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5. ¿que haré ahora? 🖋️

Leandro

Una semana de viaje muy productiva, ese contrato para la construcción de la nueva cadena de supermercados internacional es casi nuestra, tengo que contarle todo a Sergio, cada vez la compañía crece más y próximamente seremos internacionales.

Llegó a la compañía y subo al ascensor, cuando está por cerrar la puerta escuchó una voz femenina que dice "esperen", detengo el ascensor y sube una mujer hermosa, espera se me hace familiar pero de dónde.

— Buen día, gracias — me dice con una sonrisa en sus labios y ¡Qué labios!.

— Buen día, no hay de que, ¿a qué piso va?

— El octavo por favor.

Apretó el octavo piso y la miró muy disimuladamente, esa cara la e visto ¿Pero de dónde?, No se por que pero no dejo de verla.

Llegamos al octavo piso y yo me voy directo a la oficina de Sergio, Susana aún no llega, me imagino que mi compañera de ascensor esperara en la sala de espera hasta que llegue Susana, abro la puerta de la oficina de Sergio y el ya está trabajando.

— Hey hermano, pensé que hoy no venías, ¿No llegaste del viaje ayer en la tarde? — me dice Sergio mientras me ve entrar.

— Si llegue al final de la tarde, pero no me quise quedar en casa porque me aburro aya solo — le respondo mientras tomo asiento.

— Tu no cambias, Leandro no todo es trabajo.

— Lo sé. Ahora dime cómo está todo.

— La construcción del centro comercial va viento en popa, la construcción de la quinta, casi se culmina y los planos para el contrato del hotel ya está muy adelantado — dice Sergio con una sonrisa de autosuficiencia en su cara.

— ¡Adelantado! Quiero ver qué has echo tu solo.

— Bueno tú eficiente asistente lo evalúo y mejoro. A mi parecer quedó mucho mejor de lo que nosotros pensábamos hacer.

— A si, bueno quiero verlo.

— Un momento que ella misma te lo muestre, ya la llamo — Sergio sale de la oficina y yo me quedo sentado y aprovechando que estoy solo empiezo a revisar el celular.

— Leandro, te presento a Jeysi — al voltear la cara para ver hacia la entrada de la oficina, veo a Sergio y a su lado la misma mujer que subió con migo en el ascensor asé rato.

De hay es de donde se me hacía conocida. De la foto de su currículum, pero cabe destacar que la foto no le hace justicia a su belleza.

— Un placer Jeysi — nos estrechamos la mano.

— El gusto es mío señor Leandro.

— Bien ya se conocen ahora Jeysi muestra el plano — dice Sergio mientras me pasa una tablet con el plano en la pantalla.

— Vera señor se le quitó esas ventanas y se corrió un poco esto colocamos esto por aquí y le agregamos unos ventanales panorámicos que le da una mejor vista haciendo que el lobby se vea más iluminado y más espacioso, se reforzó la pared aquí y...— no la dejo seguir hablando la interrumpo.

— ¡Wau! se ve fenomenal, no se me  hubiera ocurrido colocar ese ventanal, y esas puertas se ven bien, en cuanto a las vigas no se ve mal, me encanta— ella me escucha y habré los ojos como platos y luego sonríe.

— Que bueno que le guste señor.

— Te dije que es muy buena en lo que hace.

— Yo solamente le cambiaría esto de aquí por uno así ¿qué te parece? — les digo.

— Si se ve muy bien — dice Jeysi sin dejar de mirar la tablet.

— Bien ya que te gustó cómo quedó, pueden empezar con los planos de las habitaciones, cocina, restaurante, gimnasio, y demás partes del hotel.
Leandro creo que Jeysi te ayudará en todo eso, harán buen equipo — habla Sergio.

— Ya veremos Sergio — Jeysi me ve, como si estuviera estudiando mi respuesta.

— Si no me necesitan para algo más, iré a mi oficina para culminar el presupuesto de materiales que solicito Sergio.

— Si valla — respondo.

Ella sale y yo quedo en la oficina con Sergio.

— Aparte de bonita es muy inteligente, y muy buena con los planos — me dice Sergio.

