Jimin casi tenía un ataque de pánico cuando el Jet privado de Yoongi despegó.

Cerró los ojos sin dejar de respirar pesadamente a la vez que sentía que dejaba su estómago allá abajo en la pista de aterrizaje, sentía que temblaba y sudaba frío era la sensación más extraña y terrorífica que había sentido en su vida.

     —Tranquilo bebé, ya pasará. —La voz de Yoongi gruesa y calmada llegó hasta sus oídos. Trató de calmarse al escuchar la voz profunda de él pero sus latidos se aceleraron aún más y  Yoongi probablemente lo había notado.

Una mano cálida suavemente tocó la suya que estaba aferrada con mucha fuerza a la butaca, y poco a poco la fue relajando. Pudo sentir la calidez de la mano de Yoongi y por primera vez no le importó sentir su tacto como otras veces.

     —Ya puedes quitarte el cinturón y ser libre Bebé.

Jimin asintió abriendo los ojos, el movimiento del avión ya no se sentía.

     —Nunca había volado, lo siento es mi primera vez. 

Yoongi le dedico una larga mirada y sonrió de lado.

     —Me alegra que tu primera vez haya sido conmigo bebé. —Sus ojos recorrieron a Jimin sin pudor alguno.

Jimin no sabía donde meter su rostro que seguramente estaba lívido,  rojo y acalorado. ¿Que acaso Yoongi renovado no tenía filtro? Decía  cosas en los momentos menos indicados para la situación.

     —¡Ha-hablo de Vo-volar Yoongi!

El mayor acercó su rostro a Jimin, tan cerca que casi podía contar sus pestañas y lunares.

      —No se que otra cosa hayas pensado lindo, pero yo también hablaba del avión. —Susurró bajito y tan cerca que Jimin hubiera querido levantarse y arrojarse desde lo alto.

Jimin estaba apenado y apretó los labios para no decir nada más y Yoongi soltó una carcajada de ver al joven nervioso y con sus mejillas carmesí que le daban un toque muy lindo a su rostro.

Yoongi de vez en cuando le dedicaba una mirada con una media sonrisa lo cual provocaba sensaciones muy extrañas en Jimin, sensaciones que definitivamente no quería ni debía sentir.

Luego el mayor sacó una laptop, se colocó esas gafas de marco negro y comenzó a trabajar en sus pendientes.

El menor no pudo evitar quedarse ido mirando al intelectual Yoongi teclear rápidamente en su portátil. Se veía tan sexy así y ahí, que él tuvo que  mirar para otro lado pues no quería que su mente comenzara a volar.

Jimin mejor  lo imitó para no pensar tonterías,  pero solo sacó sus auriculares y los coloco en su teléfono para escuchar música. No supo cuando se había dormido.

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Yoongi se quitó las gafas y cerró la laptop mientras se estiraba un poco, al voltear a ver a Jimin se constató que aún  dormía tranquilamente en el asiento de enfrente. 

Por un momento se quedó ahí quieto sin moverse mientras lo observaba, Jimin parecía dormir muy profundamente y su respiración hacia que su pecho subiera  y bajara lentamente. 

Su rostro haciendo un puchero adorable con sus labios. Yoongi sin querer paso su dedo pulgar sobre sus propios  labios, recordando que en la mañana lo había besado. Aunque haya sido un simple toque algo había causado en él pero prefería pretender que nada pasaba.

Se veía ahí tan tierno y adorable, quieto y callado, sin discutir por todo y por nada, quien diría que esa pequeña masita adorable e insoportable se vería como un angelito ahí dormido.

     —Jummm, quien no lo conoce bien que lo compre. —Susurró para sí Yoongi  mientras se acomodaba para dormir también un  poco.

Tenia un itinerario muy ocupado cuando llegasen a Francia, entre ellas tenía algunos planes para Jimin.

Sonrió irónico ya que nunca pensó en su vida hacer reservaciones  en restaurantes, ni planes cursis con nadie. Siempre prefería estar enrollado en cosas de trabajo y cuando por casualidad se encontraba alguna mujer que llamaba su atención la llevaba a un motel a lo que se iba a los moteles y listo.

Pero Jimin era caso especial,  era a la primera persona que el presentaba formalmente como su pareja. Seguramente a estas alturas gracias a su querida hermanita Lisa ya todo mundo debía saber que el famoso empresario hijo de otro famoso empresario era Gay.

Pero a él no le importaba eso, le valía una centésima de mierda que pensaran lo que quieran de él,  su principal objetivo era sacar a Jungkook de su camino y evitar  el estúpido  matrimonio con la hija de Giordano y sólo eso.

Se pudo dormir solo un par de horas antes de despertar para oír que estaban por aterrizar así que se movió un poco para acercarse a Jimin quien seguía dormido.

Lo movió despacio con una mano, pero el menor no se despertó, así que optó por acercar su rostro y hablarle.

     —Jimin...  —Primer intento,  nada.

     —Jiminie... —Segundo intento, nada.

     —Bebé... —Tercer intento, lo movió un poco más fuerte pero esta vez Jimin se movió de su cómoda postura.

    
Cuando el castaño abrió   los ojos Yoongi estaba demasiado cerca de él así que se reincorporó lo más rápido que pudo y su cabeza golpeó con la de Yoongi.

     —Auch

     —Lo-lo lamento Yoongi.

Yoongi tocó donde la cabeza de Jimin había golpeado sonriendo un poco.

     —Ya vamos a aterrizar dormilón.

Jimin avergonzado por haber golpeado a Yoongi se enderezó y colocó de nuevo el cinturón de seguridad. 

Esta vez parecía que Jimin estaba preparado mentalmente para sentir la turbulencia del avión al aterrizar, ya que no se había estresado tanto.

Al bajar eran las 8 de la mañana y ya había un automóvil esperándolos en el aeropuerto. 

     —¡Buenos días Joven Min, ¿ha tenido un buen vuelo? — Un hombre mayor le abrió la puerta Primero a Yoongi pero él le dejó el paso primero a Jimin.

     —Buen día William, si lo tuvimos muchas gracias.  —El hombre mayor miró con desdén a Jimin entrar primero y luego de que   Yoongi y Jin estaban arriba tomó el volante para llevarlos a su destino.

El hotel donde se iban a hospedar durante su estadía era uno de 5 estrellas y Yoongi miró complacido como Jimin abría sus ojos con asombro al ver todo a su al rededor.

A la hora de bajar, el chofér volvió a repetir la misma acción de abrir primero del lado de Yoongi solamente, pero éste le hizo una seña para que abriera también del lado de Jimin.

El chofér parecía incomodo y molesto el hecho de que también debía abrir la puerta del amigo del  joven Min. 

Ambos bajaron y Yoongi acomodó su impecable saco mientras Jin iba por las maletas para entregárselas  al chofér.

     —Oye imbécil, compórtate más educado con el novio del Joven Min. —Escuchó Yoongi como Jin Reprendía al chofér, Jimin estaba tan interesado en saber donde estaba parado que no escuchó.

"Mejor asi" pensó el pelinegro.

El hombre palideció un poco.

     —Lo lamento no creí que... pensé que era uno de sus amigos de esos que son mal educados, de verdad lo siento.

Jin negó aún enojado mientras le dejaba las maletas y Yoongi junto a Jimin caminaban hacía la recepción seguidos de Tom.

     —¿Aquí vamos a quedarnos para un par de días Yoongi?  ¿No es demasiado?

Yoongi  lo tomó de la mano y ambos sintieron un cosquilleo familiar al tocarse. Jimin quiso hacer el amago de soltarse del agarre pero no pudo.

     —Si para ti dos semana son dos días entonces si.

El castañito abrió la boca con asombro.

     —¿Dos semanas?

     —Así es, pero tranquilo llegaremos de vuelta a tiempo para tu graduación.

Yoongi llegó hasta la recepción de la mano del menor y la señorita recepcionista le sonrió coqueta, aunque Yoongi ni si quiera la miró.

     —La habitación presidencial esta lista y disponible como usted lo Ordenó Joven Min. —Anunció con una gran sonrisa, la cual iba sólo dedicada a Yoongi pues a Jimin lo miró seria.

Yoongi tomó la tarjeta electrónica y se retiró aún sosteniendo a Jimin de la mano diciendo un simple "gracias" sin gracia. 

Odiaba que las mujeres se comportaran así de atentas y lindas con él porque sabían el poder que poseía. Además ella había mirado de mala manera a Jimin así que para el día de mañana seguramente ya no tendría trabajo.