Narra Jeysi

Me levanto temprano y hago mi rutina para luego ir a llevar a los niños al colegio, llegó a la oficina, saludo a Susana quién me acompaña mientras prendo mi computadora y me dice.

- Jeysi ayer te fuiste sin despedirte de mí, mala amiga - dice Susana haciendo un puchero exagerado.

- Lo que pasa es que Leandro me acompañó a poner la denuncia a José y cuando salí tú no estabas - le cuento mientras me siento frente a mi escritorio.

- ¿Y qué te dijeron? - me pregunta sentándose en la otra silla y colocando sus codos en el escritorio para luego acunar su rostro en sus manos.

- Me dijeron que lo van a detener por agresión física, pero que en unos días quedará libre con el pago de una fianza.

- ¡Qué!. Las leyes no ayudan en nada, - Susana golpea el escritorio con la mano abierta. - por eso es que cuando una mujer es agredida no denuncia, se queda callada y aguanta todo, hasta cuando ya es demasiado tarde - comenta con frustración.

- Lo bueno es que me dijeron que al liberarlo, él tendrá una orden de alejamiento.

- bueno algo es algo. Y cambiando de tema..., ¿Cómo te va con Leandro? - me pregunta con una sonrisa pícara en sus labios.

- Bi. Bien por qué preguntas - no sé por qué, pero su pregunta me puso algo nerviosa.

- hay Jeysi que inocente eres.

- ¿Por qué dices eso?

- No te has dado cuenta de cómo te mira Leandro y lo preocupado que estaba por ti. El corrió a tu rescate ayer en la mañana - Susana suspira - parecían un príncipe azul corriendo para rescatar a su damisela en peligro.

Ella dice eso y yo la miró para luego soltar unas carcajadas que por supuesto Susana también me acompaña.

- Susana qué ocurrencias - le digo entre risas.

- Sabes, de niña me gustaban mucho esos cuentos de hadas, bueno, aún me gustan - comenta entre risas - Y cuando vi la actitud de Leandro ayer, fue lo primero que me vino a la mente, un príncipe azul.

En eso entra Sergio a mí oficina.

- Y cuál es el chiste que su escándalo lo escuché desde que entré a la compañía - dice Sergio.

- No exageres - le contesta Susana.

- Entonces no piensan compartir un poco de su felicidad con este pobre hombre - dice Sergio sentándose en otra silla frente a mi escritorio.

- Está muy buena la conversación. Pero yo sí tengo que trabajar - les digo.

- Que insinúas Jeysi - dice Sergio y yo no aguanto las risas.

- Ya, ya, Jeysi tiene razón Sergio, tienes que ir a trabajar - dice Susana mientras se levanta y toma el brazo de Sergio.

- ¿Yo nada más? - Susana lo jala hacia la puerta y los dos se despiden a señas con sus manos.

Luego que se salen de mi oficina me dedico a revisar los planos cuando suena mi teléfono con el sonido de mensaje, al abrirlo leo.

Mensaje

8:05 am
Jose:
Esta me la pagas, como se te ocurre denunciar al padre de tus hijos.
Cuando yo salga de aquí, se te acabará tu jueguito.
Y olvídate que te daré el divorcio.
Tu eres mía, te guste o no.
Y en cuanto a tu jefecito me la pagará con creces.

Leo el mensaje una y otra vez, ¿Qué estoy haciendo?

<< Tranquila Jeysi respira >> me digo mentalmente.

Cuando salga tendrá la orden de alejamiento, no me podrá hacer nada.

- Jeysi qué te parece si la piscina del hotel la... - entra Leandro ya que estaba la puerta abierta porque así la dejaron Susana y Sergio cuando salieron - ¿que te pasa estás pálida, te sientes bien?.

No sé qué cara tengo pero Leandro noto mis nervios a simple vista.

- No es nada, no te preocupes, ¿Qué me decías? - le digo mientras trato de disimular y guardo mi celular en la gaveta del escritorio.

- Segura que estás bien, sabes que puedes contar conmigo para lo que sea - dice mientras se acerca.

- Si, lo se, tranquilo, que me decías de la piscina - trato de ocultar el miedo que siento tanto por mí como por él.

- A si, mira que te parece - me muestra en su tablet el diseño y me encanta.

- Se ve precioso, me encanta - él sonríe y no puedo evitar pensar en lo guapo que es.

- Espero que al señor Smith también le guste - comenta Leandro.

El resto de la mañana la pasamos realizando los cambios solicitados y al medio día Leandro dice que ya adelantamos casi todo y me invita a almorzar.

Cuando vamos camino a un restaurante que según Leandro es muy bueno, suena mi teléfono celular y veo que es la maestra de mi hijo y me preocupó inmediatamente ella solo me llama en energías.

Llamada.

- Si - respondo.

- señora Jeysi, su hijo Derek tiene una crisis está muy alterado, la necesitamos aquí - me dice la profesora de Derek

- Ya voy para allá - le respondo y cuelgo.

- Leandro por favor tengo que ir a la escuela de mis hijos Derek tiene una crisis y...

- Tranquila, dime dónde es y yo te llevo - me dice Leandro y noto genuina preocupación en su mirada.

Le digo la dirección y el maneja lo más rápido que puede, al llegar me bajo y corro al salón de Derek pero al pasar por el patio lo veo llorando y gritando y a varios profesores alrededor de el, corro a su lado y me coloco al frente, para hacer contacto visual.

