Era una mañana de viento helado en Siberia una joven de cabellos largos color castaño oscuros y ojos esmeraldas, de piel blanca y de estatura no tan alta ni tan baja, vestida con una blusa blanca junto a una sudadera de color negra, pantalones negros y botas del mismo color... era una amazona al servicio de Athena portando la armadura de Casiopea siendo acostumbrada a los lugares muy fríos por lo que no era de esperarse que no estuviera tan abrigada, se encontraba caminando sin lugar fijo observando todo a su alrededor con nostalgia y pocos ánimos hasta que sin darse cuenta llegó al lugar donde menos esperaba...

xx: —observa al caballero presente que se encontraba hincado—. ¿Shun? ¿Enserio eres tú? Pero... ¿Qué haces aquí? Creí que estarías en el santuario con el resto.

Shun: —voltea a verla y se sorprende— Tn... debería estar en el santuario por las ordenes de Saori, pero no podía hacerlo... no sin haber pasado por aquí primero, dime... ¿Tú también viniste a verlo? —preguntó mientras dirigía su mirada nuevamente hacia enfrente.

Tn: En realidad... no me sentía preparada aún, pero mis pies me guiaron hasta aquí —observa hacia el frente con una mirada perdida—. Supongo que era porque por dentro quiero verlo... pero no siento que sea lo correcto —baja la mirada.

Shun: —se levanta y se acerca a ella dándole un abrazo—. No te sientas culpable, él no querría que estuvieras de esta manera.

Tn: —corresponde al abrazo sintiendo un nudo en su garganta—. ¿Por qué el Shun? ¿Qué fue lo que pasó en aquella batalla que lo dejo así? —preguntó esperando obtener respuestas.

Shun: Tn no creo que...

Tn: —se separa del abrazo—. Shun te lo suplico —pidió con dolor interrumpiéndolo y observándolo a los ojos—. Quiero saberlo... yo necesito saberlo... estoy harta de que nadie me diga la razón porque según ustedes querer protegerme y cuidarme, pero ustedes no saben que ya estoy rota y lastimada por dentro —comentó frustrada—. Solo quiero saber que paso...

Shun: Tn... lo que paso fue que...

xx1: En aquella batalla Hyoga intentó proteger a Saori, pero no sabíamos que el ataque sería mortal incluso para un Dios —una voz seria se escuchó detrás de ellos haciendo que ambos voltearan.

Tn: Shiryu... Seiya —ambos caballeros la miraron con tristeza—. Así que eso fue lo que en realidad paso —bajó nuevamente la mirada sintiéndose impotente—. No pude estar para protegerlo...

Seiya: —apretó fuertemente los puños—. Tn... nosotros te debemos una disculpa —la amazona lo miro sin entender.

Tn: ¿Una disculpa? ¿Por qué? Si ustedes no tuvieron la culpa de lo que pasó —suspiró pesadamente y observó hacia el cielo—. Cómo caballeros al servicio de Athena sabemos que protegerla es darlo todo incluso la vida... no tienen porque pedir disculpas cuando Hyoga lo hizo por protegerla...

Shiryu: Te prometimos que vendríamos todos sanos y salvos, pero no pudimos cumplir esa promesa —bajó la mirada sintiéndose impotente al recordar lo que sucedió—. No pudimos salvar a Hyoga —apretó los puños con fuerza.

Tn: Debí haber ido —bajó la mirada sintiéndose culpable—. Esa maldita misión que no sirvió para nada hizo que no pudiera pelear a su lado —apretó los puños con fuerza.

Seiya: Saori no quiso que te involucraras en esto... por eso te quitó del camino para que no te entrometieras y salieras herida —y eso fue la gota que derramó el vaso.

Tn: ¿Qué? —Seiya palideció al darse cuenta de lo que había dicho—. ¿Todo esto fue planeado por ella? —su cosmos comenzó a elevarse por el enojo—. ¿Por qué no me lo dijeron? CARAJO LA CULPA LA TENGO YO AL ACEPTAR ESA ESTÚPIDA MISIÓN QUE NI SIQUIERA ERA PARA ALGO BUENO —gritó con dolor y enojo mientras observaba al resto—. SOY UNA AMAZONA A SU SERVICIO... MI DEBER COMO TAL ES PROTEGERLA... NO HACERME A UN LADO —apretó los puños.

Shun: Tn tranquilízate esto no es tu culpa —pidió preocupado mientras intentaba acercarse a la amazona, pero ella retrocedía, se encontraba molesta... muy molesta.

