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𝔻 𝕆 𝕊

JUNGKOOK

'Un corazón roto es todo lo que queda. Estoy tratando de unir todos los pedazos'

Llegar tarde a un almuerzo familiar no siempre era bueno, sobre todo porque mi mamá se ponía histérica, pero debí decir que esta vez no fue mi culpa. De no haberme encontrado a la rubia Chanel en la calle, yo estaría a tiempo.

Aparqué mi moto a las afueras del jardín, mi pecas, era de las pocas cosas materiales que de verdad cuidaba, no me aferraba mucho a lo material sin embargo pecas era la primer moto que armé desde cero y la conservaba como reliquia.

Toqué la puerta principal de casa y unos pequeños pasos se escucharon tras la puerta seguidos por pasos más fuertes.

— Vienes tarde — mi cuñada me hizo pasar adelante, detrás de ella estaba mi sobrina Jiha.

Me incliné para cargar a Jiha mientras ella murmuraba cosas que no podía entender mucho porque solo tenía un año y medio.

— Lo sé, pero tuve pequeños contratiempos — la seguí hasta donde se suponía que íbamos a almorzar.

— Sí ese contratiempo es una mujer, tu mamá te perdonará — me dijo ella medio divertida porque sabía que no me gustaba hablar mucho de ello.

— Sí, técnicamente fue una mujer — le dije recordando el episodio de hace poco — Pero no es de la manera en la que crees.

Ella me sonrió, dudando de que lo que le decía.

Llegamos hasta el patio donde el caos familiar se desarrollaba. Mi hermano tenía en la pierna al gato danés de la familia, mi mamá estaba a su lado con un gran sombrero en la cabeza cubriéndose de poco sol que alumbraba el patio. Mi papá estaba tomando comida a escondidas aprovechando a que mi mamá estaba entretenida conversando con mi hermano.

Mi cuñada se adelantó y anunció que ya estaba acá. Mi mamá me dio una mirada de desaprobación por lo tarde que era pero el resto sonrieron. Mi hermana menor, Juli, era la "rara" de la familia. Con dieciocho años lograba sacar de todo pensamiento sano a mi mamá y mi papá. La chica se creía "gótica y emo" por eso se metía en muchos problemas constantemente.

— Es tarde, Jungkook. Ya habíamos empezado a comer — me acerqué a mi mamá para darle un beso y aproveché para saludar a mis hermanos y mi papá.

— Lo siento. Un contratiempo de último minuto — observé mi plato mientras me acomodaba en la silla justo a la par de Juli.

— Prepárate, te anda buscando novia — me dijo Juli. Era lo que me temía.

Mi familia aun estaba un poco molesta por lo que había pasado hace dos años y mi mal ojo para elegir novia. Por eso, cada vez que teníamos una reunión familiar me agobiaban con que debería de tener una novia, que estaba en mi mejor etapa y que los nuevos comienzos siempre eran buenos. Tonterías. Mi familia pensaba que yo aun no superaba lo que pasó, en parte no lo había hecho porque siento que me merezco una explicación, pero por otra parte, Suri y todo lo que vivimos se fue a la lista de cosas que no quiero recordar nunca.

En esta familia la única que me apoyaba era la emo que tenía a la par, cada vez que mamá decía algo con respecto a mi vida privada siempre salía a la defensiva diciendo que yo ya estaba grandecito y que era yo quien decidía donde "meterla" Obviamente era enviada a la habitación cada vez para que pudiera reflexionar acerca de sus acciones.

— Ya que has venido vamos a tocar un tema interesante — dijo mamá, llevando la voz cantante de todo esto — La cena de navidad.

Todos soltamos quejidos de cansancio porque siempre ese tema acaba en discusión.

— Siempre que hablamos de eso arde Troya — dijo Juli con pocas ganas y jugando con su comida.

Yo no quería meterme así que me apresuré para tomar mucha comida en mi boca y evitar hablar.

— No entiendo porque eso no les importa. Navidad es muy linda — mi papá asintió a lo que dijo mamá. Todos sabemos que lo hizo por compromiso, porque a pesar de que adoraba a mamá había cosas que de verdad no le importaban.

— Siempre se hace un alboroto y al final acabamos comiendo Ramen — le dije.

— Este año será diferente... — me quedó viendo firmemente a los ojos. Algo planeaba — Y cuando digo diferente me refiero a que lo será para ti — me señaló con un dedo mientras yo trataba de no resoplar.

