En un momento de la noche Jimin quiso levantarse para ir a su habitación y dejar dormir más cómodo a Yoongi en su cama.

Se movió despacio para no despertarlo pero el brazo fuerte de Yoongi lo atrajo más hacia él apretandolo contra su fuerte y varonil pecho.

Jimin se rindió y no volvió a intentar moverse de ahí, además había quedado muy cómodo. Trató de cerrar sus ojos y dormir también, pero al hacerlo y por fin comenzar a caer rendido escuchaba a Yoongi balbucear cosas inentendibles en sueños, y otras que medio lograba captar.

     —No, no me quiero casar... papá.

Jimin abrió los ojos arrugando el ceño, ¿Por qué decía eso? Deseo saber que cosas guardaba él en su corazón. Quizo saber que cosas agobiaban al mayor al punto de ponerlo a soñar con ello ya que se removia incómodo en la cama.

Alargó su mano y acarició su cabello haciendo que Yoongi se calmara y dejara de soñar o al menos durmiera más tranquilo.

No tardó tanto tiempo también él en quedarse bien dormido entre los brazos del otro. Pero cuando volvió a abrir los ojos ya era de mañana y sintió que no había pegado el ojo  en toda la noche.

Trató de moverse y vio que Yoongi no lo había soltado para nada,  con sumo cuidado se zafó del agarre del mayor y se levantó muy lentamente, se quedó sentado a la orilla de la cama recordando los sucesos de anoche.

¡Se habían besado!—Otra vez— Corrección, Yoongi lo había besado y por que lo iba a negar ¡Le había gustado!

Más de lo que pensaba admitir.

Maldijo internamente, no debió ser débil. Pero ver a Yoongi así de vulnerable le hizo bajar la guardia y derribar su muro. 

Se pasó la mano por el cabello y miró a Yoongi quien dormía, parecía un bebé dormido, le causó hasta ternura. 

¿Y ahora que hacía? ¿Cómo debía actuar? Seguramente Yoongi no recordaría nada de anoche ¿Debía el hablar sobre ello?

Negó,  no lo haría simplemente debía hacer como si nada hubiese pasado. Se quedó ahí pensando tenía mucho en la cabeza y se sentía saturado de pensamientos.

     —¿Jimin? ¿Que estas haciendo ahí?

El menor se sobresaltó al oírlo la voz de Yoongi.

Si, era lógico no recordar nada después de una botella de Ron del más fuerte para una sola persona y sin cuartear.

     —Yo... yo sólo estaba...

Yoongi se incorporó para jalarlo nuevamente hacia el.

     —Deberías estar aquí, a mi lado.

Jimin sintió su corazón detenerse, ¿Si se acordaba?

Trato de buscar en el rostro del otro alguna expresión que le dijera lo contrario pero solo se encontró con esos ojos grises y una sonrisa de lado.

     —¿Tú... te recuerdas de anoche?

Yoongi arrugó la frente sin entender.

     —¿A qué te refieres?

Jimin soltó el aire que retenía.

     —Anoche estabas ebrio y dijiste cosas...

Yoongi soltó una sonrisita algo nerviosa y negó.

     —Te dije que no estaba ebrio Jimin, recuerdo todo.

El menor se puso pálido al oír eso. ¡Eso significaba que recordaba los besos!

Sentía su cara arder y evitó mirarlo a los ojos pero el mayor levantó su rostro delicadamente para plantarle un beso de piquito en los labios.

     —Ahora eres mío. —Dijo orgulloso inflando el pecho.  —Mi novio, oficialmente.

Jimin abrió los ojos, ¡Lo había olvidado! Oh Mierda.

     —¿No-novios? —Pasó saliva, ¿Entonces Yoongi iba en serio?

     —Así es, y tu dijiste que si, eres mío.  —El pelinegro lo abrazó sin ser muy brusco mientras acariciaba el cabello castaño delicadamente.

     —Pe-pero Yoon...

     —Bebé, me haces muy feliz.

Jimin se separó de Yoongi rápidamente y se levantó de la cama.

     —¡No! Espera, ¡Tu ni si quiera eres Gay! Me lo dejaste muy claro hace años y... y ahora vienes a decirme esto. —Jimin paso una mano por su rostro, se sentía como flotando muy alto.

     —¡Jiminie! —El mayor se levantó también y cogió las manos del menor entre las suyas. —Bebé, estoy hablando en serio, yo... yo cambié, antes no sabia lo que quería en mi vida. Estaba confundido, pero ahora sé muy bien lo que quiero... y es a ti. 

Jimin estaba incrédulo, no sabía lo que sentía en su pecho. Por una parte deseo muchas veces esto que vivía ahora, encontrar a ese alguien especial que le dedicara sus días, que le dijera Bebé, que le acariciara como él lo hacia, que lo llevase de la mano y abriera la puerta para ayudarlo a bajar del auto, que fueran por la calle de la mano como si el mundo no importara, pero por otro lado nunca ni en sus sueños más remotos se imaginó que ese sería Yoongi,  el chico que una vez lo había tratado mal y humillado de la peor manera cuando él ni si quiera tenia ninguna intención de otra cosa más que una bella amistad con él.

     —Yoongi por favor,  no me mientas. Si esto es una broma tuya detente si. Ya una vez me lastimaste sin merecerlo. —Los ojos del menor no dudaron en llenarse de lágrimas que comenzaron a caer cual cascada.

Era el momento en el que Yoongi podía retractarse de todo, era ahora la oportunidad que tenía para ser sincero por una vez en su vida.

     —Jimin...yo se que me comporte como un imbécil contigo, pero por favor dame la oportunidad de demostrarte que he cambiado. —El mayor se acercó más sin soltar sus manos y le dejó un beso suave en la frente.  —Déjame demostrártelo, déjame compensar todo lo que te pude hacer sufrir hace años.

El castaño sentía que su corazón iba a explotar en cualquier momento, él quería salir corriendo de ahí sin detenerse, sin embargo otra parte de él quería estar ahí y seguir escuchando lo que Yoongi decía.  Él quería creerle.

     —Yoongi yo, es que no sé.

El mayor lo atrajo hacia él para rodearlo en un abrazo.

     —Sólo dame una oportunidad Jiminie te lo pido por favor, déjame demostrarte que también puedo quererte si es que no lo hago ya.

A Jimin se le fue la respiración por un momento. 

     —Déjame demostrarte qué puedo mover el mar y el cielo solo por ti,  solo por tener tu cariño por favor permítemelo, pídeme lo que quieras a cambio Jiminie...yo lo haré por ti para que seas feliz conmigo. ¿Que quieres que haga? Dímelo.  —Yoongi beso sus manos y pegó su frente a la del joven Jimin.

El menor cerró los ojos tal vez podría arrepentirse, pero temía arrepentirse de algo bueno. Tal vez podría darle la oportunidad.  Tal vez podría...

     —¿Que quiero? Yo... Yoongi yo sólo... —abrió los ojos separándose solo un poco del mayor para verlo a los ojos. —Sólo no destruyas mi corazón Yoon, te lo entrego entero, cuídalo si, por favor. 

El mayor lo abrazó muy fuerte, Jimin podía sentir como el tiempo se detenía en ese instante. 

     —Lo haré Bebé, te cuidaré siempre sólo confía en mi. ¿Lo harás? ¿Confiaras en mí Jiminie?

Jimin asintió entregando todo lo que en ese momento podía ofrecerle a Yoongi.  Su confianza y su corazón.

     —Prométeme que confiaras en mi bebé, prometelo.

Jimin levantó la mano mostrando el dedo pequeño para entrelazarlo con el de Yoongi. 

     —Lo prometo Yoon.