
𝐶𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 𝐼𝑉 : 𝑈𝑛 𝑝𝑟𝑖́𝑛𝑐𝑖𝑝𝑒 𝑎𝑙𝑔𝑜 𝑝𝑒𝑐𝑢𝑙𝑖𝑎𝑟
❈•···················•❈•···················•❈
˗ˏˋ ♞ 𝐶𝐻𝐴𝑃𝑇𝐸𝑅 𝐹𝑂𝑈𝑅 ˎˊ˗ ━━━━━ ♛
𝔒𝔫𝔠𝔢 𝔲𝔭𝔬𝔫 𝔞 𝔱𝔦𝔪𝔢... ❛ 𝔖𝔦𝔯 𝔄𝔯𝔱𝔥𝔲𝔯 𝔓𝔢𝔫𝔡𝔯𝔞𝔤𝔬𝔫 ❜
︿︿︿︿︿ 🖋️• • ♚ .
✠ ⎯⎯ 𝖂𝖗𝖎𝖙𝖙𝖊𝖓 𝖇𝖞 𝕭𝖗𝖎𝖓𝖆 ⎯⎯ ✠
—𝕴𝔙—
𝑨𝑳 𝑭𝑰𝑵𝑨𝑳𝑰𝒁𝑨𝑹 𝑳𝑨 𝑪𝑨𝑴𝑰𝑵𝑨𝑻𝑨 llena de grandes charlas y eruditas conversaciones con el mago Merlín, Gadea estaba ansiosa por poder conocer al mismísimo Arturo, actual príncipe e hijo de Uther Pendragón e Ygraine y futuro rey de Camelot. Estaba tan emocionada que ya ni recordaba al bellaco de Theobald.
Tras llegar a las defensas del reino, se encontraron con un pequeño campamento militar, en las esquinas del patio del castillo, allí disponían de muchos establecimientos, grandes arsenales así como también pequeños territorios para practicar con la espada y el tiro con arco. A lo lejos se podía ver un grupo de jóvenes, riéndose, a los cuales, Merlín se dirigía por lo que Gadea ya sospechaba que algunos de ellos sería Arturo.
—Perdonad, mi señor, pero el blanco no está reluciente, iré a pulirlo para que podáis practicar mejor con los puñales —dijo un muchacho delgadito mientras se dirigía a un joven con el cabello rubio, alto y fuerte a su parecer, pues parecía que era el líder, "¿quizás sea él realmente?", se preguntó Gadea.
—¡Anda! Entonces brilla tanto como tú —dijo el chico rubio mientras se dirigía a sus compañeros con una risa, en la que todos continuaron con tono lenguaraz—. Quizás esto te ayude un poco —le apresuró a decir mientras le lanzaba un puñal en el centro del blanco— ¡Venga! ¡Corre! —Todos se reían sin parar.
El chico corría con todas sus fuerzas, esquivando los lanzamientos que el otro muchacho le mandaba, todos directos en el blanco, hasta que cayó al suelo, directamente al lado de Gadea y Merlín.
—Pobrecillo. —La chica le ayudó a levantarse y le sacudió la tierra que tenía en la blusa, compuesta por tela de algodón que ahora estaba ligeramente manchada con un tono marrón debido al contacto con el suelo embarrado— ¿Estás mejor? Siento mucho eso, espero que no vuelva a pasar.
—S-sí, estoy bien, muchas gracias —tartamudeó el pobre, era lo único que podía decir, pues del miedo y el jadeo le impedía remediar palabra alguna, acto seguido, se marchó del lugar, sin mirar atrás, tenía mucho temor, se podía observar a simple vista. Gadea era una chica buena y entre en menos problemas se metía mucho mejor pero no podía tolerar este tipo de injusticias, por lo que se dirigió a Merlín antes de pasar a la acción.
—¿Quién es Arturo, Merlín? —le preguntó preocupada, esperando que no fuera el rubiales.
—Lamento decirte, pero es él. —Le confesó mientras señalaba de forma disimulada al chico.
Gadea, intentaba no ver de forma exacta la señal porque no quería saber la verdad...
—¿Ese? —Señaló la chica—. ¿És el de pelo oscuro? ¡El rubio no puede ser! ¡Jajaja! Que cosa la mía.
—Gadea, no te autoengañes, es el rubio, pero tranquila, la profecía dice que será el rey que traiga la paz y la justicia, que acabará la guerra, que traerá paz en los reinos venideros, ¡en todo Logres! O eso espero... —le insinuó el hechicero con aire esperanzador hasta llegar a la última palabra—. Tan solo dale tiempo.
