbrido y tomé su mano.

Los tres reyes no tardaron en aparecer, Caius por supuesto en el medio y el primero en avanzar hasta donde estábamos.

—T/n ¿Qué haces en una isla llena de humanos? —arrugó la nariz mirando a Peter y Félix. —te ordené quedarte en tu habitación, en la torre.

—¿Acaso soy Rapunzel?, me cansé de estar ahí.

Aro soltó una risita divertida —hermano, permiteme esto a mi —se acercó hasta donde yo estaba —Mi querida T/n —estiró su mano, resignada la tomé —fascinante, ella te botó —se dirigió al rubio.

—el lazo aún no se rompe —murmuró Marcus.

—quizás porque ese lazo es nuestro hijo.

—por cierto, a ti te ordené quedarte en tu habitación —miró a James —¿Acaso estoy hablando otro idioma que no es Italiano o español?

—no iba a dejar que le hicieras daño a mamá.

—¡Es una traidora! —exclamó furioso —se escapó para irse con estos humanos mediocres.

—¡Oye! Yo no soy ningún humano mediocre —se quejó Peter —tengo magia.

—y yo colmillos ¿Cuál es el punto?

—te mataré si la tocas —gruñó Peter.

—y yo te arrancaré la cabeza antes de que lo intentes.

—ninguno se va a matar ¿Queda claro? Y Aro ni se te ocurra soltar una risa porque no estoy de humor —miré al castaño —y tú —señalé a Caius —te vienes conmigo, tenemos que hablar.

—La adoro —Marcus sonrió apenas. —tiene carácter.

Nos alejamos un poco del campamento para tener privacidad.

—un segundo —lo detuve antes de que empezara a hablar —Peter si estás escuchando te juro que pateare tu trasero tan fuerte que no te podrás sentar en una semana —dija a nada en específico —no me mires así —rodee los ojos ante la mirada de desconcierto de mi esposo —el tipo está conectado a la isla.

—como sea...

—querido, creo que lo nuestro ya se ha acabado ¿No crees?

—¿acabar? Eres mi compañera, esto no se acaba —negó.

—te amé desde el primer momento, fuiste lo mejor que me pasó, no te culpe por casi morir al tener a Jamie, porque en verdad te amaba pero...ya no siento lo mismo.

—¿pero me quieres?

—claro que sí —sonreí.

—supongo que este es el adiós —suspiró.

—si...pero nos seguiremos viendo, tenemos un maravilloso niño en común.

—me va a matar un día —rió.

—tienes que tenerle algo de paciencia.

—si...¿Puedo pedirte algo? Un último deseo —asentí —un beso, solo quiero eso y te dejare ir.

Tomé su rostro en mis manos y uní nuestros labios en un dulce último beso.

—supongo que debo devolverte esto —saqué mi collar de Volturi.

—no, quedatelo —tomó mi mano —siempre serás mi reina.

Luego de aquello regresamos con los demás, sorprendentemente todos estaban ahí de los mas tranquilos.

—¿Ya arreglaron sus asuntos? —preguntó James.

—si —sonreí.

Los Volturi se fueron junto con James, él vendría a quedarse de vez en cuando pero por el momento debía regresar a Volterra.

—así que ¿Estamos bien? —Peter se acercó a mi.

—claro que sí —rodee su cuello con mis brazos y junté nuestros labios en un beso dulce.

—al fin...por cierto, no te puedes comer a ninguno de mis niños ¿Sí?

—bien, tendré que buscar la comida un poco mas lejos —me encogí de hombros.

—pero que parezca accidente —Félix guiñó un ojo.

—no soy mafiosa —reí.

Holí! Como están?? Si si, ando un poquito  colgada con Jamie, ya qué! Lo adoro 🥰

James el hijo de la rayis y Caius es esta version de Jamie (Anthony Hope, en Sweeney Todd)

Espero que les haya gustado! 😊😁