__________ guardaba todas sus pertenencias en su equipaje y revisó por última vez su casa para ver si se estaba olvidando algo, no podría regresar a aquella isla solamente para recuperar algún objeto, todo lo que era valioso para ella ya estaba listo para partir.

—Argus ¿estás listo? —Llamó a su hijo que estaba en el piso de arriba preparando sus cosas. Pero al no oír respuesta alguna, fue a buscarlo— ¿Argus? —Tocó la puerta de su habitación y entró—. ¿Ocurre algo?

—No quiero que te molestes conmigo —Al no oír alguna respuesta, supo que así sería—, pero no quiero irme de aquí —respondió con tristeza mientras tomaba un libro entre sus manos—. Sabía que esto no duraría, pero...

—Tranquilo —Se apresura en responder antes de que su hijo se sintiera culpable—. Entiendo lo que sientes, has crecido aquí y estás dejando parte de tu vida en este lugar. Yo también sentí lo mismo cuando me mudé de Japón a Grecia, y cuando tuve que dejar el Santuario para venir aquí. Dejé todo atrás y a veces puede doler cambiar de aires.

—Entonces, ¿no estás molesta por lo que dije? —Pregunta y su madre toma las manos de su hijo.

—Por supuesto que no, sabes que yo no puedo enojarme contigo, pero tampoco abuses de eso porque puedo ser estricta cuando quiero —bromea __________ y ambos ríen—. Será algo nuevo para ti y estaré contigo para apoyarte. No permitiré nunca que alguien te haga daño. Solo quiero que me apoyes en ello ¿sí?

Argus asiente y ambos se abrazan, luego juntos terminaban de empacar todo.

Miran por última vez la casa que se les había dado y donde vivieron muchos años. __________ no pudo evitar sentirse triste ya que, a pesar de todo, ese lugar se había convertido en su hogar. Tenía muchos recuerdos que atesoraría y se había encargado de guardarlo en fotos, sobre todo cuando Argus llegó a su vida como un regalo de los dioses.

—¿Listo?

—Sí.

Ambos se dieron la vuelta y comenzaron a caminar hacia el lugar donde Artemisa los esperaba tal y como había ocurrido hace doce años con Atenea.

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___________ y su hijo se encontraban en un avión directo a Grecia después de haber estado unas horas en Japón, donde visitó la tumba de sus padres y su antigua casa. Tuvo que pasar desapercibida ya que ese había sido el trato que tuvo con Artemisa para que le concediera ese pequeño favor antes de volver al Santuario.

Ella tenía que volver al mundo humano haciendo creer a todos a había estado en algún otro país y si por ahí se les ocurría investigar, verían como prueba los boletos de avión que los mismos dioses les habían pagado a modo de cortesía. Esto ayudaría a calmar un poco los rumores sobre una figura pública como ella.

Pero ___________ esperaba que haya bajado algo su popularidad a como era años anteriores en los que, ante cualquier escándalo con la fundación, ella era perseguida día y noche por la misma prensa. O cuando circuló la foto de ella con Julián Solo en su fiesta de cumpleaños número dieciocho.

Como los boletos ya estaban comprados, por ahora nadie la reconocería ya que los dioses se habían encargado de ello hasta que llegue al Santuario; sin embargo, __________ prefería utilizar unos lentes oscuros.

—¿Qué te pareció conocer la casa en donde crecí y ver la tumba de mis padres?

—Me hubiera gustado verlos en persona mamá. —El niño se lamentaba no haber conocido a las extraordinarias personas que cuidaron a su madre, aunque no fuera su hija biológica—. Pero según me contaste, esa casa fue remodelada por algo que ocurrió hace tiempo.

—Así es —respondió sin entrar en detalles.

Argus sabía la historia de ____________, también lo sucedido desde la desaparición del casco dorado, hasta la batalla contra Hades, obviamente omitiendo algunos detalles que no eran para un niño de su edad; aunque no podía ocultarle nada ya que era el cuerpo real de su hijo de la antigua Grecia y al estar en los Campos Elíseos, se podía enterar de muchas cosas.

Mostrarlo al mundo como su hijo biológico originaría muchos rumores y lo que menos quería era a la prensa detrás de ella y de su hijo intentando descubrir quién era su padre. Por ello, _________ sabía que ni bien llegaría a la mansión, esperaba que Tatsumi pudiera ponerse a trabajar en crear unos documentos donde decía que ella lo había adoptado en su viaje.

Obviamente estaba también la ayuda de los dioses, todo a cambio de que __________ cumpliera su promesa: Acudir al Olimpo cada vez que se le llame, no ignorarlos como lo había estado haciendo desde que tomó el Santuario.

—¿Tienes alguna duda o preocupación respecto a nuestra nueva vida? —Le pregunta al niño—. Y quiero que seas sincero conmigo Argus.

Argus asintió y decidió sincerarse:

—Cuando lleguemos a Atenas, conoceré a mucha gente desconocida, ¿y si no les agrado a ninguno? Tal vez esos hombres con armaduras resultan ser demasiado intimidantes. —Se podía notar el temor mientras encendía su tableta para empezar a jugar—. Quizás no logro adaptarme a nada de esto.

—Escucha Argus. —Se gira un poco en el asiento para mirar a su hijo—. Puede que las historias que te haya contado demuestren que son personas muy poderosas, pero es no cambia en que son personas amables, leales; que, aunque puedan resultar de carácter serio, han dado su vida por el bien de la Tierra, así que no temas. Más bien creo que deberías preocuparte. —El niño abre los ojos ante la advertencia de su madre—. Creo que ellos tal vez te cuiden tanto como lo hicieron conmigo en ese entonces.

—¿Entonces no podré explorar sin que me vigilen? —Su madre asiente intentando jugarle una broma porque conocía la curiosidad de su hijo—. Ay no, prefiero que me ignoren para que pueda ir a los lugares más secretos del Santuario.

—Ahí sí creo que ordenaré que te vigilen. —Ríe y el niño frunce el ceño.

—¡Mamá!

—Hay cosas que no podrás ver solo, y créeme cuando te digo que son muy peligrosas.

Argus solo asintió, pero en el fondo, su curiosidad por visitar esos lugares aumentaba. Una vez encendido su aparato electrónico, comenzó a jugar uno de sus juegos favoritos del género de estrategia. Sintió como su madre lo observaba.

—¿Aún sigues cono ese juego?

—Sí mamá, prometo que descansaré de esto cuando termine el último nivel. —Comenzó a mover unos cuantos objetos en su pantalla—. Solo tengo que preparar bien a mi ejército. Esto es más sencillo, aún tengo los recuerdos de la época en el que pude estar en una verdadera batalla, así que tengo conocimiento de las estrategias adecuadas para ganar. Pero sé que también estabas ahí para apoyarme.

___________ sonrió con orgullo y comenzó a leer un libro en lo que duraba el viaje.

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Tras varias horas de vuelo, llegaron a Grecia, aún sin ser reconocidos, especialmente la mujer heredera de una de las familias más ricas conocidas en el mundo.

El siguiente paso era ir a la mansión donde ella antes vivía, así que tomaron un taxi. Durante el trayecto, __________ pudo ver que la ciudad había cambiado, se veía más moderna. Argus miraba con atención todas las calles que pasaban.

Con cada minuto que pasaba, __________ sentía los nervios invadirla, estaba muy ansiosa por ver a todos, después de doce años. Se preguntaba si alguno o todos ellos ya tendrán familia; o si dejaron sus armaduras para llevar una vida normal o tal vez se dedicaron a entrar a nuevos aspirantes para caballeros.

Se preguntaba también que pudo haber pasado con Tatsumi, ella confiaba que él pudo encargarse de todo, pero estaba segura de que los años también debieron pasar para él. Extrañaba un poco los momentos donde el mayordomo exageraba y ya se podía imaginar su reacción cuando vea a Argus y le diga que es su hijo.

Pero no podía decir lo mismo que los caballeros.

El taxi los dejó en las afueras de la mansión Kido. Bajaron su equipaje con ayuda del chofer antes de que este partiera y ahora estaban frente a la reja de metal que protegía el gran jardín y la mansión.

—Es muy grande, parece como un castillo —murmuró su hijo asombrado ya que antes vivían en una casa para ellos dos nomás.

Pudo ver muchos cambios como la pintura de la fachada. El jardín estaba bien cuidado y había nuevas flores y otras plantas; además de eso había como un río artificial que recorría parte del jardín y sobre este, un puente.

Se habían esmerado con las remodelaciones para su regreso. Eso quería creer.

Pudo sentir nervios nuevamente y dudó en abrir la reja. Estaba de regreso, en su hogar.

Con sus manos algo temblorosas, empujó la reja y comenzaron a camina hacia la mansión. Argus tomó la mano de su madre.

Cuanto más se acercaban, ___________ aún no podía creer que estaba de regreso, incluso le entraron unas ganas de llorar de la emoción.

Ya en la puerta de la mansión, ___________ tocó el timbre y comenzó a golpear el suelo con su zapato debido a los nervios. Entonces, fue que la puerta se abrió dejando mostrar a un Tatsumi con algunas arrugas algo notorias.

—Hola Tatsumi —fue lo único que pudo decir.

El hombre que demostraba cansancio mostraba asombro, pero al mismo tiempo alegría, dicha alegría era por tener a su ama de vuelta. Después de tantos años, había esperado el momento en el cual la joven que quedó a su cuidado volviera.

—Señorita... —No pudo evitar que llorara de la emoción al verla. Pero dicha emoción se esfumó por unos instantes al ver al niño que estaba agarrado de la mano de _________—. ¿Quién-quién es él? —Preguntó esperando que la respuesta no sea lo que estaba rondando por su cabeza cuando vio al niño—. No me diga que...

—Es mi hijo —respondió _________—. ¡Tatsumi! —Se acercó rápidamente a él después de que se desmayara—. Ay no, sabía que esto iba a pasar.

—Creo que lo mataste mamá.

Vaya regreso. 

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Publicado: 29/08/22

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No quería irme a dormir no sin antes publicar este capítulo.

Aquí tenemos el regreso de la rayis a su hogar. También veremos una faceta de ella la cual es la madre sobre protectora en algunos capítulos porque sabe que tiene enemigos ahí afuera y que ahora está de regreso, podrán hacerle daño a su hijo. Aclaro que por proteger a su hijo, la rayis podría enfrenta a cualquier y no me refiero solo a sus enemigos. Recuerden que han pasado doce años y ella pudo haber cambiado a una actitud fuerte y seria que mostrará cuando crea necesario.

Ahora que lo estuve pensando, si vieron la película de los caballeros del zodiaco la leyenda del santuario, la mansión de los Kido que se muestra en la película es la que me imagino donde la rayis vive en Grecia, tiene ese estilo oriental que le recuerda al lugar donde creció.

¿Qué pueden esperar de los siguientes capítulos? Los leo. Bye.