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No había pasado mucho tiempo desde que los chicos se fueron, tan solo un par de días quizás, pero para mí el tiempo parecía eterno. No podíamos salir de casa por precaución, pero no nos aburríamos ya que Shun yo hablábamos sobre los viejos tiempos y también me contaba algunas cosas de su hermano antes de que llegaran al orfanato. Aún extrañaba a Ikki, todos lo hacíamos.
Debo decir que los caballeros de plata mandaron sus cartas de amenaza en un "buen" momento, ya que no tenía que preocuparme por mis estudios, debido a que había unas pequeñas "vacaciones", un pequeño descanso donde los alumnos podrán tomarse el tiempo libre para luego regresar con un montón de trabajos y exámenes. Siendo el último año debíamos esforzarnos en sacar las mejores notas para mandar solicitud a muchas universidades.
No sabía qué hacer en estos momentos hasta que decidí dibujar algo, pero no tenía ideas.
—¿Qué puedo hacer? —susurro para mí misma mientras juego con el lápiz. Miro el cuaderno vacío. —Me rindo.
No podía evitar pensar en mis amigos, no tenemos ninguna noticia de ellos.
—¡_________! —Shun entra a la habitación donde me encontraba causándome un susto.
—¿Qué pasa Shun? —pregunto preocupada. Shun tenía una expresión que no había visto desde la muerte de Ikki.
—Debes venir rápido. —responde. —Hay algo en las noticias...
Shun y yo bajamos a la sala principal. Akiyama estaba hablando por teléfono y por su mirada pude ver desesperación.
Miro la televisión y no podía creerlo lo que estaba viendo. La entrada de la mansión y algunas partes del primer piso estaban rodeadas de fuego, los bomberos corrían de un lado a otro y algunos reporteros se alejaban por seguridad. Sentí un pequeño temblor en mi cuerpo y mi pulso se había acelerado demasiado, sentía que en cualquier momento se saldría de mi interior, mis ojos ardían, en cualquier momento las lágrimas caerían.
—Primero el coliseo y ahora la mansión. —murmura Shun.
Como si el fuego cobrara vida de un momento a otro se extiende por las paredes del segundo nivel, ahí se encontraba el estudio de mi padre.
—No... —sollozo.
—Lo siento __________. —Shun coloca su mano en mi hombro.
Intenté ser fuerte pero al ver como comencé a destruirse mi hogar, que mi familia construyó y en los cuales conservo bonitos recuerdos, no pude evitar llorar. Shun me estaba abrazando, era bueno tener su apoyo ahora. Lloraba sobre su hombro.
—Gracias por quedarte conmigo Shun. —susurro.
—No te preocupes.
—__________. —llama Akiyama. —Lo siento. —se disculpa.
—No te disculpes Akiyama. —me separo de Shun. —No se perderán muchas cosas, sobre todo las que pertenecieron a mi familia por generaciones. —digo. —Antes de venir aquí le di unas indicaciones a Tatsumi de sacar lo más importante y estoy segura de que lo ha logrado. Sé que esa casa es importante para ti también Akiyama.
—Lo es. —responde. —Vivo ahí desde que era un adolescente. —apaga el televisor.
—Te entiendo. —me seco algunas lágrimas. —Ahora tenemos que volver, la herencia de mi familia se está destruyendo, debo estar allá.
—De inmediato, es lo mejor.
—¡Esperen!
—¿Qué pasa Shun? Podemos regresar. —le digo, pero é niega. —Shun...
—He recibido la orden de protegerlos a ustedes y al casco de oro, si dejamos este lugar nos encontrarán, hay que permanecer aquí —responde.
—Tienes razón... disculpa no pensé en eso. —murmuro algo más calmada. —No hay de qué preocuparnos, Tatsumi logró sacar muchas cosas antes de tiempo, sospechaba que irían a ese lugar, pero jamás pensé que llegarían a este punto. —de repente el teléfono suena, Akiyama responde.
—¿Tatsumi?... Sí, la señorita _________ ya está al tanto de todo... —responde. —De acuerdo.
—¿Qué dice Tatsumi?
—Lograron salvar lo necesario, algunos cuadros... lamentablemente no se podrán salvar, eran regalos de parte de gente importante.
—No hay problema con eso, estoy segura que a esa gente ni se enterará lo que pasó con sus cuadros.
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Miraba por el ventanal de la casa hacia el pequeño bosque, hace unos minutos nos habían llamado para decirnos que el fuego en la mansión ya estaba apagado. El fuego entró algunas habitaciones, pero la estructura estaba intacta, excepto por las paredes. Había que dar una remodelación a todo el lugar.
