Yunho y Jongho habían llegado al refugio de híbridos, el menor estaba emocionado, ya que erá la primera vez que hacía voluntariado en ese lugar. El castañito buscaba con la mirada a su mejor amigo Sannie, hasta que logró divisarlo a lo lejos, el minino estaba junto a otro chico, este era alto, con orejitas rubias y con una largas con líneas negras, dedujo que aquel era un híbrido de Tigre.

—Hola chicos. —en ese momento Wooyoung se había acercado a la pareja. —Sannie los iba a recibir, pero ese gatito fue a molestar al pobre de Mingi. —

—Está bien, Wooyoung... —

— ¡Sannie! —Wooyoung llamó a su pareja, este al escucharlo giró el rostro y sonrió para luego dirigirse hacia él.

— ¡Jonghie! —Un emocionado San se abalanzó hacia el castaño y lo abrazo mientras restregaba su mejilla con la de Jongho. —Estoy feliz de verte, hoy me ayudaras. —

—Estaré feliz de ayudar, Sannie. —

—Vamos, iremos al área del cual nos encargaremos hoy... —San tomó la mano de su amigo para empezar a caminar a su destino.

—Yuyu, iré con Sannie... —

—Ve, amor, nos vemos más tarde. —Yunho se despidió de su osito. — ¿En que puedo ayudar? —

—Hyung, usted vendrá conmigo, nos ayudará en el área de enfermería. —Wooyoung empezo a caminar junto a Yunho. —Hace algunas semanas encontramos un lugar en donde criaban híbridos, habían unos que estaban muy heridos, por suerte ahora se encuentran estables. —

Ambos chicos siguieron hablando de camino a la enfermería, mientras aquellos dos pequeños híbridos entraban en otra area.

—Jonghie, este es el lugar de los bebés. —

— ¿eh? —Jongho vio a su alrededor, habían cunas de bebés, incluso se podían ver a algunas madres alimentando a sus hijos.

—Hace unas semanas el grupo de Wooyoung rescato a híbridos y entre ellos habían bebés, la mayoría tiene a sus madres, pero hay algunos que no. —San se veía triste. —Esos pequeñitos no tienen mamá, así que yo ayudo a darles su biberón. —

— ¿Cuidaremos de los bebés? —Jongho se veía emocionado.

—Sí, ven, quiero presentarte a alguien. —Jaló el brazo del castaño, quedando frente a una cuna. —Cuando lo vi me recordó a ti. —San sonrió con ternura. —Es un bebé osito, sus orejitas son como las tuyas. —

—Es muy lindo... —los ojitos de Jongho brillaron, era la primera vez que veía a alguien con sus mismas orejas después de tanto tiempo.

—Es hora de su comida, así que puedes darle el biberon. —

— ¿P-puedo? —

—Claro, yo te enseñaré... —San se inclino para poder tomar al bebé. —Sostenlo con cuidado. —Dejó al pequeño en los brazos de Jongho. —Puedes sentarte en el sofá, ese osito es muy pesado... —

—Esta bien... —Jongho se sento, su vista seguía fija en el bebé. — ¿Tiene algún nombre? —

—No, aún no, sólo se que tiene seis meses. —

—Pobre pequeñito, estuvo sólito sin sus padres, encerrado en aquel feo sitio. —Jongho nunca conoció a sus padres así que por eso tenía empatia con aquel bebé.

—Ten, dáselo con cuidado. —San entrego le biberón a Jongho.

Mientras Jongho alimentaba al bebé, San se encargaba de otro de los cachorritos.

—Eres muy lindo... —Jongho dejo un besito en la perfumada mejillita del bebé, este último lo veía fijamente mientras que con su manito sostenía fuertemente el dedo del castaño.

—Creo que le caes bien. —la voz de San se escuchó. —Sujeta tu dedo con su manito, viéndolos juntos parecen padre e hijo. —el de mecha blanca sonrió enternecido.

—San ¿tú algún día quieres tener bebés con Wooyoung? —Jongho tenía curiosidad.