Yo solo me quedo mirando la puerta por donde ella acaba de salir.

<<Creo que mi elección fue correcta a pesar que solo la elegí por ser la única casada y con hijos>> pienso

— Hey! Que piensas — me dice Sergio mientras pasa las manos delante de mí.

— No, nada.

— Nos vemos al rato voy a mi oficina —
Me levanto y salgo de la oficina de Sergio.

Jeysi

Una vez salgo de la oficina de Sergio me voy a la mía.

<< No puedo creer que el apuesto hombre que detuvo el ascensor es mi nuevo jefe, si parece esculpido por los mismo dioses, es perfecto>> pienso.

<< El jefe más sexy del planeta, que suerte>> dice mi voz interior.

Estoy en mi oficina y no puedo dejar de pensar en esos ojos azules como el mar, me cuesta concentrarme.

— Ya basta Jeysi concentrate — me reprendo y empiezo a llamar para la confirmación de los presupuestos.

Al cabo de una media hora entra Susana a la oficina.

— ¿Amiga ya conociste al jefe?.

— Si.

— ¿Y que tal?

— Que tal qué.

— Bueno que como te fue, te trato bien, mira que él es muy serio, pero no es malo, él es así.

— El vio mi trabajo y le gustó, me trató bien — le digo.

— Entonces está de buen humor, eso es bueno por qué te mando a llamar — dice Susana y yo la miró fijamente.

— ¿Y está molestó? ¿Para que me llama? — le pregunto muy nerviosa.

— No dijo solo me llamo y me dijo que te dijera que fueras a su oficina.

— Okey ya voy — me levanto de la silla, respiro un par de veces y voy a su oficina.

Tocó la puerta.

— Adelante.

Al entrar lo veo a el frente el ordenador, está algo despeinado pero le queda muy bien, aprobecho el momento y lo escaneo, el traje negro le queda perfecto y se puede apreciar que hace ejercicio, porque sus brazos se ven bien trabajando aún debajo de la tela que los cubre.

<< Ya reacciona Jeysi es tu jefe y tú estás casada>> pienso

<< Casada con un hombre que no te mira, ni te besa y mucho menos te toca, un hombre al cual no amas>> dice mi voz interior.

— Ven acércate, necesito de tu ayuda con este plano — dice mi jefe sacándome de mi discusión mental.

Me acerco y al lado de su asiento hay una silla, el ve que dudo y dice.

— Siéntate aquí por favor vamos a elaborar unos planos y Sergio me aseguro que eres muy buena con esto — le tomo la palabra y me ciento a su lado.

— Este es el plano de las habitaciones estándar ¿Qué te parece?

— Me gutas mucho, pero está división del baño queda mejor de aquí para acá, verá creo que así se ahorra materiales y se ve mucho más amplio — le digo con un poco de nervio, pensando que me puede decir que estoy equivocada.

— Unm, creo que tienes razón, veamos, ¿hacía acá? — me pregunta y yo me quedo asombrada de que me pregunté y acepté mi sugerencia, en definitiva el y Sergio son distintos o quizás el distinto es José

Narra Leandro

Una semana en este viaje que resultó ser muy productivo, ese contrato para la construcción de la nueva cadena hotelera internacional es casi nuestra, el señor Smith está muy interesado en que mi compañía sea la encargada de la construcción de los nuevos hoteles, tengo que contarle todo a Sergio, él se va a emocionar, los dos hemos luchado para sacar a flote está compañía,  cada vez la compañía crece más y estoy seguro que  próximamente seremos internacionales también gracias a este nuevo proyecto.

Llegó a la compañía, saludo al personal de recepción y me dirijo al  ascensor, se abren las puertas de esta caja metálica y subo pero cuando está por cerrar las puertas escuchó una voz femenina que dice "esperen por favor", detengo el ascensor y sube una mujer hermosa, espera se me hace familiar pero de donde.

— Buen día, gracias por detener el ascensor — me dice con una sonrisa en sus labios y ¡Qué labios!.

— Buen día, no hay de que, ¿a qué piso va? — le digo mientras la detalló más y si, creo que la e visto anteriormente.

— El octavo por favor.

