
~Capítulo 5
Yoongi jugaba con su pulsera en su muñeca nervioso, no la veía, ni sabía cómo era pero si sabía que era bonita y tenía un significado especial porque quien se la había obsequiado era precisamente el chico a quien había estado extrañando desde hacía unos días.
¿Dónde estaría? ¿Por qué se fue sin dar explicaciones?
En su pecho resurgia aquel sentimiento de abandono e incertidumbre cada vez que pensaba en su lindo pollito, lo extrañaba tanto, añoraba tanto su voz, su aroma a lilas, y su piel suave cuando le tocaba sus mejillas, también sus gruesos labios suavecitos, echaba de menos todo de él y se sentía totalmente abrumado al no tener ni la mínima idea de donde estaba.
Las palabras de su madre resonaban en su cabeza una y otra vez.
"¿Y si se fue porque ya no quería estar a tu lado? Ya sabes, cuidarte y eso... quizá se aburrió o encontró mejor compañía, no me malinterpretes cariño pero podría ser una posibilidad"
Yoongi no podía creer eso, es más él no creía eso. Su Jiminie no haría algo así y menos sin decirle y explicarle antes. Estaba seguro de que algo le había ocurrido a su novio. No podía creer en lo que su madre le dijo, no importaba cuanto quería y respetaba a su madre, pero ponía a Jimin por sobre todo.
Ya hacia un par de días que estaban en Suecia y esa tarde tenía ya programada por fin su cirugía para poder ver de nuevo.
Suspiró nervioso mordiendo un poco su labio inferior, su corazón latía con mucha fuerza pero a pesar del miedo que tenía de que no resultase bien, estaba siendo fuerte y decidido a hacerlo porque ni bien pudiera ver iría corriendo en busca de su novio. Hubiera sido mejor si Jimin estuviera a su lado, estaba seguro de que no tendría tanto miedo si su chico le sostuviera la mano y le sonriera aunque no pudiera ver su sonrisa.
En fin, Jimin no estaba.
Lo amaba tanto como para no buscarlo hasta debajo de las piedras y pedirle una explicación del por qué se fue sin avisar, y pedirle que que quede a su lado como había prometido el día que le regaló esa pulsera.
Estaba en ese momento en su habitación en el hospital cuando supo que abrieron la puerta y lo tocaron en el hombro.
—Joven Min voy a llevarlo a la sala de cirugía ahora. —La voz era de una mujer muy suave y pacifica.
Como él no respondió, la enfermera acomodó la silla de ruedas frente a Yoongi y tomó suavemente uno de sus brazos para tirar de él y hacerlo pararse. Yoongi se dejó manejar como una marioneta y se dejó caer a la silla cuando a penas sus piernas tocaron el borde de ésta. En seguida sintió que era empujado en aquella silla por algún lado del hospital especial para Enfermades oculares.
Escuchó claramente cuando unas puertas eran abiertas y finalmente dejó de moverse. Escuchó unas voces a lo lejos hablar sobre él y una de las voces la reconoció como la de su madre la otra era de un hombre pero esa si no podía reconocerla.
—Me pareció impresionante que haya conseguido un donante de córnea así de rápido, generalmente es muy complicado encontrar.
—Oh tuvimos suerte doctor.
—Ya veo, ahí esta su hijo ya esperando. —Pudo escuchar Yoongi que hablaba el hombre que ahora sabía que se trataba del doctor.
—Ay cariño ya estas aquí, estoy contigo mi niño estaré contigo siempre no tengas miedo. Te quiero.
Yoongi asintió sintiendo que algo pesado se le instalaba en el pecho, cuanto deseaba que aquellas palabras vinieran de Jimin.
—Gracias madre. —Habló simplemente sin deseos de decir mucho más.
—Estamos listos Yoongi, soy el doctor cirujano que te atenderá, como le dije señora Min seguiremos todos los procedimientos de la cirugía refractiva en córnea, que tienen como objetivo corregir tu visión es tan sencilla como la Queratoplastia térmica con láser.
Mientras el médico hablaba y explicaba Yoongi solamente asentía.
—Es algo rápido así que solo estarás dos horas adentro, ¿tienes alguna duda? —Preguntó el hombre.