Ahora tenía que agregar algo más a mi lista de preocupaciones.
-Mis amigos, que también corren peligro, en busca de información.
-La casa de mi familia necesita una remodelación urgente.
-El coliseo destruido y sin saber qué hacer con él.
Solo espero que todo esto se pueda solucionar pronto.
—¿Akiyama a dónde vas? —pregunto al verlo acercarse a la puerta.
—Regresaré a ver la mansión, tenemos que ver los daños para empezar con la remodelación, ustedes quédense aquí.
—Ten cuidado. —le digo.
Akiyama sale y solo nos quedamos en casa Shun y yo, él estaba sentado junto a la fogata mirándola con detenimiento.
—¿Estás pensando en Ikki verdad? —le pregunto.
—¿Cómo lo sabes? —pregunta.
—Aunque no lo creas, a veces cuando veía las llamas pensaba que en algún momento Ikki regresaría. Cuando ustedes lo enfrentaron, él dijo algo respecto a su armadura.
—Que podía regenerarse como el ave fénix.
—Sí, pensaba que así como su armadura, él volvería otra vez. —admito.
Shun iba a decir algo, pero de pronto escuchamos la voz de Akiyama. Ambos nos asomamos sigilosamente por la ventana. Akiyama estaba siendo sujetado por un anciano algo más bajo que él y tenía un bastón en la mano, a su lado habían unos caballeros de plata, uno tenía una armadura color del fuego, así como su cabello.
—¿Dónde está el casco? —le pregunta el anciano.
—No lo sé y aunque lo supiera jamás se los diría. —responde mirando molesto al anciano.
—Tarde o temprano nos lo dirás. —el cabello lo golpea.
—¡No! —exclamo.
Shun se colocó su armadura y salió de la casa y se puso frente a los caballeros y al anciano que tenía a Akiyama.
—Estamos aquí por el casco. —dice el caballero con su armadura color fuego. —Esa es nuestra misión.
—¡Quién eres tú! ¡Responde!
—Soy el caballero del fuego por supuesto. —responde con un tono arrogante.
—¿El caballero del fuego? —pregunta Shun. —¿Tú has destruido la mansión de la familia de ________?
El caballero ríe.
—Que inteligente eres, pues sí, yo estuve fui el encargado de ese bello espectáculo. —mira a Akiyama. —Bueno, te regreso a tu amigo. —lo golpea en la cabeza y lo deja inconsciente para luego patearlo hacia Shun.
No, con él no te metas desgraciado.
¿Le llama espectáculo a querer destruir mi casa? ¿Qué tiene en la cabeza? ¿Acaso todos los caballeros de plata están dementes para ver la belleza en el desastre? El tener al responsable de la destrucción de mi hogar frente a mí solo me hacía sentir rabia. Pero no podía perder los papeles ahora, tengo que mantener aquí protegiendo el casco, soy la única que sabe su escondite.
—Será mejor que entreguen el casco si quieren salir con vida de aquí. —habla el anciano.
—Si no lo haces, incendiaré la casa con la responsable de todo esto. —mira hacia mi dirección, me aparto rápidamente, pero me había descubierto. —¡Entrega el casco ahora mismo o morirás primero!
—¡Primero tendrán que pasar sobre mí! —Exclama Shun.
Shun aparta a Akiyama con su cadena y luego empieza a pelear contra los caballeros que acompañaban al par de locos. Intento salir para rescatar a Akiyama, pero solo estorbaría a Shun.
Ellos están buscando el casco dorado, tendré que tenerlo cerca de mí en caso de que esta situación se salga de control.
Voy directo a mi habitación y en uno de los baúles debajo de mi cama saco el casco dorado. Regreso a la sala y me asomo sigilosamente para qué pasaba. Sorprendentemente, Shun había logrado vencer a los caballeros, suerte que solo eran pocos, ahora tenía que enfrentar al caballero del fuego.
De pronto durante la pelea, el caballero de plata comienza a lanzar sus bolas de fuego hacia la casa donde me encontraba y todo comenzó a incendiarse.
—Demonios... —intenté buscar una salida, pero parece que el fuego se había expandido rápidamente por todo el lugar. —No hay manera de salir de aquí... —toso un poco debido al humo que comenzaba a invadir todo el lugar. Yo aún sostenía el casco en mis manos.
Vuelvo a mirar por la ventana otra vez y lo único que lograba ver es al caballero del fuego encerrando a Shun en una especie de prisión en llamas.
—¡Shun! —exclamo asustada. Algunas partes del techo se comenzaban a caer derrumbando la puerta. Miro el casco y a Shun otra vez. —No tengo otra opción, él es más importante. —intento salir por la entrada, pero antes de que lo lograra, aquel anciano me bloquea el paso.
—Tu guardián está acabado. —dice sonriente. —Sé razonable niña y dame el casco. —extiende su mano.
—Estás muy equivocado si crees que te lo voy a entregar... —de pronto escucho los quejidos de Shun. —¡Shun!
—¿Lo ves? No te queda de otra si quieres salvar a tu amigo, solo tienes que entregarme el casco dorado.
—Son malvados, por poco destruyeron mi hogar, ahora quieren matar a mis amigos, que buena forma de negociar. —respondo. Observo a Shun nuevamente, no durará mucho. —De acuerdo, te lo daré con la condición de que liberen a Shun inmediatamente.
Estaba segura que tenía que entregarle el casco para salvar a Shun, pero ¿por qué estaba dudando? Miro el fuego otra vez y de pronto las llamas se comienzan a disminuir para luego formar... un fénix. ¿Acaso será Ikki? En mi interior algo me decía que sí era él. De las llamas sale Ikki con su hermano Shun.
—Ikki... —susurro y parece que el anciano escuchó porque gira hacia ambos hermanos y puedo ver una sonrisa burlona en su rostro.
—Por fin apareces. —habla el anciano. —Al Patriarca le gustará verte caballero Fénix.
—A mí también —responde y deja a Shun a un lado. —porque lo haré pagar por todo. —intenta acercarse al anciano, pero antes de que pueda hacerlo el caballero del fuego le impide el paso.
—Yo soy tu oponente. —le dice.
—Con gusto.
Ikki y el caballero del fuego empiezan a pelear. El anciano, que aún seguía frente a mí me mira otra vez.
—Entrégame el casco. —exige. —Se me está acabando la paciencia. —con el bastón que sujetaba me amenaza.
—¿Acaso piensas golpearme? ¿Es que acaso la gente del Santuario no tiene modales?
—Haré lo necesario para recuperar el casco, como jefe de los caballeros de plata.
Estaba a punto de golpearme pero de repente aparece Akiyama y lo aparta con fuerza para luego agarrar su bastón y golpearlo, dejándolo inmóvil.
—No permitiré que toques a mi hermana. —dice y le lanza el bastón. —¿Estás bien? —me pregunta.
—Sí, gracias.
Ambos salimos de la casa y para nuestra suerte Ikki logró vencer al caballero del fuego. El anciano al presenciar todo lo sucedido sale corriendo.
—¿Cómo pudiste levantarte? ¡Eres un cobarde! —miro el casco en mis manos y luego a Ikki y Shun.
Akiyama y yo regresamos con los dos hermanos. A pesar de la situación, Shun estaba feliz de tener a Ikki de vuelta.
—Hermano no puedo creer que estés vivo... —ambos se abrazan.
—Yo tampoco puedo creer que estés vivo, me alegro de verte otra vez. —le digo. Ikki solo asiente. —No importa todo lo que haya pasado antes, lo más importantes es que estás con tu hermano otra vez. —esta vez no puedo aguantarme las ganas de soltar unas pequeñas lágrimas de alegría. Le entrego el casco a Akiyama y sin dudarlo abrazo a mi amigo que había vuelto. Al principio puedo notar que se sorprende porque tarda en corresponderme. —Que bueno que estés de vuelta.
—¡Chicos!
—Ese es Seiya... —dice Akiyama.
Todos nos ponemos de pie y ahí estaban Seiya, Hyoga y Shiryu corriendo hacia nosotros.
—Chicos, que bueno que estén aquí. —digo. —¿Cómo supieron dónde nos encontrábamos?
—Regresamos a la mansión después de enterarnos de lo sucedido —responde Hyoga. —Intentamos comunicarnos con ustedes, pero no había alguna señal de ustedes. Tatsumi nos dijo el lugar donde se encontraban. Tuvimos que apresurarnos porque temíamos lo peor.
—En buen momento llegaron, miren quien está aquí.
—Ikki. —Seiya ser acerca y le da la mano. —Que bien que estés vivo.
—El fénix siempre renace de sus cenizas.
A Seiya, Shiryu y Hyoga también se les escapa las lágrimas de alegría. Pude notar también que Akiyama también estaba feliz. Sonrío al tener a mis amigos reunidos otra vez.
Estábamos juntos otra vez.
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Publicado: 23/12/18
Editado: 14/04/21
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◎¿Qué les parece la pequeña fotito de arriba? Quise encontrar una imagen para ese momento y fue la única que encontré en Pinterest, a tiempo rápido. Por suerte encontré una foto de la chica. Espero les haya gustado el resultado (intenté hacerlo encajar lo más posible).
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