— No estoy para nada emocionado — le dije con poco interés.

— Ya lo estarás — Juli me dio unas palmaditas en la mano y siguió comiendo.

Que suerte tenía la enana, era la única que podía comer tranquila sin que sus padres tratarán de buscarle un novio.

— Por ahora hablemos de donde se va a realizar la cena. ¿En que casa?

— En la mía no — le dije tan rápido como pude — Soy mal anfitrión.

— Sí le parece bien... — mi cuñada Dami pidió la palabra con timidez — Podemos hacerla en casa.

Definitivamente era un ángel, porque algo me decía que mamá ya había planeado hacerla en mi casa y eso sí que no. Dami al rescate, como siempre.

— Excelente — mi mamá sonrió con falsedad, obviamente Dami había arruinado sus planes — Aunque yo pienso que este año debería de ser donde Jungkook para que se acostumbre a la familia.

— Soy tu hijo, estoy acostumbrado a todos ustedes — le dije a mamá.

— Bueno, este año seremos más — mucho dijo. Aquí viene, pensé dentro de mi.

— ¿Ya les dijiste? — preguntó mi cuñada a mi hermano, el negó.

— ¿Decir qué? — preguntó papá.

— Ah, bueno... Dami está embarazada de nuevo — gracias Dami.

Mi mamá salto de felicidad a abrazar a mi cuñada mientras yo le sonreía a mi hermano feliz por el y por su familia.

Luego de unos minutos de la euforia, Juli dio otros de sus comentarios que siempre la mandaban a su habitación, aunque algo me decía que ella hacía eso solo cuando ya estaba harta de la familia.

— Bueno, se comieron la tarta antes del recreo ahora pueden seguir como conejos — quería reírme por sus ocurrencias pero era un momento serio.

Mi mamá y mi papá la reprendieron y ella sin necesidad de que le obligaran ir a su habitación, lo hizo.

Genial, ahora solo quedaba yo.

— Bueno, había algo más que quería decir — dijo mamá poniendo toda su atención sobre mi — Mi amiga que vivía en los angeles se ha mudado de regreso a Seúl y le pedí que pasara navidad en esta casa. Ella es nueva y no tiene una familia aquí.

— ¿Hablas de Joohyun? — preguntó mi hermano.

— Sí... — ella no quitaba su mirada de mi — Tiene una hija — comentó con casualidad — es muy bonita y está soltera. Quizás... Jungkookie quieras invitarla a salir.

— Mmmm, no. Me parece que no quiero — le dije de manera simple.

— Pues me parece que lo vas a hacer. No te cuesta nada salir con ella y de una vez por todas superar a la bruja aquella.

— No me gusta que camines buscando novias. No me interesan, ninguna mujer.

— Pues no te creo mucho. El otro día que fui al apartamento viejo ese que jamás te decides por vender, había una tanga femenina, dime ¿Era de Suri, cierto?

— Diablos mamá, no soy ningún loco para andar coleccionando tangas de mujeres — le dije enojado — Y no me gusta que revises mis cosas.

— Quería asegurarme de que no estabas con nadie para arreglar una cita con la hija de mi amiga.

— ¡¿Qué hiciste qué?! Eres increíble. Yo no necesito tu ayuda para buscar una novia, puedo solo.

— Pues no parece, porque en estos dos años no has salido con nadie y me preocupa que empieces a sentirte solo — traté de calmarme porque ella era mi mamá.

— Él ya está grande mamá, tienes que dejarlo tranquilo — Jureom trato de mejorar las cosas — Además estoy seguro de que Jungkook no tiene problemas en buscar acompañantes. Algo me dice que tiene una para cada noche — mi cuñada de dio un golpe en la cabeza y mi papá empezó a reírse.

— No te rías — le dijo mi mamá a papá — Piénsalo Jungkook, solo una cita y veras que cambiarás de pensar.

— ¿Y si no pasa?

— Ni que fuera un sacrificio. Es muy guapa e inteligente, estoy segura de que es mejor que muchas de esas mujeres con las que duermes — cansado de todo lo único que hice fue suspirar — Y no trates de negar que no duermes con más mujeres porque se que mientes.

— ¿Es pecado? Estoy soltero y no tengo que darle cuentas a nadie.

— Pero debes pensar en sentar cabeza, hijo...

