—Por aquí cariño.
La suave mano de Yoongi dirigia sus pasos por la que le había dicho sería su nueva casa.
Aquella tarde de jueves Yoongi se había presentado a la casa de Asilo para informar que se llevaría a "Su hermano" así que sin peros ni demoras le dieron la autorización. Namjoon también lo había acompañado.
—Deberás tener un poco de paciencia para aprender a reconocer el lugar amor pero lo harás, mañana vendrá Kookie temprano a cuidarte y después vendrá Taehyung un enfermero que contraté para ti. —Dijo Yoongi en su oído ayudando a Jimin a sentarse en el borde de la cama.
—Gracias Yoon, por ser tan bueno conmigo.
Yoongi sonrió mirando a su chico que a pesar de tener esa gran nube negra sobre él parecía no rendirse jamás porque a todo le encontraba el lado bueno.
—Ésta será nuestra casa por el momento amor hasta que pueda comprar una propia para los dos, me dirás como te gustaría que fuera nuestra casa, como la quieres decorar, el color y en donde te gustaría que se ubique, todo será como tu desees cariño.
Jimin sintió suaves caricias en sus mejillas y sonrió cerrando sus ojos y restregando más su rostro en aquellas manos como si fuese un gato. Era una sensación bastante agradable.
—No es necesario que sea tan grande Yoonie, pero desearía que tenga un jardín grande para poder jugar ahí con nuestros hijos, claro cuando tengamos.
Las mejillas de Jimin se pusieron rojas por lo que había dicho pero Yoongi estaba tan emocionado al escuchar que su chico quería tener una familia a su lado. Sus ojos se empañaron ante aquella emoción que sintió y luego lo envolvió en en confortante abrazo, ambos podían sentir el latido unísono de sus corazones brincar de la felicidad.
—Te amo tanto Jiminie, mi vida es simplemente perfecta a tu lado cariño. ¿Quieres cenar? Puedo preparar un...
—No Yoonie, comí suficiente en la casa de asilo antes de que fueras por mi, si tu quieres comer te acompaño y si no quédate conmigo aquí en la cama, quiero sentirte cerca muy cerquita para saber que nunca más volveré a perderte. —Dijo estirando su mano buscando el rostro de Yoongi.
Su mano fue tomada por la de Yoongi para ayudarle a ponerla sobre su rostro y luego sus labios fueron apresados con dulzura en un beso tibio y bonito donde Yoongi sostenía a Jimin de sus dos mejillas sin dejar de verlo. Su rostro siempre sería un bello paisaje para ver por horas y horas sin aburrimiento porque en el encontraba cada día algo nuevo y asombroso.
—No tengo hambre, prefiero estar aquí a tu lado amor. —Susurró después de cortar el suave beso.
Yoongi se subió a la cama y se recostó en el respaldo para así atraer a Jimin hacia él y recostarlo sobre su pecho haciéndole un espacio entre sus piernas, Jimin recostó su cabeza en el pecho de Yoongi aspirando su aroma a colonia de madera seca y pino y así se dedicó a dejarle caricias y mimos por un largo largo rato aprovechando la privacidad de su nuevo hogar, recuperando todo aquel tiempo que pasaron alejados. Dejando claro que nadie más nunca los iba a volver a separar.
Yoongi había estado recibiendo llamadas insistentes del teléfono de la Mansión pero no había respondido a ninguna él no quería saber nada de su madre desde la noche anterior. Por eso había dejado de responder el teléfono cuando veía que era de su madre.
—Jiminie cariño, voy a preparar la bañera para ti. ¿Te apetece un baño refrescante?
Jimin asintió separándose de Yoongi y sentándose en la cama. Sintió el movimiento de la cama cuando Yoongi se levantó.
—Espera un momento cariño ya vuelvo.
—Está bien.
Rápidamente Yoongi entro en el baño de la habitación, estaba bastante adecuada para una pareja, la cama matrimonial, unos muebles para ropa y dos masitas de noche a cada lado de la cama y un baño privado con tina. Suficiente para ellos dos aunque la casita contaba con sala, cocina y comedor todo era reducido pero era suficiente para ambos.
Terminó de llenar la tina con agua al clima por el calor que había en ese tiempo y luego fue por Jimin quien permanecía sentado esperando pacientemente.
—Listo amor ven aquí.
Yoongi lo levantó en sus brazos provocando las prontas risas de Jimin y sus quejas.
—Bajame Yoonie puedo cambiar solo guíame así no podre aprender donde esta cada estancia de nuestra casa. —Riñó.
Pero el mayor no lo bajó.
—No amor, esta noche no. Déjame consentirte. —Depositó a Jimin en el piso y comenzó a quitar botón por botón de su camisa.
—Yoonie. —Murmuró con pena el rubiecito cuando la prenda le fue quitada. Sus mejillas estaban hermosamente rojas.
Yoongi se limitó a soltar una risita mientras acariciaba sus mejillas.
—Tranquilo amor no te haré nada, simplemente te voy a ayudar para él baño. ¿Recuerdas que lo hacías tú conmigo? —Preguntó dejando un beso sobre la frente de Jimin.
El menor asintió, él también hacía eso con Yoongi cuando tenía que cuidarlo.
—¿Y recuerdas lo que me decías cuando me daba pena que me vieras desnudo? —Volvió a preguntar y Jimin volvió a asentir. —"Tú cuerpo es un templo para mí, lo veo como lo más sagrado y puro que no debe ser dañado jamás" Así que no voy a tocarte con ninguna otra intención solo confía en mí mi amor, que no te de pena Mostrarme tu hermoso templo.
Jimin mordió su labio inferior mientras asentía y entonces otro beso fue depositado con cariño en sus labios para después ser despojado de a poco de sus demás prendas. Con delicadeza el pelinegro ayudó a Jimin a meterse a la tina de agua fresca y comenzó a ponerle el jabón, el shampú y a lavarlo bien por todo el cuerpo.
Yoongi realizaba aquello con devoción como el ritual más importante para él, pues recordaba con amor cuando el ciego era él y su lindo pollito lo cuidaba con total dedicación y delicadeza. Así pues quería devolver ese gesto, aquel trabajo que Jimin se había adjudicado con él. Era lo menos que podía retribuirle ya que lastimosamente la vista no podía, o al menos no por el momento pero si tenía planeado ponerlo en la lista así como él alguna vez estuvo para recibir un donante en unos tres o cuatro años.
Cuando lo hubo secado y llevado a la cama de nuevo lo vistió igual de lento y con sumo cuidado.
—Estás listo amor, ahora iré yo a darme una ducha y dormimos.
—Si Yoonie. —Respondió Jimin ocupando de nuevo su lugar en la cama.
Yoongi se preparo también con la ducha y se detuvo cuando su teléfono sonó, quizá de nuevo era su madre llamando. Tomó el aparato para apagarlo cuando vio que se trataba de un número que no conocía y quizá era algo importante así que no tuvo más remedio que responder.
—¿Diga?... si él habla...
De otro lado de la línea alguien le explicaba algo y la expresión de desconcierto de Yoongi se hacía presente.
—Bien gracias por informarme, quizá vaya mañana buenas noches. —Dijo con voz neutra.
Colgó la llamada y suspiró. Entonces no había sido teatro ¿o lo era? Ya no sabía realmente qué creer o pensar pues ahora sabía que su madre era capaz de cualquier cosa.
—¿Todo esta bien Yoonie? —La suave voz de Jimin lo atrajo de nuevo de regreso a prestarle atención al rubio.
—Jimin... me llamaron del hospital, dicen que mi madre sufrió un paro cardíaco y que lograron estabilizarla pero que no despierta esta ahí desde anoche.
—Oh...lo lamento.
—Quieren que vaya.
Jimin se tensó un poco, esa mujer le había causado mucho daño no solo a él también a su propio hijo pero era su madre. En el corazón bondadoso de Jimin no cabía el rencor.
—¿Iras? —Preguntó como sin prestarle demasiada atención. No sabía bien cómo se sentía Yoongi respecto a la noticia reciente. —Si es por mi, yo no le guardo rencor Yoon, esta bien puedes ir si deseas...
—No lo sé yo... aún no la perdono Jiminie y no sólo por lo que te hizo a ti, también por ocultarme la verdad de lo que pasó con mi padre. Es tan difícil para mí de un día para otro perdonarla. No creo poder ir. No quiero.
Jimin entendía a la perfección la revolución de sentimientos que Yoongi estaba atravesando y es que no era cualquier cosa, él entendía perfectamente lo que era no tener el apoyo de su madre así como la suya que lo dejó en manos de la madre de Yoongi, no había tenido jamás el cariño de la mujer que le dio la vida pero aun así se supone que es el ser que debe protegerte y luchar contra todo por un hijo.
—Tienes mi apoyo sea lo que sea que hagas Yoon.
El mayor aún estaba a medio desvestir y se acercó a Jimin para apretarlo entre sus brazos, tenía la dicha de tener a un novio tan comprensivo como Jimin.
—Gracias Amor, por apoyarme y entenderme. —Dejó un beso en la frente del rubio y finalmente se metió al cuarto de baño para asearse y poder dormir tranquilamente con Jimin después de muchas noches que había pasado en soledad llamando a su nombre.
Al día siguiente temprano estaba Kookie ya en casa Para cuidar de Jimin en lo que llegaba Taehyung el enfermero. Yoongi preparó el desayuno y le dio de comer antes de irse a trabajar.
—Me alegro mucho Jimin Hyung que se haya arreglado todo entre ustedes, aún no puedo creer que la madre de Yoongi Hyung haya sido capaz de todo eso que me cuentas. —Repuso Kookie mientras los dos estaban en la sala oyendo un audio libro.
—Lo extrañé tanto Kookie, estoy ciego pero la vida me dio la oportunidad de volver a su lado, era lo que más deseaba. Quizá ahora no puedo verlo con mis ojos pero si lo siento a mi lado con mi corazón.
El timbre de la puerta sonó y Jungkook se levantó para abrir.
Un chico castaño de sonrisa hermosamente geométrica estaba parado afuera esperando a que le abrieran.
—Hola Soy Kim Taehyung el enfermero que viene a cuidar a Min Jimin.
Jungkook sonrió de vuelta y le dejó pasar.
—Pasa estábamos esperándote. —Respondió Jungkook guiando a Taehyung hasta la sala donde estaba Jimin sentado en un cojín sobre la alfombra. —Aquí está, él es.
Taehyung rápidamente se acercó y se agachó hasta estar a la altura de Jimin y tocó sus manos para presentarse.
—Hola Jimin soy Tae es un placer estar aquí, espero nos llevemos bien y traje unos libros que creí que podían gustarte me dices si quieres que lea para ti.
Jimin sonrió sintiendo las manos de Tae sobre las suyas y luego las levantó para llevarlas al rostro de Taehyung tocando con suavidad para conocer sus facciones.
—Hola Tae. Que gusto conocerte.
—Bien me tengo que ir Jimin Hyung. Pásenlo bien y ya sabes Taehyung aquí están todos los números a los que te puedes comunicar si necesitas algo.
El castaño asintió y Jungkook se fue rápido para su trabajo.
—Es agradable. —Habló por fin Taehyung.
—Es un buen amigo.
—Yo también seré tu amigo Jimin podemos divertirnos juntos ya lo veras.
Jimin asintió, la tarde lo pasó jugando con Tae, oyendo las historias de los libros que llevó y almorzaron pizza. Todo iba bien, la vida era tranquila aunque Jimin jamás volviera a ver era feliz pues la vida le había devuelto felicidad al lado de las personas buenas que había conocido, a cambio de su gran nobleza.
•┈┈·┈•••┈┈┈••✦ ✿
Hola, ya nos encontramos en los capítulos finales de esta linda historia Gracias por leer. 😊
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro