Yoongi estaba desconcertado, Jimin lo había hecho manejar por toda la cuidad para ir a algún lugar, estaba acostumbrado a lugares finos, hoteles de lujo y camas calientes pero ahora se encontraba sentado al borde de un muelle mirando el mar revoltoso y las innumerables estrellas que brillaban en el cielo esa noche.

Volteó a ver a Jimin quien tenía la cabeza alzada y miraba con nostalgia las estrellas.

     —Pensé que escogerías otro lugar.

Jimin apartó la mirada y la enfocó en él.

     —Dijiste que escogiera el lugar que yo quisiera y éste me gusta bastante. ¿No te gusta?

Yoongi volteó sus ojos hacia el cielo.

     —Por supuesto.

No recordaba cuál había sido la última vez que se había detenido a ver las estrellas. Yoongi siempre ocupado y siempre desinteresado se había olvidado de lo bonitas que eran.

Casi tan bonitas como Jimin.

¿Esperen... que?

Sacudió pensamientos insanos de su cabeza. Jimin era solo un trámite. No iba a llegar a más que una simple etiqueta con él.

Cuando planeo decirle a su padre que era Gay no planeo llevar a nadie a la cama al único que debía convencer era a su padre, no a él mismo así que eso estaba de más.

No planeaba acostarse con Jimin, no planeaba formalizar nada, es más cada beso que le había dado antes le habían costado su orgullo.

Para besarlo la primera vez había tenido que reunir todo el valor del mundo.

Y aunque los labios de Jimin no le habían desagradado no pensaba volverse adicto a ellos jamás. 

Ni si quiera ahora mismo cuando no supo cómo pero sus labios se paseaban inquietos  sobre los del más joven sin parar, se movían al compás de las olas en la playa.

Jimin tenía los ojos cerrados y había cortado la cercanía de ambos y a Yoongi le faltaba el valor para alejarlo.

De pronto Jimin reaccionó y se alejó de golpe.

     —N-no, lo siento Yoongi.

El mayor estaba en Shock pues no se lo esperó. Recobró la compostura así de rápido.

     —No te hagas Jimin, tú querías besarme desde hace rato.

Al menor se le pusieron llorosos sus ojos y sus mejillas coloradas y rojas.

     —¡No! Eso es mentira... ya me quiero ir. —Jimin se levantó de inmediato tomándolo por sorpresa.

Yoongi también se levantó e iba dispuesto  a seguir molestandolo pero notó que el menor se tapaba el rostro con ambas manos.

     —¿Jimin?

No obtuvo respuesta, se fijó en que estaba temblando. Estaba llorando.

     —¿Que pasa Jimin? ¿Tanto te afectó solo un beso?

Jimin negó sin apartar sus manos del rostro. Yoongi se acercó a él y suavemente lo atrajo para abrazarlo

¿Se le había vuelto costumbre ya?

No dijo nada simplemente lo acercó a él sin soltarlo. Sentía como Jimin sollozaba en su pecho, también percibió la camisa mojada por las lágrimas de Jimin.

Cuando sintió que el menor se había desahogado ya y su cuerpo no temblaba más lo tomó de los hombros para verlo a la cara.

     —¿Estás mejor? —Cuestionó.

Jimin asintió sorbiendo su nariz.

     —¿Que sucedió?

El castaño se limpió las lágrimas y miró al mayor con una mezcla de emociones encima.

     —Creo que me ha afectado terminar con Namjoon. —Dijo finalmente.

Yoongi Alzó una ceja, el nunca había terminado con nadie porque la única vez que tuvo una relación seria y formal, la chica lo había botado por irse con otro pero él lo tomó de manera distinta.

Se sintió libre y feliz de poder hacer y deshacer a su antojo sin la sensación de estar atado a alguien al que debias dar explicaciones de donde estabas o con quien estabas, y desde ahí le gustaba llevar sus relaciones sin etiqueta alguna.

Algunas de una noche, otras de dos o tres pero jamás pasaba de una semana con la misma persona. 

Además le cagaba que la mayoría de mujeres lo buscaban solo por el dinero.

Pero Jimin había sido una excepción, creyó que escogería el lugar más caro de toda Francia, o el bar o lo que fuera pero él simplemente quiso ir a la playa a ver las estrellas.

Definitivamente eso hablaba del tipo de persona que era Jimin y por un breve instante el remordimiento azotó a la puerta de su ser.

Pero no se atrevía a hablar, no podía ni debía.

Jimin se movió a su lado sacándolo de sus cavilaciones y notó que había dejado de llorar pero sus ojos aún no recuperaban ese brillo especial en él.

Lo tomó de la mano lo caminó con él por  la orilla de la playa cuidando de  no mojar sus finos zapatos.

     —Si acabaste con esa relación quiere decir que no te aportaba nada bueno Jimin así que en lugar de lamentarte deberías estar orgulloso de ti. 

Jimin sorbio su nariz se nuevo.

     —Son dos años Yoongi, tirados a la basura, dos años de darlo todo de mi parte y recibir nada a cambio.

     —Si, y son pocos comparados con los que serás feliz te lo aseguro.

El menor levantó el rostro para verlo a los ojos y se ganó una sonrisa muy cálida de Yoongi.

Recostó su cabeza en el hombro del mayor y siguieron caminando así por varios minutos hasta que Jimin habló.

     —Tengo sueño.

Yoongi soltó una carcajada que tuvo eco en la soledad de la playa, donde ellos eran sólo otro diminutivo punto de arena.

     —Que romántico eres mi vida.

Jimin sonrió ahora dando un golpecito en el hombro del contrario.

     —Yoongi Cállate, esto no es una cita.

     —Para mi lo es, "Novio" —Recalcó esa palabra sin dejar de reír.

Jimin rodó los ojos a la vez que negaba con su cabeza y el viento azotaba su linda cabellera castaña.

     —No soy tu novio Yoongi.

     —Para mi lo eres. —Habló el mayor.

El castaño se detuvo y cruzó los brazos evitando dar un paso más a pesar de que Yoongi lo jalaba de la mano.

     —¿Y todo tiene que ser como tu dices?

Yoongi jaló con todas sus fuerzas y Jimin dejó de resistirse con lo que debido a la fuerza chocó fuerte contra el cuerpo del pelinegro quien lo sostuvo entre sus brazos.

     —Así es bebé, todo es como yo digo. Y si digo que eres mi novio eso es lo que eres. —Susurró el mayor en su oído.

Jimin se estremeció al contacto de su piel con el aliento cálido de Yoongi.

     —Nunca me has pedido que sea tu novio así que no lo soy.

Salió corriendo en dirección al automóvil dejando a Yoongi ahí parado envuelto en una risa divertida. 

Esa noche al regreso Jimin iba dormido en el asiento mientras Yoongi conducía.

Su mirada se desviaba por instantes hacia el bello durmiente y sonreía de lado.

"Son pocos comparados con los que vas a ser feliz"

Se le Repetían esas palabras en su mente y una punzada de dolor y algo más  se le instaló en el pecho.