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~Capítulo 6

Yoongi bajó del automóvil su Instructor de manejo era un chico bastante amable y agradable y sonreía a cada rato. No estaba tan acostumbrado a ver a alguien sonreír tanto ni si quiera su lindo Jimin lo hacía.

Ya con la visión totalmente restaurada había comenzado a hacer muchas cosas para poder ir a buscar a Jimin, cosas como manejar automóvil, se compró una laptop, un teléfono celular y buscaba en las redes sociales ya que hasta se había tenido que crear varias para poder buscar por medio de Internet y su Instructor le había ayudado a hacer todo eso, estaba muy agradecido con él por tomarse el tiempo extra de ayudarlo.

También había comenzado a trabajar , su madre le dijo que podía trabajar en la empresa Familiar  pero él se negó y buscó por sus propios medios un buen trabajo, gracias a que había acabado la universidad debido a la insistencia de Jimin por que siguiera estudiando, se había certificado al fin.

Su Instructor se bajó del automóvil que Yoongi acababa de estacionar perfectamente.

     —Wow mira que bien quedó en mi opinión has logrado un 97% de independencia, ya sabes manejar y todo lo demás te felicito.

Yoongi asintió sin mucha emoción.

     —Gracias.  —Dijo.

     —¿Por qué no veo esa alegría? Aún sigues en busca de ese chico que dices? —Preguntó curioso pero sin ánimo de incomodar o parecer metiche.

     —Aún, llevo meses buscándolo y no me rendiré hasta encontrarlo. Yo jamás había sentido esto tan grande que siento por él, nunca lo vi pero se que es muy hermoso y su voz es canto de ángeles.

Por primera vez admitió cosas en voz alta en presencia de terceros y eso lo hizo ponerse Tímido.

El contrario miró como sus mejillas se teñian de rojo al hablar y sonrió tratando de animarlo a seguir.

     —Ya, lo entiendo mi novio también lo es todo para mi, mi bebé es la luz de mis días y si se me perdiera también lo buscaría hasta debajo de las piedras. 

Yoongi abrió sus ojos con asombro ante el hecho de que su Instructor le estaba contando su vida de pareja.

     —Oh, si... ¿Tienes novio?

El Instructor sonrió encantado, tenía uno muy bonito por cierto.

     —Si, y lo amo tanto un día que no vaya a su trabajo le diré que venga conmigo así quizá lo conozcas se agradarán. Pero no sabría decir con exactitud que día, él trabaja en una casa de asilo y a veces se queda a hacer extras pero es porque ama lo que hace, ayudar a los desamparados.

Yoongi escuchaba con interés lo que Hoseok le contaba. En eso no había pensado, en buscar a Jimin en casas de asilo, ¿Cómo no se le ocurrió? Pero ¿Por qué estaría en una de esas casas de personas desamparadas?

Había ido muchas veces a la que averiguó que era la casa de Jimin pero jamás lo encontró y la mujer que al parecer era su madre le dijo que no sabia dónde podía estar que un día se fue sin decir a donde.

¿Cómo podía decir eso sin pizca de preocupación en su rostro?

     —Oh, me gustaría conocerlo. Bien nos vemos mañana. —Se despide de Hoseok con la mano y una media sonrisa.

     —Adiós Yoongi.  —Dice Hoseok caminando por la acera alegremente mientras hacía unos pasos raros de baile estilo callejero que a Yoongi le parecieron muy curiosos.

Le agradaba Hoseok, podría decirse que aparte de Jimin era el primer amigo que tenía. Pero Jimin no contaba ya que a Jimin lo consideraba más que un amigo desde el principio.  Suspiró entrando a la casa Min, solo deseaba encontrarlo ya.

Su madre estaba al pie de la escalera hablando con Sana y ambas sonrieron al verle entrar.

     —Hijo, preparamos la cena ven a comer.

     —Gracias madre ahora bajo.

Subió las escaleras hasta su habitación donde se encerró para poder darse una ducha, aún se sentía extraño ya que todo era nuevo para él era como aprender todo de cero pero se estaba acostumbrando rápidamente.  Bendito sea el anterior dueño de sus córneas, le había devuelto las esperanzas y Yoongi esperaba que haya tenido una muerte pacifica y estuviera descansando en paz.

Cuando salió ya vestido del baño tocaron a la puerta.

     —Pase. —Avisó sin prestar demasiada atención.

     —Yoongi

El pelinegro alzó la vista para encontrar a Sana frente a él, era muy bonita no se le podía menospreciar su belleza.

     —Sana ¿Se te ofrece algo?

La chica asintió algo tímida y se acercó.

     —Me despido de Ti Yoongi, me iré a trabajar a otro lado. Ya contigo acabé pues estas recuperado al 100 así que me asignarán otro paciente.

Yoongi asintió arrugando el ceño.

     —Así que te iras.

Ella asintió soltando una sonrisa.

     —Si, pero antes de eso debía venir contigo para decirte unas cuantas cosas. Yo... me enamoré de ti, te amo y no quiero irme sin antes haber intentado algo o me arrepentiré siempre, me has rechazado varias veces pero es mi última oportunidad. ¿Podrías al menos intentar Oppa?

Sus mejillas estaban rojas y miraba al suelo.

Yoongi se había quedado sin habla pues realmente no tenía idea de que decir,  si la había rechazado montones de veces, él nunca había podido corresponder los sentimientos de la chica hacia él a pesar de que su madre insistía en unirlos pues él se había dado cuenta de eso.

Se acercó a ella y lentamente tomó su mentón para hacerla levantar su rostro, y luego sin esperar la besó, ella no perdió tiempo y se aferró a su cuello.

Allá afuera en en pasillo frente a la habitación Min Shinji sonrió. Finalmente había logrado arrancar a ese chico del  corazón de su hijo. Se fue de ahí feliz y satisfecha con su trabajo.

Mientras la pareja seguía en su beso,  uno lento y corto pero lo suficientemente largo como para que  Yoongi tomara una decisión.  Ella suspiró anonadada por el acto del mayor cuando se separaron.

     —Yoongi yo...

Él le colocó un dedo sobre sus labios en señal de que debía hacer silencio.

     —Realmente no sentí nada Sana, ese beso sólo me hizo ver que no siento nada por ti,  no sentí las mariposas en el estómago como con él. No puedo ilusionarte lo lamento.

Ella le miró con sus ojos cristalizados pero asintió. Debía aceptar su realidad, nunca iba a ser más que una amiga para Yoongi. 

     —Está bien Yoongi,  aún amas a ese chico y solo espero que lo encuentres. Gracias por ser honesto conmigo. 

Yoongi asintió y Sana se despidió con la mano para abandonar su habitación. 

Era lo mejor, no podía corresponder sentimientos a nadie porque su corazón ya tenía dueño.

Cuando bajó su madre se veía bastante molesta por que Sana se iba a ir. Las encontró teniendo una especie de discusión en la que no quiso ser participe así que salió al jardín.

Nana lo vio y aprovechó para acercase a su niño Yoongi.

     —Niño Yoongi pshhht. 

Yoongi volteó en dirección de Nana extrañado de su comportamiento raro. Se acercó a ella que estaba en la parte más oscura.

     —¿Nana?

     —Shhh déjeme hablar mi niño, yo he visto y oído cosas, ponga atención a Jimin se llevaron.

Yoongi iba a hablar pero ella lo Interrumpió.

     —¡Espere, no debe saber esto pero escuché a la señora dar la orden, no alcance a oír a donde lo enviaba. 

Yoongi apretó los puños. ¿Su madre fue capaz de eso? Tenía ganas de ir a reclamarle.

     —No diga que le he contado pero sea prudente mi niño, antes de actuar busque más información estoy segura de que su madre tiene que ver.

Yoongi se quedó ahí parado sin poder creerlo mientras la mujer se alejaba rápidamente del jardín. Temía ser descubierta.

¿Cómo podía ser posible eso? No podía, se negaba a creer que su madre tenia que ver con que su lindo chico se haya ido así. ¿De verdad seeia capaz?

Salió decidido a caminar para despejar su mente, quiza Nana había entendido mal, su madre siempre andaba dando órdenes de que encontraran a Jimin, él lo había oído.

Se detuvo abruptamente cuando una sombra salió detrás de un árbol, una mujer bastante familiar y llevaba una bolsa negra en las manos. Iba bastante agitada parecía preocupada.

     —¿Le puedo ayudar?

     —Ten esto, no lo quiero. —Yoongi arrugó en ceño sin comprender nada de lo que pasaba. —Quiero a mi hijo de regreso.

     —¿S-su hijo?

     —El dinero está completo no falta ni un billete, solo dile a tu madre que me devuelva a mi hijo por favor. 

Dinero... ¿Dinero? ¿Su hijo?  El cerebro de Yoongi parecía reaccionar lentamente.

     —¿Señora Park? —Se atrevió a preguntar temiendo la respuesta.

La mujer asintió comenzado a llorar, estaba afligida llevaba semanas tratando de encontrar la manera de decirle que no quería ese dinero y a pesar de que casi habían pasado ocho meses desde que Jimin había aceptado aquel trato ella seguía con la esperanza de que volviera pues así le había asegurado la señora Min que pasaría, pero eso jamas pasó.

Estaba arrepentida de todo y a pesar de que había sido Jimin quien acepto darle su vista a la señora Min, habia sido ella quien insistió en quedarse con el dinero. Cada vez que veía el maletín con dinero no podía evitar el dolor de no saber dónde estaba.

     —No entiendo ¿Este dinero? ¿Se lo dió mi madre a usted?

Ella negó.

     —A mi hijo... él Aceptó el trato pero no quiso el dinero. Tómalo y dile que devuelva a mi hijo ¡Por favor! —Insistió la mujer.

Yoongi tomó finalmente la bolsa, tenía muchas preguntas por hacer, su madre le debía mil explicaciones.

¿De que trato hablaba esa mujer? Eso lo intrigaba y asustaba al mismo tiempo.

Iba a preguntarle a la señora Park a  que  se refería con el trato del que estaba hablando pero ella se adelanto a tomarlo de las mejillas acto que lo hizo quedarse quiero y confundido, porque ella buscaba su mirada.

Se vieron fijamente, Yoongi con sus ojos caramelo puestos en ella y ella con sus ojos celestes  como el cielo puestos en él. La mujer sonrió encontrando ese brillo especial en esa mirada ajena y soltó a llorar.

     —Encuentralo por favor. 

Antes de que Yoongi si quiera respondiera ella salió corriendo dejando a un Yoongi con más dudas que antes ¿Qué había sido eso?

Esos ojos, celestes como como cielo.

"Jiminie ¿de qué color son tus ojos?"

"Celestes como el cielo"

Sintió una opresión en su pecho, volvió sus pasos a la entrada de la Mansión donde un taxi estaba estacionado para llevarse a Sana.

Paso sin ver a nadie y no se detuvo hasta estar en su habitación donde abrió esa bolsa, debía confirmar eso que decía la mujer y abrió los ojos sorprendido cuando vio que del maletín mal cerrado salían montones de billetes.

     —¿Qué hiciste madre?

Tomó todo y lo metió en un armario, debía averiguar primero sin levantar sospechas.

Bajó de nuevo encontrando a su madre sola en el comedor.

     —Pensé que no ibas a bajar hijo. Es una lastima que Sana se haya ido ¿No crees? Era tan agradable pensé que ustedes dos...

     —Basta madre, tratas de meterme a Sana hasta por la sopa.

La mujer se sorprendió de la manera tan brusca en la que Yoongi le había hablado ya que siempre la trataba con respeto y ahora hasta había alzado la voz.

    —Está bien. Mañana tienes revisión  iremos temprano.

     —Prefiero ir solo madre no lo malinterpretes pero necesito ser independiente ya pase nueve años dependiendo de todo el mundo y quiero hacer mis cosas solo.

No tenía apetito, él quería respuestas y sólo ella podía dárselas pero aún no, debía tener más información.  Nana le había dicho algo y luego la madre de Jimin aparecía. Simplemente temía que algo malo le haya pasado a Jimin y que fuera su madre la culpable. 

Comió un poco sintiendo como si comía plomo y se levantó rápido para ir a su habitación. 

     —Con permiso madre iré a dormir. 

Salió de ahí corriendo a su habitación dejando a Min Shinji desorientada por su actitud.

De un fuerte portazo cerró su habitación y tomó su teléfono celular necesitaba moverse o podía ser tarde.

     —Hola si... soy Min Yoongi, fui su alumno en línea. Necesito su orientación por favor.

     —Oh Min Yoongi si claro te recuerdo ¿Qué necesitas?

     —Necesito encontrar a una persona.

Sabía que su ex tutor Namjoon podría ayudarlo pues tenía conocimientos de Hackquer.

     —Está bien, mañana veme en el palace.

     —A las ocho esta bien. —Dijo Yoongi y recibiendo un "si" del otro lado colgó.

Era hora de hacer las cosas de manera más astuta, más grande y más peligrosa pero solo así podría encontrarlo.

No sabia que su chico estaba a la vuelta de la esquina. 

• • • • • • ✿ • • • • • •

     —Mochi debes ponerlo así.

Jimin soltó un pequeño bufido cuando la torre que estaba armando se derrumbó.

     —Hacerlo sin ver no es tan sencillo Jungkookie. —Chilló.

Llevaban horas en la sala de la casa de asilo donde vivía desde hacía ocho meses, jugando a armar torres.

     —Eres un cruel amor. —Sonrió Hoseok dándole una palmada a Jungkook quien río más fuerte.

Hoseok había ido de visita esa noche y se había quedado jugando con los menores. Mochi le caía muy bien, era alegre pero escondía una tristeza.

Casi siempre que llegaba lo encontraba afuera a las dos exactas debajo de aquel árbol cantando una canción bastante triste.

     —Que pulsera tan bonita Jiminshi.

Hoseok miró en la dirección de su muñeca,  llevaba una pulsera de cuentas amarillas y negras y un delfín. Le parecía bastante familiar. 

     —Oh, es muy especial significa mucho pero creo que el chico a quien le di la otra no lo pensó así. Se supone que los delfines simbolizan amor incondicional.

Por un momento la voz de Jimin se rompió pero no se permitió llorar.

Hoseok y Jungkook se miraron y se tomaron de la mano, no sabían por lo que había pasado Jimin pero le compadecian demasiado pues parecía dolerle mucho.

     —Cuando estés listo puedes contarnos. —Animó Jungkook acariciando el hombro del chico con cariño. 

Jimin asintió, Jungkook y su novio Hoseok eran muy buenos con él, había comenzado a tenerles mucho cariño.

     —Hice un sacrificio por amor. —Soltó por fin descargando parte de ese dolor que le apretaba el alma y no lo dejaba ser libre.

     —¿Qué hiciste Mochi? —Preguntó asustado Jungkook tomando más fuerte la mano de Hoseok.

Jimin se tomó su tiempo para responder y Soltó un largo suspiro.

     —Le... di mi vista al amor de mi vida... y él solo... s-solo...

Se quebró, finalmente Lloró mientas Hoseok y Jungkook lo veían alarmados.

     —¿Donaste  tu vista?

Jungkook abrió sus ojos con asombro y Hoseok parecía igual de impactado.

Jimin asintió y luego los brazos de Jungkook lo rodearon para consolarlo.

     —Jiminshi eso es impresionante hiciste algo que pocos se atreverían. —Habló Hoseok dejando suaves golpecitos en su hombro.

     —Lo hice por amor Hyung, lo amaba aún lo amo por eso lo hice y él no volvió por mí.

     —Desgraciado. —Murmuró por lo bajo Hoseok. Si lo conociera de verdad le partiría la cara a ese que lo hizo sufrir. 

Jimin era un ser tierno y bueno que no merecía eso que le habían hecho, le quitaron la vista y lo abandonaron a su suerte.

     —No importa Hyung,  lo hice por amor y no me arrepiento de eso.

Jungkook se limpió una lágrima, Jimin era un ángel excepcional y merecía ser feliz.

Ellos iban a estar con él para ayudarle a superar ese dolor que su corazón roto poseía.

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