Me encontraba esperando al misterioso chico que me prometió, entrar en el cementerio de noche, para sacar fotos, pero llevaba mas de 40 minutos y él aún no se aparecía, cuando estaba a punto de marcharme, pensando que me había tomado el pelo, escuché pasos viniendo del otro lado de la muralla, se detuvieron cerca de mi, y de pronto divise una silueta arriba del muro-¿que esperabas para mostrarte?¿el diluvio o qué?-no contestó, solo bajó del muro he hizo un gesto con la mano indicando que lo siguiera. Rodeamos todo el cementerio sin decir palabra, hasta que se dispuso a hablar-saltaré el muro, cuando este arriba me darás la mano y te ayudaré a subir, luego bajare del otro lado y tú saltaras yo te atrapare- asentí y él se dispuso a saltar, una vez arriba tomé su mano y me atrajo hacia el muro-¿tienes frío?-le pregunte sorprendida- no ¿porqué?- señalé su mano- ¡estaba congelada!-negó con la cabeza y salto al otro lado del muro- contaré hasta tres para que saltes-no tuve tiempo de reclamar cuando ya había comenzado a contar-dos ...¡tres!-salté protejiendo la cámara con una mano, el me recibió sin la menor dificultad, como si hubiera sido una pluma-¿porqué no hemos entrado por el otro muro? -por que esta parte del cementerio esta menos vigilada que la entrada- mis ojos se abrieron como platos- pero dijiste que tu hermano era el conserje-se notaba malicia en su rostro- mentí, sabía que te negarías si te hubiera dicho que entraríamos a escondidas, suspire- que mas da ! Ahora que estábamos dentro sólo había que aprovechar la oportunidad-comencé a sacar fotos de las tumbas-a propósito, como no me has dicho tu nombre te llamare "cuervo"- se encogió de hombros y siguió caminando a mi lado con las manos en los bolsillos del pantalón, de pronto se alejó unos cuantos metros para mirar una tumba, parecía cautivado por ella. Acerqué la cámara a la tumba, él me miró señalando que guardara silencio, luego apuntó a un cuervo que se encontraba justo en frente de nosotros, estaba tan cerca que podía distinguir sus plumas detalladamente, apunté el lente hacia el y capture una imagen perfecta, bajé la cámara para seguir mirando a aquella criatura que parecía saberlo y comprenderlo todo, de pronto mi acompañante extendió su mano hacia el cuervo, este se posó en su mano sin miedo- ¿quieres tocarlo?-sí – a penas podía hablar del asombro, me acerque al animal en silencio y deslicé mis manos por su plumaje, se sentía bien ...