Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 31

Después de lo sucedido, pasaron unas horas en las cuales Hyoga, Shun y Seiya estuvieron en el hospital, sobre todo este último para que termine de recuperarse por completo. Y recordando lo que le había advertido a Seiya, sí, en realidad si tuvimos que amarrarlo con una soga para que no escapara.

Ahora sabiendo que ellos estarían bien, me quedaba pensar en una sola cosa: Luchar contra el Santuario y terminar esta situación de una vez por todas. Necesitaba analizar la situación en el menor tiempo posible para saber si tenemos que ir al Santuario en paz para llegar a un acuerdo con el Patriarca y arreglar este "malentendido", o si no, tendremos que pelear como lo hemos estado planeando.

—Entonces ¿eso pasó? —pregunta Akiyama sorprendido, pero luego se preocupa. —¿Segura que estás bien?

—Sí. —respondo. —Aioria vino con la intención de atacarnos, pero le dije la verdad y bueno... le tuve que demostrar que hablaba en serio y eso pasó. —explico y miro a Tatsumi. —Ahora tenemos algo por hacer: Ir al Santuario, aunque me preocupa si iremos en paz o el Patriarca quiera buscarnos la guerra.

—Señorita __________ creo que no sería buena idea confiarnos de ellos. —dice Tatsumi. —Después de todo lo que han hecho con ustedes y los daños a la Fundación, es suficiente para demostrar que el Patriarca no aceptará una tregua o una conversación con usted.

—Tal vez tengas razón Tatsumi. —apoyo mi rostro en la palma de mi mano mientras juego con un bolígrafo en la otra mano. —Aunque de todas maneras veremos si aceptan reunirse con nosotros de manera pacífica... —dejo el bolígrafo a un lado y busco en uno de los cajones del escritorio una hoja de papel. —Si logran responder antes sería un alivio, no tendríamos que pelear, pero si no...

—Los caballeros tendrán que pelear. —responde Akiyama completando lo que iba a decir.

—Y eso es algo que me preocupa. Hoy he visto el poder de un caballero dorado, no me quiero imaginar lo que pueda pasar en el Santuario, existe la posibilidad de que hayan más caballeros dorados como Aioria, aunque las armaduras sean diferentes, sea como sea el poder de esos caballeros es muy poderoso. —explico, mi temor mayor es que algo grave les pase a los chicos. —Si el Patriarca desea en verdad la paz, estará al tanto de nuestra visita y nos dará una "buena" bienvenida.

—¿Está segura de hacer esto señorita __________? —pregunta Tatsumi.

—Si esta es la única forma de terminar con las ambiciones del Patriarca, haré lo que sea para detenerlo y salvar al Santuario. —respondo y miro la hoja nuevamente. —Pueden irse.

Escribo la carta que enviaré al Santuario. Imagino que ese lugar no tendrá algún lugar para recibir correos, o tal vez sí. El punto es que la mejor forma de hacerlo más seguro y rápido, es que los caballeros de acero se encarguen de llevar el mensaje al Santuario. Los caballeros de acero son rápidos y saben ocultarse bien, podrán hacerlo en menos de un día sin ser descubierto.

❪❂❫

En la mañana temprano voy a recoger a los chicos del hospital para poder discutir el plan que llevaremos a cabo para ir al Santuario.

—Hola chicos. —entro a la habitación donde se encontraban los tres. —¿Cómo se sienten?

—Sin algún dolor. —responde Seiya. —En realidad pudimos haber salido hace horas, pero tú preferiste dejarnos aquí.

—Miren quien habla. —miro a Seiya. —Tú mismo te lo buscaste, si no te hubieras escapado del hospital tal vez te hubiera sacado de aquí antes, en el caso de Hyoga y Shun... los dejé para que te hicieran compañía. —no puedo evitar reírme por lo que dije, pero en parte era cierto.

Aunque en realidad los dejé ahí para que estén recuperados por completo.

—Entonces si salimos de aquí... ¿Cuándo nos vamos al Santuario? —su pregunta termina tomándome por sorpresa.

—Sé que decidí que iríamos al Santuario lo más pronto posible, pero sería bueno que nos tomemos un descanso al menos un par de días, Seiya tú podrías ver a Mino por ejemplo. —le doy una idea, porque sé que Seiya estaría preparándose o entrenando, quien sabe. —¿Están seguros que quieren hacer esto?

—Lucharemos. —responde Seiya. —Las heridas que tuvimos antes, no eran nada. Quién sabe, en el Santuario podría ser peor para nosotros, pero haremos lo que sea para seguir vencer.

—Estamos listos _________ ¿Cierto chicos? —pregunta Hyoga mirando a Shun y Seiya.

—Hyoga tiene razón. Nosotros somos caballeros y juramos proteger al mundo.

—Chicos... —miro a mis amigos, quería aplazar esto para esperar alguna respuesta por parte del Santuario, pero no ha habido nada aún y no me queda más opción que sospechar del Patriarca y sus malas intenciones. Pero por más que lo intente, no podré detener a mis amigos. —De acuerdo, iremos al Santuario.

❪❂❫

En la tarde, después de terminar mis horas de estudio, me reuní con los chicos para ir al orfanato donde Mino cuidaba a los niños, que se llevaban muy bien con Seiya y al parecer se conocían ya de hace tiempo. Seiya me contaba que esos niños le jugaban bromas.

Cuando llego al orfanato, veo a los chicos jugando fútbol con los niños del orfanato.

—Se están divirtiendo. —me dice Akiyama a mi lado. —Recuerdo cuando a veces los veía jugar a ustedes, yo era un adolescente como ustedes en ese entonces.

—Tienes razón. —sonrío viendo a mis amigos jugar y por un momento los veo como hace años, unos niños. —Me trae muchos recuerdos, cuando en esos momentos no sabíamos todo sobre el futuro que nos esperaba.

Miraba a mis amigos jugar fútbol mientras yo estaba sentada bajo un árbol, aprovechando la sombra. Akiyama estaba de árbitro y era gracioso cuando le cobraba las faltas a Jabu o a Seiya. Entonces se me ocurrió una idea, ya que me estaba aburriendo aquí sentada.

Me acerco al grupo de niños donde se estaban reuniendo para un nuevo partido después de haber jugado casi una hora, era momento de cambiar los equipos, así que les dije:

—Yo también jugaré con ustedes. —miro a Akiyama y alza una ceja, veo a mis demás amigos que están sorprendidos, pero tampoco faltaron los que se burlaban. —¿Acaso no puedo jugar? ¿Tiene algo de malo en eso?

—Lo siento, pero no irás a nuestro equipo. —responde Nachi y Geki ríe junto a él.

—Muchachos... —intenta hablar Akiyama

—Que juegue con nosotros. —interviene Seiya. —Estará en nuestro equipo.

—Ya perdieron Seiya. —se burla Nachi.

—Eso lo veremos. —le digo. —Ustedes serán los que perderán, se los aseguro.

Así empezamos un partido en el que yo logré conseguir varios puntos a favor de mi equipo, al final salimos victoriosos, dejando con la boca abierta al equipo contrario y también a Akiyama.

—No sabía que eras buena jugando. —me dice Akiyama mientras caminos a la mansión de regreso. —Le conseguiste mucha ventaja a tu equipo. __________, me sorprendiste.

—No es para tanto, en realidad estaba aburrida y bueno decidí jugar, pero estaba tan confiada de hacerlo que no dudé en ningún instante. —respondo.

Era cierto, estaba aburrida y decidí jugar con ellos, pero jamás pensé que lograría conseguir varios puntos para mi equipo, dejé sorprendidos a todos mis amigos. Y desde ese momento cada vez que ellos jugaban, me unía a cada equipo, por día. Así nuestros lazos de amistad se fortalecieron con el paso de los días.

—Eran buenos momentos. —murmuro.

—Ve con ellos.

Asiento y me uno al partido de mis amigos y los niños pequeños del orfanato. Tal y pensé, pudimos recordar buenos momentos mientras jugábamos. En un momento cuando Seiya quería demostrar sus grandes "habilidades" terminó golpeándose en el suelo. Así pasamos toda la tarde, fue divertido y por un momento pude olvidarme del asunto del Santuario y todo lo demás, parecíamos solo unos jóvenes recordando el pasado, sin alguna obligación y en la que el mundo depende de nosotros.

—Fue bueno venir aquí. —digo y miro a los niños jugar un rato más mientras Seiya, Hyoga y Shun estábamos observándolos. —Para mí es bueno ver que esos niños no tendrán que pensar tanto en el futuro porque no tienen al mundo dependiendo de ellos.

—Tienes razón. —responde Seiya. —Nosotros fuimos huérfanos y hacíamos especulaciones sobre el futuro.

—Pero puede ser la última vez que veamos a estos niños. —dice Shun y lo miro preocupada. —No sabemos lo que pase en el Santuario.

—¿Estás pensando que tal vez no salgamos vivos de ahí? —pregunto mirando a Shun y luego a los demás. —¿En serio piensas eso?