La mozuela no podía permitirlo, ya no podía fingir más, aparte de Theobald había otro bobalicón más y ¡Cómo no! Ese era el futuro rey, todo esto era como una pesadilla solo que esta vez un simple pellizco no la salvaría, tenía que hacerla frente por lo que se dirigió a Arturo y a su pandilla de inverecundos.
—No podéis tratarlo así, es una persona y siente, tiene sentimientos, que vos no tengáis y seáis un monstruo no significa que todos seamos así realmente —le enfrentó Gadea, el príncipe le sonrío con aire desafiante mientras que, por otro lado, sus amigos no paraban de reírse por ver a una chiquilla enfrentarse al gran guerrero de Camelot.
—¡Jaja! —se bufó— ¿Sabes con quién hablas? ¿me conoces? Lo dudo, sino no estarías hablándome así.
—Desgraciadamente sí... ojalá y no saberlo, pensé que seríais algo más...—hizo una pausa— ¿amable? O puede que ¿inteligente? No sé, las dos cosas os falla, claro que esto ha sido un malentendido —afirmó, mirando a Merlín— ¿No es así? ¿Es una obra de teatro? ¡Soís un bardo!
—Pero bueno —clamó Arturo—, eres todo un personaje, quizás en las mazmorras puedas entretener a los presos tal bardo, ¿qué me dices? ¿Te apuntas?
—Oh perdón amigo, no lo haré más y por supuesto será un placer pero vos recibiréis también un castigo.
—¿Amigo? ¿Me has llamado amigo? ¿Y que clase de castigo es ese? ¡Mira como tiemblo de terror! —él y sus amigos nuevamente explotaron a carcajadas.
—Es verdad, tenéis razón, nunca he tenido un amigo tan necio como vos, y en cuanto a lo otro no os podéis imaginar lo que puedo llegar a hacer.
Arturo se acercó a ella con tono desafiante mientras le contestó delicadamente, como si no estuviera asustado y posteriormente, molestarle, hecho que hizo que la chica se enfadara aún más—. Estaré encantado, demuéstrame..., por cierto, ¿sabes arrodillarte? Vete practicando.
Gadea con toda la rabia del mundo estaba a punto de lanzarle un hechizo pero recordó lo que Merlín le había dicho "En este reino el uso de ella se paga con la muerte", así como también su cabeza, por lo que se resistió.
—¿Qué pasa? ¿te ha comido la lengua el gato? Jajajaja, por fin admites quien soy, podría destrozarte de un solo golpe —bramó Pendragón.
—Estoy intentando no ponerme a vuestro nivel pues mi formalidad es mucho mayor que perder el tiempo con alguien que no se merece.
Arturo se acercó a ella.
—Yo tampoco recuerdo tener una amiga tan estúpida, ¡enfréntate a mí! Veamos de lo que eres capaz, no me dejes con las ganas.
Gadea aparte de saber algo sobre las fuerzas arcanas, también en su corta vida; pues no recordaba mucho de su pasado, había aprendido algunas habilidades de combate tales como enfrentamiento físico, el uso de la espada y hacha y el tiro con arco, por lo que no pudo evitar no decir que no, esto podría acabar de dos formas, o bien bajándole los sumos a Arturo, cosa que intentó hacer con Theobald o puede que una derrota por su parte, por lo tanto, miró a Merlín, que estuvo durante todo el rato intentando que la chica dejará de discutir con Arturo, pero fue en vano pues Gadea es igual de testaruda que el muchacho, al menos cuando suceden muchas injusticias por lo que con un breve gesto se dispuso a enfrentarse una vez más con Pendragón.
—Acepto el desafío.
━━━━━━ ✠ ━━━━━━
❤️¡Hola! Avanzada la trama he decidido poner algún que otro diálogo al final de algunos capítulos o cada "x" tiempo para ver que os ha parecido o si debo mejorar en mi progreso, cualquier cosa la miraré ¡y estaré deseando, como no, de aprender de mis errores! Espero que os haya gustado, la verdad disfruté mucho de este capítulo ya que para mí, Arturo es uno de mis personajes favoritos desde muy pequeña, me ha fascinado su leyenda, su historia y en sí todo lo relacionado con él, por otra parte, sé que hay mucho diálogo pero realmente quería ponerlo así por varias cosas, ¡seguro que os saca alguna risa! ¡Para el próximo capítulo se viene lo mejor!❤️
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro