El fuego de la casa de Capricornio se había apagado y ahora quedaban menos de dos horas, pero el tiempo pasaría rápido y el estado de Atenea empeoraba con cada minuto que pasaba. Ahora tenía que sostenerse de alguien si quería seguir avanzando ya que con solo apoyarse en su báculo no era suficiente.

La flecha le estaba quitando todas sus fuerzas.

Pero tenía que seguir adelante si quería llegar hasta sus amigos. Faltaban tres casas: Capricornio, Acuario y Piscis. Solo era cuestión de tiempo para que ellos llegaran hasta el Patriarca y ella tenía que estar ahí para que todos aquellos, que estaban bajo las mentiras del Patriarca, sepan la verdad.

La batalla entre Shiryu y el caballero dorado de Capricornio estaba en una etapa difícil para el caballero de bronce, ya que le llevaría a tomar una decisión que le costaría la vida.

Tras haber perforado el pecho del caballero de bronce, Shura se creía ganador de la pelea, pero con gran fuerza, Shiryu logra cortarle su brazo que aún podía usar, ya que antes le había roto el otro brazo.

Las posibilidades de que el caballero de dorado ganara habían disminuido.

—Durante estos instantes, he podido concentrar suficiente poder para realizar aquella técnica que me prohibió mi maestro. Creíste que estaba a punto de rendirme, pero estaba haciendo que mi cosmo se al suficiente para realizar la técnica prohibida. —sorpresivamente lo agarró por la espalda y lo retuvo para que no pueda moverse y llevar a cabo su técnica final.

—¿El viejo maestro de Libra de las cinco montañas? —pregunta sorprendido el caballero dorado que intentaba soltarse. —¿Qué clase de truco es este? ¿Intentas engañarme?

—Pronto morirás Shura. —dijo Shiryu los envolvió a ambos con su cosmo. De pronto, ambos se elevaron hacia el cielo. —¡Seiya, Hyoga, Shun, protejan a la diosa Atenea por mí! —miró la casa de Capricornio y luego a las casas que se encontraban a los lados de esta.

No podía arrepentirse de la decisión que había tomado. Si era la única forma de vencer al caballero dorado de Capricornio, lo haría, sin importar lo que le sucediera. 

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__________ había decidido en seguir adelante sin importar su estado. Así que ella, apoyada en la persona en quien más confiaba, salió de la casa de Sagitario con los caballeros detrás de ella.

—¿Estás segura que puede seguir señorita? —pregunta Tatsumi con preocupación. —¿Por qué están tardando tanto? ¿Acaso quieren que ____________ muera?

—Debo hacerlo, tengo que seguir adelante. —respondió ________ en un susurro mientras subía los escalones que llevaban a la casa de Capricornio. —Tengo que hacerlo... —miró hacia el cielo y pudo ver un extraño brillo alejarse más y más. Se quedó mirando aquel brillo y de pronto su pulso se aceleró. —No puede ser... ¿Acaso ese no es el cosmo de Shiryu?

—Lo es... —respondió Jabu. —No puedo creerlo, ¿qué piensa hacer?

—Shiryu nos contó sobre una técnica que su maestro le había prohibido. —dijo _________ y un nudo se formó en su garganta. —Porque sacrifica su vida si realiza dicha técnica. —unas lágrimas cayeron de sus ojos.

—Entonces Shiryu...

Los caballeros dorados se miraron entre ellos al sentir el cosmo de uno de sus compañeros. Shura de Capricornio sería otro de los caballeros dorados que morirán en esta batalla.

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Aquella técnica prohibida más conocida como "el último dragón" estaba haciendo que ambos caballeros se acercaran a la muerte.

—¡Shiryu! —exclamó el caballero dorado al ver que no se detendría a pesar de poner en riesgo su vida. —Si seguimos así nos convertiremos en polvo de estrellas, ninguno de nosotros quedará con vida. —sintió que algo en su armadura poco a poco comenzaba a quebrarse. —Yo podré resistir más porque tengo la poderosa armadura dorada, pero tú morirás antes que yo.

—No tengo miedo a morir. —respondió. —Te dije que te llevaría conmigo.

—¡Necio! —le reclamó. —De qué sirve ganar si pierdes tu vida, ¡es inútil! —intentaba hacerle entrar en razón, pero nada funcionaba, Shiryu no tenía intenciones de detenerse. —¿Qué es lo que te impulsa a seguir adelante? Dime Shiryu, ¿por qué haces esto?

—Ya deberías saberlo si eres en caballero Shura... es por Atenea.

—Shiryu, ¿quién es esa Atenea en lo que tú crees?

—El bebé que Aioros protegió hasta el final y que tú intentaste asesinar. —responde. —Ella es la diosa Atenea Shura. El cosmo que nos ha estado acompañado desde que llegamos aquí le pertenece a la verdadera Atenea, la que el Patriarca quiso asesinar mandando a caballeros.

Shura pensó en las palabras de Shiryu y recordó el momento que sintió un cosmo muy poderoso, que podía superar el de los demás caballeros dorados. ¿Acaso sería de esa Atenea de la que habla Shiryu? Entonces recordó al bebé que intentó matar hace mucho tiempo, era el mismo cosmo que sintió aquella vez.

—Entonces es ese bebé...

—Hemos peleado contra todo y en esta batalla nuestra creencia por Atenea se hizo más fuerte. —dijo Shiryu y recordó las batallas que había tenido junto a sus amigos y en las cuales ___________ siempre estuvo apoyándolos sin importar el peligro al que se expusiera. —Se dice que la diosa Atenea regresa cada doscientos años para pelear contra el mal. _____________ es la persona que peleará a partir de ahora en esta nueva era. Ella se preocupa por todos y hará lo posible para no ver a la gente sufriendo.

La presencia de un cosmo muy poderoso llamó la atención de ambos caballeros.

"Shiryu por favor no hagas esto" escuchó la voz de _________ "Ustedes me prometieron regresar después de esta batalla, estoy en camino a la casa de Capricornio, podemos hablar con el caballero dorado de esa casa para que tengas que hacer esto".

—Por favor perdóname, intento lo mejor. —respondió con tristeza y no puedo evitar que las lágrimas salieran de sus ojos. —Tengo que hacer esto.

—Este es el cosmo de la Atenea en la que cree Shiryu. Es el mismo que yo sentí aquella vez. Creí que no había matado al bebé por piedad, pero en ese momento no pude moverme por el cosmo que había brotado del bebé. —recordó cuando miró al bebé y sintió algo extraño. —Nadie puede hacer eso, ni siquiera el más poderoso de los caballeros dorados. Excepto Atenea.

Shura sintió vergüenza de sí mismo, que no merecía ser llamado el caballero más leal a Atenea. Había intentado matar a quien debía proteger.

—Yo estaba sumamente orgulloso de ser el caballero más leal a la diosa Atenea, pero lo que hice fue tratar de matarla. Cometí un error imperdonable, no merezco ser un caballero dorado. Perdóname Shiryu, perdóname Aioros. Maté al hombre que protegió con su vida a Atenea.

—Shura...

—Shiryu, no debes morir, tú eres el hombre que merece vivir y proteger a la diosa Atenea, algo que yo no hice.

—Pero Shura...

—No quiero dejarte morir Shiryu, pero es demasiado tarde. Las flamas de nuestra vida pronto desaparecerán y se convertirán en polvo de estrella, lo que queda de nosotros puede ser protegiendo a la diosa Atenea, estemos donde estemos.

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Los caballeros de bronce que estaban cerca de la entrada de la casa de Acuario, sintieron el cosmo de su amigo desvanecerse poco a poco. No pensaron que Shiryu usaría la técnica prohibida que una vez les contó. Pero no podían ponerse sentimentales en esos momentos.

—Debemos continuar amigos. —dijo Seiya llamando la atención de sus demás compañeros. —Tenemos que salvar a ___________, es lo que Shiryu hubiera querido.

—Estamos a punto de entrar a la casa de Acuario. —Hyoga miró la casa en la que cual se encontraba su maestro. —Cuando lleguemos, quiero que ustedes continúen a la siguiente casa, esta pelea es entre mi maestro y yo, no quiero que interfieran. Solo les faltaría la casa de Piscis.

Siguieron avanzando, pero de pronto sintieron el cosmo de Atenea.

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Publicado: 19/12/19

Editado: 12/06/21

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