Nota: Éste capítulo contiene escenas subidas de tono tipo sexuales y explícitas además de lenguaje obseno por favor leer bajo tu discreción.

Jimin no entendía por qué Yoongi lo había ido a traer muy pronto pero lo agradecía, la cena fue muy familiar y agradable pero solo deseaba terminar para irse y quedarse el resto de la noche en los brazos de Yoongi.

El pelinegro lo tomó de la mano, delicadamente lo llevó por las escaleras hasta llegar a la habitación.

Estando ahí Yoongi cerró la puerta y lo soltó, se giró despacio para ir hasta el walking closet, Jimin esperaba paciente, Yoongi no hablaba pero podía entender sin palabras que tenía algo importante que decirle.

Al volver el pelinegro traía consigo una pequeña caja de terciopelo en sus manos.

     —Felicidades mi pequeño, esto es para ti.

Jimin tomó con sus dedos temblorosos la pequeña caja que Yoongi le entregaba, lo abrió despacio para encontrar en ella un collar con un Corazón negro con diminutos diamantes blancos y adentro iba metido un Diamante negro brillante y reluciente.

     —Es un Diamante Negro, Es único en su especie, no hay uno igual en todo el mundo...así como tú. —Yoongi acarició su mejilla. —Es muy valioso, muchos reyes y reinas han ofrecido millones pero no se compara con lo valioso que eres tú. —Acercó su frente para pegarla a la frente de Jimin y cerró los ojos. —Es símbolo de elegancia, de altivez y poder... tal y como lo que tu reflejas cariño...

Rozó suavemente sus labios con la punta de su lengua mientras apretaba entre sus dedos el cabello castaño de Jimin con aroma a vainilla. —Y sólo tu tienes la dicha de poseerlo.

     —Como a ti. —Contestó Jimin. —Es...es realmente hermoso Yoonie, Gracias. —Susurró el castaño tomándolo entre sus dedos, Yoongi se lo quitó de las manos y se lo coloco en el cuello.

     —No más que tú..

Yoongi aprecio el Diamante negro en contraste con la piel blanca de Jimin, se le veía hermoso.

     —Dice una leyenda que perteneció a una dinastía y que era de la reina, se lo dió el Rey en su noche de bodas pero la reina fue asesinada y el Diamante fue robado hasta hace unos años que un desconocido misterioso lo robo de donde lo tenían pero no pudo devolverlo a la dinastía sin que lo acusaran a él de haberlo robado. Pero claro eso es solo una historia inventada para aumentar su plusvalía.

Jimin estaba asombrado.

Yoongi acercó a su chico hacia él y lo besó como nunca, con hambre, con sed, con pasión, con locura, sin cordura... con amor; con el sumo cuidado de besar cada centímetro de esa boca tan apetecible para él, saboreando su saliva mezclada con la de Jimin, sus manos bajaban desde la curva de su cuello por su espalda hasta llegar a su cintura y apretarlo contra él queriendo sentir su cuerpo temblar ante su suave toque, sentir lo cálido de ese cuerpo entre sus brazos.

Con sumo cuidado quitó el saco de su delgado cuerpo dejándolo resbalar hasta el suelo, luego retiró uno a uno los botones de la camisa del castaño dejando ver cada vez más extensión de piel la cual moría por probar por primera vez, su boca se apoderó de su cuello ahora pasando su lengua por esa zona bebiendo del manantial ahí escondido, atrayendo entre sus dientes el fino cristal reluciente que adornaba su cuello y dejándolo rebotar de nuevo sobre la piel del castaño.

     —Jimin...

El castaño echó su cabeza hacia atrás para darle más espacio a Yoongi de besar su piel, había terminado de zafar la camisa negra y sus manos recorrían su cintura pasando lentamente sobre el abdomen y luego subiendo por el estómago hasta quedar a centímetros de los dos botones rosados del menor, sin dejar de besar el cuello y los hombros del castaño Yoongi colocó su dedo índice sobre cada pezon de Jimin quien se hecho más hacia atrás al sentirlo jugando con sus botoncitos.

     —¡Ahhh Yoon!

Yoongi se deleitaba con la visión de un castaño con los ojos cerrados y la boca abierta jadeando ante el tacto de sus dedos y lo húmedo de su boca comiendo sus clavículas.

Ese chico castaño lo había vuelto loco, lo había desquiciado completamente... había destruido su bien pensado plan y no había vuelta atrás, se arrepentía mucho claro está, lloraría lágrimas de sangre si Jimin se enteraba, si lo haría... pero en su defensa nada de esto era una coincidencia, ¡No!

Yoongi sólo seguía la corriente, hacia donde su dulce chico lo llevaba, hacia donde su dulce aroma lo atraía, hacia donde sus adictivos besos lo atraparan. Los dedos temblorosos de Jimin habían arrancado el saco y la camisa de Yoongi en menos de un minuto y ahora sus manos se aferraban a la fuerte espalda del mayor.