- Derek, hijo que pasó - le digo mientras lo veo rojo ya que cuando tiene sus crisis él casi no respira bien y se pone muy rojo.

El no me dice nada solo llora.

- Yo me encargo si, dejen que se calme, el solo necesita un poco de aire para calmarse y cuando se calme él hablara - los profesores se alejan menos la psicopedagoga que me llama y yo me acerco a ella.

- Yo les dije que lo dejarán quieto para que se calmara pero no me hicieron caso y por eso él se alteró más - me dice con mucha preocupación en su voz.

- Tranquila yo sé cómo es todo, gracias por la paciencia que le tienes a mi hijo.

Cuando veo que Derek me busca con la mirada me acerco y le doy su termo de agua, él toma un poco de agua y luego me ve.

- Mamá Lucas me quitó mi cartuchera y se lo lanzó a Lorenzo, pero como estaba abierta todo salió volando - veo que empuña su mano tanto que los nudillos se le tornan blancos - incluso mi lapicero de Bleach. - mi hijo es fanático de los animé y Bleach es su favorito y ese lapicero es su tesoro - y como todo se regó una niña piso el lapicero - empieza a llorar nuevamente - y se rompió - me abraza yo levanto la vista y veo a Sol la psicopedagoga y a su lado a Leandro.

- Te entiendo hijo, sé que conseguir ese lapicero fue complicado pero ¿qué tienes que hacer cuando algo así sucede? - le pregunto.

- buscar a la maestra Sol. Pero me dio tanta rabia que no me pude contener y antes de pegarle a ellos preferí venir aquí, pero luego llegó la profesora de 3er grado y la bibliotecaria diciendo que no podía estar aquí y me dio más rabia y... - empezó a llorar, yo lo abrazó.

- tranquilo Derek, lo hiciste bien, pudiste controlarte, te alejaste para no salirte de control, no sabes lo orgullosa que estoy de tí - le digo sinceramente.

La psicopedagoga se retira hacia el salón de Derek, me imagino que a aclarar la situación con los alumnos que se metieron con Derek y yo me siento con él en la grama.

- Te prometo que te buscaré otro lapicero de Bleach, es más tú vendrás conmigo a buscarlo te parece - a él le gusta venir conmigo a comprar sus cosas de anime ya que siempre ve cosas nuevas y él elige personalmente el que le guste más.

- Gracias mamá.

- tengo que ir a la dirección me puedes esperar aquí. - le digo a Derek.

- Si - dice bajito.

- Yo me quedo con Derek - me dice Leandro recordándome que todavía está aquí y si soy sincera no sé porque no se fue a almorzar.

- Gracias - le digo y me voy a la dirección

La directora estaba molesta pero cuando le conté lo sucedido entendió el porqué de su conducta. Los niños que entran en el espectro autista en la mayoría de los casos, sufren de apego a algo que le guste mucho y si se lo quitan suelen alterarse.
Y en el caso de Derek él le cuesta manejar las emociones fuertes como la ira y la frustración, tengo años trabajando con él para que no explote cuando sienta irá y la manera más cómoda que le conseguimos fue con un tiempo fuera, cuando él se enoja y siente que no se puede controlar solo tiene que salir, alejarse a un lugar tranquilo donde grita y así se desahoga, ya lo he hablado muchas veces con la maestra y la directora. Pero siempre hay alguien que no entiende eso, como pasó hoy con los profesores que en vez de ayudar lo alteraron más.

La directora me promete hablar nuevamente con todos los docentes de cómo actuar en momentos como este y pedirles que escuchen a Sol que es la psicopedagoga y es quien sabe qué hacer en estos momentos.

Luego de hablar con la directora me dirijo al patio y veo a Derek relajado riendo con Leandro, sentados en la grama. Estoy tan agradecida con ese hombre, no sé cómo lo hizo pero se ganó el cariño de mis hijos.

Mientras los veo de lejos llamó a Carmen.

Llamada

- Hola Jeysi pasa algo

- Hola Carmen, Derek tuvo una crisis, pero no te preocupes ya todo está bien. Me lo voy a llevar, no puedo dejarlo así en la escuela. ¿Tú puedes retirar a Josué más tarde?

- Claro hija, no te preocupes.

- Gracias Carmen

- No me agradezcas, sabes que yo adoro a tus hijos.

Ella cuelga y yo me acerco a Leandro y Derek.

- ¿Nos vamos? - les digo.

Ellos se levantan y Derek camina delante de nosotros.

- Leandro yo me llevo a Derek a la oficina si quieres ve a almorzar yo me voy en taxi con el niño. - La verdad es que no quiero incomodar más a Leandro con mis problemas, pero él me ve serio.

- Tu no vas en taxi a ningún lado, es más le prometí a Derek mostrarle mi oficina y eso lo haré hoy, en cuanto al almuerzo, pediremos algo desde la empresa - me dice Leandro

- Está bien - es lo único que digo, desde que llegué a la compañía lo único que he hecho es traerle problemas a Leandro, qué pena me da con él.

Nos montamos en el auto y nos vamos a la empresa, volteo a ver a Derek y él va Tranquilo mirando por la ventana, luego le agradeceré a Leandro por su ayuda.

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Hola les dejo otro capítulo.

En este capítulo trato de explicar un poco de la vida de un niño TDH y de su familia.
Es complicado ya que siempre hay gente que los juzgan y no los entienden.

Espero les guste este nuevo capítulo.
Se les quiere ❤️