
~Capítulo 9
Tal y como había dicho el chico de la motocicleta, volvió al acabar su turno y llevaba café. No sabía realmente si ahí iban a estar los dos chicos que había conocido pero aún así fue.
Estaba haciendo un clima agradable y eso ayudaba mucho a que no se congelaran por estar afuera recibiendo el sereno de la noche. Mientras Namjoon y Jin hablanan y se conocían Yoongi permanexia que silencio, los dos amigos agradecieron el café del chico alto y así pasó el resto de la madrugada, no durmieron por supuesto ¿Quién iba a poder dormir afuera sentado en el porche de una casa?
Namjoon dormitaba, en el trabajo le iría fatal de seguro pero no se planteó la idea de abandonar a Yoongi. Jin se había ido pues dijo que tenía clases temprano en la Universidad así que se despidió de ellos no sin antes intercambiar números teléfonos.
Eran las 6 de la mañana cuando Kookie se levantó para alistarse e irse a la casa de asilo a trabajar. Su sorpresa fue grande cuando vio a través de la ventana a dos figuras recostadas ahí en la entrada hombro con hombro.
¿Ese era el chico de la noche anterior? El que buscaba a Jimin Hyung.
La noche anterior no le habían dicho nada a Jimin de que lo estaba buscando, no les pareció adecuado ya que el chico se ponía bastante sensible al habar sobre ese tema. Pero sabían que tarde o temprano ellos dos debían enfrentarse, hablar, aclarar lo que tuvieran que aclarar. Se imaginó a Hoseok afuera en la entrada de su casa pasando la noche ahí y no pudo evitar sentir lástima. Si se pusiera en los zapatos de Jimin, él también se sentiría traicionado por su novio y más después de darle algo muy importante y que él simplemente le haya olvidado, aún así así lo viera pasando la noche afuera le diría la oportunidad de hablar con él.
No era su asunto pero Jimin era un ser de luz que necesitaba de su apoyo pues no tenia a nadie. Pero también no podía hacer la vista gorda y pensar en la contraparte: Un chico que transnochó solo para poder verlo. Si eso no hacia a Jimin Hyung importante para el otro chico ¿Qué lo era?
Decidido y en contra de lo que acordaron con Hobi caminó despacio a la habitación que usaba Jimin por el momento y tocó. Un débil "pase" le hizo girar la manija. El rubio estaba sentado a la orilla de la cama ya vestido.
—Buenos días Kookie. ¿Ya te vas a trabajar?
—Buenos días Jimin Hyung ya me voy... yo solo quería despedirme venderé al medio día y Hobi se quedará toda la mañana contigo.
Jimin asintió despacio con sus ojos puestos en el piso.
—Gracias Kookie.
—Mmm Jimin Hyung ¿Usted que haría si su novio, ese chico aparece?
Percibió el leve temblor en el cuerpo del rubio, sus hombros se habían tensado.
—No lo creería posible Kookie puesto que han pasado meses y no supe nada de él, seguramente rehízo su vida y es feliz. Eso me hace feliz también. —Sonrió más su sonrisa fue débil y apagada.
Jungkook se compadeció tanto, jamás había conocido a alguien tan especial como Jimin, que ponía sus sentimientos después que todos los demás. Un ser tan lleno de luz que era capaz de desprenderse de su felicidad a cambio de la de los demás. Jimin era tan bueno y tan correcto que pensó que lo que le haya pasado y lo que le hayan hecho no se lo merecía en absoluto.
Y si él podía aportar algo de luz en esa oscuridad lo haría sin duda alguna.
—¿Y...si te dijera que no Jimin Hyung, que no es asi? —Kookie sabía que no tenía que meterse pero le era inevitable, no quería ver más a su amigo sumido en esa tristeza profunda.
Mordió su labio cuando el rubio levantó su rostro buscando el sonido de su voz.
—¿Por qué dirías eso Kookie? —El rubio se removió un poco inquieto.
No entendía el por qué su amigo le decía tal cosa. Tenían nueve meses se conocerse, Jungkook era el enfermero encargado del cuidado de varios huéspedes de la casa de asilo, algunos residentes estaban enfermos así que Jungkook y el doctor Seom se encargaban de darles alivio. Jimin no era un paciente enfermo o al menos no físicamente, excluyendo como se sentía por dentro Jimin era de los pacientes más jóvenes y saludables del hogar eso sin mencionar su vista. Cuando Jungkook lo conoció Jimin se acabababa de someter a una cirugía de extracción de córneas por lo que Jungkook supuso que él era ciego desde hacía mucho tiempo ya.
Se hicieron amigos rápidamente y Jimin conocía a Jungkook bastante bien, tanto que pensó en lo extraño que sonaba el que le hablara de ese tema cuando él les había pedido a los dos que no mencionaran más eso y habían accedido por la salud mental del rubio.
—Hyung... ¿Qué pasaría si de un momento a otro viniera él, ese muchacho? —Preguntó con cautela y temeroso de su respuesta.
La verdad era que no quería asustar o alterar a Jimin. Se lo habían llevado a su casa por un Fin de semana para levantarle el ánimo que últimamente tenía por los suelos. No quería comer, hablaba poco, lloraba mucho aunque intentase ocultarlo. Su salud se estaba deteriorando mucho pescaba resfriados a cada rato por la falta de nutrientes y vitaminas que le ayudaran a su sistema inmune porque no se alimentaba adecuadamente. Se habian preocupado mucho que Jungkook pidió permiso y se lo llevó a casa solo por un fin de semana.
—Jungkook ¿Por qué de pronto quieres saber sobre eso? —Jimin trató de reír un poco pero la verdad era que una opresión se le instalaba a cada segundo en su pecho.
El azabache simplemente se encogió de hombros.
—Creo que querría saber que pasó, por qué me dejó así.
Fue lo que Jimin dijo y Jungkook supo que en verdad su amigo merecía una explicación y si Yoongi había pasado la noche afuera en vela esperando la oportunidad de hablar con él era porque esa explicación si existía.
—Oh, supongo. —Murmuró. —Me voy a trabajar Jimin Hyung, te veo más tarde.
El rubio asintió y luego no tardó en sentir los brazos de Kookie rodeándolo en un cálido abrazo.
—Hasta más tarde Kookie te quiero.
Jungkook sonrió y le desordenó el cabello antes de salir. Hobi aún dormía en la habitación principal así que salió despacio sin hacer mucho ruido.
Cuando bajó el primer escalón los dos chicos al frente se sobresaltaron y se levantaron rápido.
—¿Han pasado toda la noche aquí? —Preguntó aunque ya sabía que era así.
—Necesito hablar con él, llevo meses buscándolo. —Casi Rogó Yoongi acercándose un escalón más a Kookie.
Jungkook trago saliva, ojalá no estuviera traicionando la confianza de Jimin o de Hobi.
—Hablarás con él. —Yoongi rápidamente sonrió. —Pero no hoy, déjame que le diga primero que tu lo buscas si él decide que quiere hablar contigo yo mismo voy a llamarte. Su estado de salud no es algo estable por ahora por eso no puedes llegar así como así.
—Pero...
—Yo... t-te creo, que lo has buscado y eso significa algo, que hayas estado aquí toda la noche también significa algo. Déjame prepararlo primero te prometo que te llamaré. Hazlo por él, ya has esperado mucho no será la diferencia si esperas un día más.
Yoongi estaba cansado, no había dormido nada en la noche y Namjoon debía estar igual. Tenía sueño, hambre estaba agotado, y ese chico le decía que no podía verlo ahora... Yoongi entendía, comprendía lo que el chico le decía lo primordial era Jimin su salud, su bienestar su vida era importante y fue por ello que asintió, en contra de todos sus impulsos y sus ganas de verlo de abrazarlo de decirle que lo amaba que lo extrañó que lo era todo en su vida. Aún así, de lo necesitado que estaba por él, Aceptó.
—Está bien, confiaré en ti. De verdad confiaré en ti y en que podré hablar con él.
Jungkook asintió y le extendió la mano dándole a entender que le daba también su palabra. Yoongi Aceptó y entonces sólo así se marchó con Namjoon siguiéndole. Con la esperanza de que la próxima vez que oyera la voz de Jimin fuera en sus brazos.
—Perdóname Namjoon.
—¿Por qué?
Yoongi bajaba del auto de Namjoon para poder entrar a su casa.
—Porque estuviste conmigo toda la noche sin obligación. Gracias eres un buen amigo. —Soltó.
Namjoon sonrió agachando la cabeza como solía hacer cuando se ponía tímido.
—Por eso lo hice, somos amigos. —Sonrió. —No tienes que disculparte ni agradecer nada. Ahora iré a casa llamaré que no iré a trabajar porque muero del sueño. Te vere a las 3 por si quieres ir a almorzar yo invito.
Yoongi también sonrió, era el primer amigo aparte de Jimin que tenía en su corta vida y agradecía eso, los pocos que tenía la vida se los había enviado especialmente a él quien vivió parte de su infancia y juventud sólo y aislado.
Cuando entró a su casa rápidamente la voz de su madre le atrajo la atención, ella estaba parada afuera de su despacho y Yoongi se mordió la lengua para no recriminarle todo lo que había descubierto, que ella había enviado a su novio a aquella casa. Ella lo había separado de él, pero aún no era era momento de enfrentarse con ella, debía primero asegurarse de tener a Jimin a su lado para no volver a perderlo ya sabiendo como era ella temía que en un Arrebato le volviera a mandar aún más lejos.
—¿Qué dices? —Preguntó, en realidad no le había prestado atención al estarla analizando. Era un monstruo.
Hasta su rostro había cambiado, ya no le veía igual.
—¿Qué en donde estuviste? ¡Mira que hora de llegar! ¿A caso pasaste la noche en la calle con algúno de esos trabajadores sexuales?
—¿Qué? —Yoongi río, si pasó la noche en la calle literal.
—Ya sabes de que hablo. ¿Qué crees que pretendes haciendo esas cosas?
—Mamá, te voy a dejar claro un par de cosas. —La mujer abrió sus ojos con sorpresa. No era común que Yoongi le dijera "mamá" —Ya tengo 21 años soy mayor de edad y no te debo explicaciones de lo que hago, pasé nueve años de mi vida encerrado y sin ver, ahora quiero salir y divertirme como es obvio. ¿O pretendes que siga encerrado en tu casa? ¿En esta jaula? No madre, estás equivocada, haré mi vida como yo sienta que es mejor. Ya no soy un niño entiende.
No esperó a que su madre pudiera siquiera abrir la boca para responder. Se había disipado un poco su enfado pero aún debía enfrentarla y si era necesario llamaría a la policía, era su madre y le agradecía que por ella podía ver, pero no dudaría en envíala a prisión si descubría algo más que le haya hecho a su novio.
El teléfono sonó, habían pasado solo dos días, y finalmente sonó.
Se levantó rápidamente y cogio la llamada.
—Yoongi Hyung, está listo, él quiere verle, está otra vez en la casa de asilo.
Yoongi no tardó en bajar a toda prisa chocando con su madre por las escaleras.
—¿A donde vas con tanta prisa? —Preguntó la mujer al verle.
Yoongi llevaba una gran sonrisa cosa que casi nunca hacía, por eso le había causado una gran curiosidad al verle así.
—Me reuniré con un amigo. —Dijo sin detenerse.
Estaba feliz finalmente como Jungkook había prometido podría verle y hablar con él. Los últimos días se dedicó a buscar un empleo y Namjoon le había conseguido una entrevista en la empresa de programadores donde él trabajaba. Le ofrecían un buen puesto, pagaban bien y además estaría cerca de Namjoon. Podría por fin irse de esa casa y llevarse a Jimin con él. Esas eran sus expectativas.
Tomó su auto veloz como rayo y salió a toda carrera hacia la casa de Asilo, no tardó ni diez minutos en llegar. La misma chica que le había atendido la última vez le habló pero rápidamente llegó Jungkook.
—No te preocupes Noona yo le llamé, Jiminie Hyung quiere verle.
La chica sonrió dejándole entrar y Yoongi lo siguió impaciente y nervioso por ver a su chico a su pollito. Siguió por todo el pasillo a Jungkook y se vio luego en un patio muy grande y bonito que tenia un gran jardín.
—¿En donde está? —Preguntó con impaciencia.
—Ahí. —Señaló en dirección a un chico sentado en el césped y recostado en el tronco de un viejo árbol dándole la espalda. El sol le hacía brillar su rubio cabello con intensidad. Yoongi pasó saliva lentamente, era la primera vez que le vería que lo conocería realmente.
—Por favor Hyung, no lo haga sufrir más.
Yoongi Negó, no lo haría lo amaba tanto para sí quiera pensar en lastimarlo.
Siguió aquella bella voz que inundaba sus sentidos, una voz que conocía bastante bien pues también solía cantarle debajo del árbol de la casa de su madre. Sus pasos se detuvieron detrás de él, se quedó ahí un momento deleitándose, feliz de nuevo de poder escuchar esa voz angelical que cantaba tan hermoso con un sentimiento de melancolía en sus notas. Necesitaba darle un rostro a aquella voz.
Despacio rodeó el árbol rozando com sus dedos la corteza del mismo hasta posicionarse frente a él dejando escapar casi un jadeo de emoción al verlo por fin. Finalmente el dueño de sus sentimientos, de su alma de su vida entera estaba ahí y era hermoso, la persona más hermosa que sus ojos habían visto y estaba seguro de que no vería a nadie más igual.
El bello rubio mantenía la vista hacia abajo mientras cantaba y su mano se deslizaba suavemente sobre la superficie del césped y jugaba con las florecillas, tenía las manos pequeñas y perfectas que seguro estaban echas para encajar con la suya, su cabello era sedoso y brillante de un rubio dorado muy lindo, lo que más llamaba la atención de Yoongi era su rostro, por fin conocía al niño de sus ojos, el chico que le robó el aliento la primera vez sin poder verlo y ahora le volvía a robar el aliento por segunda vez y para siempre, sus mejillas pronunciadas que hacían un bello contraste con su rostro alargado en forma de diamante, sus ojos pequeños de párpado doble ligeramente hinchados que le daban un atractivo único, eran tal y como él se los describía "Celestes como el cielo" y su nariz era pequeña y recta tan perfectamente simétrica en concordancia a su rostro y sus labios en forma de corazón, el labio superior grueso y el inferior más grueso aún y de un rojo natural le daban el toque final a su belleza y su piel era clara con ligero tono bronceado.
Sin duda Park Jimin era lo más hermoso que había visto en su vida.
Aquella canción lo había atrapado sin duda, ¿Era la manera en que cantaba? ¿Lo que decía la letra? No sabía pero no podía apartar la vista de Jimin y su dulce voz que recitaba esas palabras con armoniosa afinación.
Es mi destino
No me sonrías
No me mientas
Porque no me puedo acercar a tí
No hay nombre con el que puedas llamarme
Sabes que no puedo
Mostrarme ante ti
Darte lo que soy
No te puedo mostrar la arruinada parte de mi
Una vez más me pongo una máscara para ir a verte
Pero todavía te quiero
Florece en un jardín de soledad
Una flor que se parece a ti
Quería dártela
Después que me saque esta tonta máscara
Pero yo sé
Que no puedo hacer eso siempre
Tengo que esconderme
Porque soy un monstruo
Tengo miedo
Estoy roto
Tengo mucho miedo
Que al final me dejes otra vez
Una vez más me pongo una máscara y voy verte
La única cosa que puedo hacer
En el jardín
En este mundo
Es hacer florecer una bonita flor que se parece a ti
Y respirar como el yo que tú conoces
Pero todavía te quiero
Tal vez en ese tiempo
Un poco
Sólo este poco
Si hubiera tenido el coraje de pararme frente a ti
¿Sería todo diferente ahora?
Estoy llorando
Desapareció
Cayó
Estoy solo en este castillo de arena
Mirando a esta máscara rota
Y todavía te quiero
Pero todavía te quiero
Pero todavía te quiero
Y todavía te quiero
La voz del dulce chico se volvió un Susurro un murmullo que la brisa fresca del jardín se llevaba. Yoongi se arrodilló frente a él aún con su corazón bombeando con fuerza sin saber que decir. Cuanto había esperado por ese momento y ahora no podía ni abrir la boca y articular un monosílabo. Simplemente levantó una mano y con ella acarició su rostro que ya sus dedos conocían muy bien.
—Finamente estas aquí Yoon.
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