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Final:)

Un zumbido en los oídos de Jennie la hizo aislarse de todo, no escuchaba a su alrededor, oía unas voces familiares hablarle pero no les prestó atención.
Se levantó de la fría nieve y camino a pasos torpes hacía aquel cuerpo en el camino.

Su vista se fijó en Lisa, quien yacía tirada bajo un charco de sangre, con toda la cara llena de golpes y sangre por igual.

Jennie pareció salir de su shock al verla ahí, sin moverse.

- Lisa, amor, despierta, nuestra historia acaba de comenzar, por favor... No te vayas - Suplicó con las lágrimas saliendo de sus ojos, recostando la cabeza ligera de Lisa en sus muslos.

- ¡Jennie, reacciona! - Dos voces femeninas la llamaron.

Esas voces...

Eran Rosé y Jisoo, ni siquiera sabía de donde habían salido o en que momento habían llegado.

Por fin, Jennie pareció prestar atención a su al rededor y ahí estaban esas chicas desastrosas qué algunas veces llegaba a odiar.

- Jennie, por favor, las tres sabemos que debes hacer - Dijo con desesperación Jisoo.

Jennie parecía no entender, estaba muy confundida. Entonces miró la cabeza de Lisa y lo entendió.

- ¡No!, chicas... Yo no la convertiré en un monstruo, no como yo, no podría hacerle eso - Movió la cabeza con euforia en forma de negación.

- ¡Jennie, mírame! - Gritó Rosé tomando de los hombros a Jennie - O la muerdes ahora o no habrá Lisa nunca más, Lisa se irá y ni siquiera vivirá para ser un monstruo como tu dices... Tu lo decides - La miró directo a los ojos.

Jennie sentía como el pulso de Lisa se hacía más lento y débil cada vez, no tenía mucho tiempo, debía decidir rápido o si no, su oportunidad de morder a Lisa mientras aún sigue viva se iría.

Las lágrimas no tardaron en salir de los hermosos ojos gatunos de Jennie.
Abrazó la cabeza de Lisa a su pecho y sollozó.

Sintió el último respiro de Lisa en su cuello, seguido de eso, el cuerpo entre sus manos se hizo ligero y pesado. Lisa había muerto.

- ¿Lisa? - Preguntó la chica con un tono de preocupación.

- ¡Jennie, no hay tiempo! - Gritó Jisoo.

- ¡Vamos Jennie! - Exclamó esta vez Rosé, ella también lloraba.

Jennie en un acto de desesperación, tomó entre sus manos el cuerpo de Lisa, observando por última vez el hermoso rostro de Lisa qué podía salir al sol.

Su cuerpo estaba frío y sin ningún movimiento, comenzaba a tornarse morado por las bajas temperaturas, Jennie solo se acercó al cuello de Lisa.

- Lo siento amor - Susurró la chica antes de clavar sus colmillos en el cuello de Lisa.

Cerró los ojos con fuerza, pues no quería ver la atrocidad qué acababa de cometer. La sangre de Lisa estaba en su boca y no podía creer que lo estaba, era dulce al igual que ella pero le daba un coraje enorme tenerla en su boca.

Abrió los ojos lentamente para después percatarse qué Lisa seguía en el suelo, su respiración ya no estaba y su cuerpo estaba más frío de lo normal. Lisa estaba muerta.

Jennie tomó la cabeza ligera de la chica y trató de revivirla pero todo fue en vano. Lisa se había ido.

- ¡No!, ¡Lisa despierta, por favor! - Gritó Jennie desesperada.

Jisoo y Rosé, con lágrimas en sus ojos, corrieron a ayudar a Jennie y a sacarla de aquella escena tan horrible y dolorosa.
Jennie se resistió pero al cabo de unos segundos, corrió a los brazos de las dos amigas para sacar todo el dolor y lágrimas que tenía dentro.

Jennie recargó su cabeza en el hombro de Jisoo y lloró, lloró como nunca lo había echo.

- ¿Jennie? - Sé escuchó una voz rasposa detrás de las chicas.

Todas giraron y la vieron ahí, pálida, con grandes manchas debajo de sus ojos, los colmillos de Jennie aún marcados en su cuello y unas cuantas gotas de sangre escurriendo por el lugar, también sus colmillos sobresalían.

- Lisa - Susurró Jennie corriendo hacía los brazos de la chica.

Lisa se quedó estática al sentir el abrazo de Jennie pero le correspondió casi de inmediato.

- Creí que te perdía Lisa - Sollozó la pelinegra en el hombro de Lisa.

- Jamás me perderás Jennie, siempre estaré aquí - Acarició la espalda de la más baja, dándole una sensación de protección y cuidado.

- Lo siento Lisa... Tuve que hacerlo, tuve que... Convertirte en lo que soy - Lloró aún más.

- ¿Qué? - Preguntó confundida.

Jennie se separó de ella.

- Eres un vampiro ahora Lisa, al igual que yo - Habló con miedo.

Lisa no dijo nada, solo Observó sus manos, las cuales tenían el color de piel pálido, parecido al de Jennnie. También se tocó los colmillos, los cuales tenían un tamaño mucho mayor al qué tenían antes.

- Soy un vampiro - Masculló sin poder creerlo todavía.

- Lo siento - Jennie bajó la cabeza.

- ¿Bromeas? - Jennie levantó la cabeza impresionada - Al fin podemos estar juntas, al fin somos iguales Jennie - Lisa corrió hacía ella y la abrazó, dándole un pequeño beso en los labios - Te amo - Acarició el cabellos de Jennie.

- Yo también te amo - Sonrió.

Jisoo carraspeo al notar qué ambas chicas no dejaban de verse y seguramente se habían olvidado de su presencia.

Cinco meses después...

- Jisoo, te he dicho mil veces que no me gusta caminar por este barrio de noche - Reclamó con enojo Rosé.

- Bueno, si quieres ver a tu mejor amiga y su novia deberás hacerlo todos los días que sean necesarios, así que no te quejes -

Rosé solo se quejó en silencio y siguió caminando, al cabo de un rato, llegaron a aquella cabaña alejada de la ciudad.

Jisoo tocó la puerta y después de unos segundos, Lisa la abrió dudosa pero su rostro cambió al ver a sus amigas ahí.

- ¡Jisoo, Rosé! - Corrió a abrazarlas.

Las chicas devolvieron el abrazo y al separarse, se dieron cuenta de que Lisa estaba en ropa interior.

- ¡Dios Lisa!, no quiero ver tu ropa interior - Dijo Rosé molesta.

- ¡Oh, lo siento! - Sé miró el cuerpo con pena.

- Bien, vamos a pasar - Dijo Jisoo esta vez, Lisa trató de detenerlas pero ellas de todos modos no le hicieron caso.

Entraron y justo en la sala, estaba Jennie tratando de cubrir su cuerpo desnudo con una sábana.

- ¡Dios mío!, ¡¿en esta casa nunca para el sexo?! - Exclamó Rosé tapándose los ojos con sus manos.

- Cállense, no quiero ni imaginar lo que hacen ustedes ahora que yo no estoy en el departamento - Dijo de mala gana dándole una camisa a Jennie para que se la pusiera.

- Bueno, ya. Trajimos ramen - Rosé trató de evadir el tema enseñando la bolsa con varios recipientes llenos de fideos instantáneos.

Todas se emocionaron y corrieron a la cocina a prepararlos. Después de un rato, estaban viendo películas y hablando de como iban sus vidas.

Ya habían pasado tres meses desde lo sucedido, Rosé Y Jisoo le dijeron a todos que un día habían regresado a casa y Lisa ya no estaba, todos creyeron la historia e incluso la habían buscado pero se dieron por vencidos al no encontrar ni siquiera una pista.

Jennie y Lisa se mudaron a una cabaña qué con ayuda de Rosé y Jisoo construyeron. Les tomó dos meses enteros pero al fin tenían su hogar.

Jennie había recordado qué el lugar donde la encerraron en ese horrible ataúd, habían pasado enterrado también su dinero y algunas joyas por miedo a que estas estuvieran malditas.
Las chicas las desenterraron y ahora vivían de ese dinero.

Su vida era hermosa ya qué se tenían la una a la otra y a sus amigas.
Jennie no podía evitar sentirse culpable cuando veía a Lisa casar algunas personas de noche para saciar su hambre y sed de sangre pero se sentía feliz al tenerla a su lado, al hacerla suya y decirle que la ama todos los días de su vida y por el resto de los años que le quedan al universo.






Bueno bueno mis besties, está historia se acabó, no me maten, se que fue una historia corta y probablemente ustedes querían más pero mi imaginación no me permitió darles más capítulos, así que esto es lo único que puedo ofrecer :(

Gracias por todo su apoyo en este fanfic y en los demás, de verdad nunca me cansaré de decirles gracias :3.

Me despido y espero hayan disfrutado esta historia tanto como yo, sigan comentando y votando, me encanta ver sus comentarios y responderles. Tomen agüita, bye<3

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