—Si es con mi Wooyoung, sí, en un futuro me gustaría tener un bebé. —San respondío con ojitos ilusionados. — ¿Y tú, quieres tener bebés con Yunho? —

—M-me gustaría, pero eso es imposible... —el castañito hizo una mueca dolida. —Y-yo no puedo tener bebés... —

—J-jonghie ¿pasa algo? —

—Ese mismo día que me salvaron, los hombres malos me hicieron unos exámenes, dijeron que no servía para nada, ya que era totalmente estéril, por eso querían deshacerse de mí... —Jongho mordió su labio inferior, no quería llorar. —Quería mantener eso en secreto... —

—Lo siento mucho, Jonghie... —San dejó en la cuna al bebé que tenía en sus brazos y fue directo a abrazar a su amigo. —Todo estará bien, pequeño osito... —

—Gracias Sannie. —sonrió, Jongho se sentía afortunado de tener a un valioso amigo, San siempre lo consolaba.

—Sabes, puedes adoptar a un bebé, así que no estés triste... —

— ¿Adoptar? —Jongho susurro para el mismo, pero sus  pensamientos fueron interrumpidos por la voz alguien.

— ¿De qué tanto hablan ustedes dos? —La voz de Wooyoung se escuchó y junto a él estaba Yunho.

—Woonie... —San se levanto y fue directo a abrazar a su novio. —Estábamos hablando de bebés. —respondió. —Jonghie es muy bueno cuidando de ellos... —

—Osito... —Yunho vio a su pareja, sintió ternura al verlo con aquel bebé entre sus brazos. — ¿Quién es este pequeño amiguito? —el pelinegro sonrió.

—Yuyu, este bebé es un híbrido de oso, es igual a mi. —

—Oh, es otro pequeño osito... —tomó la manito del bebé acariciándola con delicadeza.

—Es muy lindo ¿verdad? —

—Sí, amor. —Yunho aun sonreía embobado, su vista aun estaba fija en aquel pequeñito.

—Yuyu ¿podemos adoptarlo? —

Aquella pregunta tomó por sorpresa a Yunho, no se esperaba aquello, Jongho lo había tomado por sorpresa.

—Jonghie, y-yo... —

— ¿Yuyu, no podemos adoptarlo? —el osito inclinó su cabeza a un lado, esperando una respuesta de su pareja.

—Osito precioso, hablemos de esto en casa ¿si? —dejó un beso en la frente del menor.

—E-está bien. —puchereo, mientras que su vista seguía fija en el bebé de osito que para ese momento dormía plácidamente en su cuna.

La mayor parte de la tarde, la pareja se la paso en el refugio, hasta que Jongho quiso irse a casa debido a que tenia sueño, el castañito se había divertido y se sentía contento por haber ayudado a los que eran igual que él, también prometió regresar, claro que lo haría, más ahora que se había encariñado con aquel pequeño bebé.

Yunho había terminado de tornar un baño, cuando salió fue directo en busca de su pareja, necesitaba hablar con él, Jongho estaba en la cocina preparando algo, así que se acercó colocándose junto a este. Pero el castañito ni siquiera se dio cuenta de su presencia.

—Osito... —el menor al escuchar su voz dio un pequeño brinco en su lugar. — ¿Estás enojado conmigo? —

—Claro que no, Yuyu... —Jongho sonrió de lado y siguió preparando su taza con chocolate caliente. —Solo estaba pensando. —

—Amor, ven conmigo, hablaremos sobre lo que pasó en la tarde. —

—Oki... —tomó su taza con chocolate dando un pequeño sorbo al líquido y siguió a Yunho hacía la sala, el mayor lo esperaba sentado en el sofá más grande.

—Osito, siéntate junto a mi... —palmeó el lugar junto a él.

— ¿Quieres hablar sobre el comentario que dije en el refugio, verdad? Sobre adoptar al bebé osito. —dejó la taza en la mesita, para luego juntar sus manos y jugar con sus deditos.

—Si, es sobre eso. —

—Yuyu, si te hice sentir incómodo, lo siento, me gano la emoción del momento... — ¿Tal vez su Yuyu no quería tener hijos? Pensó el híbrido.

—No pasa nada, solo que me tomó por sorpresa tu pregunta... —Dio una sonrisa avergonzada. —También pensaba en que tal vez no estaba listo para cuidar a un bebé, nunca he cuidado de uno, toda mi vida solo he tratado y cuidado de las mascotas que llegan a mi veterinaria. —

—Yo tampoco he tratado con bebés, es la primera vez, pero al ver a ese pequeñito tan parecido a mí, hizo que algo se moviera en mi pechito. —

—Ese pequeño era lindo y tierno, sus orejitas eran igual de lindas que las tuyas. —tomó las manos de Jongho. —Yo también sentí lo mismo en mi pecho, cuando te vi sosteniéndolo, me imagine en un futuro con un pequeño osito tuyo y mío. —

—Y-yuyu... —la vocecita de Jongho salió entrecortada.

—En un futuro tendremos nuestros propios ositos, pero antes aprenderemos juntos a cómo cuidar de ellos, para que cuando el día llegue estemos preparados. —Yunho sonrió ilusionado.

—Y-yuyu... —para ese momento Jongho rompió en llanto, no podía guardarse aquello. —Y-yo no puedo... —

—Jonghie, amor ¿porque lloras? ¿Te duele algo? —

—Y-yo no puedo... —

—Amor ¿no puedes qué? —Yunho estaba más que preocupado, su pareja de la nada había empezado a llorar. —Por los cielos, osito, dime lo que pasa, no llores. —acuno con sus manos el rostro del castañito, para que este lo viera de frente.

—N-no puedo tener ositos contigo, Yuyu... —

— ¿eh? Si no quieres está bien... —

—N-no es eso, yo soy estéril, Yuyu... —pequeñas lagrimas rodaban por sus mejillas.

Yunho se sorprendió al escuchar aquello, ahora entendía un poco más a Jongho, pero odiaba verlo de aquella manera, no le gustaba ver a su pequeño llorar y que aquellos brillantes ojitos color miel perdieran su luz.

—Amor, no llores, todo está bien. —atrajo a Jongho hacia él y lo abrazó con fuerza.

—Es mi culpa Yuyu, aquellos hombres dijeron que no servía y por eso me querían desechar o vender, lo siento, no te enojes... —

—No es tu culpa Jonghie y tampoco me enojaría contigo, no sería capaz de hacer eso, tú vales mucho, yo soy feliz de tenerte a mi lado, tranquilo, todo estará bien, sabes que cuidare de ti y que te amo demasiado. —el mayor se mantuvo así por un pequeño tiempo, dando caricias en la espalda y cabello de su menor, regalandole palabras de ánimo y diciéndole lo mucho que lo amaba.

Yunho suspiro tranquilo cuando sintió que el cuerpo de Jongho había dejado de temblar y el llanto había cesado, este se removió escondiendo el rostro en su cuello.

—Y-yo también te amo mucho, eres mi Yuyu... —respondió con voz congestionada y dejo un beso en el cuello del mayor.

—Todo estará bien, amor. —Aun dejaba caricias en la espalda del castañito.

—Gracias por soportar a este oso llorón... —

—Yo haría lo que fuera por ti, siempre puedes contar conmigo. —Yunho limpio las lagrimas que aun reposaban en la piel del rostro de su pareja y dejo un beso en cada una de las mejillas, para luego tomarlo de la cintura y sentarlo en su regazo. —Termina tu chocolate, por suerte aun está caliente. —le entrego la taza al menor, este pronuncio un pequeño "Gracias" y sonrió. —De nada, eres tan lindo. —suavemente mordió una de las afelpadas orejitas.

—No muerdas... —

—Mi osito es muy lindo. —

—Mi Yuyu es mas lindo... —

Jongho suspiró tranquilo, tomar su chocolate y sentir los mimos de Yunho lo habían calmado, su Yuyu era su lugar seguro, siempre podía contar con él, se sentía afortunado de tenerlo. Y sobre bebés lo hablarían más adelante, por ahora solo querían disfrutar de ellos.

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