💎5
Taehyung caminaba de arriba para abajo en toda la casa de Yoongi con los ojos y la boca abierta.
—¡Joder Jimin, este Tío está bañado en millones, y es guapo además. —Susurró bajito ya que Jin estaba parado en la puerta de la casa.
Jimin se encogió de hombros.
—Todo tuyo. —Suspiró mirando de reojo al guardaespaldas.
—Dices que te atropello, te llevo al hospital y te trajo aquí para cuidarte Jimin estas no son cosas que pasan asi porque si, son cosas del destino Diosito te lo esta mandando.
—Pffff —Jimin se cruzó de brazos y rodó los ojos exasperado. No le apetecía para nada ese nuevo Min Yoongi que había vuelto a ver. Ni aunque fuera muy guapo, musculoso, e irresistiblemente sexy.
Negó con la cabeza para dejar ir esos pensamientos que atravesaban por ahí.
Una vez lo había rechazado y si Jimin un defecto tenia era que solía ser muy rencoroso y además orgulloso.
—¿Pero es que es algún mafioso o algo por el estilo? Si es así Jimin por muy guapo que sea no caigas en sus encantos ok, esos tipos son peligrosos. —Susurró en su oído para que Jin no los escuchase.
Tae lo sacaba de sus cavilaciones con sus ocurrencias a cada rato.
—¿Tengo hambre habrá algo en la cocina?
—Espera Tae, esta no es nuestra casa. —Reprendió el castaño sujetándolo de la mano y volviéndolo a sentar.
—¿Y? El tipo dijo "Siéntanse como en su casa" antes de irse y yo en mi casa ando en calzones y como a cada rato Jimin así que iré a ver que hay en la cocina, además me llamaste para que cuide de ti en lo que él señor misterio se iba a sus asuntos importantes. Si no me van a pagar eso al menos denme de comer.
Jimin negó sin dejar de mirarlo y lo siguió a la cocina. Lo miró rebuscar por todos lados.
—¡Aquí no hay nada para comer! —Se quejó cruzando los brazos.
— Es porque debes prepararlo, por lo que oí que dijo hace rato su empleada doméstica anda de vacaciones.
Jimin comenzó a buscar en la alacena y encontró cosas para cocinar, ¡pasta!
—¡Hagamos una Lassagna!
Taehyung sacó carne del refrigerador y cebolla, ajo y otras cosas rápidamente mezclaron el queso con la crema y los tomates para hacer la pasta. Mientras en una olla ponían la pasta a ablandar.
En una hora habían cocinado una deliciosa comida Italiana, Jimin era el bueno para la cocina.
Sacó tres platos con cuidado ya que no quería romper ninguno porque presentía que se quedaría endeudado toda la vida con Yoongi si resultaban sus vajillas ser de oro con porcelana.
—Somos 2. —Rectificó Tae mirando los 3 platos.
Jimin negó y señaló hacia afuera donde seguramente estaba el guardaespaldas y sirvió un poco luego se encaminó hacia él.
El guardaespaldas se tensó al verlo y le miró serio dando un paso hacia atrás con recelo.
—No tiene veneno o cosas así, pensé que podría comer un poco en lo que regresa su jefe.
El alto de cabello negro dudó en tomar la comida.
—Vamos, esta sabrosa y no le diré a tu jefe que te dimos de comer. —Jimin esperó a ver que decidía el guardaespaldas y se iba a resignar justo cuando iba a irse él tomó el plato de comida.
—Gracias. —Gruñó por lo bajo.
Jimin hizo una pequeña reverencia y se fue a la cocina.
Tae estaba sirviendo dos vasos de agua con gas que había en el refrigerador.
—Oye Jimin, ¿no te dan miedo esos tipos? Mira que si anda con guardaespaldas es porque es alguien de importancia... deben ser secuestradores refinados.
Jimin soltó una carcajada mientras se sentaba a comer junto a Tae.
—No son secuestradores Tae, para que iban a serlo si tienen dinero de sobra.
—¡Pero claro que sí, ese tipo Yoni te secuestró sin avisar nada!
El castaño rodó los ojos mientras se llevaba un bocado de la pasta. Estaba sabrosa.
—Tae, los secuestradores no avisan cuando van a secuestrar a alguien. —Refutó. —Y se llama Yoongi, estudiamos juntos hace años, bueno juntos juntos no porque él iba a dos años más arriba que yo pero... en fin el caso es que no es un secuestrador si no no estuvieras aquí.
—¿Y si nos tiene secuestrados a ambos? —Taehyung subía sus cejas con gracia.
Los pasos de alguien sonaron y era Jin quien se acercaba con el plato vacío.
—Gracias. —Volvió a decir y se alejó de nuevo.
Taehyung iba a hablar cuando alguien tocó la puerta y escucho voces afuera así que ambos se acercaron a ver que sucedía.
En el recibidor estaban Jin y otro sujeto de cabello negro y trajeado muy elegante. Sus ojos eran grandes y brillantes y sus dos dientes delanteros más grandes que los demás.
—¿No ha venido? —Preguntó.
Jin negaba y se acercaba para hablarle y luego señaló a Jimin y a Tae y se sorprendió a ver que no estaban solos.
—Jimin ya nos chupo la bruja ahí viene el otro cómplice.
—Basta Tae Cállate que te puede oír, ya te dije que no son secuestradores.
El tipo alto caminó hacia ellos y se paro justo frente a Jimin examinandolo y luego volteó a ver a Tae, apretaba sus labios y un fino lunar se le apreciaba debajo del labio.
