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La luna de miel perfecta en París no es una luna de miel sin recorrer precisamente París. Así que Yoongi y Jimin se habían tomado como se debe sus días de descanso en la capital del romance para pasear y hacer un recorrido como se debía, era verdad que la primera vez que Jimin Viajo a Francia hicieron algunas paradas pero con trabajo de por medio no era tan placentero ahora con el tiempo suficiente y ya siendo esposos todo París parecía brillar bajo un encanto mágico.
Yoongi tenía como sorpresa para Jimin un recorrido en Crucero por el mismísimo Río Sena, Casi todo lo mejor de París estaba concentrado en esta ruta básica que el río Sena ofrecía ya que a donde quiera que Jimin mirase había algo especial para ver y tomar fotografías por ejemplo a la derecha se veía Le Marais y sus palacetes muchos de ellos, hoy en día convertidos en museos, el Louvre el famoso museo donde habían ido a pasear la primera vez y donde precisamente Yoongi se había enterado que aún sentía cosas por Jimin, se alzaba modesto con su moderna pirámide de cristal, el jardín de las Tullerías, la plaza de la Concordia o el Petit Palais, todas estas bellas paradas que podían hacer para conocer mejor París. Y al volver por la izquierda, se encontraba la calle Saint-Jacques, que los lleva al Barrio Latino, tambien el Palais Bourbon, los Invalides, el Museo de Orsay y la majestuosa torre Eiffel.
Viajando sobre la terraza del crucero y admirando todas estas bellezas mientras cenaban a la luz de la luna y las velas era el marco perfecto que ambos deseaban atesorar para siempre en su corazón y en su alma.
—Por Dios Yoonie jamás creí que París de verdad era tan hermoso como se lee en los cuentos y en las revistas, es más maravillosa que la última vez que estuvimos aquí.
Yoongi sonrió, la última vez Jimin quería pasear por el río Sena pero debido al tiempo ajustado no se pudo. Ahora estaba ahí hipnotizado admirando la belleza del lugar pero Yoongi estaba seguro de que la belleza de la ribera del río Sena no era nada, absolutamente nada comparada con la belleza que él tenía frente a sus ojos y que nunca podría cansarse de mirar, la sonrisa de su amado Jimin, todo Jimin de hecho debería ser considerado la octava maravilla del mundo.
Tan sublime, tan profundo, tan dulce, tan precioso así era su obra de arte por la cual era feliz muy muy feliz y ya antes lo había dicho pero Yoongi mataría y moriría por ver a Jimin bien y feliz siempre.
—Este lugar es hermoso Jiminie pero jamás podría superar tu belleza, tú mismo eres como una obra de arte invaluable e intocable es más cuando volvamos a Corea te pondré en una vitrina de vidrio y oro macizo para que nadie te toque. —Sonrió viendo como el sonrojo de Jimin se hacía presente y luego abría la boca asustado.
—¡No te atrevas!
—¡No me retes!
Jimin iba a protestar, puso sus manos en puño y golpeó quedito la mesa asustado.
—Aaish se me olvida que estoy casado con un Gangster. —Habló bajito haciendo un tierno puchero y sacando las risas de Yoongi.
Yoongi posó su mano sobre la mesa para poder tocar la de Jimin y acariciarla suavemente.
—Te amo mi amor, la vida me dio tanto sabiendo como soy... no merezco nada de esto pero estoy tan agradecido.
El corazón de Jimin saltó de su escondite, las palabras de Yoongi eran hermosas.
—No Yoonie mereces todo porque eres un hombre bueno, siempre estás velando por tu familia, estas siempre pendiente de tu madre y de Hoseok hasta de Solar aunque no demuestres nada de eso, por dentro eres un panquecito muy dulce mi amor porque siempre los pones a ellos y a mi en primer lugar. Te mereces todo lo bueno que hay en la vida. Hasta eres tan dulce con Adora, Luca y Jinhoo... no digas que no mereces nada bueno en tu vida amor.
Yoongi volvió a sonreír más ampliamente sintiéndose orgulloso en él mismo pues a pesar de ser un Mafioso traficante trataba de ser todo lo contrario a lo que su padre le había inculcado, si su padre creía que doblegando a las personas podía lograr dar frutos a su imperio Yoongi creía que afianzando lazos era mucho mejor.
Y Jimin lo apoyaba, es más Jimin lograba ver lo mejor de él.
—Por cierto amor hablando de Luca y Jinhoo... estaba pensando ya sabes ¿Crees que estemos listos?
Jimin boqueó... ¿Listos? ¡Dios santo Listos!
—¿L-listos para que Yoonie?
—Para ser padres por supuesto.
Los ojos de Jimin brillaron a más no poder y una hermosa sonrisa se dibujó en su rostro.
—¿Lo dices en verdad Yoon?
El mayor asintió con ternura también en sus ojos, lo que más deseaba era ver a Jimin feliz y sabía que él no sería plenamente feliz sin tener su propia familia grande y bonita. De pronto vio a Jimin saltar sobre él arrojando los cubiertos al piso del crucero y rodearlo con sus brazos depositandole muchos besos en el rostro.
—Ay Yoonie eso me hace mucha ilusión gracias gracias, ¿Sabes cuanto adoro a los niños? Así de mucho. —Expresó extendiendo sus brazos en el aire.
—Lo se amor por eso lo pensé y ya que te gusta la idea pues al volver te puedes encargar de ver todo lo que se necesita.
Jimin asintió emocionado, podrían darle un hogar a esos niños deseosos por tener una familia.
—Yoon...
—¿Si amor?
—Te amo mucho lo ¿sabes verdad?
—Lo sé bebé.
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Hoseok se llevo una mano y se masajeo la barbilla con sus dedos, su padre se estaba poniendo muy intransigente.
—No veo que estés haciendo algo para quitar del camino a Yoongi Hoseok, es más se casó con ese muchacho ¡y no hiciste nada!
—Calma padre, veras que cuando menos lo esperes Yoongi caerá, Jimin será mío y las cosas serán como tu deseas de ahí en adelante. —Soltó algo exasperado levantándose y caminando para la salida, la oficina de su padre lo asfixiaba. —Pero deja de exigirme a cada rato porque no me dejas concentrarme en lo que debo hacer.
Salió de la oficina topandose de frente con su madre, inmediatamente ablandó sus facciones.
—Madre...
—Oh hola corazón mío pase por aquí quise verte ¿Cómo estás? no me has llamado.
—Tengo demasiado trabajo madre lo siento ven a cenar conmigo en la noche Sí, cocinaré para ti. —Acarició las manos de su madre.
Ella le sonrió dulcemente, Hoseok solía ser más cariñoso que Yoongi, pero Yoongi solía ser más honesto y directo. Amaba a sus dos hijos por igual. No podía decir lo mismo de Lisa de quien estaba profundamente decepcionada.
—Claro corazón iré, no haré sonar el plato con el tenedor lo prometo. —Sonrió.
Hoseok también le sonrió y se fue.
La señora Min lo miró irse y luego entró a la oficina de su esposo, volvió a borrar su sonrisa en cuanto lo vio.
—¡Desgraciado! —Una de sus manos golpeó su rostro haciendo un ruido sordo. —¿Cómo te atreves a poner a mis hijos en contra? Eres un ser tan ruin Min Gong-yoo, te odio...
Las comisuras de la boca de la mujer temblaron suavemente conteniendo el llanto y la ira. Se había contenido todo lo que podía cuando oyó la conversación desde afuera y no quiso hacer nada en presencia de su hijo, pero ya se había ido asi que se atrevió a reclamar. Si algo le había dejado la pelea con Lisa fue el darse cuenta del miedo que le tenía a su esposo pero eso ya no más, si por defender a sus hijos moría lo haría con todo el gusto del mundo, y supo que sus dos hijos corrían peligro por culpa de ese mounstro.
—¿Quién te crees que eres para decirme que o no hacer?
—Tú esposa, la madre de esos muchachos a los que has puesto a pelear con contra como tus gallitos de pelea, ¿Cómo le ordenas a Hoseok atentar contra su hermano?
La mujer temblaba de furia, algo le había enseñado su difunta madre y era defender sus ideales y poner a sus hijos a pelear como Cain y Abel no era uno de ellos.
—Sólo eres una mujer sumisa y miedosa. —Espetó el hombre.
—Ya no más Min Gong-yoo, nunca más tendré miedo de ti. Me has manipulado y utilizado por muchos años y se acabó, no solo me obligaste a casarme contigo. —Por primera vez soltó lágrimas de dolor. —Sabías que estaba enamorada de tu hermano que íbamos a casarnos q-que estaba esperando un hijo de él y tú... —Soltó un jadeo ahogado. —Tú fuiste capaz de asesinarlo para quedarte con todo de él, con migo, con su dinero c-con sus H-hijos, y con su lugar en sustitución a su padre... este lugar que posees ahora no lo ganaste limpiamente y tú lo sabes. Que dirían tus hijos si supieran que lo que orgullosamente alardeas lo has robado.
Un golpe en su rostro impacto evitando que siguiéra hablando.
—¡Cállate! Cállate porque si es necesario silenciarte para que no hables lo haré lo sabes mujer.
Otro golpe en el rostro, y uno más en el estómago, otro más en la cabeza, y otro nuevamente en el estómago.
La madre de los jóvenes Min estaba en el suelo con sus manos en el rostro para que las duras patadas de su esposo no le dieran en el.
—Vete a la casa y no digas nada o esto no será nada comparado con lo que te esperará.
Ella llorando se levantó con mucho dolor en su cuerpo, eso le pasaba por tratar de defender a sus hijos, y lo haría de nuevo con tal de verlos bien, solo debía ser más fuerte la próxima vez.
—Vamos largo y no dejes que nadie te vea. —Abrió la puerta pero para su mala fortuna Solar estaba a punto de tocar a la puerta.
—¡Oh por Dios s-señora Min...!
—Se cayó querida, ayudala a ir hasta el automóvil, dile al chofer que la lleve a casa.
Ella asintió con la ira creciendo en su interior ¿Se cayó? Esa puta y asquerosa mentira no se la tragaba. La mujer no podía ni caminar erguida del dolor eso no era una caída. Lo maldijo de mil maneras.
No quería ni imaginar que haría Yoongi cuando vuelva de su Luna de miel y vea a su madre así.
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