Abro los ojos lentamente intentando recordar todo lo que pasó ayer, miro a mí alrededor y estoy completamente sola en la habitación. ¿Todo había sido real o tan solo un sueño?

De repente la puerta del baño se abre dejándome ver a Walls con un pantalón vaquero y el torso desnudo, alzo las cejas sorprendida, no fue un sueño.

-Buenos días- dice con voz ronca acercándose a la cama.

Se deja caer a mi lado mirándome fijamente y sonríe, le devuelvo la sonrisa y me acerco más a él abrazándolo.

-Buenos días Ginesín- digo acurrucandome contra su pecho.

-No me gusta que me digas así y lo sabes- bufa él rodando los ojos.

-Te levantas super cariñoso- añado sarcásticamente.

Me mira de reojo y se ríe, de repente se echa encima mía y comienza a hacerme cosquillas sin parar. Le pido como cien veces que pare, pero le divierte verme roja como un tomate y asfixiada.

-Por favor- le ruego intentando zafarme de sus brazos sin parar de reír.

-Te dejo en paz si me convences para que te suelte- dice él sonriendo de lado.

-¿Me sueltas porfi?- le pregunto haciendo un puchero -Que yo te quiero mucho Dorito-

Me mira mordiéndose el labio y aguantándose la risa por la cara que tengo puesta. Se acerca un poco más a mí y me roba un beso dejando las cosquillas a un lado. Le sigo el beso y a mitad de este sonrío sobre sus labios.

-Eres libre- dice por fin levantándose de encima mía.

Me pongo en pie y voy al baño a arreglarme un poco, si no fallan mis cálculos dentro de dos horas tenemos que coger cada uno el tren de vuelta a casa. Salgo del baño ya preparada y guardo todo en mi maleta mientras Ginés está en el balcón haciendo una vídeo para Instagram.

Agarro mi paquete de tabaco y voy fuera, me apoyo sobre la baranda del balcón y me enciendo un cigarro dando una gran calada y expulsando el aire tras un rato. Walls al notar mi presencia se gira y me mira con sorpresa.

-No sabía que fumabas- dice posicionándose a mí lado.

-No fumaba ni bebía, pero comencé a hacerlo y bueno aquí me tienes- digo haciendo una mueca.

-Lo de beber te lo acepto siempre y cuando no te de un coma etílico por abusar- rueda los ojos y me mira fijamente -Lo de fumar no, no quiero que fumes Rocío-

-Ginés, la ansiedad me lo pide- digo bufando.

-Ni ansiedad ni leches- se pone serio -Yo te ayudaré a dejarlo, no llevas tanto tiempo como para que te cueste... ¿No has fumado nada más fuerte no?-

-Isa me dió a probar algo, pero tranquilo que no me gustó- digo apagando el cigarro -Lo dejaré solo si tú cumples tú promesa-

Él me mira sonriendo y asiente, extiende su mano para que se la estreche y así cerramos el pacto. Tras un rato admirando por última vez las vistas, es hora de bajar para emprender el camino a la estación. Agarro mi maleta mientras me dirijo hacia el ascensor, Ginés se había pasado antes a por la suya.

Cuando ya estamos todos abajo salimos del hotel y con pasó tranquilo nos dirigimos a nuestro destino final.

-Enana- me llama Alfon abrazándome por detrás -¿Qué tal ayer?-

Me mira alzando las cejas y me sale una sonrisa tonta.

-Genial, me ha explicado todo y bueno...- suspiro -Lo he perdonado, todos merecemos segunda oportunidad-

-Me alegro muchísimo- dice el pelirrojo sonriendo ampliamente -Así me gusta, quiero verte sonreír y ser feliz siempre eh-

Me lanzo a sus brazos para darle un gran abrazo y me río al ver su cara, no se lo esperaba. Llegamos a la estación y nuestro tren está por partir.

-Bueno chicos, nos veremos a la próxima pero seguimos en contacto- digo despidiéndome de todos.

-Habíamos pensado en ir de vacaciones todos juntos ¿Qué os parece?- pregunta Bnet mirándome.

-Eso estaría genial- dice Isa pegando saltitos -Así podré pasar más tiempo con Ginés-

-Ya nos iréis diciendo- sonrió ampliamente al ver a mi amiga tan contenta.

Nos damos un abrazo grupal y me dirijo hacia Walls que me mira haciendo un puchero. Lo abrazo fuerte y él deja su cabeza reposar sobre mi hombro suspirando.

-Ahora que te tengo de nuevo, te me vas- me mira con tristeza y sonrió levemente dándole un beso en la nariz.

-Ya verás como antes de lo que te esperas nos vemos- digo mirándolo a los ojos.

Lo iba a echar de menos, más ahora que lo había recuperado. Me dió un beso corto en los labios y subí rápido al tren que estaba a punto de partir.

Por el camino de vuelta a casa estuve hablando animadamente con Jenny, Cris e Isa, les conté como Ginés se había disculpado. También les dije que me llevó a un teatro, me dió un concierto privado y luego fuimos a cenar.

-Dios si que tuviste la noche agetreada- dice Cris mirándome pícaro.

-Fue la mejor sin duda- añado yo suspirando.

-Cambias tanto cuando estás junto a él..- todos miramos a Jenny -Digo para bien, es más se te ilumina la cara, vuelve ese brillo a tus ojos, ese de cuando te conocí y eras la chica risueña que te cuesta ser ahora-

-Eso es cierto, te hace mucho bien- dice Isa sonriendo -Y si encima te da por todos lados...-

-¡ISA!- gritamos Jenny y yo a la vez mirándola mal.

Ella y Cris se echan a reír, son tan iguales en ese sentido que me da miedo juntarlos demasiado. Ruedo los ojos acomodándome sobre mi asiento y los dejo hablando mientras me pongo mis auriculares y escucho algo de música.

Cuando por fin llegamos a Granada en la estación nos espera Alberto, el chico que conocí gracias a las batallas callejeras. Se ofreció a llevarnos a casa ya que él si tenía coche y nosotros veníamos reventados.

-Albeeeertooooo- digo saludándolo.

-Holaa Ro- dice él abrazándome -Has estado genial en esta jornada, lo más impactante fue como Walls se disculpó. ¿Lo habéis arreglado?-

-Si, está todo resuelto- digo sonriente.

Cris y Jenny prefieren llegar a casa ya, así que Alberto los acerca y luego nos vamos a su casa a estar un rato de chill. Isa se queda con nosotros, cuando llegamos nada más entrar se enciende un porro y se lo pasa a Alberto.

-Buah lo tienes bien cargado- dice este divertido.

-Me gusta lo bueno- añade Isa riendo.

-Pues yo he prometido dejar de fumar- hago una mueca -Pero tengo un mono que no veas-

-Walls no te deja ¿verdad?- dice Isa mirándome y yo asiento -Bueno mejor, si te lo decía yo ibas a pasar de mí-

Ruedo los ojos y le saco el dedo del medio, ella me lanza un beso divertida. La verdad es que llevaba algo de razón, porque Walls me ha dado razones para dejarlo, ambos hemos prometido algo.

No sé cuánto tiempo pasa, pero comienza a oscurecerse y mucho así que Alberto nos lleva a casa, todavía me queda deshacer la maleta y todo. Cuando me bajo del coche me despido y rápido subo hasta mi piso.

Paro en seco al ver un sobre justo debajo de mí puerta, lo agarro y veo que pone mi nombre, pero no está certificado. Dejo la maleta en mi habitación, me siento frente a mí escritorio y abro el sobre dejando ver algunas fotos y una carta.

-Mierda- mascullo con horror observando las fotos.

Desdoblo la carta y comienzo a leerla, el miedo se insatura en mi y comienzo a temblar con cada palabra que hay escrita:

"Hola Ro, ¿te crees muy fuerte ahora que eres alguien? Pues déjame decirte que sigues sin ser nadie cariño, sigues siendo la misma mierda de siempre.
Me divierte ver cómo has huido y has encontrado nuevos amigos, no te durarán mucho créeme, todos se cansan de ti.
Ese novio que tienes se merece algo mejor no una puta como tú. No entiendo cómo te aguanta, seguro que solo te quiere para un polvo, bueno si soporta tu peso claro.
Nos veremos pronto vieja amiga, créeme que harás de todo menos alegrarte de verme"

No sabía quién podía ser, he tenido muchísimos amigos con los que he acabado mal pero no tengo ni idea de quién ha podido decirme todo esto y menos de porqué tenía esas fotos. Definitivamente es alguien que me quiere joder viva.