XXI
CHAPTERE TWENTY-ONE
═════"Waves"═════
La luna brillaba en su rostro a la par que su cuerpo flotaba sobre la calidez del agua.
Era una luz familiar que la llenaba de energía y electricidad. Su corazón latía pacíficamente a la par del danzar de las olas y el viento que le cantaba una dulce melodía tranquilizadora.
Disfruto aquella sensación por horas.
Sus ojos se abrieron al comenzar a sentir las aguas moverse.
Comenzó como una simple ola agitándola, hasta que termino por convertirse en gigantes olas azotándola. El agua helada entraba en sus pulmones y lentamente el hermoso cielo que la acompañaba, comenzaba a desaparecer.
Estaba siendo arrastrada hasta lo más profundo del océano
Los ojos de Rochelle no se despegaban del techo.
Su mente seguía rondando alrededor de la petición de su hermana acerca de arreglar el muro.
Eran aproximadamente las seis de la mañana y la resaca la había golpeado como una bolsa de papas. No recordaba mucho de lo sucedido anoche; ni de cómo había llegado hasta su habitación.
Raro.
Ella solía recordar las cosas que hacía.
Un suspiro de amargura salió de su boca.
Quería ayudar... pero no se sentía preparada para hacerlo. Era poseedora de poderes que no lograba comprender o controlar. Tenía miedo de empeorar las cosas.
La guerra se aproximaba y ella y sus hermanas estaban de alguna forma justo en medio de ella; le aterraba lo que estaba por venir y la posibilidad de perder a una de ellas.
Unas inmensas ganas de llorar la inundaron repentinamente. Se apresuro a incorporarse de la cama, soltando un quejido debido al dolor de cabeza por la resaca.
Sus pies caminaron torpemente hacia el baño. Necesitaba un baño.
》✧《
Las yemas de sus dedos se encargaron de repasar la cubierta del libro que sostenía en sus manos.
"El corazón de las tres ciervas"
Era un libro de misterio y romance que había encontrado hacia un tiempo en la biblioteca de la casa del viento. Era romántico y le hacía añorar cosas que tal vez no debería querer...
"vencería a la muerte una y mil veces con tal de llegar a ti"
Un suspiro salió de sus labios cuando leyó aquella frase del libro.
Sus pies daban pasos torpes por el pasillo mientras seguía concentrada en su libro de camino a su habitación.
El camino a su habitación fue interrumpido por el sobresalto que le causo una figura masculina a la vuelta del pasillo.
—¡Por los dioses Az!... —dijo regulando su respiración —...me asustaste —. Su corazón se aceleró ante la presencia del cantor de sombras.
Azriel sonrió desde las sombras que lo cubrían de la vista. Estas terminaron dispersándose y arrastrándose hacia donde se encontraba la chica.
Esta sonrió al sentirlas escurrirse por su cuerpo.
—¿Tan horrible soy? —pregunto juguetonamente el macho illyrio.
Los ojos de Rochelle se abrieron ampliamente al escuchar sus palabras. El era todo lo contrario a horrible.
Era probablemente el hombre más hermoso que jamás hubiera visto...
—¿¡Qué!? —exclamo nerviosamente despegando la vista del cantor de sombras. —No...no, eres todo lo contrario a horrible. De hecho, eres muy... —. Sus palabras se atascaron, convirtiéndose en balbuceos nerviosos cuando Azriel comenzó a acercarse lentamente a ella. Acorralándola contra una pared como cazador a su presa.
Su espalda termino aferrándose a la pared de madera cuando vio la mirada depredadora que Azriel le dirigía.
Estaba cegado por sus instintos mas primitivos. Era algo que no podía soportar más.
Necesitaba marcarla y besar cada centímetro de su blanca piel; y aquella mirada nerviosa que la chica le dirigía lo estaba haciendo caer en un profundo hoyo del que jamás seria capaz de salir.
—¿Soy que Rochelle...? —. La mano cicatrizada del cantor de sombras se acerco a su rostro para poner un mechón detrás de su oreja —. Dímelo.
Su voz demandante envió un ejército de escalofríos por su espina, causando que su corazón se acelerara a la par de su pesada respiración.
Le tomo unos segundos responder, pero cada milisegundo que pasaba; Podía sentir como el cuerpo de Azriel se acercaba mas ella. Su calidez y aroma penetraban lo más profundo de su cabeza; como una poción que le hacia parecer una tonta frente a él. Hasta que pudo responder:
—Atractivo...—dijo tragando duro. — Me pareces muy atractivo...
La menor inclinaba hacia arriba su cabeza para verlo directamente a los ojos con una respiración notoriamente acelerada.
El corazón de Azriel se detuvo por unos momentos, para después enviar una corriente eléctrica por todo su cuerpo. Incluido su miembro, que no tardo en ponerse duro.
Palabras.
Unas simples palabras habían necesitado Rochelle para ponerlo duro como roca.
En ese momento algo se rompió en su cerebro. El ultimo hilo de auto control que le quedaba.
Su mano derecha se dirigió rápidamente hacia el cuello de la chica, tomándolo bruscamente del cuello para chocar sus labios contra los de ella.
Un pequeño gemido salió de la boca de Rochelle en el momento que sintió los labios de Azriel presionarse contra los de ella en un beso hambriento y necesitado. El llevaba el control de la situación incitando a la menor a abrir su boca para darle acceso a su lengua; algo que ella no se negó a hacer.
El beso cada vez parecía ser mas necesitado por parte de los dos. La mano libre de Azriel se posó en su cintura, para después arrastrarse por su cadera hasta llegar a su trasero, donde dejo un fuerte apretón que lo hizo gruñir en medio del beso. Pronto la boca de Azriel abandono la de Rochelle, para trazar un camino de besos hasta su cuello, dejando un gran lametón desde el valle de sus senos, hasta su mandíbula. Su camino se dirigió nuevamente al valle de sus senos descubiertos por su vestido que se encargo de succionar y mordisquear. Cada centímetro era una marca nueva que dejaba en el cuerpo de Rochelle.
Un fuerte gemido salió de la boca de Rochelle.
Azriel se separo lentamente de ella admirando la imagen de su pareja con los ojos cerrados, el sudor corriéndole por la frente y su respiración pesada.
Otro hilo de autocontrol se rompió en si mismo.
Sus brazos se dirigieron nuevamente a los costados de Rochelle, tomándola por las piernas.
—Envuelve tus piernas en mi cintura—. Le ordeno posesivamente.
Ella no dudo en hacerlo, dando un pequeño salto para envolver sus piernas. Azriel la sostuvo fuertemente con sus manos posadas en su trasero; este comenzó a caminar hasta dirigirse hacia una cajonera junto a la pared, donde se encargo de depositar a Rochelle para después colocarse entre sus piernas.
Una mirada maliciosa se extendió en el rostro del macho illyrio cuando sus sombras se encargaron de atar las muñecas de la menor por encima de su cabeza, a la par que sus propias manos comenzaban a levantar lentamente el vestido de la chica. Descubriéndola hasta los muslos.
Azriel dio un paso hacia atrás para admirar las piernas descubiertas de la chica. Sus manos comenzaron a acariciarla desde las pantorrillas hasta sus muslos; dejando fuertes apretones en cada lugar que recorría.
Un suspiro de satisfacción salió de los labios de Rochelle.
Azriel acerco nuevamente su cara a la de la chica. Admirando cada una de sus facciones.
—He soñado con tenerte en esta y mil posiciones más...—dijo en un ronroneo mientras la tomaba de la cara con sus grandes manos.
La respiración de Rochelle volvió a acelerarse aún más.
El cantor de sombras se inclinó ligeramente para volver a besarla; esta vez en un ritmo mas calmado y profundo, permitiéndole saborear a Rochelle.
Sus labios eran suabes y carnosos. Podía morderlos y probar cada centímetro de su boca con furor. Su lengua se encargaba de explorar su cavidad con avidez. Hasta que sus dientes intervinieron en el proceso; dejando una mordida en el labio inferior de la chica.
Un pequeño chorro de sangre se escurrió hasta el mentón de Rochelle. La lengua de Azriel se separo de la boca de la chica, para lamer aquel hilo de sangre que le había causado.
Su boca volvió a crear un camino de besos por su cuello, hasta llegar nuevamente al valle de sus senos, donde previamente había dejado ya marcas que se encargo de volver a mordisquear; encajando sus dientes en ella.
Un gemido de dolor y placer salió de su garganta.
Este gemido fue un incentivo más para él, sus agiles manos se dirigieron hacia el inicio de su escote. Lentamente alzo su cabeza mirando a la chica a los ojos en busca de su aprobación.
Esta simplemente asintió ligeramente.
La mirada de Azriel volvió a concentrarse en el escote de su vestido que rápidamente se encargo de rasgar a la mitad.
Algo que había querido hacer desde que la había conocido.
Los pechos de Rochelle rebotaron en su cara. Su mano derecha no tardo en comenzar a amasar uno de sus pechos, mientras su boca se encargaba de darle atención al otro. Sus pechos eran suaves y firmes. Podía sentir como sus pezones se endurecían ante los mordisqueos que dejaba en ellos.
Mientras Azriel se encargaba de darle placer a sus senos, una de sus sombras se escapo desde su espalda y recorrió sus piernas hasta llegar a su coño mojado aun cubierto por la fina tela de sus bragas. Aquella sombra se encargo de acariciar su clítoris por encima de la tela. Los gemidos de Rochelle se empezaron a hacer mas acelerados a medida que la sombra estimulaba su clítoris y Azriel sus pechos.
Pasaron los minutos y las sombras y Azriel parecían no parar, causando que una sensación aguda comenzara a crearse en su vientre bajo.
—Az...—dijo la chica en un gemido.
Azriel gruño con la cara aun enterrada en sus pechos, incitando a sus sombras a seguir estimulándola.
Pero antes de que pudiera llegar a su orgasmo, el fuerte sonido de una puerta cerrándose los interrumpió.
Azriel no se separo de ella en ningún momento. No le interesaba que los vieran.
En cambio, Rochelle se encargó de agudizar su oído, dándose cuenta de que su hermana mayor entraba a su habitación.
¿Rochelle?
Su hermana la llamaba en la lejanía. Y sabía que no tardaría mucho tiempo en encontrar a Azriel devorándola en uno de los pasillos de la casa.
—Az, mi hermana nos va a encontrar... —. Su voz salía en un jadeo pesado debido al placer. Pero le avergonzaría muchísimo que su hermana los encontrara en aquella situación.
Azriel pudo notar la vergüenza a través del vínculo, y con todo el auto control que pudo recuperar; se separo de ella.
Las sombras liberaron las muñecas de Rochelle y las manos de Azriel se posaron a los costados del mueble en el que se encontraban mientras trataba de controlar su respiración.
Este no dijo nada y simplemente volvió a tomar a Rochelle de las piernas y entrar a la habitación más cercana que tenían. Donde la puso suavemente en el suelo.
El cantor de sombras la tomo de la cintura, pegándola a su pecho; para después tomar su mentón y dejar un suave beso en sus labios.
—Vendré a verte mañana...— dijo en un susurro profundo.
Ella simplemente asintió con las mejillas enrojecidas.
Poco después Azriel salió por la puerta.
Dejándola con una tonta sonrisa en el rostro
Yo 🫦
Bueno solo voy a dejar esto por aquí, y me despido.
Voten y comenten.
Byeeeeee
-MAGIKSM
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro