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𝔻 𝕀 𝔼 ℤ

ARUMI

Namjoon tocaba mi cuerpo con sus manos, con sus grandes y calientes manos. Cada vez que pasaba sus dedos sobre mi piel podía sentir mi cuerpo erizandose y pidiendo más.

Estaba llena de deseo. Namjoon entre mis piernas listo para sumirse en mi, listo para amarme. Todo el era maravilloso, con su camisa abierta y el pecho asomándose, dejando ver lo tonificado que estaba y gracias a la tenue luz de mi lámpara de noche, podía ver su piel brillar.

Este momento era lo que siempre esperé, lo que deseaba. Yo estaba a medio vestir, con las media abajo y la falda a la altura de mis pechos descubiertos, esperaba ansiosa por él, por lo que podía hacer con mi cuerpo y por la manera en la que yo iba a reaccionar.

Namjoon se inclinó sobre mi y se acomodó mejor, sabía que iba a pasar y lo estaba esperando. A pesar de tener mis ojos cerrados, de alguna manera abrí los ojos, y en una esquina de la habitación pude ver la silueta de un hombre, un hombre al que conocía bien.

Era Jungkook, en una esquina sonriendo. Su mirada era tan brillante como el fuego, cautivadora y amenazante. Cerré los ojos porque sabía que solo era mi imaginación y quien de verdad importaba era el hombre que tenía entre mis piernas.

Volví a abrir los ojos esperando que Jungkook ya no estuviese aquí. Pero no, esta vez no era Namjoon quien me tocaba, era Jungkook. Él estaba sobre mi y se había inclinado lo suficiente como para que mis pechos rozaran con su camisa.

Sentía la presión de su cuerpo contra el mío, lo cálido que estaba y lo confiado que se veía sobre mi.

'¿Dónde esta Namjoon?'

'¿Por qué Jungkook?'

•••

Una vez más, fui víctima de mis sueños. Uno raro e inesperado porque aparecía Jungkook. ¿Por qué soñar con él?

Miré el reloj sobre mi mesa de noche. Exactamente las nueve de la mañana.

Ansiosa me levanté de la cama y trate de ser rápida porque solo hacía falta una hora para el evento de autos.

Sin dejar de pensar en el intruso que había tenido en mi sueño, fui a mi cuarto de baño.

Desear a Namjoon y estar acostumbrada a soñar con él y el hecho de que el viviera en mi cabeza sin pagar renta era algo con lo que podía vivir, pero darle la bienvenida a Jungkook era algo inesperado.

¿Fue mi culpa? Justo ahora, mientras estaba debajo de la ducha, meditaba en eso. Yo lo dejé besarme, pude decirle que sí estaba incómoda pero no lo hice y le di bandera verde. ¿Tanto me gustó? Sí.

Había besado a muchos hombres, ninguno de ellos Namjoon, pero sin duda la manera en la que me besó Jungkook marcó una diferencia. Los besos recibidos antes no me habían dejado deseosa o acalorada, pero el beso que recibí de él incluso motivó a mis sueños para dejarlo entrar y seducirme.

Tenía que ponerle un alto y recordarle que nuestro acuerdo no tenía besos entre sí, que solo éramos socios y que nos negocios nunca se mezclaban con el placer.

Salí de la ducha y busqué mi vestido, lo dejé preparado con anterioridad. Un vestido azul que llegaba más abajo de las rodillas, el cuello en forma de V que dejaba relucir mi escote, justo como lo quería porque Namjoon iba a estar ahí.

Me aseguré de maquillarme de manera ligera, no quería a Jungkook quejándose por lo que tenía en la cara, siempre que podía lo hacía.

Busqué mis zapatos de tacón y mi bolsa de mano. Cuando justo iba a abrir la puerta alguien se adelantó.

— ¡Oh!, señorita Arumi, justo venía a decirle que la esperan abajo.

— Gracias  — hice un pequeño ademán de saludo y pasé por el lado de Ji han.

┤⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛├

El evento estaba a reventar, había mucha gente, muchos interesados en los autos de muestras.

Había modelos junto a los autos, tomándolos por todos lados y llamando a los clientes. Mi papá tenía una gran sonrisa y mi mamá solo pretendía saber de que iba esto.

Hice un rápido escaneo por el lugar tratando de buscar a mi socio. Me importaba verlo justo ahora. Aún no había visto a Namjoon y milagrosamente no me había apresurado a buscarlo aún.

Sabía muy bien que Kim Namjoon era fanático a los autos, le gustaban y tenía muchos. Coleccionaba los más raros y de colores extravagantes que alguna vez había visto. Era amante a esto por eso confiaba en que este era el escenario perfecto para verlo.

— ¿A quién buscas? — unas manos cálidas y tatuadas me tomaron por detrás, con el agarre en la cintura. Sabía que era Jungkook.

— A ti — me di la vuelta y sonreí. Dejé que que mis manos tocaran su pecho y sabía que la gente nos miraba pero eso no me importó.

— Pensé que buscabas a tu novio — se atrevió a burlarse de mi — Estoy aquí desde temprano y no lo he visto.

— Primero, no es mi novio — le dije obvia — Segundo, seguro viene después.

— ¿Quién te garantiza eso? — me preguntó con malicia.

— Vandra. Lo conozco y se...

— ¿Señor Jeon? — mi papá estaba a nuestro lado y se veía un poco sorprendido.

Pensé que Jungkook me iba a soltar de la cintura pero no lo hizo. Se movio a un lado y me dejó asegurada con una mano, la otra se la tendió a mi papá.

— Un gusto señor Park — mi papá tomó la mano y la apretó, poniendo su vista en mi cuerpo y preguntando que pasaba sin decir una sola palabra.

— Veo que están... ¿juntos? — Jungkook sonrió.

— Verá, señor Park. Resulta que el otro día me encontré a su hija y nos dimos cuenta que tenemos mucho en común — mentía, no teníamos nada en común.

Mi papá estaba dudoso y sabía que era desconfiado y que más tarde me iba a preguntar que pasaba.

— ¿Eso es cierto, Arumi? — la mano de Jungkook aún estaba en mi cintura y mi papá tenía fija la mirada en esa parte.

— Sí, papá. Me di cuenta que tengo mucho interés por los autos.

— ¿Tú? — mi papá empezó a reírse y Jungkook también — Creería más si me dices que es tu novio a que me digas que te interesa un poco de esto.

Le di un golpe a Jungkook para que controlara su risa porque me estaba molestando, pero no se detuvo.

— Bien, señor Jeon, el evento aun no empieza así que iré a ver más autos que de verdad están increíbles — Jungkook asintió y se despidió.

— ¿Fui convincente, cariño? — rodé los ojos y me aparté de él.

— Esta mañana cuando me saludaste me agradó tu actitud pero ahora sin duda eres un idiota. Te burlaste de mi — solo sonrió y se acercó a mi, cerrando el espacio entre nosotros.

— Es mejor que cambies esa cara porque si te das la vuelta podrás ver a tu novio — abrí los ojos desmesuradamente y con mucha cautela di la vuelta.

— Te dije que iba a venir — sonreí en dirección a Namjoon, no con tanta emoción a como solía hacerlo.

La sonrisa en mi cara se borro al instante al ver que no estaba solo. Una chica pelinegra lo acompañaba, tomaba su mano y se reía con él.

¿Entonces todo fue para nada? ¿Ya está con alguien más?

Las manos de Jungkook se acomodaron en mi hombro. Todas las esperanzas que tenía al saber que había terminado con su novia se vinieron abajo porque él definitivamente estaba con alguien más. Sin duda era rápido para conseguir novia.

— Con un poco de suerte ella solo es una amiga — la voz de Jungkook junto a mi oído erizo mi piel — No pienses mal.

— No, Jungkook. Ella está con él — me separé de Jungkook y avancé hasta donde estaba Namjoon.

Fui grosera al dejar a Jungkook solo, pero necesitaba llegar al fondo de esto, descubrir si ella era solo una amiga o algo más. Cualquiera de las dos respuestas no me gustaban y eran lo mismo para mi, amiga o no era una mujer más de la cual tener cuidado porque si la trataba con cariño era una posible enemiga.

— Hola, Namjoon — trate de sonreír y de ignorar a la mujer que estaba a su lado.

— Ah, Arumi... Hola — su respuesta fue incómoda.

— Es bueno verte de nuevo — sentía mi corazón latir y los nervios de punta.

— Me gustan los autos.

— Lo sé. Por eso te reservé el primer lugar, junto a mi — tenía una última esperanza.

— En realidad ya tengo lugares. Voy a sentarme con ella — señaló a su acompañante y está sonrió.

— ¿Y quién es ella? — pregunté con cuidado.

— Mi novia.

Una vez más mis esperanzas eran aniquiladas y ni siquiera había hecho el primer movimiento aún.

— Ya veo... — sentía que iba a llorar pero por orgullo no lo iba a permitir.

Me dio una sonrisa fraternal y paso a mi lado junto con la chica. La observé fijamente y a pesar de que estaba dolida me di cuenta de que la chica era verdaderamente linda. Me sonrió, pero no es una sonrisa que se la a alguien a quien acabas de conocer, es una sonrisa llena de malicia otorgada solo a aquellos que no te agradaban después de la primera vista.

Suspiré profundamente y medite las cosas, si era inteligente tenía que ocupar todos mis recursos y usar mi inteligencia. Aún tenía a un hombre guapo a mi lado.

Me dirigí hacia el sector donde iba a pasar la exposición, localicé a Jungkook en la primera fila y me apresuré a ir donde él.

— Pensé que no vendrías — su voz fue un susurro.