—Hola soy Jeon Jungkook ¿y ustedes son? —Extendió la mano y Jimin fue el primero en corresponder.
—Ah, hola soy Park Jimin. —Agarro la mano de Jungkook y este sonrio levemente.
Luego Jungkook se fijó en Tae quien tarareaba una melodía y examinaba el piso.
—Tae... —Susurró Jimin.
—¿Ah? Eh yo soy Chente —Dijo sin dar la mano a lo que Jungkook la bajó lentamente sin dejar de mirarlo.
Jimin quiso reír pero se contuvo.
—¿Son invitados de Yoongi? —Cuestionó mirando a Jimin sin dejar de sonreír.
Él asintió levemente.
—Soy un socio del trabajo, lo voy a esperar tengo que hablar urgente con él. —Jungkook se sentó en el sofá que había en la sala de estar y sacó su teléfono.
—¿Quieres comer algo de Lassagna? La acabamos de hacer. —El pelinegro miró a Jimin y Luego con una sonrisa asintió. Se levantó y caminó detrás de Jimin y de Tae hasta la cocina.
Le sirvieron en el desayunador y se sentaron frente a él. El joven parecía muy amable y agradable.
—¿Y cuantos años tienes Jungkook?
El pelinegro trago rápido lo que tenia en la boca para poder contestar.
—Tengo 27 ¿y tu Jimin?
—25 y Ta...Chente 26 —Respondió sonriendo. Se fijó en que Jungkook al igual que Yoongi usaba ropa muy cara y zapatos costosos, definitivamente si debía ser algún socio de su empresa.
—¿Dónde trabajan ese Yoni y tu? —Cuestionó ahora Tae señalandolo con el dedo.
—Ah Yoongi y yo somos dueños de las joyerías "Imperial Diamond"
Los dos chicos abrieron sus ojos impresionados.
—¿Dueños?
Jungkook asintió sonriendo ante la incredulidad de los otros dos.
—Bueno Yoongi es el dueño con su familia y yo solo soy un socio pero es como si fuera mía también.
Jimin y Taehyung se voltearon a ver, ahora todo tenia sentido y con razón eran así de extravagantes.
—¡Esa joyería es la más grande y lujosa de todo Asia!
—Oí que el Príncipe Chanyeol y toda su familia compra las joyas más caras ahí y que la reina de Inglaterra manda a hacer sus coronas aquí. —Habló Taehyung emocionado.
Jungkook asintió orgulloso.
—Así es ¿Y ustedes a que se dedican?
—Aún estamos en la Universidad este año nos vamos a graduar. Yo seré Económico y Financista y Chente está estudiando Comunicación.
Jungkook arrugó su ceño. —Me pregunto donde conoció Yoongi a dos chicos tan encantadores como ustedes dos.
Miró su reloj igual de caro en su muñeca y se levantó.
—Creo que debo irme no puedo esperar más a Yoongi. Fue un placer y gracias por la comida estaba deliciosa. Espero otro día poder platicar más con ustedes.
Hizo una reverencia y le guiñó un ojo a Jimin para luego salir de la cocina.
—¿Es muy agradable cierto? —Habló Jimin levantando los platos sucios y llevándolos al lavaplatos. Abrió el Grifo y comenzó a lavarlos con la espuma para platos que estaba ahí.
—Si, aunque no me da confianza parece Mafioso.
Jimin terminó de lavar los platos y busco una toalla para secarlos y luego los guardo en su lugar.
—Ya me di cuenta Chente. —Deja de decir que son Mafiosos Tae te pueden oír y se pueden ofender.
—No pensaba decirle mi nombre real.
Taehyung se encogió de hombros, se pasaron el resto de la noche viendo la enorme Tv que había en el centro de entretenimiento.
Taehyung se quedó dormido cómodamente en el sofá y Jimin lo tapó con una manta que fue a conseguir por ahí y luego él también estuvo a punto de caer rendido cuando unas suaves manos lo tocaron en los hombros.
—¡Yoongi! —Susurró.
El mayor le sonrió a Jimin y lo ayudó a ponerse de pie.
—Perdóname por demorar, tuve muchas cosas que arreglar.
Jimin se sorprendió cuando le miró la camisa con pequeñas salpicaduras de sangre y se llevó una mano a la boca asustado.
—¿Dios Yoongi te cortaste? —Yoongi negó rápidamente sin prestarle mucha importancia.
—No, es tinta Jimin, una máquina se derramó y me cayó justo ahí en mi camisa favorita.
Jimin se tranquilizó y recordó la comida.
—¿Tienes hambre? Prepare Lassagna.
Yoongi arrugó el ceño sin decir media palabra y luego se acercó a Jimin y lo tomó de los hombros.
—Jimin, ¿debias descansar y te has puesto a cocinar? —Negó algo molesto.
—No es nada Yoongi de verdad estoy bien. Además Taehyung me estuvo ayudando. ¿Quieres comer?
Yoongi negó y fue hasta el bar y se sirvió un trago de Whisky el cual se bebió de un sólo.
—Comida Italiana, no sabes lo harto que estoy de las cosas Italianas.
—Entiendo, entonces te puedo preparar otra cosa.
Yoongi negó y de pronto tomó a Jimin en sus brazos como había hecho en la mañana y lo llevó a su habitación bajo las protestas de Jimin.
—Debes descansar. Prepararé la ducha para ti, la tina es muy relajante.
Lo dejó sobre la cama con cuidado y se dirigió al baño para preparar una ducha para Jimin.
El joven no sabía que sentir jamás nadie lo había cuidado como él, como si de verdad valiese la pena para alguien.
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