
~Capítulo 3
Esa noche había sido diferente a las demás en particular, había caído una fina lluvia y el ambiente estaba húmedo por ello los brazos de Yoongi habían sido la mejor opción para cubrirse del frío.
Jimin y Yoongi se habían acostumbrado bastante el uno al otro y dormir así era algo bastante íntimo y especial para los dos.
Jimin solía descansar su cabeza en el cuello del mayor y era un lugar perfecto para soñar con un futuro lindo juntos.
A Jimin como buen doncel, educado y recatado que era jamás se le habría permitido estar demasiado tiempo a solas con Yoongi pero en su caso especial no había problema ya que la misma señora Min fue quien le pagaba a su madre para estar con Yoongi aunque desde que Jimin cumplió los 16 años y su madre se mudó de nuevo a si vieja casita quien debía recibir el pago era él.
Pero las cosas iban a cambiar ya que muy pronto a Yoongi se le iba a practicar una Queratoplastía pero según había escuchado debía viajar a Suecia para realizar la cirugía pues allá estaba el médico especialista más capacitado para realizar dicha operación. Así que muy pronto su novio iba a poder ver. Jimin estaba ilusionado ya que planeaba viajar a su lado pues Yoongi insistía en que sería a él a la primera persona que sus nuevos ojos vieran por primera vez.
Jimin tenía sus ojos cerrados mientras los dedos de Yoongi jugaban entre las finas hebras de su cabello rubio.
—¿Qué piensas bonito?
La voz de Yoongi le hizo abrir sus ojos y enfocarlos en su hermoso y pálido rostro. Yoongi tenía sus ojos cerrados mientras trataba de conciliar el sueño.
—En que muy pronto podrás ver Yoon, y eso me hace muy feliz me llena de ilusión. —Respondió acercándose para rozar su nariz con la de Yoongi.
Las manos del mayor de inmediato atraparon su rostro y los pegó a ambos para poder sentir sus labios. El beso era tierno como ellos mismos, suave y con ritmo perfecto, Yoongi amaba besarlo de esa manera mientras sus manos recorrían la cintura de Jimin. Era un acto simple pero lleno de tanta ternura y pasión.
De apoco fueron dejando que sus lenguas se exploraran cada vez más así que Yoongi repasaba cada rincón de la boca de Jimin con su esponjosa lengua de manera lenta que hacía a Jimin sonrojar y perder el ritmo de su respiración y de vez en cuando haciéndolo jadear. Yoongi sólo se detenía al sentir a Jimin bastante agitado y él mismo también podía percatarse de que su cuerpo desprendía un calor distinto.
—Cuanto deseo verte, te imagino con tus mejillas rojas y tus labios húmedos e hinchados por mis besos bebé. —Susurró Yoongi cortando ese beso. —Cuanto deseo tenerte bajo mi cuerpo y sentir tu piel cálida y el bombear de tu corazón reaccionando a cada caricia mía. Algún día tendré esa dicha amor mio.
—Yoongi...
Jimin se ponía tímido cuando el mayor le decía esas cosas, era algo que un día podrían hacer.
Se acomodó mucho mejor sobre el pecho de su amado Yoon y así fue que se quedó dormido.
Al día siguiente fue el primero en levantarse y bajar hasta su habitación para poder ducharse y cambiarse. Ese día Yoongi tenía cita con el médico, una evaluación de rutina.
La puerta de su habitación fue tocada y alegre fue hacia ella, al abrir se sorprendió de ver a la señora Min Shinji ahí parada tan temprano.
—Buenos días señora Min ¿Se le ofrece algo? ¿Necesita que le ayude a Yoongi en algo? —Cuestionó amablemente.
La señora Min jamás se había portado mal con él, nunca le había levantado la voz y ella tampoco había tenido jamás una queja de él, se llevaban bien como empleadora y trabajador.
—De hecho si Jimin, necesito un pequeño favor y creo que no puedes decirme que no.
Jimin arrugó el ceño y se sentó a la orilla de la cama esperando a que la señora Min hablara.
—Jimin... sabes que te tengo aprecio ¿cierto? —Comenzó.
Jimin asintió, no comprendía por que razón le hablaba sobre eso y presentía que no era nada bueno.
—Pero, noté que mi hijo tiene cierto apego emocional contigo...
—Si señora Min, ¿Pero eso que tiene de malo? —Se atrevió a preguntar el doncel.
— ¿Sabes que odio a las parejas del mismo sexo?
Jimin negó rápidamente.
—No, pero si fuera algo malo los donceles como yo no existiríamos. —Se defendió con bastante seguridad.
La mujer negó algo molesta, Ella solo quería un amigo para su hijo para no verlo solo, no que su pequeño se volviera gay... no su único hijo, no... no lo permitiría. ¡Jamás! Para ella con su "moralidad" anticuada los donceles no deberían existir. Eran una aberración.
Ella examinó con detenimiento al joven, la madre de yoongi se preguntó como nunca notó nada de lo que pasaba con ellos dos, porque esto que había descubierto en la mañana no era de ahora, esa sonrisa tonta que le veía a veces a Jimin la había visto años atrás, en el rostro de ese pequeño que ahora consideraba un traidor.
—Los donceles como tú son un error de la naturaleza, y Tu pequeño engendro, ¿Pensaste que nunca lo descubriría? —Soltó una risa apagada casi llena de rencor. —Me tardé pero lo sé, ¿que planeas con mi hijo? Quieres hacerte rico conquistando a mi inocente Yoon desviandolo del camino.
—Señora no es lo que cree yo amo a su hijo, los dos nos amamos. —Trató de defenderse Jimin sin titubear. —Usted está equivocada yo no trato de eriquecerme a costa suya, de verdad lo amo, mis sentimientos hacia él son totalmente reales y sinceros, Yo no pedí esto, solo pasó, nos enamoramos señora Min Shinji.
La madre Yoongi lo fulminó con la mirada, ella lo sabía no era estúpida y estaba consciente de que ese amor joven era real pero no lo aceptaba. No quería que su hijo se enamorara jamás, eso significaba que un día se iría y ella se quedaría sola sin su bebé y eso no lo podía aceptar. Tanto que luchó por que recuperara la luz de sus ojos, no iba a dejar que vinieran a arrebatarle el cariño de su hijo.
—Mentira, ¿Dos hombres juntos por Dios? esto no puede ser, pero cortaré esto de raíz, quiero que te larges de mi casa en este momento y no vuelvas a pisarla no te quiero cerca de mi hijo.
Jimin se quedó sin habla en ese instante pues no podía creer que eso estaba pasando ¡La mujer lo estaba alejando de su Yoon, de su novio su primer amor! Su corazón se sintió frágil en ese momento.
—Pero nosotros nos vamos a...
—¿Casar? —La mujer sonrió con verdadera malicia en su semblante. —¿Crees que lo permitiré? pues no, si no quieres irte por las buenas le diré a mi hijo cuanto dinero te he dado por estar a su lado acuérdate yo te contraté.
—Hace mucho que no recibo su dinero, dejé de hacerlo desde que mi madre se fue yo mismo le pedí que dejara de dármelo ya que yo cuidaba a su hijo porque nacia de mí. —Se defendió el joven, si iban a echarlo de ahí al menos iba a defenderse y limpiar su nombre.
La señora Min colocó las manos sobre el escritorio donde Jimin solía estudiar, de manera brusca haciendo sobresaltar a Jimin un poco.
—¿Y a quien crees que le creerá niño?
—¡P-pero Yo lo amo por favor. —Pidió, ahora se estaba comenzando a angustiar pues el peso de la realidad le aplastaba, no vería más a Yoongi.
—Vete de mi casa ahora y no trates de comunicarte con él porque yo me voy a enterar y esto será peor.
Ahora si, las lágrimas comenzaron a ganarle la batalla a Jimin, el no quería llorar siempre había sabido ser fuerte pero ahora esta situación sobrepasaba sus límites y ya no podía aguantar más la pena y el dolor que su corazón empezaba a sentir.
—Déjeme despedirme por lo menos señora, ¡Por favor! —Suplicó dolido.
—No, yo hablaré con mi hijo no te preocupes por eso.
El castaño asintió, no tenia opción la dueña de la casa era la señora Min y él un simple empleado que desde hacía años no recibía paga alguna porque él así lo había querido pues pensaba que todo lo que hacia por Yoongi era por amor a él y eso era suficiente.
La mujer salió de la habitación de Jimin y él se echó en la cama a llorar, lo estaban corriendo de la casa y sin poder despedirse de Yoongi. ¿Qué podía hacer? ¿Cómo podía hacer para que su novio supiera que se iba pero no por decisión propia?
Luego de una hora de llorar y llorar tomó sus cosas y las acomodó en su maleta, su madre seguro se extrañaría al verlo llegar.
Antes de salir definitivamente, volvió a subir hasta la planta alta despacio sin que nadie se diera cuenta y entró sigiloso en la habitación donde Yoongi ya estaba vestido y recién bañado sentado frente a la ventana.
No hizo ningún ruido, se acercó lento y se quedó ahí contemplando en silencio con sus lágrimas rodando por sus mejillas a su lindo chico de ojos caramelo.
—¿Jiminie? ¿Bebé estas aquí? ¿Por qué no me dices nada?
Jimin se llevó ambas manos a su boca mientras ahogaba su llanto, para evitar que algún sollozo se escapara y así delatarse. No quería alarmarlo así que prefirió no hacer ningún ruido.
—¿Jimin?...
El rubio con el dolor de su alma salió de esa habitación que tantos recuerdos tenía al lado de su amado y abandonó esa mansion donde dejaba tan hermosos recuerdos con su Yoon, su amado Yoongi ¿Que mentira inventaria esa mujer por su desaparición? No lo sabía pero sabía que Yoongi iba a sufrir tanto como él.
Salio rápido sin ser visto por la Nana de Yoongi pues ella si podría decirle algo y caminó, ni si quiera tuvo ganas de pagar por un taxi, simplemente caminó para mitigar un poco el dolor que sentía. Yoongi acababa de proponerle matrimonio y él había dicho que si, pensó que todo iba a estar bien y ahora se alejaba de su amor verdadero.
Cuando llegó a su antigua casa su madre no estaba así que se encerró en su habitación y no salio de ahí por mucho tiempo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro