Capítulo 18
“Preguntas y respuestas”
Pará Chucky: ¿Por qué Lottie es tu hija favorita?
¿Cómo que por qué? Digo, ¿ya viste los primeros intentos? Una loca obsesiva posesiva y un sumiso iluso, Lottie fue el resultado perfecto después de dos intentos fallidos. Mi nena fue la única cosa que salió bien de ese matrimonio.
Pará Carrie: ¿Te gusta alguien?
¿E-Eh? ¿Gustar? ¿Alguien? ¿En el sentido romántico, que quieres besar, abrazar y tener una relación? Me temo que no, n-no desde, Tomy...
A-Además, no es como si alguien se quiera fijar en mi, una rara...
¿Cómo que no? ¡No me vengas con tu modestia! ¿¡Sabes cuanta gente me habla al privado diciendo que eres su waifu!?
A-Autora, ¡n-no es el momento!
Para Freddy: ¿Tipo de víctima favorito?
¿Estas bromeando? Glen, el personaje que tuvo que interpretar Jonny Depp, es totalmente mi tipo favorito, ¡vamos amigo era Jonny Depp! ¡Matarlo fue un total honor! Fue uno de mis mejores asesinatos.
¿¡Por qué de todas las personas te fuiste con la loca y no conmigo Jonny!?
No sabia que tenias gustos gay cara de pizza.
Oh vamos Chuck, es Jonny Depp, niegame el hecho de que tu también quisiste matar a Amber Heard cuando demandó a Jonny.
No te voy a negar eso. ¿Sabes que? Vayamos a hacerlo ahora, nadie le pega a Jonny.
Pará Georgi: ¿Cómo es vivir con la copia de Ronald McDonald?
Creeme, es mi infierno en el limbo, tengo que ser su conciencia, estar pegado a él ya que no hay nada mejor que hacer y debo cuidar que no haga tonterías, aunque casi nunca me hace caso. Soy como el Pepito Grillo de un Picocho come humanos, con dientes de castor, idiota y más necio que el original. ¬_¬
Oye, pensé dirías cosas más bonitas de mi. T_T
*Sigh* Bueno, no todo es tan malo, hablar con un ser del macro-cosmos es interesante, te habla sobre secretos de la historia y el universo, además de hablarme cosas personales ¿sabias que tiene un hermano y un padre? ¿Y que él es-
¡Georgi no! ¡Esos son spoilers de la trama!!
Ups perdón jefa, bueno gente, no están listos para los secretos del payaso que yo se.
Para Pennywise: Sabes que los perdedores te ganan, ¿no?
¿Y tu sabias que por el miedo que me tenía Stan se suicidó? Tenía miedo de mí vil humano. Tenía miedo de enfrentarme a mi, un infinito ser del macro-cosmos y a sus miedos.
¡Si pero también por tu idiotez _____ se unió a los perdedores y es ahora tu dolor de cabeza!
¡Georgi! ¡No ayudas! El punto es que si logre que uno se suicidara, imaginate los demás. Y aquel sueño lúcido que tuve, haré que se vuelva realidad, no han visto nada.
Hasta aquí las primeras cinco preguntas a los personajes de esta ronda. Si quieren preguntar algo vayan hasta el final del capítulo anterior, ahí están los personajes a los que pueden hacerles preguntas esta primera ronda.
Advertencia de lemmon/smut +18
Advierto porque Wattpad ya parece YouTube y le quita lo divertido a todo.
—¡A-Ah! –soltaba un gemido al sentir sus frías manos en mi espalda y nuestras intimidades chocar y rozarse.
—Shhh, baja la voz _____~. Aunque adoro oírte gemir y disfrutar, debemos guardar silencio si queremos que nadie nos descubra~ –le oí hablar con una erotica voz ronca en mi oído.
¿Cómo habíamos llegado a esto? No lo sabía bien del todo. Solo recordaba que mientras caminaba por los pasillos del edificio de medicina y enfermería, sola, alguien me tomó y me encerró con él en un salón oscuro, sin nadie alrededor.
Cuál fue mi sorpresa que fue él, mi peor pesadilla y enferma necesidad hecha hombre. Me hizo una seña de guardar silencio y obedeci.
En pocas y resumidas palabras fue así como terminamos en esta situación, en un cuarto a oscuras, cerrado con llave y a punto de coger.
