💎27
Yoongi miraba a su padre con sus ojos desafiantes. Él jamás se había opuesto a ninguna orden de su padre, tampoco se había negado a cumplir con lo requerido antes, pero ahora simplemente no quería hacerlo.
Llevaba más de 15 minutos hablando con su terco padre.
—Es que no me cabe en la cabeza Yoongi, yo te crié para que seas un hombre imponente no una niñita con novio.
Las palabras hirientes de su padre le contaron la respiración por un momento, su mente viajó al pasado a cuando aún estudiaba.
A penas sentía que Jimin se acercaba a él y debía salir corriendo pues de lo que en su interior guardaba no debía enterarse.
Él mismo estaba confundido y desesperado por alguna orientación que no tuvo más remedio que acercarse a sus padres.
—Madre, Padre... ¿No les molesta que les llame a esta hora?
El silencio del otro lado del teléfono lo desconcertó un poco pero luego la voz de su madre inundó sus oídos.
—Por supuesto que no hijo ¿Cómo estás pasa algo verdad? No sueles llamas a estas horas.
Ahora el silencio era por parte del jovencito Yoongi quien recostado en el balcón de la casa de sus abuelos maternos miraba hacia la distancia, precisamente hacia la casa de Jimin. La habitación de su amigo estaba en penumbra eso significaba que ya estaba dormido.
—Emm si, todo está bien es solo que... yo quería saber, ¿Si un hombre puede sentir cosas por otro es normal?
Lo dijo, la pregunta más difícil hasta ese momento en su vida y sus nervios estaban de punta esperando una respuesta.
—Yoongi hijo, ¿Estás... estas saliendo con alguien? —La suave voz de su madre lo tranquilizó pero el teléfono le fue arrancado a la mujer.
—Por favor Yoongi no me vayas a decir que te estas volviendo marica... por esa razón no quería enviarte a estudiar en ese instituto de pobres... no me salgas con estas cosas que yo estoy criando hijos hombres capaces de llevar el negocio familiar sobre sus hombros y no niñitas débiles. Cuando acabes el instituto te irás del país ¿Entiendes?
—Pero Padre...
—He dicho Yoongi no insistas. Iré por ti en cuanto acabes tus clases.
—¡No seas tan duro con él!
Lo último que Yoongi recordaba de aquel episodio donde solamente había querido un poco de apoyo y comprensión fue la voz de su madre pidiéndole a su progenitor que no fuera duro con él. El resto de la historia era algo en lo que prefería no pensar pues era doloroso para él.
Nunca más volvió a hablar sobre ello con nadie, y su padre ahora volvía a recordarle aquello pero ahora simplemente no le importaba para nada. Estaba en su berrinche de no casarse con Francesca y haría todo por evitarlo incluso si era necesario se casaba antes con Jimin.
—He sabido llevar el negocio mucho mejor de lo que esperábas de mi, eso era lo que más te importaba ¿No? Soy digno de llevar esta gan responsabilidad y lo he demostrado eso era lo que te preocupaba ¿cierto?
Te preocupaba que yo no pudiese con ello, ¿Verdad? Pues Mírame aquí, acabo de volver hace poco de Francia con un negocio importante y millones de Wones para ti y para la familia ¿No crees que lo he hecho bien? ¿No crees que independientemente de si me gusta un hombre o una mujer, el trabajo lo he hecho perfecto? Porque déjame decirte, antes de enterarte que no me casaría con ella y que tenía novio no tuviste nunca una queja de mí, no te vi quejándote Padre, no te oí renegando mi trabajo o mi manera de hacer las cosas, al contrario alababas todo lo que yo hacía. Ahora que sabes la verdad de mi persona, ¿nada esta bien? ¿No ves lo hipócrita que te estas volviendo Padre?
El hombre mayor palideció un poco y trataba de hablar pero solo salían garabatos de su boca, era ahora o nunca que Yoongi podría aprovechar para decirle a ese hombre sus verdades en la cara ahora que se había armado de valor.
—Lo único que te importa a ti es el negocio, el dinero y mantener buenas relaciones con tus socios y amigos de la élite, no te importan tus hijos, no te importa tu familia ni te importo yo ni lo que yo siento o quiero para mi.
—¡De eso te equivocas Yoongi! Mi familia, ustedes son lo más importante para mí, todo lo que hago es por ustedes. —El padre de Yoongi tenía sus manos en puño mientras trataba de exponer sus puntos.
Yoongi soltó una sonrisita sarcástica, sus ojos fríos recorrieron a su padre. ¿Cómo ese hombre podían ser tan cínico?
