27/04/19

Ah ella le encantaba pasear por las calles de la ciudad, que todos la vieran con su alborotada y despeinada melena (Así le llamaba a su cabello) con pequeños rizos, sus lentes redondos como una pelota de fútbol los cuales se aparecían a los de Jhon Lenon o a los de Harry Potter y claro esta orgullosa de portar ese gran tesoro en su espalda: su hermoso y preciado violin.

No era un violín de laudero o uno eléctrico, pero ella sentía dentro de su corazón esa dicha de poder pasear sus dedos por las cuerdas de aquel instrumento, ejecutarlo y sentirse en otro mundo, librarse de todas las preocupaciones de la universidad y de la vida en si.

Claro, esto no siempre era así, como en la vida siempre hay cosas buenas, siempre hay cosas malas; Las presentaciones a la fuerza. No es que Andrea odiara hacer presentaciones, al contrario, a ella le encantaba sentir esa adrenalina antes de subir al escenario y hacer lo que ella amaba, pero, las presentaciones obligadas para ella eran una pesadilla, presentarse no por gusto si no por que te obligan ah hacerlo para la joven esto era una tortura, sentir esa presión, el miedo de hacerlo mal y decepcionar, bueno ya saben a lo que me refiero.

Ahí estaba ella a las afueras de la academia de música ensayando Himno a la Alegría de Bethoween, cuando le llega la noticia; ¨dentro de unas semanas se llevara acabo la presentación de la academia de música junto a la academia de Ballet, sera espectacular, ademas de que vendrá un gran cellista y una gran violinista de otro país a acompañarnos, ¡debemos esforzarnos y dar lo mejor para que salgan las canciones bien!¨ Esas eran las palabras de su instructor al llegar donde Andrea, con un buen humor que se podría decir que era algo raro en el.

--¡Andrea! Te necesito en esta presentación, tu serias la voz principal ¿Que me dices?

Obviamente la joven acepto con mucho entusiasmo, ser la voz principal enfrente de personas importantes las cuales asistirían a la presentación, aquello era algo importante y ella se comprometió a dar lo mejor de si para aquella ocasión.

Y así pasaron los días, las semanas, y cada día que pasaba, cada semana la universidad la estaba hundiendo viva en un mar de trabajos, exposiciones, informes, y todas esas cosas que te ponen a hacer en una universidad; ¡Apenas y había tocado el pobre violín, ya olvidado en aquel sombrío estuche, tan solo una vez en aquella efímera semana!

La presentación ya se aproximaba cada vez mas rápido y sin poder hacer mas esfuerzo alguno, Andrea cae rendida postrándose al consuelo de su almohada. Tumbada en la cama se decía así misma. ¨¿Como lograre hacer una presentación si no ensayado hace semanas? y ni hablar sobre la U ¿Oh Dios mio que puedo hacer? ¨

Ahí es cuando, en la oscuridad de su habitación, una idea invadió su mente: Cancelar su participación en el evento y excusarse diciendo que no recordaba muy bien las canciones y disponía de poco tiempo para el único ensayo que quedaba por realizar antes de la presentación. Era una buena idea, después de todo estaría diciendo la verdad.

Así fue como un día por medio de un mensaje de texto le explico todo a la dueña de la academia, la cual coordinaba todo sobre el evento. Después de eso vinieron los problemas; Llamadas, suplicas, y con todo esto el miedo de decepcionar a una persona..

Una fresca mañana de abril, el temido día de la presentación, su instructor la llamo al celular por la mañana como unas aproximadamente cinco veces; brincando de su cama la violinista contesta rápidamente sin percatarse de quien se trataba..

Por el escándalo de las innumerables llamadas sin contestar su hermana menor Nana (En realidad la llamaban así por cariño, ese no es su nombre) entra al cuarto, estaba Andrea cabizbaja, sintiendo la presencia de alguien ella voltea encontrándose con la mirada estupefacta de su hermana la cual se avienta a ella en un abrazo consolador.

--¿Porque lloras hermana mia? -Le dijo- No me digas, ¿Es eso?

--Me han decepcionado tantas veces que te juro -Exclama entre sollozos- que tengo un horrible miedo a decepcionar a los demás, simplemente no puedo decir que no, por mas que quiera..

-- Eso quiere decir que..

--Si, si voy a hacerme presente, ¿que otra alternativa tengo? me han estado rogando durante días, puesto que soy la única voz principal sin mi no podrán hacer nada, no quiero hacerme mas la rogada.

-- Si esa es tu decisión tienes mi apoyo..

--Nana, en estas ocasiones hay que hacerle frente con un positivismo porque si sigo negativamente de que no quiero, me saldrá todo mal.

La noche parecía eterna, los minutos pasaban mas lentamente. Pero, por fin las luces empezaron a resplandecer, dejando al descubierto el gran escenario y al grupo de violinistas en el.

Empiezan los violines de fondo, luego le siguen los secundarios, y era turno del principal, sintiendo una pesadez en el corazón, los dedos temblorosos empezaron a moverse y medida que cada nota suena y la canción se acerca a su fin, esa pesadez se convierte en dicha, ella lo estaba logrando, estaba parada en aquel escenario ejecutando como nunca antes, junto a su mejor amigo en la mano, se había equivocado mas de una vez al principio pero eso no importo, con la frente en alto se dispuso a dar lo mejor de si misma y todo salio bien....

--¿Te digo algo? -Le había comentado a su hermana horas antes- Voy a hacerlo, no porque me estén rogando que lo haga, si no porque se que un día en el futuro me diré a mi misma con ese fatal remordimiento en la consciencia: Me arrepiento haber dejado pasar esa oportunidad de probarme a mi misma que si soy capaz de lograr lo que sea...

『 早乙女エリー 』