Yoongi esperaba sentado a que su delicado novio decidiera bajar para irse de una buena vez, no era que estuviese muriendo de ganas por ir a esa ceremonia de graduación pero lo hacía por Jimin él se había esforzado mucho por llegar a ese momento.

Recordaba la sonrisa de oreja a oreja que puso el castaño cuando le dijeron que el examen lo había pasado con la nota más alta.

Ahora irían a la ceremonia y a la fiesta que la facultad de Auditoria junto a los de Comunicación y Leyes tenían preparada para sus alumnos.

Escuchó los pasos que bajaban y al alzar la vista sus ojos brillaron al verlo ahí en la escalera, su  castaño novio iba vestido con un traje fino de Prada color negro tornasol que le resaltaba la profundidad de su mirada, sus zapatos negros relucientes y el pantalón le quedaba ajustado a la perfección dejando a la vista el lindo trasero abultado que se cargaba su novio, su interior vibró al enfocar su vista ahí. 

     —Se te cae la baba galán. —Jimin le miraba timido con sus mejillas rosas y los labios carnosos  rojos granate que invitaban a besar.

Yoongi parpadeó reaccionando, se había perdido en la imagen hetérea de Jimin quier verdaderamente podría pasar por un príncipe.

     —E-estas muy lindo bebé ¿Vamos?

Jimin asintió. —Tu también estas muy guapo, no te soltaría toda la noche tengo miedo que te quieran robar. —Sonrió. 

Yoongi soltó una risita y negó con la cabeza. —Eso lo veremos, creo que el que debe ponerte una cadena a ti soy yo.

Jimin le miró sugestivo levantando una ceja mientras sonreía. —¿En tu cama o como? —Preguntó con voz inocente mientras salían al ascensor.

Yoongi al darse cuenta del  sentido de sus palabras se sonrojó y mordió su labio, jamás en su vida se había imaginado a un hombre atado a una cadena sobre su cama con la única finalidad de castigarlo de manera sexual y al pensarlo se imaginó a Jimin así y su hombría comenzó a despertar.

     —Jimin no... creo que si sigues así llegaremos tarde.

El ascensor llegó y ambos entraron pero el castaño no perdió el tiempo para pegar a Yoongi en la pared y estamparle sus labios para besarlo tan seductoramente, bebiendo sus líquidos rozando su lengua jadeando cada vez que sus lenguas se encontraban.

El castaño restregó su creciente erección en la de Yoongi que también ya palpitaba debajo de su ropa con fuerza sintiéndose ambos lo necesitados que estaban y es que desde la vez que Jimin le había hecho el oral en el baño las necesidades de ambos despertaban con cada roce o con cada beso cuando se volvían intensos pero no daban el siguiente paso.

     —Jimin...

     —Al diablo la ceremonia, al diablo la fiesta Yoon... —Yoongi agilmente dio la vuelta a Jimin para pegarlo a él  a la pared y lo besó por el cuello, sus manos bajaron lentamente por su espalda para apoderarse de esas dos montañas detrás de Jimin que sobresalían por debajo de su pantalón para apretarlas  y amasarlas.

Yoongi jadeo, se había imaginado que el trasero de Jimin  debía ser delicioso y apetecible y así era, ahora más que nada quería y deseaba quitar esa tela de en medio y tocar esa suave piel que le invitaba a querer sentir más.

El ascensor se detuvo y abrió sus puertas en el momento justo cuando sus cuerpos se separaban.

Jin ya los estaba esperando abajo con la puerta del auto abierta, Jackson estaba al lado de Jin.

Los dos jóvenes trataron de esconder sus erecciónes y subieron al automóvil.

Jimin soltó una sonrisita mirando de reojo a Yoongi quien iba rojo de sus mejillas,  si el ascensor no se hubiera detenido juraba que habrían vuelto al Penthouse.

