ARUMI

Me desperté en el cuarto y la cama de Jungkook sin saber exactamente como había llegado hasta este punto. Recordaba con mucha claridad lo que había pasado en el baño y todo lo que hicimos, pero después de eso lo único que recuerdo es haber regresado con él a la pista de baile y beber mucho.

Pero aquí estaba, una vez más, en su cama con obvios signos de que dormir no fue lo único que hicimos. Mi desnudez y dolor en los mulos delataba lo que había pasado anoche, además, tenía sus dedos marcados en mis caderas y mi piel se erizaba cuando pensaba en él.

¿Qué hice?

No debí de caer ante él, pero quien dominaba en ese momento era mi parte visceral. Sentí que la sangre me hervía en las venas cuando lo miré con otra mujer en el bar y en un intento de devolver el golpe, acabé peor. Nunca antes con Namjoon me había puesto así de celosa, jamás hice nada para devolverle el golpe. Era evidente que mis emociones eran más fuertes cuando se trataba de Jungkook.

Saliendo de mi burbuja voltee a ver hacia los lados, su cuerpo no estaba junto al mío. En la mesita de noche había un papel y una bandeja con zumo. Me moví sin preocuparme porque la sabana se bajara y me dejara desnuda, agarré el papel y lo leí.

"Tuve una emergencia en el taller. Espérame en casa, necesitamos hablar"

Hice la nota una bola y la puse en la mesa. Tomé el vaso de zumo y me percaté que había una píldora junto a una nota adhesiva que  me instaba a tomarla. Cuando puse la píldora en mi boca recordé algo sumamente importante.

Se suponía que yo tomaba píldoras anticonceptivas que me ayudaban con la menstruación y además de eso me mantenía protegida de embarazos, empecé a tomarlas por Namjoon, para que cuando él decidiera venir hacia mi estar lista. Sin embargo, dejé de tomarlas hace unas semanas, después de empezar a dormir con Jungkook porque él siempre se ponía condones.

Mi cabeza recordó la noche que discutimos, la noche que se suponía que habíamos terminado. Yo ya no estaba tomando la píldora y él no uso un condon.

— No puede ser... — me di unos golpecitos en la cabeza y mi mente empezó a imaginarse muchos escenarios. Todos incluían un bebé — Joder que despiste.

Me pare de la cama y empecé a buscar mi ropa por todo el piso para largarme a mi casa a llorar. Y a hacerme una prueba de embarazo, por supuesto.

No encontré nada de mi ropa que pudiera usar de nuevo, Jungkook tenía la manía de romper todo, mi vestido no fue la excepción.

Entré a su armario y busqué unos pantalones de chándal y una camiseta. Me vestí lo más rápido que pude, tome mi bolso y mi celular para salir de la casa.

Tomé mis zapatos de tacón que estaban en la entrada y cuando abrí la puerta me encontré cara a cara con quien no debía.

Mantuve la puerta firmemente y y solté mis zapatos porque esto no iba a ser fácil.

— ¿Quién eres tu? — sabía bien quién era la mujer que estaba frente a mi. Cabello castaño, más bajita que yo, demasiado pálida.

— Lo mismo me pregunto yo... — puse todo mi cuerpo en la entrada para evitar que ella pasara hacia dentro.

— Soy Bang Suri — se cruzo de brazos y creyendo que tenía derecho de hablarme así fue completamente altanera.

— Tss, ¿esa Suri? — pregunté riéndome con burla — la fea e infiel Suri.

— ¿Jungkook te habló de mi? — preguntó mostrando una sonrisa, pero no le iba a durar mucho.

— Sí, lo hizo. Un día mientras estábamos en la cama después de... bueno, ya debes saber, empezamos a hablar de cosas horrendas de nuestro pasado y entonces fue cuando entraste tu — la sonrisa se borró de su cara.

— ¿Estás follando con Jungkook? — preguntó enojada.

— Estoy saliendo con Jungkook — respondí mintiendo — Así que como comprenderás no me gusta que una ex novia venga a buscarlo.

— ¿Sabes lo que me hizo? — entrecerre los ojos, sabiendo el camino que estaba tomando la conversación.

— ¿Amarte? ¿Proponerte matrimonio? ¿Planear una boda en la que no te presentaste por huir con tu amante?

— Me golpeó...

— Entonces, si te golpeó ¿que haces aquí buscando a un ex novio abusador? Porque si yo fuera tú, jamás haría eso.

— Y si yo fuera tú me mantendría alejada de él — definitivamente era una desquiciada — ¿Crees que ha podido olvidarme?

En ese momento muchas cosas pasaron por mi cabeza. Por la manera en la que Jungkook hablaba de ella me daba a entender que la odiaba, pero era necesario saber lo que había en su corazón. Una nube de desilusión se instaló en mi mente y me impidió hablar.

— Eso creí — ella sonrió victoriosa — Tengo una historia con él y dudo mucho que tú algún día puedas superarme en eso.

Era una maldita egoísta, dañó a Jungkook y se atrevía a venir aquí a reclamarlo y a hacerme dudar.

— Puede que tengas razón — le dije suavemente — Hay algunas historias horrorosas que nunca se olvidan y otras demasiado buenas que se disfrutan más.

Recogí mis zapatos y salí por completo de la casa para cerrar la puerta de un solo golpe.

— Jungkook no está, pero si quieres puedes esperarlo — pasé por su lado golpeando su hombro. Tenía algo más importante que hacer.

— Debiste haber apreciado mejor la casa, puede que esta sea tu última vez en ella — bufé.

— Si logras entrar, recuerda que en cada rincón de esa casa, Jungkook me ha hecho suya.

Sin permitirle decir nada más empecé a caminar hasta dejar la casa atrás por completo. Tenía el estómago revuelto y muchas ganas de vomitar.

Caminé hasta el portón principal descalza, con los zapatos en la mano y sosteniendo algunas lágrimas. Si antes había una oportunidad de medio arreglar las cosas con Jungkook ahora esa idea era descartada. Ella estaba aquí y no podía competir con eso.

•••

Afuera de los condominios llamé a Yeeun, era la única persona con la que no podía hablar y la que no iba a juzgarme. Necesitaba una amiga que entendiera que estaba en el peor momento de mi vida, necesitaba un abrazo y un hombre donde llorar.

Yeeun vino a recogerme unos minutos después de que la llamé. Estaba en su auto, en el asiento del copiloto a punto de llorar y vomitar.

— ¿Qué te pasa? — preguntó con preocupación en su tono de voz, sin dejar de ver el camino.

— ¿Tú querrías volver con tu ex después de que te dejó en el altar por otro? — le pregunté.

— No, probablemente lo que más quiera sería... pasar mi auto sobre mi ex — sonreí a medias — ¿Por qué?

— La ex de Jungkook está aquí. Pensé que iba a tener un último chance de arreglar las cosas a como tú me dijiste, pero no.

— Dudo mucho que Jungkook sea de esos hombres que hacen eso. Deja de suponer cosas y habla con él.

— Mañana — no estaba segura de eso — ¿Podemos detenernos en una farmacia?

— ¿Estás enferma?

— ¿Qué pasaría si te digo que creo que estoy embarazada? — me eché a llorar.

— ¡¿Qué?! ¡Jesús! ¡Arumi! — empezó a gritar mientras sus manos sostenían el volante con fuerza.

— No es nada seguro aún...

— ¿Qué no estás tomando la píldora? — preguntó. El rostro le había cambiado de color.

— Dejé de hacerlo hace unas semanas...

— No puede ser... Arumi, puedes dejar de follar pero nunca dejar de tomarte la píldora — me dijo a modo de regaño.

— Ya sé, pero es que Jungkook usaba condones y pensé que no era necesario, pero...

— Olvidaron los condones — terminó la frase por mi.

— Solo quiero saber si sí estoy embarazada o no — me sequé las lágrimas y miré como Yeeun apartaba a un lado, justo en frente de una farmacia.

— ¿Tienes dinero? — preguntó.

— Tengo mi tarjeta.

— Piensa, Arumi. Tus padres revisan todo lo que compras con esa tarjeta, no creo que tu quieras que ellos descubran esto — tomó su billetera y sacó unos billetes — Ten.

— Gracias — me bajé del auto y tan pronto como puse un pie en la acera las ganas de vomitar se hicieron más fuertes.

Para mi suerte la farmacia estaba sola, no había más clientes. Tomé dos pruebas de embarazo y fui directo hasta la caja. Pagué con el dinero que me dio Yeeun y salí demasiado rápido para volver al auto.

Yeeun no dijo nada y empezó a conducir directo a su casa. No podía ir a la mia porque no necesitaba a mis padres al rededor mío.

Llegamos a la casa de Yeeun y tan pronto como abrió la puerta pasé directo al baño. Leí las instrucciones y me aseguré de hacer todo correcto. Los nervios estaban por todo mi cuerpo y la incertidumbre de la situación me habia orillado a pensar de todo.

Tenía que esperar 5 minutos para saber los resultados, así que con los nervios a flor de piel y aun las ganas de vomitar, salí del baño con las pruebas en mi mano. Yeeun estaba afuera, esperando de brazos cruzados.

— ¿Y bien?

— Tengo que esperar... — puse las pruebas en una mesa y me alejé.

Sentí que la espera fue eterna y después de oír sonar el temporizador Yeeun fue a ver los resultados. Ella miró las pruebas, luego me miró a mi y volvió a ver las pruebas.

— Negativo — sentí que mi alma volvía al cuerpo y las ganas de vomitar desaparecieron.

Ella me sonrió gentilmente y camino hasta su cocina y empezó a mover trastes por todos lados.

— Date una ducha y yo te preparé algo de desayunar para mientras — asentí y me puse de pie para ir a su cuarto de baño privado.

Me desnude y me metí a bañar, dejando que las lágrimas se mezclarán con el agua que caía sobre mi cabeza.

Al menos una noticia buena en medio de tantas malas. Quedar embarazada ahorita no podía ser posible. Jungkook y yo una vez más habíamos regresado al punto de partida. No había nada más qué hablar con él. Nada.

De verdad tenia que terminar todo, por mi bien y por el de él. Me quedaría con solo los recuerdos.