Yoongi asintió mirando hacia donde provenía la voz del doctor.
—¿En cuanto tiempo me regresara la vista en su totalidad doctor?
—La recuperación visual puede tardar semanas o meses dependiendo del tipo de trasplante que se ha realizado en este caso tu recuperación es lenta y progresiva. Quizá en unos 6 meses estarás viendo por completo. Tras la queratoplastia será necesario realizarte un seguimiento personalizado durante los dos meses posteriores a la intervención hasta el alta definitiva. Aunque la recuperación no es dolorosa, si puede resultar molesto los primeros días así que no te sientas mal muchacho.
—¿Estaré dos meses aquí? —Preguntó entre sorprendido y desilusionado.
—Si Joven Yoongi es necesario, Tras la operación necesitarás reposo. No podrás realizar esfuerzos físicos, como hacer ejercicio o levantar peso, ni esfuerzos visuales, se te recomiendará no utilizar dispositivos digitales en exceso. Una vez pasada la primera semana, podrás comenzar a hacer movimientos que te permitan ser autosuficiente. ¿Comprendes? Creo verte ansioso por ver ya, pero será progresivo ten paciencia.
Yoongi asintió por todo.
Debía ser paciente pero su corazón se estrujaba al saber que debía esperar hasta poder ir a buscar a Jimin.
Luego de todas las indicaciones dadas por el médico Yoongi estaba listo para recibir ese trasplante ya, sin saber lo que se escondía de tras de todo eso.
Pasaron las dos horas del procedimiento y Yoongi se encontraba ya de nuevo en aquella habitación con un protector para ojos en su rostro para evitar la filtración de la luz que aún no podía recibir.
Un ligero murmullo le hizo saber que no estaba solo en la habitación.
—Hijo.
Era su madre.
—¿Estas bien cariño?
—Si madre, estoy bien solo algo agotado no puedo esperar más para irme de aquí aquí volver a Corea. Necesito saber en donde esta Jimin madre.
La mujer suspiró, estaba segura de que por más que lo buscara no lo iba a encontrar.
—Yoongi hijo, ¿Hay algo que no me hayas dicho? ¿El motivo por el cual lo buscas desesperadamente? Soy tu madre necesitas contarme.
Yoongi apretó sus labios en una mueca, no esperaba confesarle aún a su madre que estaba enamorado de Jimin. No era que le preocupara lo que ella pensara, más bien era porque no quería que le dijera que estando ciego iba a ser un estorbo para quien él eligiera como su pareja.
Yoongi realmente no queria ser una carga para Jimin, ya no más. Ya lo había sido durante nueve años y ahora quería devolverle todo eso que hizo por él en esos años. Pero primero debía encontrarlo.
—Jimin es muy importante para mí madre, siempre ha estado a mi lado y quiero devolverle mucho de lo que él hizo por mi.
La mujer examinó a su hijo fundiendo el ceño, no terminaba de comprender qué le había visto Yoongi a Jimin
—Bien si eso quieres, deberás esperar hasta que puedas estar por completo sano cariño. Mientras tanto déjame cuidarte y por cierto desde mañana vendrá una enfermera para estar a tu lado en tu recuperación. Es muy agradable ya veras que no sentirás los días.
Yoongi no respondió, solo se acomodó en su cama para poder dormir y por fin descansar.
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—Yoongi Oppa, ¿No comerás nada? Tu comida se enfría. —Habló la chica acercado una cuchara a la boca de Yoongi.
—No gracias no tengo mucha hambre.
La chica negó mirando largamente a Yoongi. Quien se levantó de la silla y caminó hasta la ventana, usaba lentes oscuros para protegerse de la luz pues aún no estaba listo para recibir la claridad en sus ojos.
—Yoongi Oppa llevamos tres meses y aún no dejas de pararte en esa ventana ¿Qué esperas ver ahí? Solo hay un árbol.
Yoongi volvió a ignorarla como siempre lo hacía.
—Yoongi Oppa, se que no te agrado pero ¿podrías al menos responderme cuando te hablo? Por cortesía aunque sea... no se la razón por la que me ignoras pero duele ¿sabes? ¿No te agrado? Siento si te molesta mi presencia pero es mi trabajo estar aquí contigo. Lo lamento si no es como tu deseas.
El pelinegro suspiró dejando de observar la silueta de ese árbol donde solía pasar las tardes con Jimin. Aún su visión era borrosa, solo podía percibir sombras.
Sonrió un poco, era verdad solía ser bastante distante con ella pero no era porque le desagradara. Era porque le era imposible dejar de pensar en Jimin.
—No Sana, no es nada contra ti y no lo entenderías. No te preocupes tratare de ser menos frío contigo. —Una de las manos de Yoongi acarició suavemente el cabello de la chica quien no pido evitar que un sonrojo se le dibujara en sus mejillas.
—¿D-de verdad Oppa?
—Lo intentaré, y dime solo Yoongi por favor. —Añadió.
Ella asintió sonriendo, ese era un gran paso entre ambos.
—Claro Yoongi. ¿Comerás?
El muchacho pareció meditarlo por unos instantes y luego asintió.
La madre de Yoongi observaba desde la puerta, Sana era preciosa era el tipo de chica que ella esperaba tener como la esposa de su hijo. Sonrió, quiza su plan al final si salio a la perfección.
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La tonada melancólica de una voz hermosa resonaba en un jardín hermosos lleno de bellas flores de colores y árboles de manzano y cerezos que le daban a la vista del lugar un aspecto casi mágico. Dos chicos observaban al dueño de aquella voz preciosa, todos los días solía estar ahí a esa hora precisa ni un minuto más o un minuto después.
Su dulce melodía atraía a los demás habitantes del lugar aunque claro, nadie sabía nada de ese chico hermoso rubio de ojos celestes quien siempre parecía triste.
Y es que para Park Jimin ya no era igual la vida. No desde esa última noche que pasó al lado de su único amor. Después de ello todo se oscureció para él, y eso era tanto de forma literal como figurada.
Había esperado ingenuamente después de donar sus córneas la llegada de Yoongi de nuevo a su vida. Pero eso no fue así, jamás fue así y de eso ya había pasado casi 4 meses, sin saber ni tener noticias de él. Lo habían olvidado. Y lo peor de todo era que no sabia dónde estaba, si seguía en el país o no, solo sabía que vivía rodeado de gente que era muy linda con él. Como Kookie por ejemplo, un chico que amablemente se ocupaba de él.
—Minnie ¿Seguirás ahí solo como siempre?
Tembló ligeramente, la voz de Kookie era muy bonita pero no podía verlo. Eso le recordaba constantemente a su antiguo amor.
Amor...
¿Quién sacrifica todo por amor?
Quizá solo él, porque él sí amó de verdad.
El no era un experto en amor, Yoongi había sido su primer y único amor pero el sabía que podía sacrificarse por su pareja, que hacer cosas por la otra persona requieren de un coste personal inmenso, si lo sabría bien, había entregado sus
recursos emocionales, su tiempo e incluso algo que iba más allá de la salud física lo que él había aprendido era que esta entrega se produce a menudo mediante un intercambio desigual. Es decir, hay uno que invierte mucho más que la otra parte, era algo así como un suicidio emocional donde él había llegado a desprenderse de sus valores, de su identidad e incluso su dignidad, él sabía que lo habia dado todo por su amado y aún así no se arrepentía de nada, imaginar la sonrisa de Yoongi al ver por primera vez aunque no fuera a él como le había prometido, aún eso lo hacía feliz.
—No siempre estuve solo Kookie. Una vez tuve a alguien que me hacía mis días amarillos.
El enfermero Jungkook arrugó el ceño extrañado por sus palabras ¿amarillo? ¿Qué significaba?
Jimin sonrió un poco, el silencio de Kookie le decía mucho.
—Yo me entiendo Kookie no te preocupes por mi.
Jimin siguió cantando con su suave y dulce voz, tratando de olvidar aquellas palabras que la señora Min le dijo el día que lo llevó a ese lugar.
"Yoongi no quiere verte, agradece tu donación pero prefiere darse un tiempo para recuperar su vida perdida"
Dejó de cantar y se limpio una lágrima rebelde.
—Espero Yoonie que estés recuperando tu vida mi amor... por siempre mi amor.
Fue un murmullo que se llevó el viento.
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