Me había sentado en el escritorio del profesor, él de pie y yo cómoda. Siempre veía por mí comodidad, y sabía que "en 4" no era una de mis posiciones favoritas.
Digo vamos, las rodillas y los brazos se te cansan, se duermen y se entumecen las articulaciones; no es para mi.
Se deshizo de mi camisa y de mi sostén de inmediato, pero sin embargo, dejo un comentario que también hizo desperdar mi curiosidad.
—Oye~, esa camisa se te ve realmente sensual, ¿que te parece si te la dejo?~.
De todo mi conjunto, una camisa blanca, una falda de tubo negra y botas largas; eso y las medias negras fue lo único que dejó.
—Oh mierda, mira estas medias –dijo acercándose a mis muslos–. Hacen ver tu cuerpo más apetecible~. –mordió la tela de las medias y luego las besó, mirando mi cuerpo desde esa posición–. Agh, no lo tomes a mal muñeca pero verte así... –mordió su labio–. Quiero cogerte sin condón otra vez.
Le mire algo preocupada, pensaba en lo que pudiera pasar a futuro, en miles de cosas y entonces le vi soltar una risita burlona.
—Carajo lindura te preocupas demasiado –habló y me miró con una sonrisa que realmente derritió y encendió mi ser–. Terminaré afuera... Al menos eso intentaré.
Y antes de que pudiera preguntar o articular algo, entró dentro de mí sin más preámbulos, mientras le escuchaba decir maldiciónas ronchas en mi oído. Pude sentir como sus manos viajaron a mi trasero y le dieron un leve apretón.
—Agh mierda~, delicioso~ –pude oírle soltar una risa nasal–; si que sabes recibirme cómo me gusta _____~. Te estás acostumbrando a mi, eso es bueno.
Comenzó a moverse, haciendo rechinar el escritorio de madera y con una intensidad realmente bendita que casi me hace perder el equilibrio.
Con mi mano derecha me apoye en el borde del escritorio y con la otra, sujetaba su cabeza, pues esta se posaba entre mi oído y mi hombro; y podía escuchar sus gemidos y jadeos roncos a la perfección.
—Intenta bajar un poco la voz, ¿si, _____? Estamos en tu escuela y no queremos que te metas en problemas, ¿verdad? –pude oírle con un tono que parecía ser seductor y animado–. Déjame ser el único que oiga tus gemidos y mi nombre salir de esa boquita.
Aumentó su intensidad a una más brutal, mis ojos se nublaban debido a lágrimas de placer que salían. Gemia su nombre como pedía e intentaba bajar el volumen de mi voz, pero era muy difícil cuando él me follaba de esa manera.
—Ah~ mgh~ Chuck –gemi su nombre bajo cerrando los ojos–. Más adentro, más –pedí.
Enrede mis piernas en sus caderas para que él llegara más profundo. Cuando pude sentirlo tocar aquel punto, solté un gemidos alto y sonoro, y sentí como mis paredes interiores apretaron su miembro más.
—Oh~ mgh~ asi~ –le oí gemir ronco y bajo–. Si sigues apretando mi verga así de fuerte me será muy difícil salir a tiempo~ –no sabía si era una advertencia o una amenaza–. Pero vamos, ¿a quien engañamos? Se siente de maravilla, ¿no _____? –soltó un gemido ronco y aumentó más la intensidad, haciendo un ruido de nuestras pieles chocando.
Nuestras miradas chocaron y unimos nuestros labios en un beso, desesperado, hambriento, necesitado de ambos. Sentir como me golpeaba y me hacia llegar a las puertas del cielo rápidamente, era sensacional.
Bendecia el hecho de que las mujeres podían tener más de un orgasmo, lo tuve tantas veces. Él me hacía llegar a mi extasis rápidamente, incluso teniendo mi último orgasmo mientras decía maldiciones y soltaba gemidos.
Finalmente, él salió de mi, a tiempo, soltando todo su semen fuera y manchando el suelo. Me miró agitado, intentando regular su respiración, se acercó a mis labios y los beso nuevamente.
Últimamente estaba muy necesitado de mí. Ahora lo hacíamos diario, incluso dos veces al día, cuando antes era cada dos o tres días. Parecía un animal en un necesitado celo, que últimamente me metía en muchos problemas.
En esa casi nos descubren, resulta que Kelly me estaba buscando, y preguntó si acaso yo estaba en el tercer piso del edificio de medicina y enfermería. Pues escucho ruidos raros.
Con razón aquellos pasos que había oído no fueron de mi imaginación.
Y sus marcas, ya eran un problema sumado, definitivamente era una bestia en celo.
—_____, ¿puedo saber lo que te pasó en el cuello? –me preguntó Carly mirando un espacio que mi bufanda no pudo cubrir.
Eso alertó mis sentidos, subí la bufanda hasta cubrir ese lugar e intente distraerla.
—¿Eh? Ah, n-nada, solo, mosquitos –intente mentir.
—Parece más bien un golpe –comentó nuevamente–. Y también tienes en tus brazos –mostró mi brazos al descubierto.
—N-No, Carly, no es nada –intente calmarla.
—¿Calvin y Binx no te han molestado? –Michael se unió a conversación.
—No... –solté y busque con la mirada aquellos chicos–. Y ahora que los mencionas, no los he visto desde hace dos días –mire al chico con heterocromia y dos cicatrices enfrente mío–. No fueron ellos Michael, lo juro.
Mire a mi gran amigo pensar las cosas ante mi situación, pensé la había salvado, así que comencé a beber mi malteada intentando evitar la mirada del chico frente a mi; que reconozco es intimidante cuando quiere.
—¿_____ estas saliendo con alguien? –soltó.
Eso me hace casi escupir mi malteada, para mi suerte salió algo de mi boca más no toda. Realmente me había tomado desprevenida, tosi fuertemente y después tomé unas servilletas para limpiarme.
—¿De qué estás hablando Michael? –pregunté preocupada.
—¿No estarás saliendo con alguien, y por eso tienes estos moretones? –preguntó tomando mi muñeca y mirándome seriamente.
—¿Acaso te lastima _____? ¿Es alguien tóxico? –me preguntó ahora Carly pero con más tacto.
—¿Qué? N-No –me liberé del agarre de Michael y baje la mirada, intentando evitarlos.
Necesitaba una mentira, express y creíble, funcional y que por favor, rogaba los convenciera.
—Yo... Últimamente yo me hago esto –solté con voz algo baja–. Es... la frustración, de los exámenes y las pruebas –fingi un falso tono a punto de romper en llanto–. ¿Qué tal si no soy tan buena? ¿Qué tal si le falle a mi familia? Habré venido por nada.
Por el rabillo del ojo, note su mirada de preocupación, tal parecía mi actuación fue perfecta. Pero ahora mi rostro de dolor era por mentirle a mis amigos, verles la cara y engañarlos.
—_____, si eres buena, no te menosprecies –sentí los brazos de Carly rodearme en un abrazo–. Tu familia debe estar orgullosa, eso tenlo por seguro.
Ahora sentía las palmaditas de Michael en mi hombro.
—Eres más fuerte y capaz de lo que crees ______.
Con eso pude quitármelos de encima por un tiempo, pero esto era un problema. Ahora todo me presionaba y mi cabeza se sentía frustrada.
—_____, no mires atrás pero Glenn se está acercando hacia ti –susurro Maddie en un tono que no era ni emocionado ni alarmado mientras caminábamos.
Oía a lo lejos la voz de aquel chico, por el cual me tenía que alejar y esconder si quería verlo vivo al día siguiente. Tomé a Maddie del brazo y la acerque hacia mí para susurrarle algo.
—Maddie ayúdame a quitármelo de encima, escondeme.
—¿Tan desesperada estas? ¿Qué es contigo, un simp? –me preguntó extrañada.
—Más o menos, sólo no lo quiero cerca de mi por ahora –le rogaba desesperada con voz baja–. E-Él es... Algo celoso –hablé esperando supiera a quien se refería.
Ella analizó mis palabras a fondo, como saboreandolas una por una, pude ver en su cara algo no le sabía bien, pero aún así accedió a esconderme.
—Solo espero entiendas que esos celos no son del todo buenos, y menos si es posesivo –gracias a ella logre perderme entre los estudiantes y perderlo de vista.
Me sentía sofocada, como me comenzaba a quedar sin aire y un calor dañino invadía todos mis pulmones, quemandolos y dejándome sin respirar.
El aire comenzaba a faltarme en mi vida, necesitaba un escape, y ya.
Un milagro de algún santo o una virgen, de Dios o del diablo. Aunque por mi situación y la vida que ahora llevaba, es más seguro que Dios no escuchará mis plegarias sino que el diablo será el que me haga el milagro.
Solo quería poder dar una bocanada de aire fresco entre tanto fuego, humo y problemas.
—¿Te vas? –escucho la voz de su alguna vez mujer esposa, mientras él guardaba su característico cuchillo en una chaqueta negra.
—¿Te importa? –preguntó seco viéndola por el rabillo del ojo–. Me divorcie de ti, no somos nada, lo único que nos une son nuestros hijos, en especial Lottie –respondió pasando a su lado con indiferencia.
—Más bien es curiosidad –intentó no inmutarse–. Sales mucho últimamente.
—Soy un asesino, el estrangulador de Lakeshore, ¿qué esperabas, que después de divorciarnos dedicara mi vida a leer la biblia e ir a la iglesia? –chisto la lengua y sonrió de lado–. Si claro, como si no me conocieras.
Finalmente salió de aquel castillo, la rubia miró por dónde Chucky había salido, desconcertada, y con cierto sentimiento en su pecho.
Chucky se veía feliz, libre, parecía ya formó su vida, pero nunca le comentó nada, ¿debía hacerlo? ¿Debía darle explicaciones a ella, ahora que no eran nada? ¿O solo volvió a ser el de siempre?
Ella, también no tenía mucho que se divorció y volvió a ser madre soltera, ¿pero progresó o ha avanzado algo desde ese momento? La respuesta era no; porque nunca pensó llegar tan lejos con el tema del divorcio.
Jamás creyó él aceptaría al divorcio, esperaba se negara, pidiera arreglar las cosas, que él viera eso como una amenaza, que no le gustara la idea y se arrastrara a sus pies, siendo ella la ganadora.
Le salió el tiro por la culata.
Porque en su mente, Chucky aún le pertenecía, no se había tatuado su nombre en vano, se negaba a pensar en eso, en alguien más.
¿Y si la razón por la cual él aceptó divorciarse fue eso? ¿Alguien más?
¿Una persona que interfirio en su matrimonio? ¿Chucky tenía una amante?
Apretó sus puños, sintiendo el dolor levemente punzante de sus uñas postizas, y la rabia invadirle en cada una de sus venas.
¿Pero con quien podría engañarle? A ella, Tiffany Valentine. ¿Qué tipo de mujer sería para que la prefiriera en vez de ella?
Ella era lo que cualquiera desearía, ¿en qué alguien podría ser mejor que ella?
—¡Agh! Lottie, cuidado hija, mi espalda duele –se quejaba el pelirrojo bajando delicadamente a la rubia de su espalda.
—¿Pero como pudo haber pasado eso papá? ¿Qué tienes? –intentó revisar a su progenitor pero él le detuvo.
La madre, que veía disimuladamente desde el sofá, estaba espectante a la respuesta. Con una mirada filosa en aquel enigmático color de ojos que ella poseía, esperando a que él cometiera un error y esa mirada pudiera cortarlo cual katana.
—Agh, una víctima que realmente puso resistencia, me aventó contra la pared y me tuve que arrastrar por una reja para poder matarla –explicó el padre tomando las manos de su hija entre las suyas.
—¿Pero no la dejaste escapar? –preguntó su hijo Glenn mientras hacía sus deberes de la universidad.
El mayor sonrió de lado y miró a sus hijos con altanería.
—Oh pero claro que no la deje escapar –su sonrisa se amplió más–. Valió la pena el dolor, recibió su castigo como debía.
Algo en sus palabras no le cuadraba, esperaba sus hijos no entendieran el doble sentido de aquel con el cual compartían genes. Pues ella, que vivió más años a su lado, si lo hizo.
Además de que pudo notar unas marcas en su cuello, un chupetón y una mordida limpia y genuina.
Eso hacia que su odio fuera en creciente ascenso.
—¿Nuevamente llegando de madrugada? –le atrapó cruzada de brazos y con la mirada seria.
Chucky casi pega un grito y un salto, volteo a ver a quien se encontraba detrás de él, al ver a Tiffany, suspiro pesado.
—Ah, pensé que era algo menos horrible –su comentario le hizo fruncir el ceño–. ¿Qué quieres?
—Ya es la tercera vez en la semana que llegas de madrugada.
—¿Y? ¿En serio llevas la cuenta? –se volteo totalmente para enfrentarle–. Te estás metiendo demasiado en mi vida, ¿no lo crees Tiffany Valentine? –su tono y su mirada se veían hostiles y molestos.
—Aún eres mío Charles –soltó su última carta tomando del cuello a su ex esposo–. Aún me perteneces, yo te conozco mejor que nadie, mejor que cualquiera en el mundo.
El pelirrojo, extrañado por su comportamiento, pero también finalmente, uniendo las piezas del rompecabezas, sobre que le pasaba a Tiffany que estaba tan atenta a él, comprendió.
Estaba celosa, y sabía ya había alguien en su vida.
¿Debía admitirlo? ¿Debía negarlo? Si lo admitía probablemente pondría a _____ en peligro, esa mujer se veía se negaba a soltarlo. Pero si lo negaba y jugaba con ella, estaría jugando con un demonio.
Entre la espada y la pared.
—Tiff, ¿acaso te oyes? ¿Oyes lo que dices? –preguntó con seriedad tomándola de las muñecas–. Puta madre Tiffany realmente estas loca –la apartó de su camino y salió de ahí como pudo.
Ese no había sido el mejor de sus movimientos, y eso ponía en riesgo las cosas. Debía hacer algo, escapar de ese tifón de problemas lo más rápido posible.
¿Pero cual era el camino más rápido y fácil?
Matar a la raíz de tus problemas, la razón por la cual comenzó todo esto.
Paró en seco ante la idea que su propio subconsciente le dio. ¿Matar a ______?
Eso resolvería sus problemas totalmente, en un chasquido, todo se olvidaría y todo volvería a la normalidad. Parecería nada nunca hubiera pasado.
Negó con la cabeza, por alguna razón, se negaba a esa opción, no quería llegar a eso. Un sentimiento en su pecho palpitaba ante esa opción, negándose a hacerlo.
Follando se refuerza el amor y el sentimiento que tienes hacia alguien, ¿será ese su caso?
¿Pero qué estaba pensando? Ese lema que el cara de Pizza le había dicho y que el mismo Pinhead reforzó era totalmente una mierda absurda.
Pero no negaba le gustaba sentir los labios de la joven contra los suyos, eran dulces, suaves, y adictivos; y sentir su toque tímido en sus mejillas, le hacía sentir una inexplicable sensación en su pecho. Además de una sensación, al sentir su calor y tenerla cerca, le hacían actuar de una manera ajena a él.
Solo sabía una cosa y estaba seguro de ello. Tenía que idear un plan y buscar una manera de esconder y proteger a ______, un escape, rápido.
Las noticias de la mañana se podían oír en mi televisor, solté un bostezo y me restregue un ojo.
Realmente estaba agotada por lo de ayer, hacerlo una vez más en la universidad e ir por una segunda ronda en la noche. Mi cuerpo estaba hecho polvo.
Eso y el frío del invierno, además de la poca luz que se tenía debido a la nieve, me daba una sensación de no querer ir a la universidad y volver a la cama.
Pero solo faltaban dos semanas para las pruebas y exámenes, además de un poco más de medio mes para vacaciones.
Intentaba verle el lado positivo, la nieve era realmente linda y mágica, además de que si me esforzaba, podría ver a mi familia para navidad y no poder estar una navidad sin ellos.
Preparaba mi café mientras escuchaba las noticias del clima, diciendo que nevaria pero todavía no llegaríamos a bajo cero, sino hasta la próxima semana.
—Gracias Natalie por tu reporte –hablaba el locutor–. Y volviendo a las noticias –me acerque para ver y escuchar mejor, con mi café en mano–, esta madrugada se encontró en las alcantarillas los cuerpos de dos chicos que hace unas semanas fueron dados por desaparecidos. Los cuerpos de Calvin Island, y Binx Rutherford fuero encontrados sin vida, mutilados y casi irreconocibles, ¿no me cree? Vea las imágenes por usted mismo.
Eso realmente me puso los pelos de punta y me hizo tirar mi taza de café.
Las imágenes eran tan repulsivas, horribles, una pesadilla, un revoltijo en mi estómago me hizo llevar una mano a mi boca y otra a mi pecho.
Sentía miedo, auténtico miedo y horror.
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