     —Vamos Jin. —Pidió Yoongi desviando la mirada de Jimin, ese castaño podía volverlo loco en segundos.

Cuando llegaron al   hotel donde se celebraría la ceremonia ya habían bastantes personas esperando, Tae estaba ahí con sus padres y salió a su encuentro cuando  vio llegar a Jimin  seguido de Yoongi,  Jin y Jackson que iban hasta atrás.

      —Jimin, wow estas deslumbrante, hola Yoni que tal...

     —Me llamo Yoongi.

Tae ignoró al pelinegro mientras jalaba a Jimin para llevarlo ante sus padres.

Los adultos sonrieron al verle acercarse junto a su unigénito de cabellos rizados.

     —¿Hola Chimin  como has estado cariño? —Saludó la madre de Taehyung quien era la razón de los rizos de su hijo.

     —Hola señora Kim. —Jimin sonrió encantado dándole un abrazo a la mujer y tendiendo la mano al hombre del quien Tae había heredado su indiscutible belleza.

     —Hola Jimin, un gusto verte —Saludó el hombre y también tendió la mano para saludar a Yoongi. 

     —Buenas noches soy Min Yoongi. —Saludó el pelinegro.

     —¿Min Yoongi? ¿De los Min del Imperial Diamond?

Yoongi asintió mostrando su sonrisa que dejaba ver sus bellas encías y dientes relucientemente blancos.

     —Oh ya me me preguntaba por qué los guardaespaldas,  ¿Cuál es el honor de tener aquí a alguien tan importante? —Cuestionó el hombre mirando a los tres jóvenes y señalando a los  dos guardaespaldas atrás de ellos.

     —E-es un amigo de Jimin padre. —Contestó Taehyung. 

El hombre sonrió y tomó a su mujer del brazo.

     —Bueno vamos a entrar, los veremos después. 

El hombre se despidió con la mano y tomó de la cintura a la madre de Tae y caminaron hacia adentro del hotel al salón de eventos sociales. 

     —¿Chimin? —Cuestionó Yoongi alzando una ceja sin dejar de lado una sonrisa burlesca. 

     —Cállate. —El castaño dio un pequeño golpecito a su novio en el hombro. —¿Entramos? —Jimin sujetó a Yoongi del brazo y Tae asintió pero justo antes de entrar se detuvo.

     —Emm si, vayan ustedes yo...yo los alcanzo luego.

     —¿A donde vas Tete?

El piel canela negó e hizo una seña con la mano mientras volvía sobre sus pasos. Caminó por la acera un poco y se detuvo frente a la calle donde se estacionaba un automóvil.

Jimin arrugó la frente sin comprender el actuar de su amigo.

     —¿Estará bien? —Preguntó.

Yoongi soltó una risita, conocía a la perfección ese automóvil donde Tae se había subido.

     —Más que bien si lo quieres saber. 

     —¿A qué te refieres Amor?

Yoongi atrajo a Jimin tomándolo de la cintura.

     —Está con Jungkook.  —Soltó.

Jimin volteó de nuevo hacia Tae pero este ya no estaba ahí, hizo un puchero con sus labios mientras era llevado por su novio para el interior del hotel.

     —Yoon... ¿Qué piensas de ellos?

El pelinegro le miró sin comprender en sí la pregunta de Jimin.

     —Me refiero a que, bueno Jungkook está casado con tu hermana y Tae... ¿no te molesta?

Yoongi se tomó el tiempo para responder, pero cuando finalmente lo hizo su voz sonaba tan despreocupada.

     —Jungkook no ama a Lisa bebé,  Lisa solo ama el dinero y la posición económica que su matrimonio  y el apellido le da, eh conocido otras conquistas de Jeon y déjame decirte que si no hubiera conocido a Taehyung tú habrías sido una de ellas.

Jimin se sorprendió al oír esa confesión, pero seguía sin creer que Jungkook hubiese sido capaz de conquistarlo sabiendo que estaba con Yoongi. 