     —Ahh Yoon... el mundo es diferente de ayer solo por ti... te deseo.

     —Jimin, amor... bebé —Lloriqueo Yoongi. —déjame hacerte el amor. —Susurró. —Enséñame...sólo, sólo déjame amarte.

El menor tragó saliva, acercó sus labios al cuello de Yoongi para probar el aroma cítrico mezclado con menta... mordió ligeramente el cuello de su novio quien jadeó en aceptación.

Las manos de Yoongi comenzaron a quitar el pantalón del castaño, primero el botón y luego el cierre lentamente... para poder bajar despacio el molesto pantalón.

Cuando por fin lo hubo quitado y tirado al otro lado de la habitación se detuvo un instante analizando la anatomía del hombre que estaba frente a él, de piel blanca tersa, con pequeños lunares salpicando su piel, su cintura reducida y piernas esbeltas, perfectas para enredarse en su espalda y una erección que se asomaba por debajo de la ropa interior. Se agachó un poco para acercar su boca en esa zona que estaba ligeramente mojada por la excitacion de Jimin y mordió haciendo que Jimin soltara un sonoro jadeo que le llegó como aliciente a sus oídos y a su ya muy pronunciado pene que vibraba mientras pasaba la boca superficialmente sobre la erección de Jimin.

Bajó finalmente la prenda dejando rebotar en el aire el pene grande y palpitante del castaño, no pudo evitar morderse el labio mientras jadeaba, esa también sería la primera vez que iba a meterse una polla en la boca pero estaba gustoso y deseoso al saber que era Jimin y sin más reparo la metió en su boca mojandola por completo.

     —¡Ahhh  Yoongi! —Jimin arqueó su espalda mientras se aferraba al cabello de Yoongi ya que éste había comenzado a chupar lentamente, era agónico era exquisito y excitante.

El pelinegro lo hacía con lentitud acostumbrándose a la sensación que estaba experimentando. Chupaba y succionaba delicadamente y Jimin sentía que estaba flotando.

     —Yoongi...ahhh Yoon d-déjame amarte...

Yoongi tenía sus ojos cerrados y los abrió sólo para tener ante él a Jimin agitado y sudoroso temblando mirándole desde arriba, suplicando. No le hizo esperar, se levantó y bajo su propio pantalón junto a su ropa interior dejando a la vista de Jimin su polla ardiente.

Tomó a Jimin de la cintura y se sentó con él en la cama, Jimin separó sus piernas y se colocó justo donde su culo daba contra la polla dura de Yoongi y comenzó a besarlo sin piedad, sin reparo moviéndo sus caderas en círculos sobre el pelinegro que soltaba jadeos en la boca del menor. Las manos de Jimin estaban pegadas a la espalda de Yoongi donde acariciaba teniendo sumo cuidado de no tocar bruscamente el hombro aún lastimado de su amado.

Los movimientos de Jimin eran sin ritmo, torpes debido al deseo que le invadía, dejo la boca de Yoongi abandonada para tomar su lugar el lóbulo de la oreja dejándole suaves besos y mordiendo ligeramente, también besó el cuello lentamente mientras el mayor besaba los hombros y el pecho de Jimin, una de sus manos jugueteaba con uno de sus pezones, lo pellizcaba despacio haciendolo endurecer.

Jimin tomó despacio una mano del pelinegro y la llevó a su boca chupando sus dedos, empapandolos de saliva y luego la retiró para llevarla a la entrada de su culo y cuando los dedos de Yoongi rozaron la entrada vibró todo su cuerpo.

     —Metelos amor, metelos despacio, ¡siii así ahhh! ¡Mmm!

Yoongi sólo obedecía sin chistar cada indicación de Jimin, introduciendo un dedo y luego otro y luego otro hasta que tres de sus dedos expandían el recto del menor. Se sentía apretado ahí dentro y su polla tembló al imaginar como la apretaría cuando se enterrara ahí.

     —Mmm Jiminie amor... eres mi flor, ábrete para mí.

Jimin apretaba sus labios reprimiendo sus gemidos provocados por los movimientos rápidos de los dedos de Yoongi dentro de él.

     —Ahhh Yoongi a-amo Cuando me llamas tu flor, florece conmigo amor ¡hazme tuyo ahora!

Yoongi jadeo al oír aquello que salió de la boca de Jimin, así que saco sus dedos despacio y volvió a besar a su chico, pasó su lengua primero por su frente llevándose cada gota de sudor con ella, bajando por las mejillas pellizcando con los dientes suavemente ahí, hasta situarse nuevamente en su boca, deliciosa, húmeda, caliente como su cuerpo.

Entonces tomó su polla dura y la puso justo frente a la entrada dilatada para comenzar a introducirse lentamente, sólo la punta.

     —Jimin... te amo ¿Lo sabes?

