
~𝕰𝖕𝖎𝖑𝖔𝖌𝖔
𝕰𝖕𝖎𝖑𝖔𝖌𝖔
El ritmo de vida no siempre iba a quedarse igual y ellos lo sabían. Se habían vuelto tan activos y ocupados en sus actividades, en reuniones con los amigos y más cosas que amaban los momentos que podían pasar a solas ya sea recostados comiendo palomitas mientras veian una película o dándose mimos solos en la habitación. Jimin se cuidaba pues estaban muy jóvenes para tener bebés por ahora así que se enfocaban en cumplir sus metas que se habían trazado.
Aunque ya habían logrado hacer muchas cosas pués habían logrado un cambio bastante grande, no había sido fácil, sabían que en un momento dado debían considerar un cambio en su vida importante y toda la dificultad, riesgo, incluso miedo, que les había invadido lo habían sobrellevado juntos, la vida les sonreía de la mejor manera.
Entonces Yoongi se dedicó a ver casas bonitas para poder comprársela a Jimin. Encontró una y la pagó con el dinero de su esfuerzo.
—Ah Yoongi que bonita es nuestra casa. —Jimin apreciaba la casa que su lindo novio había comprado para ellos, era amplia y grande con dos jardines tal y como había pedido Jimin.
—Pero quedará más hermosa cuando la hayas terminado de decorar a nuestro gusto amor.
Jimin sonrió, ya podía decirse que era un diseñador de interiores porque había acabado la carrera de un año y tenía unas brillantes ideas que hacían su trabajo muy cotizado.
También habían tenido que pasar un par de dificultades como cuando enviaron a prisión al médico que extrajo sus córneas quien había recibido de parte de la señora Min una considerable cantidad de dinero por hacerlo. Después de varios juicios en su contra y de que varias víctimas salieron a hablar pudieron enviarlo a prisión.
Pero lo más bonito fue que Yoongi supo muy bien que hacer con todo el dinero y las empresas que poseía su madre, incluso con la Mansión Min.
—¿Estas listo Yoon? —Preguntó el rubio abrazando a su novio por la cintura.
—Si amor estoy listo.
Ambos bajaron del auto y caminaron de la mano hasta la Mansión que vio nacer el amor entre esas dos almas puras.
Al entrar un aire de paz y tranquilidad se sentía, los jardines tan bellos y cuidados llenos de bancas para que todos los pacientes se sentaran a recibir el sol o la brisa.
Yoongi había donado la Mansión a la casa de asilo donde Jimin había estado y se había convertido en el mayor benefactor de la institución ayudándolos con dinero e insumos para poder albergar más desamparados. Y ahora iban a darle un reconocimiento por esa labor altruista que había realizado, nombrandolo director del lugar.
Con las empresas lo que hizo fue vender todas sus acciones a los socios y con ese dinero montó la suya propia así que se podía decir que finalmente todo el dinero que desde un principio fue suyo, su herencia la uso de buena manera. También había enviado a construir un hospital especializado en ojos igual al de Suecia en Seúl, para ayudar a muchas más personas que necesitaban cuidados a los que no podían acceder por lo lejos que estaba el mejor hospital de Suecia así que con ayuda del doctor que los había operado a los dos hicieron ese nuevo hospital.
La vida era buena para ellos que tanto habían tenido que pasar para poder ser felices. Pero a veces se cae en el error de creer que la felicidad llegó a su punto donde ya nada puede pasar y que la vida esta bien así y que nada más puede cambiar, y luego se vienen otras que no se esperaban.
Una noche cuando Jimin volvía de su trabajo no encontró a Yoongi en casa, en su lugar solo encontró un sobre con una nota sobre la mesa de noche, era la letra de Yoongi donde le decía lo siguiente:
—Pensé que el tenerte a mi lado sería lo mejor que podría pasar en la vida, pensé que tu amor y tu ternura podrían ma tenerte feliz contigo, creí muchas cosas pero me he dado cuenta de que en verdad me hace falta algo para ser feliz, una pieza faltante en mi vida que ahora he decidido buscar. Creo que necesitas una explicación a esto, solo ve a esta dirección.
Jimin no comprendía del todo lo que estaba pasando él siempre creyó que Yoongi era completamente feliz a su lado, nunca se imaginó que algo estuviera mal.
Con su corazón muy triste tomó un taxi hasta el lugar especificado en el papel y era un hotel... ¿Qué hacía Yoongi en un hotel? ¿Yoongi tenía un amante?
Al llegar y preguntar por él en la recepción le dijeron donde podía encontrarlo y guiado por un empleado llegó hasta una hermosa estancia elegante a más no poder. A ahí lo vio, sonriendo felizmente con una rubia despampanante.
Yoongi al verlo dejó de sonreír y caminó hasta él y la rubio se alejó.
—Jiminie, estábamos esperándote.
¿Estaban? Todavía tenía el descaro de decirlo así.
—Yoongi. —A penas Murmuró debido a un nudo que se le formaba en la garganta.
—Ven aquí, tengo algo importante que confesarte.
Jimin se dejó guiar hasta una terraza bastante bonita, se veía la cuidad de Seúl iluminada por la noche hermosa sin embargo Jimin tenía miedo.
—¿Yoon?
—Jimin, siempre has estado a mi lado, siempre hemos luchado juntos y hemos sido felices con lo que hemos construido.
—L-Lo se Yoon...
—Pero...
Ahí estaba el pero que Jimin temía escuchar.
—No me siento completo... no sin dar el siguiente paso así que...
Yoongi se puso de rodillas y de su saco tomó una caja con un anillo de compromiso adentro.
Jimin olvidó su miedo y en lugar de ello llevó sus manos a su boca y sus ojos comenzaron a empañarse.
—Jimin cásate conmigo.
—¡Dios Yoongi! —Jimin comenzó a llorar mientras asentía y se daba aire con sus manos al rostro. —¡Si! ¡Claro que si amor siii!
Yoongi sonrió en grande mostrando sus encías y se levantó para ponerle el anillo y lo levantó en sus brazos para dar vueltas con él. En ese momento muchos fuegos artificiales exportaron en el aire mientras la pareja se daba un beso y alguien los llevaba se confetis.
—Tae te dije que los confetis estaban de más. —Dijo Jin.
Los aplausos de los chicos llenaron el lugar pues habían sido cómplices de Yoongi y la rubia entró llevando un gran arreglo de flores para Jimin y la invitación a una gran celebración de compromiso en el hotel.
—Yoon no lo puedo creer, nos vamos a casar.
—Así es mi amor, no me sentía bien sin que fueras completamente Mío, Min Jimin por todas las de la ley.
Jimin ahora si que sentía que no podía ser más feliz, aunque eso no podía afirmarlo ya que el futuro les deparaba más sorpresas lindas a los dos.
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