Jennie fue corriendo a la puerta cuando escuchó la dulce voz de la pelinegra y la vio, con lágrimas en los ojos, sonriendo. Sólo llegó a abrazarla.

—Acepto, Jen.

—Soo, si no quieres no tienes por qué acepta-

—Lo acepto, lo digo, aparte, ¿vivir por siempre, y a tu lado? Acepto, Jennie, quiero pasar una eternidad contigo.—Una sonrisa por parte de la otra, y la vampira sólo la llevó al sillón, viéndola.

—Quiero que estés segura de esto, JiSoo, es literal ser inmortal, vivir por siempre pero huirle al ajo y a los crucifijos, si llegamos a no tener nada sería una pérdida-

—Jen, yo estoy segura, ¿tú estas segura?

Y la castaña asintió, viéndola, y tomando su rostro.

—No he amado a nadie en toda mi vida, igual que te he amado a ti.—Y la besó, riendo, haciendo a la menor reír en medio del beso y sostener su cintura.—Entonces, la marca-

—Puedes hacerla ahora.—No esperó otra palabra porque comenzó a quitarle la ropa, y la pelinegra no se quejó. Sólo se apartó levemente para quitarse la camisa y acercarse a quitarle la camisa a la otra, riendo todavía.

—Lo haré mientras lo hacemos para que no te duela más.—La pelinegra asintió mientras la levantaba y a dirigía a su cuarto, aparte que comenzaron a quitarse las ropas restantes.

En cuanto estuvieron una frente a la otra, Jennie sujetó su rostro, acunándolo.

—Te amo, Soo.

—Y yo te amo muchísimo más, amor.—Y sus labios se dirigieron a su cuello, sacó sus dientes, y mordió su cuello, dejando una gran marca en el hueco de su cuello y hombro.

—¿Te sientes bien, amor?—Jennie preguntó en cuanto vio cómo la menor se despertó, y la pelinegra sonrió, volteó a verla, y sonrió, parpadeando varias veces.

—Sólo me duele voltear.—Se quejó levemente, pero sin levantar la cabeza tomó sus manos.—Pero vale la pena.

—JiSoo, ahora eres inmortal, y eres una vampira.

—¿Sabes? Me pondría celosa si me entero que tu mordiste a alguien más sólo para succionar su sangre.—Entrecerró sus ojos, haciéndole reír.

—Bien, entonces tú tampoco, tendríamos que buscar algunas alternativas.—Comenzaron a jugar con sus manos entrelazadas, y suspiró.—Bien, Soo, ¿algo que quieras hacer con tu nueva vida de vampiro?

—En este momento sólo estoy pensando en pasar toda ella contigo.—Y Jennie sólo negó, se acercó, y la besó, mordiendo levemente su labio.

—Toda una vida viviendo con una vampira.

Fin