
Capítulo 3.
De pronto en ese momento tan íntimo es golpeada por bolas de ping pong y ve hacia arriba, estaba de nuevo Rolf molestando.
— No estoy de humor enano— suspira.
— Mira soy un murciélago— sonríe mientras se balancea.
— Para mi eres un murcilelo— niega con la cabeza.
— Pues espero te gusten los murcielelos por qué estaré mucho tiempo aquí— sonríe.
—¿Qué acabas de decir?— lo mira confundida.
—¿No te has enterado?, seremos hermana y hermano— sonríe emocionado por la noticia.
—¿Qué?— siente como si su alma abandonará su cuerpo al oírlo.
— Mi mamá y tu papá se van a....— se calla al ver a su mamá y sale de ahí.
— Hola Melody— sonríe nerviosa Ann.
— Hola...— suspira tratando de mantener la calma.
— No quería que te perdieras el postre...te guarde uno especial de mi pueblo natal y sin moras azules, Rolf puede ser un poco molestó pero te vas a acostumbrar— sonreí y se va de ahí.
Melody corre a su habitación y la cierra con fuerza.
—¿Acostumbrarme a él?, no quiero, ¿Qué tiene de especial su pastel?, no lo quiero y tampoco la quiero a ella— suspira y va a su cama— Creo que hoy somos tu y yo bola de nieve, vamos— agarra a su conejo para ir al estanque como todos los años.
Comienza a caminar por las calles del festival hasta llegar al lugar tan especial y se sienta suspirando.
— ¿Mami por qué está pasando esto?— mira a la luna— El cielo veo ahí arriba, tus ojos descubrí, tu rostro en la luna...tu abrazo vive en mi, amo a mi familia... tu, yo y baba sin nadie más...¿Y como es que el descubre un nuevo amor?...y a ti te olvidó...
Aquellos cuentos tuyos, el príncipe Bradley es lo mejor, perdió a su amado Max y al cielo se elevó...y ahí lo espera eternamente...cómo baba a ti ...si a él le muestro que es real, ¿no te olvidará?—.
Suspira y se le ocurre la más gran idea para impedir el matrimonio de su baba, construiría un cohete para ir a la luna.
Pasaron los días, saco los cálculos y materiales, P.j estaba preocupado por su hija pero pensó que quizás era parte de la adolescencia.
Alisto todo para el cohete hasta que llegó el gran día de la partida, estaba contra tiempo la boda de su baba estaba a la vuelta de la esquina.
Tomo a bola de nieve y fueron al lugar de donde partirian, tomo aire y puso la foto de su mamá para partir.
Arrancó y iba más rápido que el metro al subir al cielo se emociono hasta que se acabó el combustible y apareció su molesto casi hermano.
—¡Vamos a morir!— comienza a gritar y Melody niega con la cabeza al verlo.
—¡Todo es tu culpa murcielelo!, ¡No calculé tu peso!— grita molesta hasta que piensan en las consecuencias que traerá esto.
De pronto una luz los sostuvo de caer y los comenzó a elevar, Melody mira con curiosidad a los leones con alas que los llevan.
Abraza a Rolf para que se quede quieto, no estaba segura que estaba pasando pero era mejor mantenerlo a salvo.
Hasta que cayeron por fin en la luna, aún algo confundida dejo que los leones los guiarán, a lo lejos vio un hermoso castillo, como su mamá le contaba.
Se abrió las grandes puertas y fueron recibidos por ¿pasteles de luna?, los llevaron hacia más adentro del castillo.
Melody por seguridad mantenía a Rolf atrás de ella, aún no sabía si solo era un sueño o en verdad llegaron a dónde el príncipe Bradley.
— Soy la luz que adorna al mundo...si están listos podrán verme...— Apareció el príncipe Bradley, tan guapo, calmado y con el color de ojos tan azules como el mar.
Melody no se resistió y fue abrazarlo sin pensarlo dos veces.
Bradley miro a la niña con el ceño fruncido— ¿Qué carnicero te cortó el cabello niña?—.
Melody se separa y sonreí avergonzada— Y-yo misma señor—.
— Bueno, considérense bienvenidos , ya puedes darme el regalo— suspira y se sienta en un cojín.
— P-perdon pero no te traje un regalo— sonríe nerviosa.
Bradley se ríe— Claro que lo trajiste, no envié por nada a mis leones a traerte de la tierra, que graciosa—.
—¡Estuvieron geniales!— comienza a dar brincos de felicidad y Rolf no puede creer que este así de feliz en una situación así.
— Si,si pero dame el regalo, se te obsequió la única cosa que traerá de vuelta a Max— sonríe.
—¡Lo sabía!, ¡Sabía que no habías renunciado a él!, se que eres la persona que hace creer a los demás que el amor existe y si tuviera una foto tuya mi papá quizás...volvería a creer— suspira.
—¡Quiero una foto la niña!— mira a sus pasteles de luna emocionada— Primero el regalo y tendrás todas las fotos que quieras—.
— P-pero yo no sé que quieres, puedes tomar cualquier cosa que desees— lo mira algo asustada.
—¡No quiero cualquier cosa!, si la última gota de polvo de estrellas cae...Max ya no podrá volver y al parecer perdiste el regalo— suspira— encuéntralo o...espera tengo una idea mejor, todos busquen el regaló, el que encuentre el regalo se le concederá lo que desee, buena suerte a todos— sonríe y desaparece.
Melody suspira y comienza a correr para ir a buscar el regalo que quiere el príncipe.
— Ella me traerá el regalo, solo falta la posición y tendré de nuevo a Max conmigo— sonríe y entra a sus aposentos.
— Melody dejanla ayudarte para que podamos ir a casa— sonríe Rolf.
—Ni siquiera quería que vinieras a la luna conmigo— suspira cansada.
—Pero somos hermanos y tengo que ayudarte— hace un puchero.
—¡No eres mi hermano y nunca lo serás!— se da media vuelta para volver a irse, dejando al niño con tristeza en su mirar.
Rolf vio como los pasteles de luna se llevaban la foto que tanto quería Melody y se decidió a conseguirla a cómo de lugar, llevan a bola de nieve con él.
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