—No creo que sea necesario que nos acompañes __________.

—¿Acaso piensan que les estorbaré Hyoga? —miro al caballero del cisne que rápidamente niega. —Tal vez no he sido de gran ayuda en estos momentos, pero esta vez iré con ustedes.

—No. —niega. —No quise decir eso, solo que las personas a las que nos enfrentaremos son mucho más fuertes. —explica. —Tú misma lo dijiste, viste el poder de un caballero dorado y sabes de lo que son capaces. No quisiera que te sucediera algo, me lo lamentaría toda mi vida.

Al oír sus últimas palabras sentí ruborizarme y miré a otro lado para que mis amigos no me vieran. En buena hora que estaba atardeciendo, así no se me notaría tanto y pareciera que es a causa del sol.

—Tranquilo Hyoga. —lo miro después de unos segundos. —Son consciente del poder de los caballeros dorados y es por eso que iré con ustedes. Aún mantengo un poco de esperanza en que no tengamos que pelear y podamos arreglar esto de manera pacífica, aunque los últimos sucesos me quitan esa esperanza. —miro al atardecer y ya faltaba poco para que el tiempo se vaya rápido. —Es hora de irnos chicos, nos queda poco tiempo.

—De acuerdo.

Los cuatro caminamos hacia el grupo de niños que habían terminado de jugar y Mino estaba con ellos. Seiya es el primero en despedirse de los niños.

—Obedezcan a Mino. —ordenó en broma a los niños y estos ríen. Miro de reojo a Mino y pude notar su preocupación al ver a Seiya, tal parece que ya sabía lo que pasaría.

—Adiós niños. —me despido y me acerco a Mino. —Seiya se quedará un rato más y podrás hablar con él. —le susurro. —Tú tranquila, volveremos aquí otra vez. —miro a Seiya que estaba siendo perseguido por un grupo de niños. —¡Seiya! —lo llamo y él se acerca aún con los niños detrás de él. —Seiya, si quieres puedes quedarte un poco más aquí.

—¡Si Seiya! —animaban los niños.

—Pero...

—Tranquilo, solo no te olvides de reunirte con nosotros. —le digo y me despido alzando la mano para luego irme.

❪❂❫

El último día antes de partir, había decidido pasar el día con mis amigos de la escuela, los cuales estaban muy emocionados porque ya quedaba poco tiempo para terminar. Al menos ellos si pueden pensar con claridad en el futuro, mientras que mi mente estaba enfocada en el Santuario y lo que pasará después de que vayamos. Algo me dice que después de pisar ese lugar, mi vida ya no será la misma.

Pero no solo pensaba en ello, también pensaba en Shiryu, ¿estará bien? Esa es una pregunta que me rondaba sobre él, Shiryu prometió que se uniría a nosotros, pero a veces pienso de que tal vez no lo haga, no creo que en su estado pueda seguir peleando como antes, sobre todo con los enemigos con los que mis amigos tendrán que pelear.

Y respecto al Santuario, decidí investigar un poco más en la noche y también sobre los caballeros dorados, sería bueno tener algo de información para contarles a los chicos en el viaje.

Con la aparición de Aioria, una idea me vino a mi mente: La posibilidad de que hayan más armaduras doradas. Así como la armadura de Sagitario y la de Leo, se me metió la idea de que había la misma cantidad de armaduras como los signos del Zodiaco, las estrellas más conocidas que van alrededor del sol. Desde ese momento comencé a hablar en plural respecto a los caballeros dorados y por eso les advertía a mis amigos que no serían fáciles de vencer, ellos deben ser los guerreros más fuertes de todo el Santuario.

Pero no solo eso, también intentaba buscar alguna pista respecto a la verdadera identidad del Patriarca, sí es cierto que nadie sabe con exactitud quién es y eso es algo que se ha mantenido por años, según las investigaciones de los caballeros de acero. Pero cuando Aioria vino a asesinarnos, él tenía una buena imagen del Patriarca, así como los demás caballeros.

Entonces ¿por qué hace esto?

Una pequeña hipótesis me dice que ese hombre tal vez no sea el verdadero Patriarca del Santuario. Aunque solo es una hipótesis ¿cierto?

Suspiro con cansancio y observo todos los papeles a mí alrededor y el pequeño mapa de Grecia donde solo se identificaba en Atenas al Partenón conocido en todo el mundo, no mencionaba nada del Santuario. Miro la hora en el reloj en la pared y ya era muy tarde, no dormiría casi nada si mañana tendría que despertarme temprano para poder terminar todo.

—¿__________? —Akiyama toca la puerta y le permito pasar. —¿Todavía sigues con tu investigación?

—Algo así. —respondo y comienzo a ordenar todo. —Pero ya es muy tarde, mañana será un día complicado.

—Tienes razón. —noto que tenía las manos atrás como si estuviera guardando algo, tal parece que se dio cuenta de ello porque extiende un papel. —No sabía si darte esto o no porque ya estás aquí y darte esto tal vez haga que te amanezcas. —tomo el papel y miro algunas imágenes en él. —Es la isla de Andrómeda.

—La isla donde Shun entrenó. —digo recordando el lugar en el cual Shun entrenó después de que su hermano tomara su lugar. —Y según esto dice que algo grave ha ocurrido ahí. ¿Es de los caballeros de acero?

—Sí, regresaron temprano con la información y por lo que pudieron investigar, apareció alguien en la isla que desató el caos en ese lugar, pero con un poder muy poderoso, también mencionaron que tenía... una armadura dorada.

Esto hace que mi teoría cada vez más sea correcta.

—Otro caballero dorado. —murmuro y observo las imágenes que los caballeros de acero lograron captar. En ellas se podía ver, apenas, a un hombre de cabello azul con la armadura dorada. —Y tal parece que tuvo que hacer algo importante en la isla. ¿Qué pudo haber sido?

—No hay mucha información sobre eso. —responde.

—Lo que los caballeros de acero fue suficiente. —doblo el papel y comienzo a guardar todo. —Será mejor que vaya a dormir, no quiero llegar mañana al Santuario con unas ojeras en el rostro. Verdad, casi me olvidaba: ¿Está lista la casa en Grecia?

—Sí, Tatsumi ya se encargó de todo, ustedes solo lleguen y pueden instalarse ahí. Está en un buen lugar, llegar a pie al Santuario será en poco tiempo, está cerca.

—Gracias por hacer un buen trabajo. —digo. —Esperemos que mañana todo salga bien.

❪❂❫

Al día siguiente a primera hora, todos estábamos reunidos en la mansión, excepto Shun, sin él no podríamos ir al aeropuerto que nos llevará a Atenas. Miro mi reloj otra vez y no había nada aún, ninguna señal de Shun, era algo extraño ya que él suele ser alguien puntual.

—Ya es hora de que Shun esté aquí, ¿le habrá pasado algo? —pregunto preocupada, después de la información de anoche, temía que Shun también haya estado involucrado.

—De seguro se quedó dormido. —bromea Seiya.

—Él no es como tú. —responde Hyoga mirando a Seiya que alza una ceja.

—Esperaremos un poco más, de seguro le surgió algún inconveniente en el camino. —digo mirando otra vez donde Shun debería venir. —Tan solo unos minutos más. —susurro.

—¡Un momento! —volteamos al escuchar la voz de Tatsumi y lo vemos vestido con un traje medio raro, muy raro. —Permítanme acompañarlos, la señorita necesitará a alguien que la proteja.

—¿Qué llevas puesto Tatsumi? —pregunto intentando no reírme, en serio se veía gracioso, más bien parecía un traje de cocina. —¿Acaso es una broma o una fiesta de disfraces?

—Le dije que no era buena idea. —aparece Akiyama detrás de él y se coloca a mi lado. —Pero ya sabes cómo es. —me susurra y asiento.

—En serio Tatsumi. No lograrías sobrevivir ni con un traje así. —dice Seiya y Tatsumi se molesta.

—¿Cómo dices? Yo, uno de los mejores en lucha Kendo les ayudaré y protegeré a la señorita _________.

—¿Cómo piensas protegerla? ¿Con eso? —Seiya señala de arriba abajo el traje de Tatsumi. —Ningún caballero sucumbirá ante tu espada de bambú. —esta vez ninguno de los presentes pudo aguantar la risa por el comentario de Seiya.

—Señorita _________. —dice Akiyama. —Yo creo que es hora de que vayan al aeropuerto.

—Esperaremos un rato más a Shun. —aviso.

—Será mejor que vayamos a buscarlo Hyoga. —sugiere Seiya. —Pudo haberle ocurrido algo malo.

—No. —les detengo. —Tenemos que confiar en Shun, saben que en esta situación él querría que lo esperemos, yo también estoy preocupada por él, pero sé que vendrá, Shun estará con nosotros en poco tiempo. 


┌──────── ∘°❉°∘ ────────┐

Publicado: 11/08/19

Editado: 05/05/21

└──────── °∘❉∘° ────────┘

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro