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ARUMI

Boda 2: ¿Juntos para siempre felices?

Un día perfecto, soleado y no había ni frío ni calor. La oportunidad perfecta para celebrar una boda, la segunda en nuestro caso, y hacer un momento memorable.

Parecía que el tiempo corría, nosotros celebramos un año de matrimonio y nuestro bebé, al próximo día, cumpliría su primer año de vida, ¿no era más que suficiente para estar felices?

Aún recuerdo con exactitud el día que Junghwan llegó a este mundo. Molesté a Jungkook por tanto tiempo con no querer casarme que, en el momento menos apropiado, llegó nuestro bebé y fue cuando entonces pudimos ser marido y mujer. Nos casamos a las once y cincuenta y cinco del doce de septiembre. Veinte minutos más tarde el bebé llegó.

No podía negar que esa era la mejor parte de mi vida, se reía mucho y aunque cuando acababa el día me sentía cansada, podía decir que estaba viviendo mi mejor momento. Sin embargo, me sentía un poco traicionada porque el bebé no heredó ni una pizca de mi ser, incluso sus manos eran iguales a las de su papá, tenía los mismos lunares y la misma sonrisa, no tenía ni un solo problema con eso pero Jungkook tenía el ego muy grande debido al bebé y cada que podía me mosrtificaba con eso.

Jungkook pretendía que yo no tenia razón, pero él estaba más que encantado con el bebé. No era el típico padre ausente que pasaba todo el día trabajando, no, él era mejor que eso. Cuando venía a casa luego de estar en el taller, siempre tomaba al niño en brazos e iban juntos a una caminata por el vecindario y eso me llenaba el corazón.

Aún recuerdo lo feliz que se puso cuando la primera palabra del Jungie fue 'papá' llamó a sus amigos tan emocionado, incluso lloro, y puedo apostar que de tener una red social habría publicado algo como "la primer palabra de mi hijo fue papá". Lo conocía muy bien.

A pesar de estar completamente feliz, habían cosas que no me dejaban tranquila por pequeños momentos de mi vida. Mis padres. Poco o nada sabía de ellos, no me llamaron y yo tampoco lo hice, no tenía sentido si quería dejar esa parte de mi vida atrás aunque me hubiera gustado poder compartir mi vida también con ellos. Me hubiera gustado que ellos también amaran al bebé de la misma manera en la que lo hacen los padres de Jungkook.

Mi suegra era fantástica, venía todos los días por la tarde a charlar conmigo, a tomar café, y me ayudaba a cuidar al bebé mientras yo daba mi clase de pilates en linea, Jungkook pretendía molestarse por ello, pero sabía que le convenía más quedarse callado.

— Arumi, deja de mover tu cabeza, estoy tratando de maquillarte — la voz chillona de Yeeun me crispo por unos segundos, evidentemente ella estaba desesperada por terminar.

— Si no fueras una terrible maquillista entonces talvez yo podría estar más a gusto — ella empezó a esparcir polvo por mi cara, sellando el maquillaje por completo — Aún no entiendo porqué estás haciendo esto, yo pude haberlo hecho.

— Aún tenía la espina dentro de mi después de tu primera boda — dijo con ilusión — Quería maquillarte en ese entonces.

— Como recompensa te voy a maquillar el día de tu boda con Kim Seokjin — me miré en el espejo y comprobé que mi maquillaje estaba perfecto. Simple y ligero, justo como lo pedí.

— Olvídalo... — dijo suspirando — él nunca va a proponerme. Ni siquiera tenemos una relación estable.

— ¿Entonces por qué sigues de ese modo? Puedes dejarlo.

— No es fácil decir eso. Él me gusta, pero han pasado casi dos años y aún no hay formalidades — se sentó a mi lado en la banca del tocador y me abrazó por los hombros — Nunca debí de empezar esto con él.

— ¿Va a venir a la boda? — le pregunté y ella negó — Entonces no creo que valga más la pena.

Suspiró profundamente y empezó a desatar los nudos de su bata blanca y dejó ver su vestido verde esmeralda con un escote increíble.

— ¿Lloras por un hombre si tienes eso? — señalé a su pecho — Muy mal, Yeeun. Muy mal.

— Tú llorabas por Namjoon — rodé los ojos — Pero creo que con Jungkook sí funcionó.

— Fueron mis pechos y otras cosas más — ella se rió y yo hice lo mismo — Dejemos la plática de 'hombres estúpidos' y pasemos a lo importante.

Me puse de pié y me quité la bata, mostrando la lencería de color blanco que elegí para hoy. Oficialmente iba a ser nuestra primera "noche de bodas" dado que en nuestro primer matrimonio no pudimos consumar porque yo estaba dando a luz, e incluso si los días pasaban, Jungkook no me tocaba de esa forma, así que esta noche era la recompensa.

— ¿Qué opinas? — abrí mis brazos y di un pequeño giro sobre mi lugar — ¿Crees que le guste? Mi cuerpo ha cambiado un poco, ahora mis pechos están más grandes y caídos pero no creo que estén mal.

— Estás perfecta Arumi — caminé hasta donde ella y le di un abrazo.

Este tipo de momentos me ponían un poco nostálgica, siempre deseé llegar a este momento, pero me lo imaginaba con otro hombre, sin embargo, ahora estaba con uno mejor.

— Es mejor que te pongas el vestido — nos separamos y ella fue por el vestido — El vestido es hermoso.

Asentí y con mucho cuidado tomé el vestido, bajé el cierre y lo deslicé sobre mi cabeza. Me quedaba perfecto, justo a la medida y no podía negar que le felicidad que sentía era abrumadora porque esta era mi primera vez con un vestido de novia y el hombre que me esperaba afuera, era sin dudas, el amor de mi vida.

Yeeun me dio el ramo y sin necesidad de llevar un velo, sabía que todo estaba perfecto. Era hora de hacer el juramento de amor de nuevo.

•••

Afuera no había mucha gente, las mismas personas de la primera boda nos acompañaban esta vez.

Rentamos un espacio rodeado de la naturaleza y dado que el clima estaba perfecto, no había dudas que el día sería maravilloso. Todo estaba justo como lo pedí, flores blancas por todos lados y muchos arreglos naturales.

Este día no había nadie que me llevara al altar, porque aunque pude pedírselo a Jimin, no me atreví.

Esperé a que sonara la melodía que pedí para poder avanzar. Cuando la primera nota sonó yo di mis primeros pasos. Solo tuve que caminar un poco para ver a Jungkook esperando con las manos cruzadas por delante y una sonrisa enorme en su rostro.

Cada paso que daba acostaba la distancia que nos separaba y cuando llegué frente a él mis ojos se llenaron de lágrimas.

— Deja de llorar, Arumi. Si lo continuas haciendo voy a pensar que no estas feliz — secó mis lágrimas y sonrió — Vamos, señora Jeon, es apenas nuestra segunda boda, no puedes estar llorando.

— Es mi momento, cierra la boca — dejamos de creer que solo nosotros existiamos cuando el pastor, el mismo de la primera boda, carraspeo y nos pidió iniciar.

Aún con el corazón latiendo rápido, escuché las palabras de bienvenida y aproveché para ver un poco a mi alrededor. Jeon Junghwan estaba con su abuela, vestido de blanco, mi única amiga, mi hermano y la familia de Jungkook, eran las únicas personas que importaban.

Mientras el pastor avanzaba con sus palabras, mis ansias crecían un poco más.

— La otra vez en el hospital no me dejaron preguntarlo porque se besaron primero — dijo el pastor — ahora, ¿señor Jeon, acepta a la ya proclamada señora Jeon, para amarla, respetarla y ser uno solo por el resto de sus vidas? — Jungkook y yo nos giramos para quedar cara a cara.

— No podría decir que no si previamente he dicho que sí — dijo divertido — Sí quiero llegar con ella a la tercera boda.

— ¿Y usted señora Jeon? — el pastor parecía estar aburrido, creo que no era de su agrado celebrar una boda dos veces — Si dice que no dejaré de creer en el amor.

Todos nos reímos.

— ¿Podría si quiera  pensar en decirte que no? — pregunté a Jungkook.

— Es una pregunta de sí o no. Solo eso, rubia.

— Sí, quiero — una lágrima más cayó y sabía que debíamos pronunciar los votos de nuevo.

Escuché a Jungkook atentamente y no pude evitar llorar. Fueron incluso mejores que los de la primera vez. Entonces llegó mi turno.

— No puedo de verdad mostrar lo mucho que te amo y lo tanto que creo que eres lo mejor que alguna vez pude pedir, tengo en mi mente cada uno de los recuerdos vividos en este primer año juntos y aunque trescientos sesenta y cinco días se sienten como poco, si estas a mi lado los días se multiplican — lo miré fijamente a los ojos — Este año es bisiesto y eso significa que voy a poderte amar un día más.

Apreté sus manos entre las mías y dándole una sonrisa dije mi última frase : — Empezamos esto como dos y para cuando nuetsra tercera boda llegue, oficialmente seremos cuatro.

Los sonidos de sorpresa de la audiencia no hicieron esperarse, Jungkook y todos estaban sorprendidos.

— Genial, al menos ya se que la próxima boda no será en el hospital — el pastor diji y todos nos reímos — Pueden besarse.

Jungkook me dio una mirada de "vamos a hablar" y aunque podía ponerme nerviosa por como podía reaccionar por la noticia, sentía que no había ni un solo problema.

Me besó justo como siempre lo hacía, suave y profundo.

Cuando la ceremonia terminó todos pasamos a la recepción. Acompañada de Jungkook caminé en busca de mi hijo para alimentarlo, pero me detuve en seco cuando vi que mis padres estaban aquí.

— Jungkook... — dije en voz baja. Mi mamá sostenía a Junghwan.

— Está bien, cariño. Yo los llamé — dijo a mi espalda.

— ¿Por qué?

— Te he visto y se que anhelas recuperar tu relación con ellos y aunque no son personas de mi agrado quiero que tu estés feliz.

— Mis padres no son como los tuyos.

— Lo sé y por esa razón me siento tranquilo, porque incluso si tus padres son malos, los míos siempre te considerarán como una hija — pegué mi cuerpo al de él y me tomó de la cintura — Si tu crees que no puedes darles una segunda oportunidad después de escuchar lo que tienen para decir, perfecto, pero si no es así, si aún hay una posibilidad, entonces entenderás porqué los he llamado.

Quedé viendo a mis padres fijamente y aunque tenía claro que ellos habían sido terribles padres, la oportunidad de al menos tener una comunicación pacífica con ellos, era sin duda una gran idea.

— Está más que bien, mi amor — dirigí mi mirada a Jungkook y me acerqué a sus labios — Te amo.


•••

Ahora sí, bye bye🤍




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