—¿Te importa tu familia dices padre? Tanto te importa que obligaste a Lisa a casarse con Jeon sólo porque es hijo del dueño del consorcio más grande de Asia, sin importar qué ella no estaba enamorada y ahora debe estar atada a un matrimonio sin futuro. Te importa tanto que obligaste a Hoseok a dejar a aquella linda chica porque era humilde y eso arruinaría su reputación, y no sólo eso ¡fuiste capaz de obligar a ella abortar!¿Tanto te importamos papá?
—¿Co-como sabes?... Que-que... —Al padre de Yoongi no le salían las palabras, estaba tan impactado al oír todo aquello salir de la boca de su hijo mayor.
—¿Cómo se lo de Hoseok? Ella vino por ayuda pero yo no pude hacer nada, y no le dije a Hoseok esto nunca porque él te admira, para él eres el padre perfecto no te baja del pedestal... si le digo le estaré rompiendo su corazón tres veces.
—Yoongi...
—Padre, no habrá nada que me haga cambiar de opinión, no me voy a casar, pienso casarme con Jimin. Busca otra manera de complacer a los Europeos, pero no a costa de mi felicidad.
—¡Pero muchacho! Ese chico... ¡Estas confiando ciegamente en él! ¿Crees que cuando se entere lo que eres se va a quedar a tu lado?
Yoongi parpadeó un par de veces, le había tocado un tema que no se había puesto a pensar. ¿Que iba a pasar si Jimin se enteraba de lo que era? Un mafioso, un asesino, un manipulador y mentiroso... sonrió nuevamente sin perder ese aire de superioridad.
Al fin y al cabo eso no importaba ¿cierto? Al fin y al cabo Jimin solo era una herramienta en su plan futuro ¿no? No tenía por que importarle lo que pasara si se enteraba o no. Jimin no tenía por que interferir en su vida de manera más profunda, capaz y cuando Jimin se entere ya su objetivo esté logrado y no lo necesite más.
Obligarse a si mismo creer eso le daba el valor, pero en su interior algo de él sabía que no era cierto.
—No se irá, te lo aseguro. —Dijo poco convencido. Porque si Jimin se enteraba antes de lo esperado todo su plan se iría al caño.
El padre de Yoongi se acercó por primera vez en la noche a su hijo y colocó una mano sobre el hombro de éste de manera confortable.
—Sólo espero que estés haciendo lo correcto hijo. Cásate con quien quieras. Veremos cómo salir de este problema con los Italianos. Y si tienes algún plan, solo hazlo rápido.
Y dicho eso el hombre caminó para unirse de nuevo a la reunión afuera pero antes se detuvo y volteó a verlo.
—Sólo recuerda cuidar mucho a ese chico, sabes que con sólo el hecho de estar junto a un Min ya corre peligro.
Y ahora si se fue dejándolo sólo ahí. No podía creer que había logrado convencer a su padre. Estaba eufórico en verdad, uno de los puntos más difíciles ya estaba arreglado. Su padre no lo obligaría más a casarse, ahora debía lograr que los italianos no los tomaran como enemigo público número uno al rechazar tal alianza de matrimonio.
Esa era la parte más difícil pero estaba seguro que iba a lograrlo.
Caminó por el restaurante en busca de Jimin pero no lo veía por ningún lado. En el camino se encontró a Jeon, y sonrió pues su plan había salido a la perfección. El amigo de Jimin si le había servido de mucha ayuda al final de cuentas había logrado desviar la atención de Jeon lejos de Jimin.
Estaba por darse la vuelta y salir a buscarlo afuera cuando unas manitas delicadas lo rodearon de la cintura.
Sonrió al reconocerlas, tan suaves y terzas de dedos pequeños.
—¿Hola bebé que hacías? —Se volteó para quedar cara a cara con el castaño quien sonreía y tenía un brillo especial en los ojos.
—Ah ya veo que hacías, ¿bebiste de más?
Jimin negó. —Sólo un poquis. —Hizo un gesto con los dedos.
Yoongi sonrió se veía adorable así. Le dio un beso en la frente y lo abrazó ya era suficiente de reunión por ahora.
Caminó con él y se topó con Jin.
—Es hora de irnos. ¿Dónde está Taehyung?
—Ah él acaba de salir con Jungkook, se subió a su auto y se fueron.
Yoongi levantó una ceja mirando a Jin y este se encogió de hombros.
Jimin solo soltaba risitas con sus mejillas ligeramente rojas, debía llevarlo a dormir antes de que le diera algo.
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