Apretó el octavo piso y la sigo mirando muy disimuladamente, esa cara la he visto ¿Pero de dónde?, No se por que, pero no dejo de verla.

Llegamos al octavo piso y yo me voy directo a la oficina de Sergio, Susana aún no llega, me imagino que mi compañera de ascensor esperará en la sala de espera hasta que llegue Susana, abro la puerta de la oficina de Sergio sin tocar y entró, él ya está en su oficina está sentado frente a su ordenador tecleando, me imagino que por mí ausencia a tenido que trabajar el doble.

— Hey hermano, pensé que hoy no venías, ¿No llegaste del viaje ayer en la tarde? Deberías descansar — me dice Sergio mientras me ve entrar.

— Si llegue al final de la tarde, pero no me quiero quedar en casa, aquí hay muchas cosas por hacer, debo tener mucho atrasado — le respondo mientras tomo asiento.

— Tu no cambias Leandro, no todo en la vida es trabajo.

— Lo sé, lo sé Sergio, no comiences con el tema por favor. Ahora dime ¿cómo está todo? — Sergio me ve y niega.

— La construcción del centro comercial va viento en popa, la construcción de la quinta, casi se culmina y los planos para el contrato del hotel ya está muy adelantado — dice Sergio con una sonrisa de autosuficiencia en su cara.

— Es excelente, pero quiero ver personalmente cómo van las obras ahora lo que me asombra es que los planos del hotel están adelantado, me muero por ver qué has hecho tú solo.

— Bueno tú eficiente asistente lo evalúo y mejoró. A mi parecer quedó mucho mejor de lo que nosotros pensábamos hacer — yo lo miro sin saber si habla en serio.

— A si, bueno, quiero verlo — a veces Sergio parece un niño, como una asistente va a evaluar y mejorar unos planos, donde yo he sido el que a dado las indicaciones.

— Un momento que ella misma te lo muestre, ya la llamo — dice Sergio para luego salir de la oficina con una sonrisa en su rostro, yo me quedo sentado y aprovechando que estoy solo empiezo a revisar el celular para contestar cualquier mensaje.

— Leandro, te presento a Jeysi — al voltear la cara para ver hacia la entrada de la oficina, veo a Sergio y a su lado la misma mujer que subió conmigo en el ascensor hace rato.
<< vaya que casualidad >> pienso.

De ahí es de donde se me hacía conocida. De la foto de su currículum, pero cabe destacar que la foto no le hace justicia a su belleza.

— Un placer Jeysi — nos estrechamos la mano.

— El gusto es mío señor Leandro — me dice algo tímida.

— Bien ya se conocen ahora Jeysi muestra el plano del lobby del hotel — dice Sergio mientras me pasa una tablet con el plano en la pantalla.

— Verá señor se le quitó esas ventanas y se corrió un poco las vigas de aquí para dar más soporte, colocamos esto por aquí y le agregamos unos ventanales panorámicos que le da una mejor vista, haciendo que el lobby se vea más iluminado y más espacioso, se reforzó la pared aquí y...— no la dejo seguir hablando la interrumpo.

— ¡Wau! se ve fenomenal, no se me  hubiera ocurrido colocar ese ventanal, y esas puertas se ven bien, en cuanto a las vigas no se ve mal pero creo que le falta algo, pero luego me pondré en eso, de lo demás me encanta — ella me escucha y abre los ojos como platos y luego sonríe.

— Que bueno que le guste señor.

— Te dije que es muy buena en lo que hace — interviene Sergio quién está parado a mi lado y coloca su mano en mi hombro.

— Yo solamente le cambiaría esto de aquí por uno así ¿qué te parece? — les digo a mi nueva asistente.

— Si se ve muy bien — dice Jeysi sin dejar de mirar la tablet.

— Bien, ya que te gustó cómo quedó, pueden empezar con los planos de las habitaciones, cocina, restaurante, gimnasio, y demás partes del hotel.
Leandro creo que Jeysi te ayudará en todo eso, harán un buen equipo — sugiere Sergio muy animado, veo que mi asistente le cayó muy bien.

— Ya veremos Sergio — Jeysi me ve, como si estuviera estudiando mi respuesta y mis gestos.