Tn: No Shun —negó con la cabeza—. Pero él y yo hicimos una promesa —observó su mano la cual sangraba por la fuerza que había ejercido cuando apretó su mano—. Regresé tal como lo pidió y ahora... todo esto se fue al carajo porque no pude estar para ayudar —suspiró pesadamente, sintiendo como el dolor se acumulaba—. No llegué a tiempo para protegerlo... —mencionó la castaña con dolor.

Shiryu: Tn —la observa con tristeza y le da un zape a Seiya—. ¿Vez lo que provocas? —lo observó con reproche—. No debiste mencionar eso Seiya.

Seiya: —se queja por el golpe y observa a Shiryu—. Lo siento, se me salió decir eso —observa a la amazona—. No quisimos que te enterarás así... no teníamos idea de que el ataque mataría directo a Saori de no haberse metido Hyoga en medio.

Shiryu y Shun: SEIYA —gritaron con reproche hacia el caballero de Pegaso quien se volvió a dar cuenta de lo que dijo observando preocupado a Tn.

Tn: —cerró los ojos tratando de tranquilizarse y no matar a Seiya—. Podrían dejarme sola por favor —pidió con la voz quebrada mientras les daba la espalda.

Seiya: Pero Tn...

Tn: Por favor... solo necesito un tiempo con él... solo eso —observó hacia enfrente y se dirigía hacia donde se encontraba el caballero de cisne.

Shun: Por supuesto —asintió con una sonrisa comprensiva—. Te daremos todo el tiempo que necesites para hablar con él.

Los jóvenes se fueron del lugar regañando a Seiya por hablar de más y dejaron que la joven castaña fuera hacia donde se encontraba el caballero y se desahogara todo lo que quisiera, aun sabiendo que eso abriría nuevamente sus heridas.

Tn: —se acerca y se arrodilla enfrente de él—. Hola Hyoga... yo... sé que puedes escucharme desde donde estés, han pasado muchas cosas desde que sucedió aquella batalla contra el Dios Apolo y no sé cómo decirte esto que siento —extiende si mano y la coloca en el ataúd de hielo acariciándola suavemente sintiendo como las lágrimas volvían acumularse de golpe—. Lo siento —solloza con lágrimas en sus ojos—. Lo siento tanto... no quise que todo esto sucediera, no debí haber ido a esa misión, debí quedarme contigo peleando a tu lado... debí confesarte lo que sentía, que tú eras el único al que mi corazón quería —observó con tristeza el ataúd—. Así como tú lo hiciste aquel día después de la batalla contra Hades... fui cobarde y no lo dije, aunque tú lo sabías, yo quería ser quien te lo dijera directamente —trató de que su voz no se quebrara más de lo que ya estaba pero era en vano—. Ahora que te veo en estas condiciones me siento culpable, enterarme de lo que te paso y sentir este gran vacío en mi corazón... quiero que sepas que yo... te amo —sollozó sin soltar las lágrimas que tenía acumuladas—. Desde siempre te he amado Hyoga...

Fue en ese momento cuando algunos recuerdos vinieron a la mente de la amazona abrumándola por completo... ella solo dejó que aquellos recuerdos siguieran...

Recuerdo

Se encontraban dos jóvenes corriendo y riendo, era su hora de descanso por lo que el caballero de los hielos no habría tenido alguna objeción con que tomaran un poco de aire y descansaran de tanto entrenamiento.

Hyoga: Eres muy rápida Tn —se tumba en el suelo dramáticamente mientras trataba de recuperar aire.

Tn: ¿Eh? —voltea y lo ve en el suelo—. Oh vamos Hyoga eres el caballero de Cisne ¿Y no tienes condición? —se acerca a dónde estaba mientras lo observaba con una sonrisa burlona en su rostro.

Hyoga: —aprovecha su cercanía y la toma del brazo tumbándola a un lado de él y comienza a reír—. Que sea el caballero de los Cisnes no significa que no pueda cansarme.

Tn: —se sobresalta ante la acción del caballero—. Oye eso no es justo —se levanta un poco colocando la barbilla en el pecho del caballero mirándolo—. ¿Sucede algo o por qué me miras así? —pregunto nerviosa.

Hyoga: Yo...— Se le queda mirando por unos momentos hasta que observo sus labios la tomó del mentón acercándola a él y la besa.

Tn: — Se sorprende al sentir los cálidos labios del caballero sobre los suyos, pero lo corresponde fundiéndose en un tierno beso.