El castaño abrió los ojos enfocando sus dos avellanas en los grises gatunos que lo veían con deseo, pasión y amor desenfrenado.

     —¡Lo sé!

El pelinegro introdujo de una sola vez su miembro en Jimin, ambos gimieron al sentirse piel con piel.

Yoongi se lo había imaginado pero sentirlo era distinto, estaba tan apretado ahí dentro, tan jodidamente apretado que deseo no salir nunca.

     —¡Ah Joder siii Jimin! Estas tan apretado amor...

Jimin comenzó a moverse lentamente sobre Yoongi adecuando sus paredes anales al dolor, sentía esa polla llenarlo por completo y golpearle la próstata sin esfuerzo alguno, sabía que iba a correrse rápido, subió sus manos a la cabeza de Yoongi para enredar sus dedos en su cabello azabache.

Yoongi movía su pelvis hacia arriba buscando invadir más a su novio quien gemia de placer al embestirse contra su polla, Jimin saltaba sin parar arriba de él con ágiles movimientos certeros que le provocaba una electricidad que iban a darle a lo más recóndito de su cerebro y de su pene.

Si en algo coincidía con el imbécil de Namjoon era en que Jimin follaba delicioso ahora podía comprobarlo, con una mano azotó fuertemente el trasero del castaño haciéndole gritar, fue algo brusco, era como algo interno, como un castigo para Jimin por haberse follado a otros antes que a él. Aún así lo disfrutaba como nunca antes, se sentía pleno.

Aunque no importaba con cuantos había estado Jimin, es más se atrevía a estar agradecido por la experiencia que el castaño había adquirido en sus relaciones pasados porque sabía que después de él no habría nadie más con quien deseara hacer el amor.

En un movimiento rápido Yoongi le dio la vuelta a Jimin haciéndole caer de espaldas en la cama le separó más las piernas elevando una por el aire y volvió a introducirse ahora con más rapidez dentro de él, ahora iba a follarselo él y él sería la última persona en hacerlo el resto de su vida.

Comenzó con estocadas cortas que poco a poco fue alargando y haciendo más fuertes y rudas.

     —¡Oh Dios Yoongi!

     —¿Te gusta? ¿Mmm Jiminie?

El menor asintió mientras enterraba sus uñas en la espalda del pelinegro.

     —Bebé, bebé dime que eres mío, si, dime que serás solo mío ahora y si-siempre... ahhh joder... si, ¡dímelo!

El castaño soltó un jadeo fuerte que estaba seguro podía oír Jin hasta abajo pero le importaba un carajo.

     —Yoon, soy so-solo t-tuyo amor, lo soy y lo seré siempre... te amo, amo cuando me ves, cuando me tocas...

Yoongi afianzó sus manos sobre las caderas de Jimin para empotrarlo más fuerte contra esa cama que antes había permanecido vacía, solo anidando su cuerpo frío y solitario.

Acercó su rostro al de Jimin para besarlo... sólo ahí se dio cuenta de algo... su corazón explotó al verle.

     —¿Por-por qué lloras amor?

     —Porque descubrí que me amas y te amo...

Yoongi quizo llorar también, sus ojos también se nublaron, trago duro mientras daba fuertes estocadas y al tiempo con su lengua absorbía cada una de sus lágrimas.

Sintió el cuerpo del menor retorcerse debajo de él y su interior vibró también.

     —Ahh Yoongi...

     —¡Jiminie!

Las paredes de Jimin se comenzaron a contraer apretando la polla se Yoongi. El pelinegro jamás había sentido algo así.

Era exquisitamente deleitante como Jimin lo apretaba.

Dos cuerpos convulsionaron sobre aquella cama que jamás volvería a estar vacía... entregándose de lleno a ese placer que los acababa de llevar hasta el borde, al placer y la lujuria del orgasmo arrasador.

El pelinegro cayó rendido sobre el cuerpo de Jimin quien a pesar de haber llorado sonreía plenamente, feliz, muy feliz.

     —¿E-estas bien Jiminie?

El castaño asintió aún con sus ojos cerrados.

     —¿No te lastimé el hombro amor?

Yoongi negó.

     —No, además tú eres mi penicilina Jiminie, nada me salva si no eres tú.

Jimin soltó un suspiro mientras acariciaba el cabello de Yoongi.

     —Te amo... ¿lo sabes?

     —Lo sé.

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Ufff lo saben...
Lo sé... mi cerebro explotó jajaja
Hice este capítulo oyendo Serendipity 🥺😭 quise hacerlo así de especial espero haya cumplido
👉👈
No puedo creer que esta historia ya llegó a Mil lecturas, tal vez digan que es poco pero para mi no lo es, es demasiado y me pone feliz, agradezco a esas personitas bellas que leen esta historia y en especial es un capitulo dedicado a DrannaDelgado y a Mikookito
Que me alegran siempre y me hacen reír con sus comentarios.
I love you all 💖