— Si no me necesitan para algo más, iré a mi oficina para culminar el presupuesto de materiales que solicitó Sergio.

— Si valla — respondo.

Ella sale y yo me quedo en la oficina con Sergio.

— Aparte de bonita es muy inteligente, y muy buena con los planos — me dice Sergio.

Yo solo me quedo mirando la puerta por donde ella acaba de salir.

<< Creo que mi elección fue correcta a pesar que solo la elegí por ser la única casada y con hijos >> pienso

— ¡Hey! Que piensas — me dice Sergio mientras pasa las manos delante de mí.

— No, nada. Nos vemos al rato, voy a mi oficina, tengo mucho trabajo por hacer — me levanto y salgo de la oficina de Sergio para ir a la mía, tengo muchas llamadas que hacer y mucho trabajo atrasado por mí ausencia, tengo que ponerme al día lo antes posible.

Narra Jeysi

Una vez que salgo de la oficina de Sergio me voy a la mía.

<< No puedo creer que el apuesto hombre que detuvo el ascensor, es mi nuevo jefe, si parece esculpido por los mismo dioses, es perfecto >> pienso.

<< El jefe más sexy del planeta, ¡qué suerte! >> dice mi voz interior.

Estoy en mi oficina y no puedo dejar de pensar en esos ojos negros como la noche, me cuesta concentrarme.

— Ya basta Jeysi concentrate — me reprendo y empiezo a llamar para la confirmación de los presupuestos.

Al cabo de  media hora, entra Susana a la oficina.

— ¿Amiga ya conociste al jefe? — me dice mientras se siente en la silla del frente de mi escritorio.

— Si, cuando llegué Sergio me llamó a su oficina y él estaba allí.

— ¿Y qué tal? — me pregunta con una sonrisa de lo más inocente en sus labios

— Qué tal qué — le pregunto yo ya que no entiendo a qué se refiere.

— Bueno que como te fue, te trato bien, mira que él es muy serio, a veces un poco mandón, pero no es malo, creeme.

— Él vio mi trabajo y le gustó, me trató bien — le digo.

— Entonces está de buen humor, eso es bueno por qué te mandó a llamar — dice Susana y yo la miró fijamente.

— ¿Y está molestó? ¿Para que me llama? — le pregunto muy nerviosa.

— No dijo nada, él solo me llamó cuando pase a dejarle unos documentos y me dijo que te dijera que fueras a su oficina.

— Okey ya voy — me levanto de la silla, respiro un par de veces y voy a la oficina de mi apuesto jefe.

Tocó un par de veces la puerta de mi jefe.
TOC TOC TOC

— Adelante — escucho la voz a través de la puerta.

Al entrar lo veo a el, sentado frente el ordenador, está algo despeinado pero le queda muy bien, aprovecho el momento y lo escaneo, el traje negro le queda perfecto y se puede apreciar que hace ejercicio, porque sus brazos se ven bien trabajando aún debajo de la tela que los cubre.

<< Ya reacciona Jeysi, es tu jefe y tú estás casada >> pienso

<< Casada con un hombre que no te mira, ni te besa y mucho menos te toca, un hombre al cual no amas >> dice mi voz interior.

— Ven acércate, necesito de tu ayuda con este plano — dice mi jefe sacándome de mi discusión mental.

Me acerco y al lado de su asiento hay una silla, él ve que dudo y dice.

— Siéntate aquí por favor, vamos a elaborar unos planos y Sergio me aseguro que eres muy buena con esto — le tomó la palabra y me senté a su lado.

— Este es el plano de las habitaciones estándar ¿Qué te parece?— me pregunta Leandro mientras señala la pantalla de la computadora.

— Me gusta mucho…, pero está división del baño quedaría mejor de este lado, verá creo que así se ahorra materiales y se ve mucho más amplio — le digo con un poco de nervio, pensando que me puede decir que estoy equivocada, que no estoy capacitada para esto o que no sirvo para nada.

— Unm, creo que tienes razón, veamos, ¿Por acá? — me pregunta y yo me quedo asombrada de que me pregunté y acepté mi sugerencia, en definitiva el y Sergio son distintos o quizás el distinto es José.

— Sí señor justo ahí.

— Bien, déjame colocar esto por aquí — por un momento detalló cómo Leandro trabaja, frunce su frente mientras realiza el cambio, sonrió pero me doy cuenta de mi acto e inmediatamente dejo de mirarlo y me concentro en el trabajo.

El resto de la mañana la pasamos en la elaboración de los planos, Leandro es muy atento y siempre toma en cuenta mis sugerencias, de repente Leandro ve la hora en su reloj y me dice

— Jeysi se nos pasó el tiempo, ya es la una de la tarde, ¿Te parece si te invito a almorzar por tu gran ayuda? — me pregunta.

— No quiero molestarlo, mejor vaya usted, no se preocupe por mí — le respondo con el corazón desbocado, y no entiendo por qué.

— No es una molestia, ve a buscar tus pertenencias te espero frente el ascensor — dicho eso se levanta y yo también para luego ir a mi oficina por mi bolso.

Cuando salgo, él está frente ascensor, me paro a su lado, se abre la puerta y entramos, el no dijo nada y yo solo me pare a su lado mientras el ascensor desciende, al llegar a la planta baja salimos y él camina hacia un auto muy bonito, abre la puerta del copiloto para que yo me suba, una vez ya estoy adentro del auto cierra la puerta, rodea el auto y sube al asiento del conductor.

El camino fue silencioso, el se estaciona frente a un restaurante muy lujoso, baja del auto primero y luego abre mi puerta, es muy amable.

Al llegar a la entrada, lo saluda el de seguridad y llama por radio diciendo, (especial).
Cuando ingresamos nos recibe un hombre uniformado de traje y nos guía a una mesa para dos, nos entrega el menú y se retira.

Yo leo el menú pero la verdad no sé qué pedir, está todo en italiano, yo solo hablo español y a duras penas entiendo algo de inglés

— Si gustas puedo pedir por ambos — me dice y me imagino que he reflejo en mi cara el desconcierto de no saber que pedir, él se dio cuenta que no entiendo nada de italiano.

— Si gracias — le digo y pongo el menú en la mesa.

— ¿Alguna comida que no te guste o alguna alergia?

— No, tranquilo, no soy muy exigente y no sufro de alergia.

El le hace señas al mesero, el mesero se acerca y toma nota del pedido de ambos.

— Bien cuéntame de ti — me dice.

— No se que contar.

— Tranquila, te quiero conocer ya que trabajaremos juntos.

— Bueno, soy madre de dos niños, estudié arquitectura pero no terminé, me gusta mucho la comida china y no sé qué más decir — le digo y veo en él una pequeña sonrisa torcida en sus labios.

— Yo soy viudo, no tengo hijos, la compañía la funde con mi amigo y socio Sergio, hace como seis años, me gustan los dulces, y los animales. — me dice Leandro.

— ¿Los dulces?

— Si, aunque no lo parezca, adoro el chocolate, sé que no es muy de machos, pero que puedo hacer — dice levantando sus hombros y yo me río por su comentario.

Seguimos hablando le cuento de mis hijos, y de lo mucho que me gusta mi trabajo, el me cuenta anécdotas de Sergio y de él cuando estudiaban, anécdotas muy graciosas,
Cuando terminamos de comer, me levanto y le digo a Leandro que voy un momento al baño.

Pero cuando salgo del baño, me quedo de piedra, nunca me imaginé ver lo que veo en este momento, está ingresado al restaurante la persona que menos quería ver, entran muy acaramelados.
José está abrazado con una mujer hermosa de unos 25 años, se ríen y se hablan al oído, parecen recién casados.

<< Saberlo es distinto a verlo en vivo y directo >> me dice mi voz interior.

¿Qué hago ahora? No quiero que me vea y mucho menos hablar con el, cada día lo odio más.

***********

Hola, hola. les dejo otro capítulo.

Recuerden que no soy escritora profesional, solo escribo para compartir mis historias con ustedes.

Esto es solo un borrador, si encuentran falta ortográfica me disculpan yo luego lo arreglaré.

Se les quiere ❤️

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