     —¿Otras conquistas? ¿O sea que Taehyung es una más de sus conquistas? —Por alguna razón Jimin tenía un mal sabor de boca, no quería que su mejor amigo sufriera y menos que terminara enamorado de alguien como Jungkook si era así como Yoongi lo describía.

     —No te agobies pequeño, Jungkook es como yo era: Una sola vez, solo sexo, sin compromiso y si lo sigue buscando es por algo créeme. —Yoongi le guiñó un ojo.

Aun así Jimin no quedó contento con todo aquello, creyó que su amigo había dejado de frecuentar a Jungkook.

Al llegar al salón ya muchos de sus compañeros estaban ahí sentados adelante y atrás los familiares, Jimin sabía que su madre no iba a estar ya que le había dicho que no podía coger un vuelo a tiempo así que solo tenía a Yoongi. 

     —Amor debo...

     —Lo sé,  ve lindo yo estaré bien.

El padre de Taehyung hizo señas a Yoongi para que tomara un asiento a su lado.

Jimin le sonrío a Yoongi mientras se alejaba a buscar su lugar, al menos su novio no estaría aburrído,  el padre de Taehyung era un excelente abogado y le gustaba mucho hablar de negocios.

Iba a sentarse cuando alguien lo tomó del brazo suavemente para darle la vuelta y el castaño quedó cara a cara con Namjoon su ex.

     —¡Namjoon!

El moreno le sonreía mirándolo de pies a cabeza.

     —Jimin, ¿Por qué no contestas mis llamadas? Cariño debemos hablar... Estas muy lindo hoy.

Jimin miró nervioso a Yoongi sentado allá atrás, el pelinegro estaba hablando con el padre de Tae pero enfocaba sus ojos en ellos, sintió terror no sabía que sería capaz Namjoon de hacer, pero si sabía lo que Yoongi sería capaz de hacerle a Namjoon si le ponía un dedo encima. 

     —N-nam yo... —Jimin trago saliva. —Tu y yo no tenemos nada de que hablar yo deje claro que no quería saber de ti ¿recuerdas?

El moreno sonrió tímido y agachó la cabeza mientras se acercaba más a Jimin y ahora estiraba una de sus manos para dejar un suave roce en la mejilla de Jimin quien por inercia dio un paso atrás nervioso.

Pudo ver por detrás del hombro de Namjoon como Yoongi tensaba la mandíbula.

     —Lo sé pero yo aún te amo Jimin, déjame poder recuperar tu confianza. No me había enamorado nunca antes de nadie así como estoy de ti, yo se que lo de Jin fue una estupidez, perdóname mi amor, dame una oportunidad.

Las dos manos de Namjoon sujetaron a Jimin de los hombros y subieron por el cuello del castaño.

El brazo brusco y fuerte de Taehyung alejó a Namjoon de Jimin, el piel canela iba algo sonrojado y sus risos graciosamente descolocados.

     —Namjoon, aléjate de Jimin si quieres seguir vivo, su novio te va a asesinar te lo juro.

Namjoon arrugó el entrecejo confundido y molesto.

     —¿Novio? Jimin...

Alguien comenzó a hablar por el micrófono y los últimos alumnos que faltaban por colocarse se sentaron, así que Namjoon no tuvo más remedio que alejarse y Jimin y Tae se sentaron también.

     —Gracias Tae...

     —No hay de qué.

Jimin estaba nervioso,  esperaba que Yoongi no estuviese molesto por el atrevimiento de su ex.

La ceremonia comenzó como todas las de graduación,  diciendo palabras del rector, del claustro, de los alumnos destacados, y luego a dar paso a la entrega de títulos y fotografías, etc.

Finalmente acabó y todos comenzaron a pasar a un salón más grande donde sería la fiesta. Jimin estaba impaciente,  solo quería salir de ahí y alejarse de todos con su novio.