Toda la gente ya estaba acomodada a nuestro alrededor. Mi papá en una esquina viendo mis movimientos fijamente y snetenciandome con la mirada que era mejor no jugar con él.

— Yo nunca dejo que me vean derrotada — me senté a su lado, tomando la botella de agua que estaba al pie de mi silla — He perdido esta mano pero la batalla aún sigue.

— ¿Hablarás de eso el resto del evento? Lo pregunto porque si es así me asegurare de buscar mis audífonos — resople y crucé mis brazos sobre mi pecho — No te enojes, solo es que no quiero escucharte hablar de un hombre a quien no le interesas.

— No voy a hablar de él.

— Bien. Si te sirve de algo tu eres más bonita que ella y debo darte crédito por el vestido, hasta ahora es el atuendo más normal que te he visto.

— Gracias por las dos cosas, pero eso no ayuda — de verdad me sentía mal.

— ¿Y si te digo que ella no sabe besar? — ignoré el lado donde los autos estaban pasando y observé a Jungkook.

— ¿Qué has dicho?

— Nada.

— ¿Ya te acostaste con ella? — pregunté sorprendida y asqueada — ¡¿Lo hiciste?!

— No me acuerdo... — era un descarado.

— No lo puedo creer — me sentía indignada y doblemente traicionada.

— Fue hace mucho. Estudiamos en la misma universidad y de alguna manera coincidimos y pasó, eso es todo.

— ¿Fue buena?

— Mmmmm. Digamos que se cumplió la función — eso me hizo sonreír.

— ¿Cómo se llama?

— Yara. No te preocupes, no debe estar verdaderamente interesada en él, ella no es de tener cosas serias.

— Eso no me hace sentir mejor. Seguramente van a dormir juntos y si ya lo hicieron es aún peor porque significa que le ha gustado.

— Entonces duerme con alguien y así te vas a sentir mejor.

— Lo quiero a él — suspiró cansado y se dedicó a ignorarme.

┤⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛├

Todo ya había terminado, el personal de trabajo ya estaban recogiendo las sillas y quitando la decoración.

Jungkook desapareció de mi lado y fue a conversar con papá. Yo no estaba interesada en nada aquí, quería irme cuanto antes.

Namjoon aún seguía con su cita, ambos riendo fervientemente y tranquilos, mientras yo me sentía de lo peor.

Ambos se besaron y sentí que iba a llorar. Ver al hombre que amas besándose con otra persona te rompía, incluso un simple beso podía dañarte, yo no estaba lista para eso.

Corrí a los baños del lugar, porque si iba a llorar lo iba a hacer a solas. Pasando en medio de toda la gente no me importo parecer extraña y desorientada, solo quería salir del lugar donde estaba. No quería ver como los labios que debían ser para mi besaban a otra persona.

Mi paso se detuvo porque una mano me tomó fuerte de la muñeca, me guió hasta otra dirección y me llevó hasta una habitación oscura. Empujó mi cuerpo contra la pared, no sentí ningún dolor, sola la intriga por sus acciones.

Mi pecho subía y bajaba como loco, ansioso. El perfume de quien me trajo aquí y se mezcló en mis sentidos, me hizo pensar en cosas que no debía.

El también respiraba con ansias y aunque se suponía que tenia que estar temerosa por estar con alguien más en un cuarto en el que apenas podías distinguir tu mano, no lo estaba.

— Yo no soy él, pero a como te dije antes, puedes acostarte con alguien más y si vas a hacerlo, eligeme a mi...

Era la voz de Jungkook. Su voz ronca y profunda me sedujo al instante. Estábamos solos los dos, en un cuarto oscuro, su cuerpo presionado con el mio, sintiendo la rigidez de todos sus músculos contra mi escuálido cuerpo.

— ¿Qué dices? — aun no podía hablar.

Su boca estaba a centímetros de la mía, seduciendome a besar sus labios. Sus manos descendieron hasta tomar mi pierna y enrollarla en su cintura. Recorrió con sus dedos la piel de mi pierna que se asomaba por la rajadura del vestido. Alcanzó la esquina de mi ropa interior y comprobó la elasticidad, estirando la tela y después soltandola de una vez.

— ¿Aquí? — mi respiración agitada y mis sentidos sensibilizados no me ayudaban a pensar.

— Justo aquí — sus ojos brillaban, talvez con deseo, talvez con pena.

— Eso cambiará las cosas...

— No lo hará — a pesar de que sonó seguro yo no lo estaba — Decite ahora, porque de verdad estoy a punto de volverme loco — no respondí — Arumi...

— Sí...

— ¿Sí, qué? Dilo, necesito que lo digas.

— Sí, te elijo a ti — sonrió y me besó.

Una vez más su besó le dio energía a todo mi cuerpo y a pesar de estar en esta situación por culpa de Namjoon no me importó. Estaba aquí, con un hombre que juró no desearme pero que actuaba de manera contraria.

Lo elegí a él.

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