— Cuando lo hice me dejaron — me puse de pie ya hastiado de la conversación — Así que si ahora deseo follar a lo loco es muy mi problema.

Me retiré del patio para irme a la cocina y buscar un vaso de agua helada. Al entrar ahí estaba Dami.

— ¿Ya te dijeron de tu novia? — me preguntó mientras trasteaba el microondas.

— Debiste llamarme y decirme que no viniese a casa — tomé asiento en uno de los bancos de la isla mientras Juli sacaba las palomitas del microondas.

— Mamá me iba a castigar si hacía eso. Además, puede que la chica te guste, es bonita.

— Eso no lo es todo, Juli. Me sofoca el hecho de que tengo que aguantar esto cada vez que hay reunión familiar.

— Presentale a una de tus amiguitas y todo bien. Te va a dejar de molestar si le dices que ya tienes novia — me dijo como si fuera fácil de hacer — Pero si vas a ir a esa cita deja de comportarte como un caballero y haz que la chica no quiera volverte a ver.

— ¿Será que funcione?

— Se ve que es muy... ¿fancy? Sí, ese es el término correcto. Es como una estrellita muy insufrible a mi parecer, es bonita pero a lo lejos se le ve que cara de buena niña no tiene.

— Eres un culo dando consejos, Juli.

— Al menos soy la única que está de tu lado — pasó junto a mi para irse a su habitación.

Me quedé unos segundos en silencio pensando en que mamá de verdad lo hacía de manera amable sin embargo eso no me gustaba.

En estos dos años traté de alejarme de cualquier posible emoción a desarrollarse o cualquier indicio de enamoramiento.

Quedé muy destrozado después de lo que pasó con Suri y mi deseo no era pasar por ahí otra vez. Por eso en vez de buscar novias buscaba mujeres dispuestas a solo una noche. No había cargos emocionales ni corazones rotos.

Sin embargo sabía que tenía que acceder a la cita que mamá había arreglado para que ella pudiese dejarme tranquila y seguir así hasta la próxima reunión familiar.

— Jungkook... — ella entró a la cocina con unos platos en su mano — Escúchame. No tienes que besarla ni nada de eso, solo invitala a cenar y ya.

— Algo me dice que ni siquiera me dejaras escoger el restaurante — ella sonrió.

— Ten — se sacó una tarjeta de su bolsillo y me la dio — esa es la dirección. Te va a encantar.

Tomé el papel y empecé a leer la información. Domingo, 7 p.m. Carter restaurant.

El domingo tenía una reunión importante sobre negocios, pero para mi mala suerte era un almuerzo, en estos momentos hubiera deseado una cena pero yo fui quien dio la idea de hacerlo a mediodía. Rayos.

— Está bien mamá. Ahí estaré.

Ella sonrió contenta, obtuvo lo que tenía.

☁️

Unas horas más tarde, ya en casa me dispuse a limpiar un viejo armario que tenia en el sótano, ya ni siquiera recordaba las cosas que tenia metidas ahí.

Me mudé de éste departamento hace unos pocos meses, sin embargo no quería dejarlo porque aquí era a donde venía con mi acompañante de la noche. Jamás las llevaba a mi casa.

Este lugar estaba muy polvozo y si hablábamos del sótano peor. El armario que tenia que limpiar era grande y sin duda tenia muchas cosas dentro.

Cuando empecé a sacar todo, un papel voló por un lado. Lo recogí del suelo y al abrirlo encontré lo que menos quería ver.

Una foto mía y de Suri en la preparatoria. Apenas empezábamos a ser novios. Su cabeza descansaba en mi pecho mientras sonreía de la manera en la que alguna vez me hechizo. Yo parecía otro, la felicidad desbordaba por mi rostro, nada comparado a lo que soy ahora.

El amor destruye o construye, depende de la persona con quien quieras vivirlo. Eso fue lo que pasó conmigo. Elegí mal, el Jungkook de dieciocho años eligió mal.

Deseo que te hagan lo mismo, Suri — le hablé al papel con un poco de dolor.

Tomé la fotografía de nosotros dos y la rompí, porque de tenerla me seguiría mortificando y yo pasé página hace mucho tiempo.

┤⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛├

Tengo muchas cosas pensadas para esta historia, trataré de que sea 🔥 no tan explicita porque no sé, pero al menos aceptable.

Espero y les guste mucho. No olviden votar y comentar💝

OS QUIERO.

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