Ambos caballeros se separaron por falta de aire, muy sonrojados por lo que acaba de suceder, pero aun así no dejaron de mirarse directo a los ojos... ambos tenían en claro sus sentimientos, pero el temor de ser rechazados les impedía decir lo que sentían...

xx: HYOGA, TN ES MOMENTO DE SEGUIR ENTRENANDO —se escuchó el grito del caballero de acuario desde la onceava casa haciendo que ambos se levantarán y se dirigieran a entrenar sin decir nada, pero sabiendo que ambos se correspondían sus sentimientos.

Fin del recuerdo

Recuerdo

Dos jóvenes se encontraban afuera de la onceava casa del zodiaco... Era de noche y las estrellas brillaban más que nunca... sin embargo todo esto había sido por la finalizaron de guerra santa que tuvieron que enfrentar.

Tn: Es increíble ¿No? —Hyoga la observó—. Ha finalizado la guerra santa y nosotros aquí disfrutando, observando las estrellas como si fuera algo común.

Hyoga: Al menos ya habrá algo de paz, si no es que otro Dios intenta destruir a Athena —habló burlón haciendo que la amazona rodara los ojos.

Tn: —se levanta un poco de dónde está quedando sentada observando las estrellas—. Quiero que todo sea así... tranquilo y sin necesidad de que se pierdan vidas inocentes... pero... ¿Qué pasará cuando tengamos que pelear nuevamente y alguno pierda la vida? —apretó los puños—. Esta vez sobrevivimos ¿Pero a que costo? Varias vidas se perdieron...

Hyoga: —se levanta quedando a la par de la amazona y toma sus manos—. Tn Mírame —la amazona lo voltea a ver—. Quiero que sepas que si peleamos nuevamente estaremos el uno al otro protegiéndolos, Seiya y los demás tampoco permitirían que nos pasará algo a alguno de nosotros, somos caballeros fuertes y nunca dejaremos de pelear por la justicia —se acercó a la amazona y sin darle tiempo de hacer algo la beso.

Tn: —corresponde el beso soltándose del agarre de Hyoga y colocando sus manos atrás de su nuca mientras él la tomaba de la cintura acercándola a él.

Hyoga: —se separa por falta de aire y junta su frente con la de ella—. Te amo Tn... desde siempre me he sentido atraído hacia ti y puedo decir que durante todo este tiempo me he enamorado de ti... eres alguien fuerte y dedicada, jamás dejaste que alguien te derrotará o te subestimara... quisiera que estés conmigo para siempre, luchando juntos —observa a la amazona con una sonrisa.

Tn: Hyoga yo... quiero decirte que...

xx: TN, HYOGA VENGAN SAORI NOS NECESITA —gritaron a lo lejos, interrumpiendo a la amazona y haciendo que el momento de ambos acabará.

Hyoga: —suspiró cansado por la interrupción—. A veces quiero golpear al burro con alas —murmuró molesto mientras se levantaba por completo y le extiende la mano a la amazona—. Ven vamos a ver qué es lo que necesita Athena —la observó con una cálida sonrisa.

Fin del recuerdo

Recuerdo

Era de mañana y la joven amazona tenía que irse a una misión que su Diosa le había encomendado, lo que no sabía era que detrás de eso una fuerte batalla se avecinaba, Hyoga estaba con ella despidiéndose.

Tn: Athena me dejo la misión de ir, pero me gustaría quedarme ¿Seguro que todo estará bien? —preguntó preocupada mientras observaba al caballero de Cisne.

Hyoga: Tranquila y ve con cuidado de que quiero verte de regreso bien y con una gran sonrisa de que la misión fue un gran éxito —la abrazó con fuerza siendo correspondida por la amazona.

Tn: No sé cuánto tiempo demore, pero regresare sana y salva de eso no habrá dudas —sonrió con ternura al separarse del abrazo.

Hyoga: Te esperare y seguiremos juntos pase lo que pase, viviendo cada nuevo momento —la miro a los ojos.

Tn: ¿Lo prometes? —preguntó mirándolo directo a los ojos.

Hyoga: Lo prometo mi hermosa amazona —sonrió tiernamente y la volvió a abrazar.

Fin del Recuerdo.

Tn: Ese día que veíamos las estrellas... me confesaste tus sentimientos y cuando yo estaba a punto de hacerlo no pude... me siento tan tonta por no habértelo dicho en el momento... quería que supieras lo que sentía por ti y ahora me culpo por ello... Si tan solo... hubiera llegado a tiempo —una lágrima recorrió su mejilla provocando que las que tenía acumuladas también salieran provocando su llanto—. Tu seguirías con vida mi caballero de Cisne.