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||Capítulo #04|| - Holden y Compañía

JOHANSI

Al llegar a la salida de la escuela logro divisar a Holden encaminándose hacia una calle que muchos de nosotros conocemos como "La calle de la perdición", acaso no tiene miedo, digo en esas calles hay malandrines.

Pero obedecí mi instinto y lo seguí, siento que estoy lo suficientemente comprometida con este reto, además, quién sabe, puede que por fin se quita su capucha.

Los minutos pasaron y yo por supuesto seguía con la cacería de seguir sigilosamente a Holden, logro ver como saca unas llaves de su casaca y entra a aquella casa, de verdad, no puedo creer que este barrio tenga unos parques muy bellos, la casa de Holden queda frente a uno y me atrevería a decir que Holden es afortunado por vivir en un lugar tan bello, fascinante, ahora le tengo envidia.

Seguía mirando aquella casa de dos pisos de fachada color beige y tejado color naranja esperando a que Holden saliera una vez más, tan solo una vez más, ya sea para comprar o respirar aire fresco.

Aquella concentración que tenía se esfumó cuando mi celular empezó a timbrar, ¡Oh no! Pese a estar en otro continente mi madre me sigue llamando, pero los más seguro es que lo hace por pedido de papá, viendo la hora, ya son van a ser las 4:00p.m, de razón me llaman.

- Aló mamá. - Y he aquí el interrogatorio, en 3, 2, 1.......

- ¿Dónde estás?. - He ahí su típica pregunta

- En casa de un amigo.

- Haciendo.....

- Un trabajo para la escuela

- No me digas, de "anatomía"

- ¡MAMÁ!

- Solo digo, te conozco, pero ya sabes mi recomendación, siempre...

- Sí, sí mamá, "Siempre usa protección". -Repito la recomendación que siempre me hace.

- Solo te lo recordaba, ¿A qué hora estarás llegando a casa?

- Como a las nueve, ¿Por?.

- Como que a las nueve señorita, y así dices que no es "Trabajo de anatomía".

- Mamá, es un trabajo de literatura.

- Si, de literatura erótica.

- ¡MAMÁ! Quieres que sea honesta contigo, pues el trabajo que tengo que hacer es con un compañero de la escuela que no me cae bien, y yo no le caigo bien a él.

- Si claro, sabes, apuesto que te enamorarás de ese chico y tendrán una relación.

- En tus sueños mamá, él me odia, y yo lo odio, el sentimiento es mutuo.

- Pero ya sabes lo que dicen, "Del odio al amor, hay un solo paso".

- No tienes arreglo mamá, sabes que mamá, mejor te corto la llamada, debo continuar con el trabajo de literatura. Adiós mamá

- Adiós cariño, y no lo olvides, usa..

- ¡YA MAMÁ!

- Bien, bien, como tú digas, adiós tesoro.  

Y así corto la incómoda llamada con mi mamá, pero veo como Holden sale de su casa, al fin, y así sigo con mi cacería, sigo a Holden, veo como ingresa a una cafetería cuyo, eh aquí un nuevo dilema, ¿Ingreso o no ingreso?

HOLDEN

En cuanto acabé todo en mi casa me fui a trabajar, de una u otra manera dejé a mi padre en su cama, pero mientras iba camino a mi trabajo sentía que alguien o algo me seguía, me asusté, simplemente caminaba rápido, en cuanto llegué a la cafetería donde trabajaba me puse mi uniforme, de verdad agradecía que nuestro uniforme consistiera en un simple polo verde hoja, un delantal de color verde petroleo y una gorra del mismo color, ¿El pantalón? Pues podía ser de cualquier color, al menos eso era bueno, el otro pro que le encontraba es que usábamos gorras, gracias al cielo.

¡Oh vamos! El universo está conspirando en mi contra o que mierda.

Y es ahí cuando la veo entrar a la cafetería con una sonrisa de lado con la misma ropa que usó en la escuela, de verdad, tal pareciera que el mundo conspira en mi contra, llevar a Johansi Brown a la cafetería en la que trabajaba era demasiado cruel, hasta para ella, nos bastaba con estar en el mismo grupo de trabajo de la escuela, por favor, por lo que más quieras universo, que no se siente en el área que atiendo.

¡Por qué a mí!

Ella toma asiento justo en el área donde YO atiendo a los clientes, de verás, este día no pudo ir peor.

Suelto un suspiro resignado a tener que atender a la cerebro de nuez , y es así como me aproximo a ella y le ofrezco una sonrisa forzada.

- Buenos días señorita, aquí le dejo el menú, en cuanto tenga su pedido decidido, no dude en llamarme. - ¡Demonios! Sí que es difícil tener que fingir una sonrisa ante ella, en especial porque me desagrada, el punto es que le entrego el menú y me retiro, al voltear solo inhalo y exhalo profundamente porque no la veré de aquí en unos 10 - 15 minutos.

- ¡JOVEN!. - ¡Pero qué! Tan rápido decidió, pero decido inhalar y exhalar de mala gana para dar vuelta nuevamente y tomar su orden.

- Sí, señorita, ¿Puedo tomar su pedido?. - No sé, pero siento que mi sonrisa forzada se va convirtiendo en una sonrisa maliciosa ya harto de ella, ya sé, solo han pasado minutos, pero imagínense tener que verla en la escuela y ahora en la cafetería en la que trabajo.

- Sí, por favor, quiero un Bangers and Mash, un pudin de Yorkshire y un jugo de plátano, gracias, ya puede retirarse. - Escucho con atención su pedido para no cometer error alguno y luego el día de mañana me ande agotando la paciencia que no tengo, al menos no con ella.

- Bien señorita, me retiro, le traeré su pedido en cuanto este se encuentre listo. - Una vez más inhalo y exhalo con fuerza, se podría decir que fue audible porque Aidon me mira con cara de "Que fue Holden, cálmate", volteo mi rostro y veo como ella se tapa la boca de manera delicada y sutil, acaso se esta burlando de mí.

Prefiero voltear y dirigirme al área de pedidos de la cafetería, le entrego el pedido a Joshua, el encargado de la cocina para que empiece a prepararlo y Johansi se largue de una buena vez.

JOHANSI

Escuché como Holden inhala y exhala con fuerza, en serio, solo llevo unos minutos acá y ya se está hartando de mi presencia, menos una estrella Holden Rooney. Ante su acto solo río, me causa gracia su reacción, pero para ser más sutil, porque si riera como siempre, pues se los aseguro, quedaría como la loca de la cafetería.

Siento la mirada de Holden posarse en mí, la verdad que solo continuo riéndome, ay Holden, siento que será complicada, pero divertida mi misión contigo.

Él voltea una vez y se dirige, supongo, al área donde los meseros entregan los pedidos del cliente al cocinero.

Mientras esperaba revisaba mi teléfono y es cuando veo que me llega un mensaje de Justin, levanto la mirada un momento y ahí estaba él, acaso trabaja con Holden y tan pronto como bajo la mirada a mi teléfono, me llega mensaje de un número desconocido, al menos para mí, levanto nuevamente la mirada y ahí estaba Adam Becker, ¡Qué rayos! Acaso los tres trabajan aquí.

Si se preguntan cómo Justin obtuvo mi número, pues sencillo, omití una parte de mi encuentro con Justin, intercambiamos números de teléfonos para, no sé, cualquier cosa.

En cuanto al mensaje de Adam, pues, solo diré que Justin fue más amable conmigo.

Sí, así es damas y caballeros Adam Becker ha sido agregado a mi lista negra.

HOLDEN

Me dirán que soy un nene que se queja de todo con sus papis, pero en este caso, con sus amigos, pero qué va, era la chica que peor nos caía en el bachillerato, al menos, a ellos.

Analizaba cada palabra que había escrito Adam al decir "Algo me dice que te ha estado espiando durante un tiempo", y no porque crea que sea verdad, sino por el remordimiento y celos con lo que habría de escribir aquellas palabras, incluso seguir el juego a Justin y a Aidon con eso "Del odio al amor hay un solo paso"

- Hey Holden. - Habló Joshua captando mi atención. - Ya está el pedido de la chica bonita. - Me alcanza la bandeja con su pedido, antes de recibirlo guardo mi teléfono en el bolsillo de mi pantalón.

- Ni te hagas ilusiones bro. - Me mira con una cara pícara, acaso piensa que... - No bro, no es lo que tú piensas.

- Si claro, dices que no me haga ilusiones porque sales con esa belleza verdad, pero que pícaro Holden, pensé que no tenías enamorada, hasta llegué a pensar que eras gay o que te convertirías en el señor de los gatos. - Suelta una carcajada, de verdad piensa que estoy saliendo con esa odiosa, se los dije a mis amigos y se los diré una vez o las veces que sean necesarias, ni muerto saldría con ella.

- ¡¿QUÉ?! - Todos en la cafetería dirigieron sus miradas hacia mí tras el grito que di. - Estas loco Joshua, no estoy saliendo con ella, y mucho menos soy gay, pero de que si seré el señor de los gatos, pues sí, lo seré. - Me crucé de brazos  y volteé, dirigí mi mirada hacia Johansi, me estaba viendo y se estaba riendo, ahora que la veo bien, luce hermosa cuando ríe. - Pero qué dices Holden, ella te odia y tú la odias a ella, el odio es mutuo. -Me regaño mentalmente   

- Si tú lo dices. - Termina por decir Joshua con diversión.

Tomé la bandeja del pedido de Johansi y lo llevé a su mesa, ubiqué todo correctamente, hasta que su mano entró en contacto con la mía por accidente, claro que por inercia la quité de inmediato, pero en esos cortos segundos sentía como si mi estómago se revolviera, y no en el sentido de vomitar, si no como si de mariposas se tratase. - No Holden, que estás diciendo, no puedes sentir mariposas en el estómago por esa engreída. - Pero si hay algo que debo resaltar, es que desde que Johansi llegó al instituto mi vida dio un vuelco, no me empeñe en molestarla, aunque debo admitirlo que quería hacerlo, cada que hacía cada una de sus bromas, realmente no me enojaba, me causaba gracia y si me quejaba con mis amigos, era solo para desfogar la cólera hacia mi padre.

Salí un momento de la cafetería a tomar aire fresco, levanté mi mirada hacia la luz de luna que estaba cubriendo cada rincón de la ciudad, el cielo estrellado de un color azul intenso que daba la impresión de ser una simple pintura de un paisaje irreal.

Johansi seguía en la cafetería, no se porque, ya había terminado de comer hace horas y ya había cancelado su cuenta, incluso se quedó a la hora del té y la cena, seguía ella ahí, sentada en su mesa con su celular frente a ella, lo único que hacía yo era mirarla embelesado, pero luego meneaba la cabeza viendo si había otros clientes que atender y de esa manera me distraía.

Al ingresar nuevamente a la cafetería nos dijeron que era hora de cerrar, me acercaba amablemente a cada mesa que atendía, al igual que mis compañeros a decir a la clientela que estábamos por cerrar, unos pedían la cuenta y otros amablemente asentían y se retiraban.

Con Johansi las cosas serían un poco distintas, pues, bueno, es Johansi, la chica que peor me cae, ¿O no?

Habíamos terminado de cerrar la cafetería, Johansi seguía afuera, nos seguía, no se porque, pero es cuando siento que alguien me quita la gorra del trabajo y es cuando volteo alarmado y era Johansi quien me la había quitado, sentía la sangre subir a mis mejillas, al mismo tiempo que maldecía por no cambiarme la ropa del trabajo, lo único que había hecho era quitarme el delantal y ya.

JOHANSI

Bien, me tomaran como a una pesada, pero me quede toda la tarde en la cafetería, simulaba mirar mi teléfono y revisar publicaciones, pero realmente estaba al pendiente de cualquier movimiento de Holden, a veces sentía su mirada sobre mía, otras veces sentía la mirada de Adam sobre mí, se los aseguro, no es nada lindo tener esa sensación, pues Adam me estaba prácticamente matando con la mirada, no sabría definir las emociones que reflejaban sus ojos, pero si de algo estoy segura, es que mi presencia no le agrada.

Cuando había llegado la hora de cerrar la cafetería, solo me levanté de mi asiento y simulé mirar mi teléfono un buen rato hasta que los chicos empezaron a limpiar y ordenar y fue ahí que entendía que debía esperar afuera con el maldito frío que hacía me estaba arrepintiendo de llevar short.

En cuanto los chicos cerraron guardé mi teléfono y los seguí, hasta que me abalance sobre Holden y le quite la gorra de su trabajo, había volteado instantáneamente por instinto y fue ahí por primera vez que vi su rostro, se sonrojó, cosa que causó gracia en mi, pero me fijé bien en sus facciones y era perfecto, en todo sentido, la forma de su rostro era perfecta, sus labios, ni tan grueso y ni tan finos, sus ojos color pardo y su cabellera castaña. Tan pronto salí de mi trance meneando la cabeza Holden se abalanzó sobre mí para quitarme su gorra, cosa que falló, aun tenía su gorra en mi poder, la verdad era gracioso ver a Holden en ese plan, hasta que fui yo quien decidió devolverle su gorra, en cuanto se la entregué se la puso de inmediato, Justin y otro chico, que por cierto también era lindo, se empezaron a reír disimuladamente y Adam me seguía mirando cual asesino a su próxima víctima.

- Gracias. - Fueron las únicas palabras pronunciadas por aquel chico que tenía apariencia de príncipe.

- No hay de que Apolo. - Este solo me mira confundido enarcando una ceja mientras solo le guiño.

- ¿Por qué Apolo?. - Preguntó enarcando una ceja.

- Porque Apolo es el más bello de los dioses en la mitología griega. - Respondí alzando los hombros con gracia, Justin y el chico de ojos azules estaban riéndose hasta más no poder, mientras que Adam solo fruncía más su entrecejo como si gritara "ALÉJATE DE ÉL PENDEJA"

- Es en serio. - Solo podía ver cómo gesticulaba con sus labios, así que diré que sus labios formaron una sonrisa tipo "No seas tonta".

- Sí, incluso me atrevería a decir a qué serías un gran moja bragas en el instituto, si tan solo te dignarás a quitar la capucha de tu cabeza por primera vez. - Le digo alzando los hombros mientras muerdo mi labio inferior.

- ¿Incluso la tuya? - Su pregunta me tomó desprevenida, además de sentir como la sangre asciende amenazando con teñir mis mejillas de un rojo muy sutil.

- Ese no es el punto Rooney. - Trato de desviar la conversación y la mirada, porque desgraciadamente mis mejillas se tiñeron de rojo, escucho como suelta una pequeña risa.

- Solo te digo que respondas mi pregunta, si me quitara la capucha no solo mojaría las bragas de las estudiantes de nuestro instituto, sino también ¿La tuya? - Quiero rendirme y responder, pero mi orgullo me lo impedirá, otra vez.

- Mira Rooney, habló por las chicas del instituto, no por mí. - Cruzo los brazos en cruz en señal de negación.

- Pero si tú eres parte de ese conjunto de féminas en el instituto. - Me da una mirada burlona, bien Rooney, ganaste.

- ¡Bien! - Levanto las manos en señal de rendición. - Tú ganaste. - Hago una pausa antes de aceptar mi derrota. - Sí, sí mojarías mis bragas. - Lo digo finalmente con los ojos cerrados por la vergüenza sintiendo mis mejillas encenderse nuevamente.

- Si es que ya no lo estaré haciendo. - Voltea mientras se ríe, pero que engreído.

- Ni te creas Rooney. - Dije que sí lo harías, pero no es tan fácil.

- Como digas niña. - Voltea para dirigirme la mirada.

- Sabes algo Rooney. - Le hablé con una sonrisa sarcástica de lado.

- ¿Qué?. - Me respondió 

- Si tuviese que calificar a tu otro amigo de ojos azules  con nombre de Dios griego, pues diría que Adonis. - Solté una pequeña risa, mientras que Holden sólo se golpeaba con la mano su frente.

- Su nombre es Aidon, el chico de ojos azules, Aidon Miller. - Al pronunciar su nombre sentí que lo dijo con cierto recelo en su voz, no creo que sea la primera opción, así que voy por la segunda, tan mal le caigo que no me quiere cerca de sus amigos.

- Hasta su nombre es hermoso. - Hice una pausa. - Mientras que tú. - Lo señalé. - Eres hermoso, pero a la vez odioso y tu nombre es horroroso.

- Que buena rima "Cerebro de Nuez". - Ay, otra vez con ese apodo tan estúpido, escucho como él se ríe sutilmente, mentira, sutilmente no, la palabra sutileza y Holden no van de la mano, esta por demás decir que se estaba riendo bastante alto, pero no como foca con retraso, sino de forma divertida y elegante, y aquí una ríe peor que foca con retraso y con el típico sonido de chanchito.

- Sabes, tenemos que irnos, mañana hay escuela y tengo muchos pendientes por hacer en mi casa, así que me voy. - Se da la vuelta y empieza a caminar en dirección a sus amigos, pero antes voltea una vez más. - Pero si viniste a buscarme para lo del trabajo de literatura, pues, cualquier novedad te lo digo por WhatsApp. - Finalmente se voltea y llega hasta donde sus amigos se encuentran y se posiciona al costado de Justin, la mirada de Adam no cambia, pero luego esa misma mirada se la dirige a Holden y empieza a no sé a ¿Reclamarle?

Empiezo a caminar a paso rápido para poder alcanzarlos y cuando lo logro me abalanzo sobre el cuello de Justin, este me recibe con gracia, Holden solo se sorprende y le lanza una mirada asesina a Justin, Adam le resta importancia y su amigo Aidon solo enarca una ceja.

- Chicos, ustedes vayan adelante. - Dice Justin

- Si claro, lo que tú digas, galán. - Aidon solo le guiñó el ojo a Justin, mientras que Holden se muestra ajeno e indiferente ante la situación.

Sus amigos se alejan de nosotros, bueno, Holden no, a Holden Aidon lo tiene que llevar a jalones porque no se quiere alejar de nosotros, incluso Adam se suma a los jalones hasta que accede y se aleja de nosotros.

Íbamos caminando en silencio, pero en ese tipo de silencio sepulcral e incomodo para ambos.

- Creo que piensan que estamos juntos. - Suelta de la nada Justin rompiendo el hielo.

- No lo creo. - Alzo los hombros restándole importancia a su afirmación.

- Los conozco, pero Holden, no sé, está, como explicarlo, ¿Celoso? - Dijo Justin con su mano en mano en su mentón.

- ¡Ja! Sí claro, estará celoso que esté contigo porque eres su mejor amigo y piensa que se lo estoy robando. - Digo con sorna.

- No, de hecho está celoso de mí porque estoy contigo, esa es una actitud nueva de Holden. - Ay por favor, no lo creo, él es tan no sé y yo soy tan, ¿No sé? Por Dios ni yo misma me logro descifrar.

Un buen rato estuvimos hablando Justin y yo, de cosas triviales por supuesto, simplemente ahora Justin me trae buena vibra, pero nuestra conversación la interrumpe Holden avisando que alguien debía llevarme al paradero para tomar un taxi a mi casa, claro ellos viven por acá, supongo.

- Saben que, Justin, Adam, adelántense, yo la llevo al paradero, ¿Va? - Alto, Holden se ofreció a llevarme, por si acaso no estamos 30 de febrero y no como creí que es 3 de septiembre. - Adiós Aidon, nos estaremos viendo mañana. -  Se despide de su amigo con un choque de puños.

Y así nos encaminamos por calles que obviamente no conozco en silencio, pero este silencio no era sepulcral, sino un silencio muy cómodo, no era necesario entablar o iniciar una conversación para romper el hielo, simplemente era, perfecto.

- Johansi. - Habla Holden por primera vez la luz de la luna hacían lucir mejor las facciones de su rostro, su sonrisa sincera, solo esas simples acciones hacen que el reflejo de la luna se acentúe y perfeccione aún más su rostro. - ¿Qué hay entre Justin y tú? - Pregunta cambiando su semblante a uno tétrico.

- No hay nada, ¿Por? - Le respondo con simpleza, solo lo escucho exhalar por la boca en señal de alivio.

- Por nada. - ¿Por nada? Como que por nada.

- Bueno. - Tantas cosas que quiero decirle y mi cerebro proceso solo procesa un "Bueno", un puto bueno.

- Esta es la parada de taxis, espera tomo uno, por cierto, ¿Cuál es tu dirección?. - Pregunta Holden enarcando una ceja.

- Brick Lane 551. - Le respondo, no se porque, pero estando solos, siento que nuestro círculo íntimo no chocaran y nos alejara, sino como si ambos se fusionaran creando una atmósfera de confianza.

Holden para un taxi y me dice que suba, solo le agradezco el simple gesto de haberse ofrecido a acompañarme estando en una calle peligrosa.

- Me mandas tu dirección en tiempo real, ¿Va? - Me subo al taxi y solo asiento, no entiendo su preocupación, pero con la poca batería que me queda envío mi ubicación a Holden, gracias al cielo tengo una cargador normal y uno portátil que funciona con panel solar, y gracias a que lo cargué y pues, bueno, cargar mi teléfono en el taxi.

Tan pronto como le envíe mi ubicación a Holden este me pone un emoji de guiño y un pulgar arriba, no sé, pero creo que perdí la apuesta con Justin, unas simples horas viéndolo de lejos y las mariposas en mi estómago revoloteando por primera vez.

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